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El Lobo está?

en Zoofilia

El Lobo

Esta historia está relacionada con otras que escribí hace algún tiempo sobre una fantasía sexual y zoofílica (Terror zoofílico 1, 2, 3) y sus consecuencias.

Los actores de aquella historia fuimos mi sobrino, el perro del vecino, el vecino y yo, en un balneario de la costa atlántica.

Esta historia se desarrolla en una ciudad del interior del país de la cual es originaria mi esposa y su familia.

Para vacaciones decidimos pasar unos días por allá y así visitar a toda su parentela, aprovechando una semana libre.

Normalmente cuando vamos a sus pagos nos quedamos en casa de su hermano Daniel y su hermosa mujer Carla. Ellos son los padres de Roberto, el principal actor de Terror zoofílico, además tienen una hija, Luana (Ver el relato Sueños mojados), quien va a estudiar en la capital del país y se quedará con nosotros.

Al llegar a la casa de mi cuñado sentí muy malas vibraciones y un ambiente tenso, mis sobrinos y su madre nos recibieron con lágrimas en los ojos y mi cuñado les decía en ese momento que esa era su última palabra y salió dando un portazo.

Dado que mi concuñada siempre se ha apoyado en nosotros toda vez que han tenido problemas, pregunté que pasaba y ella, con una extraña mueca me dijo,

  • ¡Qué te cuente tu sobrino, él es el culpable de todo!

Roberto miró a su madre como para matarla y con mucha pena en la voz dijo,

  • Tío, tenemos que hablar a solas

La cara de mi mujer era un poema, ella no entendía nada y miraba a su sobrina buscando una respuesta y le crecía en el pecho el temor de que el tema estuviera relacionado con la aventura vivida en nuestra casa cuando Luana fue a rendir sus exámenes.

  • Roberto, ponele la correa al perro, sacalo a caminar y aprovechá para hablar con tu tío, le ordenó Carla al hijo, mirándolo profundamente a los ojos, mientras preparo un mate.
  • Vamos tío, dijo Roberto y enganchó la correa al collar del perro.

Salimos rápidamente a la calle y mi sobrino miraba por sobre el hombro a su padre que estaba sobre la acera conversando con un vecino, esperando alguna señal, que no llegó nunca.

Después de caminar varias cuadras en silencio, llegamos a un parque dónde Roberto liberó al perro para que correteara, mientras nosotros nos sentábamos en un tronco seco a conversar.

  • ¿Qué pasó que tu padre que estaba tan enojado, Roberto?
  • Pasó lo que tenía que pasar algún día tío, se siente desplazado por el perro.
  • ¿Cómo es eso, sinceramente preocupado?
  • No te hagas el inocente que todo esto empezó por tu culpa, aunque una bendita culpa, diría yo. ¿Recuerdas nuestra aventura en la playa con el perro del vecino?
  • Por supuesto que sí, aunque trato de no acordarme muy seguido para no sentir tu ausencia, chiquito mío.
  • Ya tío, esto se ha salido de cauce y no se como va a terminar, si mi padre sigue con la idea de deshacerse del perro, me muero, mejor dicho nos morimos.
  • ¿Cómo, nos morimos, quiénes?
  • Mi madre, mi hermana y yo, contesta Roberto muy suelto de cuerpo, ¿no entendés?
  • No, ¿es por que quieren mucho al perro?
  • Si serás tonto tío, no es tan sencillo y no te hagas el inocente, te cuento: Casualmente cuando tuvimos aquella aventura, a mí me regalaron un perrito y como aquello me marcó de un modo tan fuerte, aproveché para entrenarlo para mi provecho. Lo acostumbré tocándole la pija y los huevos y también le acariciaba el culo y le fui metiendo el dedo hasta que se acostumbró y ahora aguanta mi pija sin problemas.
  • Todo lo que quieras, ¿pero que tienen que ver tu madre y tu hermana?
  • El asunto es que cuando Lobo creció y llegó a su madurez sexual yo me hacía coger por él y me lo cogía también, pero un día en que se suponía iba a estar solo en la casa todo el día y estábamos abotonados, entró mi hermana y nos descubrió.

Ella se puso furiosa y me dijo de todo, degenerado, etc. etc. pero algo en su mirada me hizo ver que estaba interesada, además no le quitaba los ojos a mi verga que estaba totalmente erecta y es además como ya sabés de un tamaño considerable.

  • Vaya si lo sabré, la he disfrutado bastante y espero poder seguir haciéndolo pronto.
  • Si todo sale como lo tengo planeado, más pronto de lo que esperás.

