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Mi tia nos visita

en Amor filial

Soy Eva, lo que os voy a contar sucedió  anteayer, después de escribiros sobre las experiencias de mi pubertad.

Mi tía Carmen es hermana de mi madre y ha venido a pasar unos días con nosotros, es una mujer alta, rotunda, acaba de cumplir 49 años y aun conserva un cuerpo escultural, pechos altos y firmes  una cintura que muchas jovencitas quisieran para ellas, unas caderas un poco anchas pero firmes,  se ha tomado un año sabático en el cual según ella quiere disfrutar y ponerse al día en las cosas que le quedan de hacer  en la vida.

Se presento en casa el Viernes 14 , la esperábamos para el jueves por la noche, pero sin nada más que una llamada una hora antes, llego el viernes por la mañana, al parar en la puerta de casa toco el claxon y allí estaba yo impaciente con la mejor de mis sonrisas y deseando abrazarla.

Al bajar del coche nos abrazamos dimos  un montón de besos, me pregunto por mama, papa, por Raquel, es muy extrovertida le dije que mi hermana no podría venir pues ahora está con una beca de estudios en Estados Unidos y mis padres volverían para comer.

Le ayude a bajar el equipaje traía una maleta grande marrón y varias bolsas, entramos en el chalet le lleve a la  habitación en la que tenía que instalarse y ella me dijo que quería darse un baño, algo que comprendí, pues llevaba toda la noche de viaje.

Después de bañarse se fue a su habitación y salió con un albornoz blanco atado con el cordón en la cintura y aprovechando el buen tiempo que hace en Madrid estos días salió a el porche de la casa  sentó en una tumbona donde daba el sol,  aprovecho para cepillarse el pelo y así secarlo mientras hablábamos, me comentaba de sus hijos de su marido de su vida en general.

Yo solo escuchaba,  pues ella es muy extrovertida y no me dejaba meter baza, por un momento aparte mi vista de su cara y vi que el albornoz se le había caído a los lados de las piernas y se podían  ver   una hermosas piernas largas y cuidadas y el vello púbico, ella se dio cuenta  que la estaba mirando y con un movimiento subió el albornoz y siguió hablando, yo estaba ensimismada viendo a una mujer tan sensual como ella mientras se peinaba, no paraba de mirar su cuello suave y me imagine que sería una delicia poder besarlo.

Estuvimos tomando un refresco y unos frutos secos hasta la una más o menos que llegaron mis padres, se saludaron se besaron bueno lo que hacen los parientes cuando se encuentran después de tiempo.

Mis padre tenían planificado un viaje de fin de semana que no pudieron aplazar y esa misma noche prepararon el equipaje y partirían de madrugada así que cenamos y mi tía se quedo hablando con mis padres hasta altas horas de la mañana seguro que tenían muchas cosas que contarse.

Yo esa noche salí con mis amigas y volví a eso de las cuatro de la mañana y no había nadie levantado, como es normal.

A la mañana siguiente me desperté sobre la 11 de la  me fui a la cocina y desayune ligero, pues tenía un poco de resaca, entonces me acorde de mi tía y mire por la ventana y allí estaba tumbada  al sol de la mañana, salí a darle los buenos días y vi que estaba con los ojos cerrados en la hamaca, me quede mirándola un rato volvía a tener esta vez una bata abierta caída hacia los lados, me quede embelesada mirándole las piernas y su vello púbico, en ese momento se movió y se puso de lado entonces pude ver con todo detalle su hermosa vulva totalmente afeitada y al girarse otro poco pude ver el color rosáceo del interior de su intimidad.

Entre en la casa casa  estuve colocando algunas cosas y a eso de las doce el calor empezó a notarse y como todos los días que podía me puse un biquini y salí a tomar el sol, me puse un biquini azul que normalmente  uso para estar en casa y me acosté en la tumbona de al lado, mi tía que seguía en posición fetal y yo desde mi tumbona seguía teniendo ese espectáculo, que ya me estaba empezando a excitar.

Al moverse me hice la dormida, vi como mi tía se levanto y se quedo mirándome un rato, ella no podía saber que la veía pues tenía puestas unas gafas de sol.

Cuando se iba la llame, ¿tita dónde vas? Quédate un momento conmigo.

Me sonrió y me dijo ahora vuelvo quiero beber un poco de agua.

Al momento volvió y me dijo que bien se esto aquí, esto es vida.

Entonces se sentó a mi lado y comenzamos a hablar, yo le pregunte por mi tío y ella me hablo de él y me hizo un comentario que disparo mi curiosidad, me dijo tu tío y yo somos muy liberales.

¿Cómo muy liberales?

En el sexo ya sabes.

Yo sonreí y le dije, o sea que cada uno disfrutáis del sexo sin problemas y a vuestra manera.

Pues claro.

