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Mi primera vez fue con mi profesora

en Hetero: Primera vez

 

Mi nombre es Rony, tengo 19 años, soy alto, piel clara, ojos marrones, cejas pobladas, practico deporte (fútbol) desde muy niño por lo que siempre he tenido muy buen cuerpo, las mujeres dicen que soy guapo y  vivo en Lima-Perú.

Les platicaré lo que me ocurrió hace algún tiempo, exactamente cuando tenía 15 años. Era un alumno muy responsable, el típico niño aplicado de la clase. La protagonista, Melissa, mi profesora de inglés, una hermosa chica de 24 años, castaña, ojos marrones, nariz perfecta, delgada, unos pechos grandes y unas nalgas que robaban miradas de toda la clase. Mis compañeros y yo estábamos enamorados de esa profesora, ustedes saben amor de niños.

Todo paso cuando a mitad de año mi profesora dice, en plena clase, que era el único que reprobé su curso. Estaba totalmente afectado, era la primera vez en mi vida que me pasaba una cosa así, no me gustaba el curso pero no era posible que me pase eso, y peor aún ser el único en reprobar. Al término de la clase me acerqué a ella:

-Miss, miss-así le decíamos -por favor me puede dar una oportunidad para subir mi nota

-no sé Rony tendría que pensarlo-tardó en responderme pero siguió- está bien por ser la primera vez que repruebas te daré una oportunidad, pero será la única

-muchas gracias miss, como siempre usted la más linda y buena-le dije con una sonrisa en el rostro

-si claro todos dicen eso-dijo sonriendo-pero será mañana en la tarde, porque mañana no me tocas venir, ven a las 5pm

-estaré sin falta-respondí emocionado

Por cosas del destino no pude llegar a la hora, eran ya las seis y treinta de la tarde cuando llegué muy agitado a mi salón, la escuela estaba desolada. Pero para mi sorpresa mi profesora ya no estaba, pensé que se había ido; me estaba yendo cuando escuché una voz del fondo del pasillo.

-Rony, Rony-era mi miss-ven estoy en el depósito, ayúdame con estos libros que están muy pesados.

-ya voy miss-respondí

Fui rápidamente y encontré a una chica arrodillada con unos libros en la mano, vestida con una minifalda más que provocativa y una blusa con un escote que dejaba poco a la imaginación, fue inevitable mirarle los pechos y su culito. ¡Pero si era mi profesora!, era la primera vez que la había visto vestida así, que buena que estaba.

-hola-dijo-recién llego de la universidad

-hola mis-respondí al saludo- ha venido muy linda hoy

-gracias-se ruborizó –tu siempre tan lindo

-vamos al salón para que me tome mi examen

-ok

Cuando ya nos dirigíamos de regreso al salón, se escuchó unos fuertes sonidos del baño de mujeres.

-que será ese sonido-me pregunto ella

-no lo sé-respondí

Entramos los dos al baño, yo muy asustado y avergonzado por ser el baño de damas. Ya adentro nos dimos cuenta que se trataba de unas palomas que habían entrado por la ventana y al tratar de salir se hacían daño pues  chocaban con los vidrios de esta.

-pobrecillas, no pueden salir-dijo-hay que ayudarlas

-asuuu pero ya es tarde-reproché- está bien pero rapidito

-sí, no te preocupes-sonrió-además no creo que sea difícil atraparlas

Con la ayuda de mi profe ayudamos a las palomas a salir, fue muy gracioso atraparlas, nos caímos muchas veces en el intento, se iban por lugares poco accesibles, hacíamos posiciones muy extrañas, me excitaba al verla agachada con esa minifalda. Ya estaba oscureciendo y se hacía difícil atraparlas, me mandó a encender las luces, pero como a mí me gustaba esa escena (los dos solos en el baño ya oscureciendo y con las luces apagadas), le dije que no se podían encender las luces, o de repente habían cortado la luz. Aun con ese inconveniente logramos atrapar a todas y liberarlas.

-muy bien esta es la última-dijo la miss muy contenta mientras la dejaba libre

-sí, pero ya vamos al salón para que me tome el examen-dije en son de reclamo, pero con una sonrisa.

