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El Lobo está? 1

en Zoofilia

El Lobo está? – 1

En el relato anterior, (El Lobo está?), les había contado como mi sobrino, al que intoduje en el mundo de la zoofilia, había logrado atraer a su hermana y a su madre a su nueva actividad sexual y había logrado que me contara los detalles de cómo esto había ocurrido. Lo que sigue es también parte de nuestras experiencias.

Una vez enterado de todo el asunto y habiendo nos confabulado para disfrutar de su hermana, su madre y mi mujer también, decidimos regresar a la casa para comenzar con el plan.

  • Tío, la idea es dejar que papá mande al perro para la chacra del tío Nico, pero arreglaremos las cosas de forma que las tres mujeres nos acompañen y el se quede en casa.
  • ¿Y como pensás lograr eso, sobrino?
  • Observame y aprendé viejito.

Al llegar a la casa mi cuñado aun seguía en la vereda hablando con el vecino, Roberto se aproximó y le dijo que estaba arreglado, que el perro se iba a la chacra.

  • Te convenció tu tío, dijo mi cuñado mirándome agradecido.
  • Sí papá, creo que por ahora es la mejor idea, y creo también que vamos aprovechar que el tío está aquí y vamos con mamá, mi hermana y la tía a llevarnos el perro a la chacra del tío Nico esta misma tarde.
  • Excelente, entonces todo arreglado, dijo mi padre, y dirigiéndose a mi tío lo invitó a tomarse unos vinitos para festejar.

Mi cuñado cuando toma vino, enseguida se pone alegre y comienza a embromar a todos, así que le seguimos la corriente hasta la hora del almuerzo, dónde disimuladamente le servía más vino que a mí y pronto estaba totalmente ebrio y lo llevamos con mi sobrino a la cama.

  • Roberto, ¿querés aprovechar el estado de tu padre para que se lo coja Lobo?, o esperamos otra borrachera y mientras nos llevamos al perro y a las mujeres a la chacra de tu tío Nico.
  • No sé si vos sabés que el tío Nico no está allá, se fue de vacaciones con su familia y está solo el casero, al que le daremos libre para que se vaya al pueblo a ver as u novia.
  • Qué buena oportunidad se nos presenta para tus planes, diablillo.

Así que preparamos algo de comer para no tener que perder tiempo y nos fuimos a la chacra, dónde llegamos ya cayendo la noche, pues está algo alejada de la ciudad y es de acceso bastante dificultoso dado su aislamiento.

El casero saltaba de alegría cuando le comunicamos que nos quedábamos hasta el otro día, que íbamos a dejar a Lobo y que él se podría ir esa noche al pueblo.

No me sorprendió su alegría pues hacía muchos días no iba al pueblo, pero sí quedé sorprendido de su alegría cuando se enteró que le íbamos a dejar a Lobo, miré a mi sobrino para ver si obtenía alguna pista pero él estaba distraido acomodando a las mujeres en los dos únicos dormitorios.

La idea era poner a las tres mujeres juntas en el dormitorio que tenía la cama matrimonial y mi sobrino y yo dormiríamos en el otro dormitorio que tenía camas gemelas, pero este plan era para permitir que mi sobrina sedujera a mi mujer y cuando estuvieran en pleno acto, las sorprenderíamos con mi sobrino y de ese modo no podrá negarse a formar parte de la orgía que mi sobrino había preparado y de la que me había interiorizado anteriormente.

Así que cenamos algo liviano, dejamos a Lobo dentro de la casa, para cuidarnos dijo mi sobrina, y nos fuimos a acostar.

En cuanto estuvieron en la cama las tres mujeres, mi concuñada quedó profundamente dormida y ante la extrañeza de mi mujer, ya que siempre hablaban un poco antes de dormirse, mi sobrina le confesó que nos había dado sedantes a todos para poder estar ellas dos despiertas y hacer algo de lo que habían hecho cuando estuvo en nuestra casa para rendir sus exámenes, (ver Sueños mojados).

Mi mujer estuvo prontamente de acuerdo ya que había disfrutado muchísimo a su sobrina en aquella oportunidad y consideraba que aun tenía cosas para enseñarle y mientras se besaban y acariciaban le recordó a Luana que allí no tenían una pija como habían tenido la mía en su previa experiencia.

Mi sobrina le dijo que iban a tener una y mucho mejor que la mía, que no se preocupara y que disfrutara todo lo que ella le iba a enseñar ahora. Cuando ya estaban las dos con una calentura fenomenal y se habían sacado el primer orgasmo, una a la otra, Luana llamó a Lobo que vino al instante, pues estaba acostado en el pasillo fuera del dormitorio y los ruidos y aromas lo tenían sumamente excitado.

La cara de asombro de mi mujer era un poema, pero era tal su calentura que dejó que su sobrina dirigiera la acción, y ésta lo hizo llevando la boca de Lobo hacia la concha de mi mujer, que cuando sintió esa rugosa y caliente lengua cubriéndoles desde el culo hasta la concha y metiéndose prácticamente en su vagina , tuvo otro fabuloso orgasmo que la dejó a merced de Luana que ni corta ni perezosa, la colocó de cuatro patas sobre la cama y llamó al perro para que la montara.

