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La putita de Silvana sabe que me pajeo por ella

en Autosatisfacción

La putita de Silvana sabe que me pajeo por ella y me deja su lencería para hacerlo

Silvana B. era una chica de 22 años, rubia, bonita de cara, rasgos de adolescente con mirada pícara y un cuerpo maravilloso: de tetas 91, cintura 58 y cadera 89, y su estatura era de 1.65. Esas medidas me las dijo ella, una noche que llegó a mi dormitorio borracha, sola, pues casi todos los días llegaba a su pieza de estudiante con algún chico.

Precisamente aquella noche, un sábado a la madrugada, había terminado de pajearme imaginándola, pero con una gran ayuda: en la soga de colgar la ropa había dejado tendida un body, o sea, ese lencería femenina que usan las chicas para provocar a los hombres. Silvana tenía un cuarto al lado del mio, en la casa que alquilábamos juntos cerca de la Universidad. Como su cama daba justo contra la pared medianera de mi habitación, casi todas las noches o siestas escuchaba como cogía. Silvana era muy putita, no tenía una relación estable, sino que salía con todos los varones que elegía. En esa lista yo no estaba. Después de compartir la casa durante seis meses y haberla escuchado gemir con otros y verla todos los días levantarse vestida con un camisón negro en donde se le veían todas sus curvas, al tercer día de nuestra convivencia empecé a hacerme la paja mientras la escuchaba coger. Al principio me pajeaba cuando la escuchaba revolcándose. Esto era casi todos los días. Luego me hacía la paja aunque ella no estuviese. Al cabo de seis meses, las pajas por ella eran de tres a cinco por día.

Creo que al tercer mes, una noche que ella se había ido y sabía que no volvería hasta dos días después, aprovechando que la cerradura de su pieza tenía la misma llave que la de mía, entré a su cuarto.Mi intención original era hacerme la paja y acabar tirado en su cama, pero cuando ví que sobre su cama destendida estaban una minifalda, un corpiño y una tanguita; ni lerdo ni perezoso las agarré y empecé a oler esas prenditas y a pasarmela por mi pija al palo. La bombachita, roja, con encajes, pequeñísima, con un hilo para el culo, olía a sus juguitos y a semen. Las sábanas estaban duras con manchas de leche. De pronto se me ocurrió ponerme la tanguita. Apenas me entró, pero el contacto de la telita hizo que mi pedazo sobresaliese por arriba de la tanguita. Me acosté boca abajo y me refregué contra las sábanas, besando su corpiñito. Estaba en lo más lindo, ya había empezado a mojar la bombachita con mis líquidos, cuando me día cuenta que tenía su placard a mi disposición. Me levanté, con la pija saliendo por el costado de su bombachita, y empecé a revisar sus cosas. Buscaba sus prendas íntimas. Encontré muchas bombachitas y corpiñitos, todos provocativos, diminutos, hasta que encontré dos bodys, uno negro y otro blanco. Estaba limpio. Olía a su perfume, uno francés de imitación. Me saqué la tanguita y, con mucho esfuerzo, me puse el body. Ella tenía un espejo en una de las puertas del placard. Vestido con la lencería comencé a pasearme como si fuera ella. Finalmente me tiré sobre su cama y con su almohada entre mis piernas empecé a pajearme sin usar las manos, sólo la pija grandota contra la seda sintética y la almohada. Acabé tanto que enchastré esta y las sábanas. Y me dormí en su cama. Me desperté como a las 7, y al verme vestido con su body me hice otra paja. Acabé igual de mucho.Me levanté, busqué el otro body e hice lo mismo. La pieza olía a mi leche y su perfume. Yo no conocía la conchita de Silvana, nunca la había cogido, jamás había chupado sus tetas y rayita, pero con las pajas la sentía como si la cogiera.

A la tarde, después de diez acabadas en 7 horas, lavé todo. Al otro día estaba todo limpio. Silvana volvería un día después, así que, para que no sospeché, dejé todo como lo había encontrado. Me acordé que las sábanas tenían manchas de semen, así que me hice dos pajas y desparramé la leche.