Sabes porque me he retrasado en venir, me dijo con una sonrisa picara.

 No sé conteste.

 Te lo contare, ayer cuando venia hacia aquí pare a echar gasolina y el chico que despachaba en el surtidor comenzó insinuarse ya sabes qué guapa que esto que lo otro y le seguí la corriente, me comento que acababa el turno en poco tiempo y si me apetecía podíamos tomarnos unas cervezas.

¿Y os fuisteis?

Pues claro y no veas que noche, hacía tiempo que no lo pasaba tan bien,  a mi edad la potencia de un jovencito siempre se agradece, luego me comento que si quería tenía un amigo al que le iba mucho la marcha, acepte y  me han dejado para el arrastre , me dijo mientras me sonreía.

¿Y a ti qué tal te va con los chicos?

Bien, ya sabes a mi edad hay que experimentar y probar cosas nuevas, le dije sin inmutarme.

Normal, joven solo se es una vez en la vida.

Cuéntame que paso con los chicos.

Cuando termino el turno  subimos en mi coche y al llegar a un punto de la carretera me dijo que girara a la derecha, allí nos apeamos y sin decirme palabra me dio la vuelta me arranco el tanga y se me puso detrás, me ordeno que abriera las piernas y puso el glande en la puerta de mi vagina sin ver aquello pude notar que era algo muy grande, lo empujo sin piedad dentro de mi yo ya estaba tan lubricada que entro entero y me arranco un orgasmo al momento, luego nos acariciamos nos besamos yo ya sabía  que ese chico guardaba en el pantalón algo grande,  lo puso delante mío  y me dijo que se la mamara que estaba muy caliente, la tome en mi mano y comencé a chupar toda aquella carne que casi no me cavia en la boca, luego me giro, se puso detrás mío   la enfilo hacia mi culo  me la metió de un solo golpe, estuvo bombeando un rato, en ese tiempo yo me había venido varias veces, de repente me empujo violentamente contra el capó del coche y dejo toda su leche dentro de mí. Entonces me comento lo de su amigo y yo acepte.

Subimos de nuevo al coche y nos fuimos a un piso en las afueras de la ciudad, subimos los dos, su amigo que creo que se llamaba Sergio, nos recibió a la puerta y casi sin  mediar palabra nos fuimos a la cama los tres entonces comenzó una noche de sexo inagotable mientras se la chupaba a Sergio, el otro me enculaba y así toda la noche, luego me puse de espalda y me puse encima de Sergio entonces el otro me la volvió a meter por detrás,  pude disfrutar de dos hombres a la vez,  hubo momentos que creí que iba desmayar.

Por la mañana cuando me desperté estaba sola en el piso y me vestí para venir aquí y esa ha sido mi aventura.

UUUfffffffffffffff tía ¿estarás cansadísima?

Si,  pero mereció la pena.

Para entonces yo ya estaba muy caliente y mi tía se había dado cuenta.

Me dijo, veo que te ha gustado mi aventura.

Si,  ¿por qué?

Estoy viendo la braguita de tu biquini y la tienes toda mojada.

Por un momento me puse toda colorada, mire donde ella señalaba y vi que tenia un rosetón de humedad marcado en la entrepierna, tendré que cambiarme, le dije.

Para que quítatelo a mi no me importa y además no te vera nadie, aparte de tu tía y delante de mi no te dará vergüenza, mira yo me quitare la bata.

En ese momento se quito la bata y pude ver el cuerpo de mi tía, que es como antes os he descrito, me quede boquiabierta, que bonita eres le dije.

No, ya soy una mujer madura dijo con una falsa humildad, pero me conservo muy bien, ahora quítate  el biquini y estaremos igual.

La situación me estaba excitando, me quite el biquini y me quede desnuda delante de ella, mi tía se quedo mirando y me dijo, eres preciosa, ¿sabes cielo? Me estas excitando, entonces se sentó en la tumbona abrió las piernas y  comenzó a acariciarse.

Yo miraba excitada sin saber qué hacer, entonces me arrodille delante de ella, quite sus manos y comencé a lamer aquel sexo abierto y húmedo, ella empezó a gemir y a tener contracciones de placer muy seguidas, yo casi tengo un orgasmo solo con verla, al momento me cogió de la cabeza  y me subió para arriba, comenzó a besarme y a acariciar mis pechos hambrientos y puntiagudos, solo con el roce de su lengua sobre ellos tuve el primer orgasmo, luego me tumbo y comenzó a lamerme, a introducir su lengua dentro de mí, a moverla en todas las direcciones, lamio , chupo mi clítoris ya no podía correrme más veces estaba agotada,  disfrute como nunca lo había hecho, entonces me dijo algo que me dejo muy intrigada.

Sabes a frambuesa y a miel.

DEDICADO A CARMEN

EVA