Lobo saltó sobre la espalda de mi mujer y la sostuvo fuertemente con las patas delanteras, mientras intentaba vanamente introducir su verga en la vagina caliente y lubricada de mi esposa, pero para eso estaba allí la sobrina, tomó la punta que sobresalía del forro del animal y lo dirigió a la concha de su adorada tía, quien en cuanto sintió la verga que la taladraba y se le metía cada vez mas adentro, empezó a tener una serie de orgasmos y a gemir fuertemente sin temor a ser escuchada pues pensaba que estábamos todos dormidos.

Ese fue el momento que elegimos mi sobrino y yo, que habíamos estado besándonos y chupándonos las pijas mientras esperábamos el momento adecuado, para hacer nuestra entrada.

Encendimos la luz y entramos mientras mi concuñada saltaba de la cama con un consolador metido bien adentro de la concha, pues mientras se hacía la dormida no aguantó la calentura y se metió el artefacto que había traido a escondidas, todos gritamos ¡¡sorpresa!!

Y por la cara de mi mujer, que no entendía nada, que estaba ensartada hasta el bulto, que tenía un orgasmo atrás de otro, vaya si lo fue, me veía desnudo junto a su hermoso sobrino, con las pijas bien paradas, a su querida cuñada desnuda y con un consolador en la concha y a su "inocente" sobrinita manejando toda la situación como toda una experta.

No le dimos tiempo para pensar, mi sobrino logró acostar a Lobo panza arriba sin que le sacara la verga a mi mujer, lo cual la dejó sobre el animal con toda la verga adentro y el culo al aire, que mi sobrino comenzó a chupar y a dilatar con la idea de rompérselo sin piedad, pues yo le había contado que ella nunca me había permitido disfrutarlo plenamente. Mientras esto le ocurría a mi mujer, mi sobrina me chupaba la verga y mi cuñada se la chupaba a su hijito, lubricándola bien para que el monstruo se metiera en la cuevita apenas usada de mi esposa.

Y cuando mi sobrino consideró que la dilatación estaba lograda, recostó la cabezota de su inmensa verga y comenzó a hacer presión, yo que estaba en el séptimo cielo con la boquita de mi sobrina en la pija miraba esa desproporción y pensaba que sería imposible, sobre todo por que por la concha tenía la fabulosa verga del perro con el botón gigante totalmente adentro de la vagina y empujando las paredes del intestino sin dejar mucho espacio.

  • Tía, ¿me querés mucho verdad?, le preguntó Roberto a mi mujer y antes que ella le contestara que lo adoraba, el se afirmó en las rodillas y le mandó toda la verga de una, hasta los huevos en el culo, el grito de mi mujer se habría oido desde la ciudad si no fuera que cuando abrió la boca, le metí la pija hasta la garganta y le solté un buen chorro del semen que su sobrinita le había preparado, que logró tragar antes de perder el conocimiento.

Aprovechando el desmayo logramos destrancarla de la verga del perro que ya había eyaculado y estaba algo mas chica, pero mi sobrino no se la sacó del culo, así que cuando reaccionó se encontró con su sobrinito bien metido en su culo y la leche del perro que le manaba de la vagina.

  • Sobrino, sos un asesino, le dijo a Roberto, pero te perdono, los perdono a todos, por que lo que me están haciendo vivir es tan fabuloso que no entiendo como pude vivir todos estos años sin probarlo.
  • Y esto es solo el comienzo tiíta, dijo Luana, que se había colocado para que mi mujer le chupara la concha y me pedía que me cogiera a su madre, quien le había confesado ayer, que hacía mucho tiempo me tenía ganas y nunca se había animado a decírmelo por respeto a su cuñada.

Me le tiré arriba a mi concuñada sin pensar en que diría mi mujer, pues en ese momento era vale todo y no podía dejar pasar esa oportunidad, Carla está muy, pero muy buena y siempre la desée. La puse de cuatro patas y dirigí mi pija a la concha, pero me encontré con el consolador por lo que me quedaba libre el culo y hacia alli la dirigi, ante la alarma de mi cuñada que no lo esperaba por allí, entró con trabajo y algunos gemidos pero ese camino ya estaba explorado y no fue difícil enterrársela toda con poco esfuerzo y sufrimiento.

Miro hacia la cama para ver en que andaba mi mujer y la veo con la verga del sobrino entrando y saliendo de su culo a una velocidad asombrosa y ella con una cara de placer que hacía tiempo no le veía, mientras mi sobrina le estaba mamando la verga al perro que ya quería metérsela por ahí, lo cual llevó a mi sobrina a colocarlo sobre su hermano y pronto estuvo toda la verga del perro alojada en el culo de Roberto, quien al sentirla tan adentro no pudo aguantar y le llenó el culo a su tía de semen caliente.

Así pasamos la noche, Roberto, el perro y yo nos cogimos a las tres mujeres por todos sus orificios y a nosotros dos, entre el perro y el consolador de Carla, nos dejaron bien conformes.

Pero el problema original no estaba resuelto, las mujeres y Roberto querían al perro en la casa de la ciudad y a mi cuñado no había con que convencerlo, así que entre todos ideamos un plan para hacerlo caer en una encerrona tal como lo hicimos con mi mujer, y si no me equivoco, por la alegría que demostró el casero cuando le dijimos que Lobo se quedaba allí, él va a ser la llave para lograrlo.