Nos miramos de pies a cabeza, la noche ya había caído y la veía entre la oscuridad, nos iluminaba solo la luz de la luna que ingresaba por la gran ventana que daba hacia la calle; me di cuenta que se le había desabrochado dos botones de su blusa, seguramente mientras atrapábamos a las aves; se veían sus perfectos senos, atrapados en un pequeño brasier color negro. Al verse descubierta me miro nuevamente y me guiño el ojo.

Tras unos momentos de silencio, se escucharon unos pasos acercándose a nosotros, también escuchamos una voz conocida que hablaba por celular; ¡pero si es la directora!, pensé. Mi profesora me miró muy asustada. Los pasos se oían cada vez más cerca.

-es la directora-dijo mi miss-tenemos que escondernos, si nos ve acá y así, a ti te expulsan y a mí me mata. Además ni siquiera sabe que he venido.

Iba a decir algo cuando me agarró de la mano y me jalo hacía una de esas  cabinas de los baños, se veía muy poco y los pasos se oían cada vez más cerca.

-siéntate en el sanitario-me dijo-¡¡vamos rápido!!

-pero…

-apúrate que ya casi entra

Me senté, pero de una forma mui torpe, mis piernas muy pegadas a donde se encontraba ella. Al momento de cerrar la puerta, por la poca iluminación que entraba a la cabina tropezó  con mis pies y cayó bruscamente enzima mío, me dolió un poco, pero en instantes al sentir el culito de mi profesora apretando mi ingle me empecé a excitar…

La puerta no había sido cerrada aún, y para nuestra muy mala suerte, el cerrojo estaba malogrado, pensé en ir a otra cabina pero era demasiado tarde, no nos daría tiempo. Mi profesora  por acto reflejo se inclinó con las dos manos hacia adelante y empujo la puerta para mantenerla cerrada. Fue un momento muy placentero que recién vivía, nunca nadie se había sentado en mis piernas y menos así. Al sentir mi verga erecta, movió un poco sus nalgas, volteo su cabeza a medias y me regaló una sonrisa. Subí mis pies y los apoyé a las esquinas de la estrecha cabina, para evitar ser descubiertos. Al instante se abrió la puerta, se encendió la luz y se escuchó el sonido de unos tacones que se dirigían a un sanitario muy cercano al nuestro.

La excitación me llevó a hacer cosas no pensadas, primero puse mis manos en sus piernas; ella se quedó quieta. Me empezó a dar unos pequeños temblorcillos en todo el cuerpo. Mi verga empezó a latir y a endurecerse rápidamente, mi profesora lo noto, o más bien lo sintió.

El deseo me empezó a traicionar y empecé a meter mis manos por debajo de su blusa, un pequeño temblorcillo recorrió el cuerpo de mi linda profesora. Mis manos recorrían su cintura hasta llegar a su brasier, su piel tan suave me excitó al máximo. Ya no sabía qué hacía, estaba siendo víctima de mis deseos. Empecé a desabotonarle la blusa, mi miss solo miraba al frente sin decir nada, este gesto me pareció de aprobación, seguí con mi trabajo hasta el último botón. Desabroche su excitante brasier negro, se lo saqué y lo puse en sus piernas. Mi profesora empezó a mover lentamente su culito, restregándomelo en toda la verga. Mis manos buscaron sus senos,  los encontré henchidos, subiendo y bajando por la agitada respiración de una Melissa casi excitada.

La intrusa seguía en el sanitario, fue una suerte que no escogiera el que se encontraba al costado nuestro, de lo contrario nos hubiese descubierto. Yo seguía con la faena, esta vez mis manos se dirigieron a su minifalda, empecé a tocarle las piernas hasta llegar a esa faldita que me ponía al máximo. Mis manos ingresaban poco a poco a esa pequeña mini hasta llegar a sentir su tanga. Ella se encontraba en las nubes, por ratos movía la cabeza con intención de mirarme.

