miprimita.com

Un cuento a escoger el final

en Otros Textos

Carmen estaba desnuda en su cama escribiendo pequeñas historias mientras su mente se abstraia con el recuerdo de Pablo. Sus pezones se erizaban con el solo pensamiento de estar cerca de él. Una de sus manos dejó de escribir y empezó a acariciar aquellos pechos que sin duda deseaban toda la atención de Pablo.

Terminó de escribir y aunque el frio fuera de la casa era considerable se puso las medias que le regaló Pablo y un liguero, intencionadamente olvidó las bragas y se miró al espejo que había frente a su cama. Su zona estaba rasurada, no porque a ella le gustase sinó por complacer a Pablo. Se enfundó una faldita y se siguió mirando al espejo dandose tiempo para cubrir sus senos. Cuando se decidió se puso un sujetador muy sexy de encaje y una blusa de color negro que ceñía a la perfección toda su voluptuosidad.

Salió a la calle sintiendo el frio en su zona pubica mientras rememoraba las manos calidas de Pablo. Se metió en el bar mas cercano a su casa y observó como varios hombres la miraban. Escogió un taburete y separó un poco las piernas al sentarse. Estaba fogosa pero Pablo no estaba en la ciudad. Mientras se tomaba la cerveza un joven se acercó y entabló conversación.

Su cuerpo parecía estar pidiendo a gritos que la sedujesen y así lo entendió su acompañante fortuito, a la tercera cerveza la mano de él se posó en su pierna y con toda naturalidad se fue introduciendo por la entrepierna de manera ascendente. Carmen lo notaba y sentía que sus pechos intentaban llevarse parte del protagonismo, aquel sujetador le empezaba a oprimir así que dejó la cerveza y se desabrochó uno de los botones del escote. La temperatura era muy alta su cuerpo parecía un fogón y la mano de su acompañante estaba muy cerca de su objetivo.

Pero ahora la historia la debeís continuar vosotros con una de estas dos alternativas.

El acompañante llegó al volcan, acariciando suavemente al principio y pellizcandolo después, para finalmente salir del bar y llevarsela a otro lugar con mas discreción, para disfrutar como locos de aquella subida de temperatura.

o

llegó Pablo quien casi timidamente le puso las manos en la cintura y le besó el cuello a raíz de eso el acompañante bajó la mano de repente retirandose para hacer espacio entre Carmen y Pablo. Pablo bebió de la cerveza de Carmen y la sacó del bar llevandola a casa mientras la seguia besando.