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Orina en los bolsillos Parte II y última

en Fetichismo

Después de lo que me pasó esta mañana en la playa, no podía dejar de pensar en Ari, así se llama la chica con la que me ocurrió esta grata experiencia. Para los que no lo hayan leído deberían leer mi anterior relato.

Solo pensaba en lo que había experimentado y sobre todo en lo que podría suceder mañana, ¿Estaría Ari mañana en la playa? ¿Tal vez, se echaría atrás? Mi estado era de nerviosismo, ansiedad. Tenía ganas de volver a comerme ese peludo coño, y follarme su culo, y bañarla en leche.

Al final, después de mucho pelear con la sabana de un lado a otro de la cama, Morfeo pudo conmigo y me quede dormido profundamente.

Esta vez me desperté mas temprano de lo habitual, me duché, cogí los enseres y recorrí el mismo camino que ayer y prácticamente a la misma hora. De nuevo la playa estaba desierta, ni una sola persona. Además el día hoy estaba un poco mas nublado, típico de los días en la zona donde habito. Precisamente que el día estuviera algo nublado, hacia que me sintiera mal, pues era una causa por la que Ari no acudiese a la cita.

No pasaron ni media hora cuando a lo lejos aviste dos figuras, una más rellenita y la otra de complexión más delgada. A medida que se iban acercando al lugar en el que me encontraba, comprobé que una de esas figuras que lo lejos distinguí, era Ari, pero a la otra persona no la conocía, era una chica joven, de unos veintipocos, el color de su pelo era negro y de piel blanca, muy blanca, llevaba un vestido azul  muy corto con falda de volante que con la brisa que dominaba la playa se levantaba a cada paso que daba, Ari por contra llevaba unos pantalones cortos que mostraba unos rollizos muslos.

- Buenos días Gabriel. - se adelanto a decir Ari. - Esta es Belén, es mi hermana

- Hola Gabriel.- dijo Belén

- Buenos días Belén, como estas. Y buenos días a ti también Ari. - conteste yo, levantándome de la arena acercándome a ellas dándonos los respectivos besos de rigor.

Cuando se los daba a Belén, pude aspirar su olor y note una fragancia exquisita, olía a crema solar, con un olor que me recordaba a algo pero no sabia identificar.

Estuvimos sentados en la arena charlando durante un buen rato hablando de cosas banales. El tiempo comenzó a mejorar quitándose parcialmente las nubes, dejando paso al sol.

Ari, se había quitado la ropa y quedado en bikini, llevaba puesto el mismo que ayer, pero esta vez se quedo en top-less, mostrando sus maravillosos y enormes pechos.

Por su parte Belén no llevaba debajo del vestido nada y a quitárselo se quedo desnuda por completo, y se tumbo en la toalla, Nos habíamos colocado que yo quede en medio de ellas

- Por que no te quitas el bañador y te quedas como nosotras. - me pidió Ari.

- Claro por que no, pero espero que a ti, Belén, no te importe.- Dije

- ¿A mi? Ya era hora de tener una alegría a la vista.

Belén no es que fuera una belleza en lo que a su rostro me refiera, pero tenía un algo que me llamaba la atención. Lo que si tenia, al igual que su hermana era un coño muy, muy peludo, prácticamente le llegaba a su ombligo, y además era muy frondoso. Sus axilas también las tenia provistas de pelo. Pero tenia una boca de labios finos, no se parecían en nada las dos hermanas.

hubo un momento que Belén se incorporo a coger algo de la bolsa y se puso a cuatro patas mostrándonos a Ari y a mi, su culo, si apenas grasa, y abierto, lleno de pelo, así como su agujero mostraba una abertura fuera de lo común, como si se lo acabaran de follar.

Ari y yo nos miramos y ella sonriendo, como si me leyera el pensamiento

-Te gustaría comértelo, ¿verdad? - me dijo como en un susurro. -La he contado todo lo que ayer hicimos y me dijo que quería probar.

Tan solo sonreí, y mi polla se puso en pie firme, esto era un sueño, no me lo creía, me estaba pasando algo que jamás pensé que me ocurriera a mi.

-Bonito culo que tienes, nos estas dando unas vistas maravillosas. - la dije a Belén

-Gracias, tú también me das unas vista muy apetecibles, y veo que tu amigo responde bien.- me contestó

Acto seguido, sin más, se coloco de manera que apoyo su cabeza en mi muslo con su boca cerca de mi pene, con una mano la sopeso y la dio dos lengüetazos a mi glande. Con la otra mano agarro mis huevos y los apretó suavemente, y con un dedo acaricio mi ano.

Ari por su parte se incorporo poniendo sus pechos cerca de mi boca par que se los besase, así lo hice, mientras con mi mano la agarraba del culo y la magreaba sus enormes nalgas.