Bueno, pero te sigo contando, como ella no quitaba la vista de mi pija le pregunté si

quería tocarla y ella muy suelta de cuerpo la manoteó enseguida y empezó a pajearme,

yo quedé de una pieza pues nunca me imaginé que ya supiera de esas cosas, al

preguntarle por su experiencia me contó que tu mujer le había enseñado usándote como

conejillo de Indias, aprovechando que tomabas pastillas para dormir.

  • Ahora entiendo, aquello fue mas que un sueño mojado, después te cuento, seguí contando.
  • La cosa fue que mientras ella me pajeaba yo empecé a tocarle la conchita y encontré que estaba totalmente depilada y empapada en sus líquidos, la desnudé totalmente mientras la besaba y lamía sus pezones, ella me tomó una mano y se la llevó al culito. Sus nalgas eran un sueño, bien duritas y redondas, me chupó un dedo y se lo fue metiendo lentamente en el culo mientras me decía que su sueño se iba a hacer realidad, ella quería perder la virginidad de la concha conmigo, lo había soñado mil veces pero nunca pensó que se haría realidad.

A esa altura ya tenía tres dedos metidos en su culo y ella me pidió que los sustituyera por mi pija, se puso de cuatro patas y se fue deslizando por debajo de mi cuerpo hasta que sentí como la cabeza de mi verga tocaba su caliente culo.

Imaginate tío la escena, yo de cuatro patas con la inmensa pija de Lobo abotonada en mi ojete y mi hermanita también de cuatro reculando para meterse mi inmensa pija en su hermoso culito.

