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Enseñame mama

en Amor filial

ENSEÑAME , MAMA

Me llamo Eva, vivo en un pueblo de la sierra de Madrid, en casa vivimos, mi padre, mi madre,  mi hermana Raquel  y yo, ella es  4 años mayor  que yo, este momento tengo 19 años,  voy  a describirme físicamente  para que os hagáis una idea de mi, soy morena con melena larga y lisa, ojos marrones 165 y 49 kilos tengo los pechos no muy grandes, pero creo que muy bonitos, según dicen, lo que más llama la atención de ellos es que mis pechos y mis pezones están  siempre hacia arriba, como desafiando a la gravedad, he de reconocer que me encantan,  disfruto mucho de ellos, son muy sensibles y he conseguido pasar muy buenos ratos con ellos.

Mis caderas sin ser anchas están muy bien proporcionadas, lo que unido a mi afición al deporte, hace que tenga un culo duro y muy deseable.

De mi coño que os voy a decir, es tierno y muy suave, casi sin un pelo, me lo  depilo normalmente, dejo una rayita de vello por la parte de arriba y llevarlo muy aseado siempre.

 Lo que os voy a contar sucedió cuando aún no había cumplido los 14 años una noche de verano me desperté,  tenía sed, al salir al pasillo  vi la luz de la habitación de mis padres encendida y oí unos ruidos que me llamaron la atención, la puerta estaba entreabierta, asome medio dormida  y vi algo que me hizo despertar de repente, mi padre estaba boca arriba y mi madre sobre él, ella estaba de espaldas a la puerta, tenía la  cabeza entre las piernas de mi padre, desde mi posición podía ver su culo en pompa y el coño abierto en todo su esplendor, en ese momento yo no sabía que pasaba, pues mi padre tenía los ojos entrecerrados con una cara que yo no sabía si era de dolor o le ocurría algo que yo no alcanzaba a comprender.

 Mi madre se levanto y pude ver la polla de mi padre que había quedado a la vista, era algo que en ese momento me pareció tremendo, mi madre se puso a horcajadas sobre él y vi como se metía en el coño toda esa carne de un solo golpe, al principio me alarme, pensé que se haría daño con todo eso que se estaba metiendo dentro, pero por la cara que ponía,  la forma de gemir y suspirar me di cuenta de que  estaba encantada,  en un momento determinado note que mi madre me había visto, pues me reflejaba entera en el espejo del armario ropero que estaba entreabierto,  lejos de alarmarse pude ver cómo me lanzo una sonrisa cómplice, cuando estuvo segura que me había dado cuenta, levanto su culo de encima de mi padre y vi como toda aquella carne brillante entraba y salía de dentro de sus entrañas  como si fuera su funda natural.

Para entonces yo estaba súper mojada notaba como mis jugos corrían por mis piernas , ya hacía rato que mis braguitas  no podían contener tanta humedad, mi padre se incorporo al momento que giraba a mi madre y se puso encima de ella, comenzó a bombear  con fuerza y al poco rato vi  como se movía más rápido y de repente se apretó contra ella y dando unos resoplidos que no supe entender, se quedo parado encima de mi madre, aunque tenía el corazón a mil por hora me di cuenta que aquello había  terminado,  me fui al baño, tenía que quitarme toda la humedad que llevaba encima, me saque  las braguitas y las tire a un lado,  me senté en la taza de wáter para orinar,  en ese momento, casi detrás de mi entro mi madre completamente desnuda con la mano tapándose  coño con una mano y  se sentó en el bidet,  al quitar la mano vi que la tenia llena de algo blanquecino y pringoso que se quito en el chorro del grifo.

Con toda naturalidad del mundo me dijo, hija la higiene es muy importante para esto.

 No sabía qué hacer me había quedado muda, en ese momento mi madre vio mis braguitas en el suelo, las cogió y al notarlas tan húmedas  se sonrió  las llevo a la nariz y me dijo, veo que te ha gustado lo que has visto.

 Yo mama…. no sabía perdona.

No te preocupes hija, es normal lo que te ha pasado, en ese momento se levanto y se seco el coño,  vi  que se lo había depilado casi entero, lo cual era una novedad para mi, pues yo siempre se lo había visto con mas pelo, todos los años desde que me salió vello, nos depilamos  juntas, mi hermana Raquel,  mi madre y yo, cuando llegaba el verano antes de empezar a ir a la piscina y durante toda la temporada de baño,  nos lo depilábamos de vez en cuando y nos ayudábamos las unas a las otras.

Ven hija lávate estarás incomoda.