Belén en un momento se introdujo mi empinada polla en la boca hasta el fondo.

-Mmm.....esta deliciosa, esta saladita, y sabe a pis también, esta rica.

-Ya te dije, que te iba a gustar.-dijo Ari, dirigiéndose a su hermana.

Ari me empujo para que me tumbase, su hermana se coloco de rodillas entre mis piernas y siguió comiéndome la polla, mientras me acariciaba el culo e introducía un dedo en mi culito. Pero lo mejor fue cuando Ari se sentó sobre mi cara de espaldas a mí, abriéndose las nalgas y mirando a su hermana.

El culo de Ari, apestaba, un olor nauseabundo se introdujo en mis fosas nasales.

-Como te huele el culo, zorra. -la dije a Ari.

-Claro cielo, antes de venir, me cague en casa mientras mi hermana me comía el coño y no me limpie para que lo hicieras tú, ¿acaso no te gusta?

-Me encanta.-conteste.

-Vaya par de guarros que sois.- advirtió Belén, cuando se saco mi polla de la boca.

Mientras terminaba de limpiarle el culo a Ari con mi lengua, esta se agacho un poco y entra las dos me hicieron la mejor mamada de mi vida. No aguantaba mas y me iba a correr y así se lo hice saber, pero no pararon siguieron chupando hasta que unos fuertes chorros de semen brotaron de mi polla, recogiéndolos ellas con sus bocas y besándose a continuación para intercambiar mis jugos.

A continuación fue Belén la que se puso a cuatro patas y yo como un poseso me puse a comerme su peludo culo e introduciendo mi lengua en el.

-Tu tienes el culito limpio, acaso, ¿no hiciste como tu hermanita?

-Estaba esperando a la ocasión adecuada.

-¿Y cual es esa ocasión? – Pregunté

-Esta misma.-respondió Belén, a la vez que de su ano surgió una suave ventosidad, con un fuerte olor a culo, mientras mi lengua se encontraba dentro de él.

Continué lamiendo su culo y su coño, mientras Ari hacia lo propio con mi culo y mis huevos, incluso metiéndome un dedo dentro de mi ano.

-¿Por que no se la metes en ese sucio y peludo culo que tiene mi hermana?-me pregunto Ari.

-Siiii… por favor necesito tu polla en mi culo.-replicó Belén.

Sin pensármelo dos veces me incorpore, mientras Ari abría fuertemente los cachetes de su hermana y le chupaba el culo para llenárselo de saliva. Apoyé la punta de mi pene en ese fantástico agujero y se la metí hasta que mis huevos chocaron con su coño. La presión que sentía era impresionante, maravillosa, esta recibiendo un placer indescriptible.

A cada embestida que hacía, la zorra de Belén más chillaba y gemía.

-Ahhhh… si, más fuerte follame este culo sucio y de zorra que tengo. –grito Belén.

-¿Te gusta mi polla puta? –dije

Mientras Ari, se coloco debajo de su hermana en un sesenta y nueve, y se dedicó a chupar el coño de Belén y alternativamente, mis huevos. En un momento dado, Ari desde la posición en la que se encontraba, agarro mi polla que se encontraba metida en el culo de su hermana y la saco, está estaba con restos de las entrañas de Belén, y directamente se la metió en la boca.

-Mmm...… que placer por Dios. –Dije en voz alta.

Una vez que me la limpio un poco, Ari la coloco en la entrada del coño de Belén, y empujando entro dentro hasta el fondo. Yo estaba que no me aguantaba, me quería correr, y no pasaron ni cinco segundo el tiempo justo para sacarla cuando todo mi leche choco contra los pelos y labios vaginales de Belén, la cual se dedico Ari de recogerlos con su boca.

Me senté sobre la arena, mientras ellas continuaban con su 69.

Al final se terminaron por correr las dos juntas, inundando sus bocas de sus jugos. Y cuando terminaros se sentaron junto a mí.

Pasados unos minutos, las dije que necesitaba mear, así que me levante.

Ellas sentadas juntaron sus rostros, abrieron lo mas que pudieron sus bocas y hacia ellas dirigí el chorro de mi orina, dejando caer a la arena lo que no podían tragar.

Cuando terminaron de limpiarme la polla, fue Belén la que me cambio el puesto y poniendo su coño cerca de mi boca, se meo en ella mientras yo intentaba tragar todo lo que podía, su pis. A continuación, Ari y yo nos besamos, queriendo ella recoger los restos de orina que había en mis labios y boca.

Fue una mañana esplendida, congeniamos muy bien los tres, y alguna que otra vez nos vimos los tres juntos, como por separado con alguna de las dos.

Hace tiempo que no se de ellas. Y sinceramente echo de menos lo que con ellas disfrute.

Si alguna mujer de mi zona quiere probar ya sabe lo que tiene que hacer

Un saludo a todos