  • Me imagino y tengo la verga tan dura que no me aguanto, tengo necesidad de meterla en algún lado.
  • No te apures tío, ya va a llegar el momento, te sigo contando. Yo empujo la verga y se va toda hasta los huevos en el culo de mi hermana, ella gime y pide más y yo intento meter más y empujo nuevamente y en ese momento se me sale del culo la pija de Lobo con el característico sonido y junto con la pija me sale cantidad de semen.
  • ¿Qué pasó?, pregunta mi hermana
  • No es nada, Lobo ya acabó y se me salió su pija del culo, pero yo aun no acabo y te voy a coger bien este hermoso culito.
  • Si, rompémelo, te quiero bien adentro, dijo mi hermana y en ese momento Lobo pasó por delante de ella con toda la verga y el botón colgando fuera de la funda. ¡Qué inmenso pedazo de verga tiene este animal Roberto! ¿te entró todo eso en el culo?
  • Si hermanita, y si sos buenita conmigo, te voy a dejar que lo disfrutes también.
  • No veo el momento, aunque tu pija me está haciendo ver las estrellas y es la mitad de la de él, ahora siento que se está latiendo y poniéndose más grande.
  • Es que estoy acabando en tu fabuloso culo hermana.
  • Sí, acabame en el culo, pero guardá algo para mas tarde por que hoy me tenés que reventar el virgo de la concha.
  • Tranquila hermanita, todo a su debido tiempo, ahora vamos a darnos una ducha mientras Lobo se lame su pijota y la guarda en la funda.
  • No sabés tío lo que fue esa ducha, descubrí que mi hermanita tiene una mina recaliente adentro y la disfrutamos chupándonos y lamiéndonos todo antes de irnos al cuarto. Me la llevé a la cama y empecé a chuparle la concha de tal modo que tenía un orgasmo atrás de otro y como tenía los ojos cerrados no vio cuando llamé a Lobo y éste empezó a lamerle desde la concha hasta el culo con su inmensa y áspera lengua, ya no gemía aullaba como una loba y pedía más. Cuando yo ya no aguantaba la calentura y consideré que su concha estaba muy bien lubricada, le recosté la cabeza de mi pijota y traté de meterla suavemente, pero ella estaba con tal grado de calentura que pasó sus piernas por mi espalda y me atrajo hacia ella de modo que se metió la verga de una estocada y soltó un grito desgarrador que me asustó realmente.
  • ¿Estás bien? le pregunté y como no me contestaba se la saqué, cuando miré para abajo me vi la verga totalmente llena de sangre y mi hermana desmayada, del susto se me encogió la verga y traté de despertarla. Lentamente reaccionó, me abrazó llorando y me dijo, ya soy mujer, y vos me hiciste, sos mi macho por hoy y para siempre, vamos a bañarnos. Nos dimos otra ducha y regresamos a la cama, Lobo dormía plácidamente y mi hermana me pidió para ser ella la que comandara las acciones, algo que me encantó.
  • Acostate boca arriba en el borde de la cama con las piernas para abajo que yo me voy a meter tu vergota en la concha que ahora está pronta para ti. Asi lo hicimos, yo me acosté y ella se fue sentando lentamente hasta tener todo mi pedazo en la concha, empezó a cabalgar e inmediatamente tuvo su primer orgasmo, y siguió uno tras del otro hasta que me dijo al oido, ahora viene lo lindo.
  • Sin sacarse mi verga de la concha se recostó sobre mi y nuestros sexos quedaron al borde de la cama, entonces llamó a Lobo que vino inmediatamente y comenzó a lamernos. Me lamía desde el culo pasando por la verga, la concha de ella y su culo y volvía otra vez, nos estaba volviendo locos de placer, pero mi hermana no había terminado con sus geniales ideas y logró que Lobo se subiera sobre ella y tratara de cogerla. Como el único orificio libre era su culo, cuando sintió la punta de la pija de Lobo, la tomó con su mano y la dirigió a su culo. El animal empujó y en cuanto sintió que estaba en el lugar correcto empezó un mete y saca super veloz que hizo que su verga y el nudo se metieran prontamente en el culo de mi hermana.
  • Imaginate tío ahora la escena, yo boca arriba en la cama con mi gran pija metida totalmente en la concha recién desvirgada de mi hermana y Lobo con su soberbio trozo hasta el fondo el su culo, que a esa altura tenía un orgasmo atrás de otro. En ese momento, justamente en ese momento, se abre la puerta de mi dormitorio y entra mi madre. Ver su cara era todo un poema, su boca abierta en una expresión de total asombro, igual que sus ojos, que parecian salirse de su cara.
  • Roberto, Luana, ¿qué es esto?, preguntó, aunque todo estaba a la vista.
  • Esto es lo que ves madre, dijo Luana y en este momento no podemos hacer nada para desarmarlo por que Lobo me tiene totalmente abotonada por el culo y yo no quiero sacarme la gran pija de tu hijito de la concha.
  • Pero, pero…¿cómo, por quë?, esto no está bien, es horrible.
  • Tenías que ver tío, mientras decía eso yo podía ver como sus pezones se ponían duros y en su ajustado pantalón justo sobre el sexo aparecía una mancha de humedad, decidí jugarme y la atraje hacía nosotros mientras le metía mano rápidamente, ella decía no, no, muy quedamente, pero mi hermana también empezó a tocarla y a sacarle la ropa, por lo que pronto la tuvimos totalmente desnuda y a nuestra merced. La coloqué sobre mi cabeza y empezé a chuparle la concha mientras mi hermana le chupaba las tetas y ella tuvo su primer orgasmo. La empujé hacia arriba para dejar su húmeda concha a la altura de la lengua de Lobo, quien ni corto ni perezoso comenzó a lamerla y le sacó otro orgasmo. Para ese entonces Lobo ya había eyaculado toneladas de semen supervaliente en el culo de mi hermana y se desabotonó. Cuando mi madre vio el tamaño de la pija del perro no podía creer que semejante pedazo hubiera entrado en el culito de mi hermana.
  • Por todos los santos muchachos, ¡que semejante verga tiene ese animal!, dijo Carla.
  • Si madre, contestó Roberto, y lo vas a recibir por todos los orificios de tu cuerpo, así como mi hermana y yo lo tuvimos en el culo, y tu querida hijita pronto lo va a tener en su recién desvirgada conchita.
  • Pero niños míos, dijo mi madre, pronto llegará su padre y tenemos que ordenar y limpiar para que no se percate de lo que está pasando, y va a pasar en el futuro entre su familia y el perro.
  • Y este tío es el meollo del asunto, el perro se cree el macho de la casa y le gruñe a mi padre si se arrima a cualquiera de nosotros con intenciones de hacernos algún mimo, y hoy temprano lo atacó por que lo encontró abrazado a mi madre, mi padre dice que el animal está loco y que lo va a mandar para el campo del tío Nico, ¿podrías hablar con él?, finalmente todo esto no hubiera ocurrido si vos no me hubieras introducido en el fabuloso mundo de la zoofilia.
  • Te prometo Robertito que voy a hablar con tu padre, pero antes tenemos que sacarle provecho a la situación y llevarnos a Lobo, a tu madre y a tu hermana a algún lado para armar una buena orgía.
  • De acuerdo tío, yo consigo el lugar, pero vos tenés que hablar con tu mujer también, pues según me contó mi hermana, te han estado usando dormido, así que vas a tener mucho trabajo de convencimiento, a mi padre y a tu mujer, a la que algún día espero cojerme también.
  • Trato hecho sobrino, pero primero tu madre y tu hermana deberán hacernos felices a ti, a mí y al perro.