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Madre de los hijos de Rex

en Zoofilia

Hoy por hoy soy madre de dos preciosos cachorros de Rex, una hembrita (NALA) y un machito (THOR), os voy a poner fotos en el perfil para que los veáis y a continuación os contaré como lo he conseguido.

Desde que a finales de 2008 empezara mi aventura loca con Rex, siempre he tenido la idea de darle cachorritos de su sangre.

Un día leyendo artículos sobre esto en Internet, vi uno que me llamó mucho la atención de cómo una mujer amamantaba a dos cachorros recién nacidos y enseguida pensé que yo también podría hacerlo, tengo unos grandes pechos que podrían alimentar fácilmente a quien sea.

Así que lo primero que hice fue poner un anuncio en el que Rex buscaba novia para tener cachorros y enseguida me llamó un señor interesado en el tema y quedamos que en cuanto su perra se pusiera en celo, la aparearíamos con Rex. No le pedí dinero, lo único que quería era que me diera un cachorro gratis y otro se lo compraría yo, en total me quedaría con un macho y una hembra. Él aceptó sin problemas. También le dije que me llevaría los cachorros nada más nacer, ya que se los daría a un criador que los amamantaría a biberón, cosa que era totalmente falsa ya que los quería alimentar yo misma.

Esos días previos los pasé muy mal porque Rex tendría que aparearse con otra que no fuera yo, pero mi deseo de ser madre era fuerte.

Pasados unos veinte días, el señor me llamó para que le llevara a Rex para aparearse, ese día y esa noche estuvimos follando toda la noche como despedida, no se si fueron cuatro o cinco polvos. Al día siguiente me despedí de Rex con un gran beso, quería volver a montarme, cosa a la que me negué y le llevé a casa de su nueva amiga.

Estuvo allí dos días, yo le llamaba constantemente, le eché muchísimo de menos, pero a los dos días volvió. Nada más entrar en casa empezó a lamerme, creo que también me echó muchísimo de menos y siguió con sus intentos de montarme, yo también tenía muchas ganas, así que apenas cerré la puerta y en el mismo salón me quité el pantalón y las braguitas y me montó con ganas. Ni siquiera guié su pene, así que me la metió por el culo y enseguida se abotonó.

Había pasado un mes más o menos y empezé a succionar mis pechos cinco veces diarias con un sacaleches que me compré, había leído que una mujer no tiene por qué estar embarazada para dar leche, simplemente hay que estimular el pecho.

Al principio no notaba nada pero yo seguía en mi labor de succión y Rex me ayudaba lamiéndomelos todo el día.

A las dos semanas un día al levantarme tenía mucho dolor en los pechos y los tenía muy hinchados, enseguida succioné un poco y empezó a salirme como una leche blanquecina. Me puse muy contenta porque lo había conseguido, succionaba un poco y cuando me bajaba por el pecho, Rex se la lamía toda.

Pasaron unos días y yo seguía succionándome el pecho diariamente, poco a poco la leche era más espesa y en mayor cantidad, ya me la sacaba y la guardaba en el congelador, producía muchísima y tenía los pechos como dos bombas a punto de estallar. Me dolían pero pronto llegarían mis cachorros y me mamarían.

Llegó el día esperado, el 23 de octubre de 2010, Marcos me llamó y me dijo que ya Luna había parido, cuatro machos y tres hembras. A los dos días fui a recoger a mis cachorros y los llevé a casa, se los enseñé inmediatamente a Rex y los lamía con mucho cariño, enseguida me quité la camisa y cogí a la hembrita (Nala) que estaba despierta y me la puse al pecho, rápidamente intentó mamar, se apuraba pero al cabo de un rato, lo consiguió, me mamaba con mucha ansia y fuerza me tiraba un poco del pezón pero no me importaba. Al machito (Thor) le costó un poco más porque era más pequeño y mi pezón muy grande para su boca, chupaba y le salía mucha leche y tenía que apartarlo para que no se ahogara. Pero pasados unos días su boca se adaptó perfectamente a mi pezón y no se le escapaba ni una gota.

Los primeros días apenas me levantaba de la cama para comer e ir al baño, tenía a mis cachorros todo el día pegados a mis tetas mamando, eran muy glotones, me mamaban constantemente y se dormían con mis pechos en la boca, yo sentía como mi leche salía de mis pezones para alimentarlos. Fue muy cansado pero a la vez cuando me mamaban sacaban la leche y aliviaban la presión de mis pechos. También tenía que ponerme crema diariamente para las grietas de mis pezones, pero rápidamente cambiaron de color a marrón oscuro y se volvieron más duros. Al principio Rex estaba un poco celoso porque no podía montarme tantas veces como quería. Les daba de mamar a los cachorros y tan pronto como terminaba me ponía a cuatro patas para que Rex me montara y enseguida otra vez a dar de mamar. Fue muy agotador al principio.

Pero pasadas unas semanas, ya mis cachorros mamaban perfectamente de mis pechos, ya caminaban y empezaban a comer solos, así que pude volver a satisfacer a Rex como es debido y ahora hasta me monta mientras los cachorros aprovechan mi posición de perrito para mamar de mi leche. Que Rex me monte mientras mis cachorros me maman es la mayor sensación de satisfacción que he tenido. Llego al orgasmo mucho antes y más a menudo. Deseo que no paren nunca. En fin es el papel de esposa y madre y me encanta.

Mis niños ya tienen dos meses así que pronto voy a destetarlos aunque todavía tengo mucha leche así que seguiré succionándome porque he decidido volver a ser madre con Rex para esta primavera.