El deseo y la lujuria me habían dominado. Le remangue la minifalda hasta la altura de inicio de su culo, para mayor comodidad. Mis manos tenían vida propia, buscaron un nuevo objetivo, su conchita. Empecé a tocarle la ya su humedecida vagina, mis manos procedieron a acariciar esa zona, mi profesora se estremecía del placer. Estábamos temblando, es inscribible el placer que sentía al tocar todo el cuerpo de esa diosa hecha mujer. Jale la tanga a un costado, toqué la desnuda y depilada vagina de mi miss; mis dedos empezaron a entrar a esa estrecha cuevita totalmente húmeda, Melissa ahogó un gemido en su garganta. La apreté hacia mí, sin parar de meter y sacar mi dedo lentamente con una mano, con la otra tocaba sus carnosos senos totalmente duros.

La directora había terminado de hacer sus necesidades y bajó la cadena; aprovechando el ruido de esta, mi profesora dio un pequeño gemido que lo había guardado ya mucho rato.

-uhmmm…!!!

En ese momento nos quedamos quietos, como deseaba en ese instante estar sin pantalón. Al parecer la inoportuna visita estaba apurada pues rápidamente salió de los servicios y apagó la luz.

En ese instante  sentí remordimiento. Pero ¿Qué había hecho? ¿Ahora qué diría la miss? Lo único que hice fue quedarme inmóvil (seguía con las manos en sus senos y conchita) y en silencio. Mi profesora aun con una agitada respiración fruto de la excitación agarró mi mano (la de la conchita) y la empezó a mover desesperadamente.

-uhmm… no pares Rony por favor-dijo suplicándome con una voz de puta totalmente excitada.

Tus deseos son órdenes, pensé. Seguí con mi trabajo y moví rápidamente mis dedos, estos entraban y salían de ese agujerito depilado. Mi otra mano tocaba los deliciosos pezones de mi hermosa Melissa. El placer que sentía ella era total, no paso mucho rato:

-oooooohhhhhhhhhhhhhhhh!!!

-Ahhhhhhhh

Había sido víctima de un delicioso orgasmo. Se quedó en silencio disfrutando del placer. De un momento a otro y sin avisar se puso de pie, volteó para mirarme, solo se veía su perfecta silueta, me agarro de las manos, me puse de pie.

-Rony, te amo-dijo mientras me daba un abrazo

Las palabras sobraban en ese instante, al acabar el abrazo sus labios tocaron los míos en un apasionante beso que duro un buen rato, su lengua tocaba la mía, mis brazos recorrían su cuerpo hasta detenerse en esas deliciosas nalgas.

-te amo cariño-dijo en una breve pausa al lujurioso beso-me encantas

-usted me encanta a mí-dije mirándola a los ojos-es la profesora más rica que he tenido en mi vida.

-Y la más puta-dijo con una mirada y sonrisa coqueta que jamás había visto

Sin más palabras, no demoró en quitarme la ropa mientras ambos nos manoseábamos, se arrodillo mirando a mi dura pinga. Llevó su mano hacia la cabeza de mi verga, acercó su boca y comenzó  a oler lo que tenía al frente. La agarró con ambas manos y empezó a hacerme una paja.

Luego de un rato que estuvo masturbándome la llevó a su boca y la estuvo chupando como una loca. La llevaba de adentro hacia fuera, de afuera hacia adentro de su boca y con la lengua mi miss la lamía dentro de ella. Seguidamente comenzó a masturbarme y al mismo tiempo me la mamaba, me llevaba a la gloria, cambiaba de ritmo a su antojo.

-Ahhhhhh…Hummm…

-Tiene buen sabor-Dijo con una sonrisa al levantar la cabeza y verme a la cara.

-Que rico lo hace miss Meli…

-¿Quieres más?- dijo mirándome con una cara de puta

- si…siga miss, usted es la que manda

-Hum… que rica esta tu pinga, me gusta, y está bien grande…

Se dirigió a la base de mi falo, lo mamó de abajo hacia arriba, besaba la cabecita, me sentía en las nubes. Quien iba a decir que mi dulce profesora de inglés estaba mamándole  la pinga a su alumno en los baños de la escuela. Al verla con mi verga dentro de su boca no me lo podía creer, ya no aguanté más y solté todo mi semen en su boca, gritaba del placer, ella aumentaba  la velocidad de sus mamadas. Miré hacia abajo y observé  un pequeño chorrito de semen que resbalaba por su labio inferior. Seguía con mi pinga en su boca, tragaba toda mi esperma, hasta que mi falo empezó a perder tamaño.

