Esta vez quiero provocarte, ser la mujer ardiente de tus deseos, que genere las pasiones de tu piel... tengo una cosita divina, es de terciopelo, con perfume de hembra dulce, una esencia, un deseo, para encadenarte a mí.
Amante mío, estoy desnuda, más fresca que el agua azul para tu noche de amor. Cada extremo de mi boca, cada esquina de mis miembros se apresuran como ágiles peces hacia tus tibias aguas. Amante mío, yo deseo la mordedura de tus dientes y me encamino temblorosa hacia cada uno de tus dedos...
No me convertiré en una chica Porno-Star relatándoles mi historia pasional solo les enfocare lo que realmente soy y siento, es lo mejor, al fin y al cabo el sexo es un acto natural y espontáneo y si le pones muchos adornos seria una caricatura básica.