¨”Anoche soñé contigo, tus manos temblorosas se entrelazaban con las mías y me hacían sentir que llegaba al cielo. Coloqué mis manos sobre tu pecho y pude oír como latía tu corazón y en mis oídos tu respiración se agitaba.

¿Y si te provoco?, si dejo que la locura nos atrape y la pasión nos arrebate… mientras vibran nuestros cuerpos. Esta vez quiero provocarte, ser la mujer ardiente de tus deseos, que genere las pasiones de tu piel.

Quiero sentir tus labios de fuego devorando las ansias de mis pechos erectos mientras entras a mi cuerpo. Quiero desfallecer en tus brazos al compás de tus caricias. Me posees y unimos nuestros cuerpos fundiendo nuestros corazones a un mismo compás, se aceleran. Cierro los ojos, muerdo tus hombros... en un abrazo profundo.”

“Tengo una cosita divina, es de terciopelo, con perfume de hembra dulce, una esencia, un deseo, para encadenarte a mí. Mis muslos serenos tiemblan, anhelando tu colibrí, mis dedos vagan sin rumbo en mi cuerpo lujurioso, recordando tu piel, escalando las montañas de mis senos incitantes, sedientos esperan por ti, húndete en mis entrañas, en lo mas hondo de mi ser, saboréame, rómpela, despójala, deja que sienta tu fuerza, déjame sentir tu poder, entreabierta y sometida, en el clímax de tu amor clávame tu puñal ardiente, tus fluidos y los míos, hazme temblar de placer.”