Después de un rato me llevo hacia el lavamanos, mi pinga había recuperado su mejor tamaño, nos dimos otro apasionado beso mientras se terminaba de sacar la blusa. Con la minifalda en su cintura se dio la vuelta dándome la espalda, al entender el mensaje bajé rápidamente esa diminuta tanga hasta las rodillas, se apoyó en los costados del lavamanos.

-Ay amor…clávamela hasta el fondo antes de que venga alguien-Me dijo poniendo una cara de ramera

No me hice de rogar,  la agarré de la cintura y le fui hundiendo mi verga, que al principio no entro, pero fui empujando y ella a su vez inclinaba su espalda, haciendo que su trasero presionara contra mi polla, hasta que al fin logro entrar.  Sentía que mi pene se quemaba por dentro de su vagina totalmente mojada, empezaba a moverme torpemente hasta que logré entrar en ritmo de mete y saca. Veía como su enorme trasero iba y venía hacia mí. Sus manos se asían con fuerza al lavamanos, y las mías no soltaban su pequeña cintura

-Papito dame más… Ah…ah…ah…

-Ah…

 -métemela toda, te doy permiso, vamos Rony métemela más fuerte…

-Si…si…tus deseos son órdenes mis Meli

-Anda de una vez, cáchame bien, déjame bien cachada, violamee…

Sus palabras me ponían a mil, empecé a envestirla lo más fuerte que pude, mis dos brazos seguían en su cintura atrayéndola y alejándola de mi ingle, mientras ella acariciaba sus exquisitos pechos.

 -Más…más…más…

-Ah…que rica estas-dije con una voz jadeante

-Hasta el fondo…métemela hasta el fondo-Me decía con voz entrecortada.

El olor a sexo se sentía en todo el baño, mientras veía entre la oscuridad a una nena que me pedía que le diera más duro. Una de sus manos soltó sus henchidos senos y se dirigió a su mojada conchita, la empezaba a sobar rápidamente

-Uhhhh... uhmmm... ohhhh... la escuchaba gemir complacida

-ahhh…

-Vamos, todo, todo, no dejes nada fuera…ahhh…. ahhh… así, así mi amor…ahhh…!!!

-Ahh que apretada estas-dije tuteándola-vamos muévete putita rica

-Ahhhh… ahhhh… ahhhh…-Que rico… me cachas… ahhhh

Estuvimos así un buen rato, empezó a decir frases en inglés, no entendía lo que hablaba pero  lo decía con una voz de puta complacida que me ponía al máximo. En ese entonces no sabía mucho de sexo pero lo único que sabía era que si me corría adentro la embarazaba. Ya no podía más, estaba ya para correrme y se lo dije.

-me vengo miss Meli-dije entre jadeos

 -Vacíate adentro…Ah…ah…ah…-decía mientras movía con fuerza su trasero hacia mí

-ahhh…

-Adentro, no la saques…

-Ahhhhhhhhh…

-ohhhhh…..

Sentí como mi semen ingresaba a su conchita; mientras sus líquidos mojaban mi verga. Ambos gritábamos del placer.

Repetimos un par de polvos más, esa noche fue increíble. Ya totalmente cansados nos vestimos, salimos muy cautelosos de ese baño, en la escuela solo se encontraba el vigilante, felizmente no se ganó con la travesura que hicimos mi profesora y yo. Salimos de la escuela casi a las 8:30 pm, mi rica miss Meli me llevó a casa, me dejó en mi puerta, de despedida me dio las gracias con un corto pero apasionado beso.

Después de esa noche de placer, cada vez que podía se la metía, mi profesora me dejaba que hiciera todo lo que quería con ella, eso sí en horas de clase solo seriamos alumno-profesora. Pasé buenos momentos con esa nena, tal vez se los comente en otros relatos.