Bueno, esa noche que conté, ella había salido, vestida para culear, con un top sin corpiño y una minifalda que apenas le cubría el culo. La vi pues, antes de irse, sin golpear la puerta, entró a mi pieza, justo cuando me estaba pajeando. Estaba tirado en mi cama, desnudo, dandole a la pija, con tres revistas pornos en el piso. Imposible disimular. Estaba a punto de acabar cuando entró. Al verla, lo único que pude hacer es soltarme la pija mientras que ella se sonrió y me preguntó si le parecía que estaba linda. Mi única respuesta fue la leche que saltó. "supongo que eso es un si, chau", y se fue, moviendo su culito. Me dio vergüenza, pero a la vez se me volvió a parar, y cuando escuché que cerraba la puerta de calle y arrancó el auto que la vino a buscar, en pelotas, me fui a la soga para ver si había dejado alguna prendita. La agarré y me fui a mi cuarto, me puse su body y me hice otra paja. Y me dormí.

Así estba cuando, a eso de las 6, entró de nuevo a mi pieza. Ya dije que estaba borracha. Yo estaba tapado con la sábana y ella se sentó al lado. No había prendido la luz y me preguntó si estaba dormido. Sentí su perfume y el olor a alcohol.

Silvana me movió el hombro y abrí los ojos. Ella sonrió.

Qué pasa?

Nada, me encontré con un estúpido, y quería charlar con vos, ¿puedo?

Si, pero de qué?

No sé, ¿te molesta si me acuesto al lado tuyo?, no quiero estar sola en mi pieza.

Y antes de que le conteste se metió en mi cama. Me acordé que llevaba puesto su body, y me corrí bien al costado, pero ella volvió a salir de la cama y se sacó el top. ¡Se quedó en tetas!, y se metió a la cama solo con la mini puesta. Al borde de la cama, sin tocarme.

te molesta?

no, para nada, pero no esto acostumbrado a compartir la cama, le dije, intentando ser gracioso

Por eso te hacés la paja?

Antes de que le conteste se arrimó a mi y me dio un beso.En ese momento se dio cuenta que tenía puesto su body

Ah, tambiés te ponés mis cosas…

Tampoco me dio tiempo a responderle. Bajó su mano y me apretó la pija, tras lo cual apoyó sus tetas sobre mi, o mejor dicho, sobre su body

Mmm, está mojada mi lencería… te pajeas por mi?

Ya que no puedo culearte como lo hacen tus novios, me masturbo

Y te harías una paja delante mio?, pará – y salió de la cama y parada al costado se sacó la mini.No tenia nada.Estaba en bolas – mirame y nos pajeemos juntos.

Y empezó a moverse y pasarse sus manos por tetas y concha

Continúa

iqelén, se que te gusta saber que pienso en ti cuando me masturbo, se que te gusta que te dedique mis "pajas". Ayer, después de charlar por Messenger contigo, de terminar excitado y caliente como siempre en nuestras conversaciones me tumbé en la cama y te la dediqué.

Justo me levante a buscar el móvil para leer tu mensaje…

Llevaba rato con mi polla en la mano, desde que apague el ordenador y deje de hablar contigo. Desnudo en la cama, duro, acariciándome; el escroto, los testículos, mi pecho sin bello, mis pezones, lentamente.

Imaginándote, pensando en ti, en como tomarías el control, en qué harías, en si estarías desnuda, vestida o en ropa interior. Quería masturbarme, pero no rápido, me gusta darme placer durante largo rato, pensé en donde me correría, pensé en las sábanas, en que estaban limpias y no quería ensuciarlas, pensé en levantarme para tener el papel a mano.

Entonces llegó tu mensaje……"mi cabron" terminaba, lo leí de pie, desnudo en mi habitación iluminado por la luz de la calle que entraba por la puerta de mi balcón, encima llovía. La lluvia le daba un aire más sensual a la escena.

Entonces, fue cuando te imaginé, al otro lado del cristal de la puerta, quizá estarías mirando, sé que no, pero me gustaba pensar en eso.

Me acerqué, con mi polla completamente dura a la puerta del balcón, para masturbarme delante de ti. Me sentía sensual, me sentía sexy, gracias a la poca luz que entraba se que desde el otro lado podrías ver mi cuerpo desnudo y mi polla empalmada. Así que me masturbe lentamente mirando al exterior, como buscando tu mirada en alguna de las casas que dan a la parte exterior de la mía.

Cerraba los ojos, ahora imaginaba controlándote, amarrándote fuerte el pelo y el cuello, teniéndote a 4 patitas debajo de mi, retorciéndote de placer, follandote lentamente, haciéndote gozar, haciéndote sufrir.

Me masturbe durante mas de media hora ayer cielo. De pie, delante del cristal, medio a oscuras, me masturbé pensando en ti, dedicándotelo a ti.

Al final me corrí, no ensucié las sabanas, ensucie el cristal.