Un poco, sí conteste, me abrí de piernas como la había visto hacer a ella, tome un poco de gel del que ella había usado y me lave con los mismos movimientos que había visto, al pasar la mano por mi coñito, sentí como una especie de escalofrió y solté un  gemido, mi madre me miro con una sonrisa en los labios,  estas muy caliente mi niña,  ahora vete a la cama y te desahogas  pensando en algún chico que te guste

 ¿Cómo que me desahogue?, ¿Qué es eso mama?

No me digas que no sabes tocarte.

 ¿Tocarme?

Uffff dijo mi madre, vamos a ver, tu nunca te acaricias ni te tocas tus partes.

Se lo he oído a mis amigas y lo he intentado, pero no he podido sentir lo que ellas dicen.

Ve al salón hija vamos a hablar,  voy a ponerme un camisón encima y ya voy yo.

Me senté en un sillón,  estaba muy nerviosa, al momento entro mi madre con un camisón corto que no tapaba apenas nada y se sentó delante de mí y empezó a diciéndome ¿Lo qué has visto te habrá impresionado? 

Si mama, por un momento pensé que te harías daño.

 Pobre hija, eso que has visto es  normal entre un hombre y una mujer que se quieren, espero que lo veas como un acto de amor.

Respecto  a lo de tocarse, que seguro tus amigas lo llaman hacerse una paja, o un dedo, te diré que es lo más normal hasta que se tiene alguien con quien tener sexo, e incluso cuando tienes pareja, yo llevo casada muchos años y de vez en cuando lo hago.

¿Y cómo se hace mama?

Mírame hija, no pierdas detalle.

Mi madre abrió las piernas de par en par,  pude ver como brillaba el interior del  coño lo tenía enrojecido,  comenzó a tocarse los muslos, la vulva, vi como se metía un dedo dentro, su cara denotaba un placer inmenso, después comenzó a acariciarse el clítoris de arriba abajo, yo estaba como paralizada,  lo que veía estaba empezando a marearme de excitación.

En ese momento oí como se abría la puerta de entrada de la casa, era mi hermana Raquel que volvía de fiesta, yo me sobresalte,  pero mi madre ni se inmuto, siguió con su lección de madre.

Mi hermana al ver la luz del salón entro y con toda naturalidad dijo.

 Veo que estáis de de pajas , y comenzó a reírse, yo la dije, calla que despertaras a papa, no te preocupes seguro que esta como un tronco, dijo mi hermana, entonces para mi sorpresa se puso detrás del sillón donde estaba mama, le bajo los tirantes dejándole los pechos al aire y comenzó a acariciarle los pezones que por lo que vi los tenía muy duros, mi madre siguió acariciándose con más fuerza, yo  no perdía detalle, soltó varios gemidos secos,  se quedo un momento parada, se volvió y dijo a Raquel , gracias hija.

¿Has visto mi niña?  Hacerse una paja es más o menos eso, además de muy sano te dará mucho placer.

Yo ya no sabía que pensar, todo mi cuerpo me pedía tocarme sentirme acariciada, llenar mi coño con algo que le hiciera descargar  toda la excitación que tenia acumulada, por un momento creí que mis pezones iban a estallar.

Raquel, me dijo, vamos a ver hermanita, ¿no me digas que mama te ha tenido que enseñar?

Pues sí,  ¿tu a mi edad ya lo hacías?

Yo empecé con 11 años, y aprendí solita, ¿quieres sentir el mismo gustito que has visto sentir a mama?

Asentí con la cabeza,   mi hermana me dijo, túmbate en el sofá, me recosté y mi madre me puso un cojín debajo de la cabeza, mi hermana comenzó a acariciarme los pezones mientras me susurraba al oído, que piel tan suave, para entonces mi hermana se había quedado totalmente desnuda, luego se puso de rodillas en el suelo, y comenzó a lamerme el cuello, los pezones, y bajo su mano a mi coñito que llevaba pidiendo guerra ya hacia un buen rato.

UUffff que mojada estas cielo, ábrete bien, me ordeno, yo obedeci al instante, sentí que me entregaba entera a mi hermanita mayor, comenzó a acariciarme de arriba abajo, paso varias veces el dedo por la entrada de mi ano, a partir de ahí se centro en mi clítoris y la vagina, yo estaba a punto de estallar, de pronto note  como mucho calor y a tener una especie de convulsiones como descargas de placer, sentí que la vista se me nublaba y me corrí una y dos tres veces, no sé cuantas.

Al levantar la vista mi madre me miraba con una cara de entre satisfacción morbo y cariño, ¿Qué tal mi vida?

Muy bien mama.

Raquel mi hermana dijo, bueno chicas me voy a la cama que esto me ha puesto a mil, y tengo que dormir.

¿Quieres dormir conmigo esta noche? Me dijo.

Vale, conteste encantada.

Mama nos dijo, bueno chicas que lo paséis bien y entro en su habitación.

Metete en la cama enana, yo obedecí y entonces vi a mi hermana sacar una caja debajo de la cómoda donde yo siempre pensé que guardaba libros viejos, al abrirla  quede boquiabierta, estaba repleta de pollas de plástico y otros artilugios, que yo no conocía, pero  podía imaginarme para que servían.

Sin decir palabra mi hermana saco uno de aquellos  aparatos con forma de polla,  era de color rojo, lo encendió y comenzó a emitir un sonido parecido al que hace la máquina de afeitar de papa, se tumbo en la cama y comenzó a pasárselo por el coño mientras con la otra mano se acariciaba los pezones que eran muy parecidos a los míos ahora, su cara de placer denotaba el gusto que estaba sintiendo, entonces sin más se lo metió primero un poco y luego entero y comenzó un mete y saca que le estaba arrancando gemidos bastante escandalosos.

Yo para entonces como buena alumna ya esta acariciándome y sintiendo casi de inmediato un orgasmo  tras de otro, vi como mi hermana se corría al menos un par de veces, se levanto fue al baño con el aparato rojo en la mano,  oí el grifo del bidet, se notaba que era una alumna aventajada de mama.

Cuando regreso a la cama le pregunte, ¿me dejaras uno de esos algún día?

Hermanita se lo tendrás que pedir a mama.

A la mañana siguiente me desperté con unas agujetas terribles, me dolía todo, pero me sentía muy bien, mi hermana se había levantado y no me había dado cuenta, entonces sonó la voz de mama que me llamaba desde la cocina.

 Eva cariño levántate que ya es hora.

Mire el reloj y vi que era las 11 de la mañana, como podía haber dormido tanto.

¿Por qué no me has llamado para ir al cole? Un día es un día, mi niña y después de tanto ajetreo estarás cansada.

Tengo agujetas, pero estoy muy bien.

Ya lo veo, que tal lo de anoche, ¿te gusto?

Me encanto, tenemos que repetirlo mama.

Pues claro, cuando quieras mi vida.

Mi madre me sirvió el desayuno y me dijo ¿tienes algo que preguntar de lo que sucedio anoche?

Muchas cosas, pero una me impacto sobre todas.

Dime hija, ¿que fue?

Cuando te metiste toda la polla de papa dentro ¿No te dolió?

No hija, me encanto y a ti te encantara el día que disfrutes de una, pero eso para ti es muy pronto, ya tendrás tiempo.

Otra cosa mama, ¿puedo usar los aparatos de Raquel?

De momento no mi vida, si no los usas bien te puedes hacer daño, además la primera vez si no se hace con cuidado te puede doler, cuando creas que estas preparada me lo dices y te ayudaremos tu hermana y yo.

Mama me encanto cuando te acariciabas, me pusiste muy caliente, ¿podíamos hacerlo ahora otra vez juntas?

Claro cielo, quítate las braguitas, me ordeno y vete a tu habitación ahora voy yo.

Me desnude y cuando entro mi mama yo ya estaba acariciándome los pezones, seguía teniendo el coño muy mojado, cuando me vio me dijo,  muy bien mi niña , se acerco a mí y paso su dedo índice por mi rajita chorreante, lo que me hizo sentir un latigazo de placer, vas a disfrutar mucho, entonces vi que en su otra mano llevaba un consolador brillante como de metal, lo encendió y lo paso por mi coño la vibración de aquel aparato sobre la vulva y el clítoris me hizo saltar de gusto, mi madre siguió hasta que consiguió que me corriera muchas veces, luego se tumbo a mi lado y abrió las piernas , ¿puedo acariciarte? Pregunte.

Vale cariño pero yo ahora necesito otra cosa, toque su coño de arriba abajo, note su clítoris mucho más grande que el mío, vi su  coño inflamado por la excitación que tenia, entonces se metió el consolador entero, de un solo golpe, se corrió casi al instante, soltaba unos gemidos que por un momento pensé que los oirían los vecinos.

 Para entonces yo ya estaba caliente de nuevo, y volví a tocarme, esta vez me metí dos dedos  casi enteros y por ganas me hubiera metido mas, cuando mi madre término, me dijo,  hija mía ya casi estas preparada, pronto usaras uno de estos

Me dio un beso en la mejilla y se llevo en la mano ese artefacto, que ya era mi sueño.

ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO

UN BESITO, EVA