miprimita.com

Mi negro.....

en Interracial

Cena divertida, risas de cuarentonas, tema principal... nuestros ex y actuales las que los tenían..y chistes fáciles, una cena sin complicaciones en la que conseguimos hacer reir y sonrojar a un joven camarero que nos servía la cena.

Fuimos a la sala de baile, había poca gente, yo no quería bailar, lo dejé claro en el primer momento, asi que tomé asiento en la barra junto con otra amiga y el resto se fueron a la pista.

Cuando llevabamos un rato alli hablando relajadamente, (la sala es de musica latina pero reserva los espacios, en la barra se puede hablar sin chillar, cosa que se agradece), un borracho empezó a molestarnos, mi amiga se puso algo nerviosa y yo le insistí que no pasaba nada, que con una patada ese iba al suelo, no me había dado cuenta, cosa rara en mi.... que a mi lado, a mi espalda, había un hombre sentado que contemplaba la escena, mi amiga le pidió auxilio con la mirada y el lo unico que hizo fué ponerse en pié, el borracho se esfumó.

Se entiende, era un hombre de 1'95, negro teléfono, y con unos 100 kilos de peso, iba todo vestido de negro, camiseta pegada a su pecho, marcando un cuerpo sensual y grande... como a mi me gustan.. y realmente quedé "prendada".

Nos presentamos y al ponerme de pié descubrí que le llegaba justo al pecho, para mirar sus ojos tenía que levantar toda mi cabeza.

Era guapisimo, negro a más no poder, y con una sonrisa medio timida que enamoraba. Evidentemente yo no pensé enamorarme... je je... se me ocurrieron miles de cosas antes que esa.. ese hombre, con un 48 de pié... uffffffff... imaginé lo que guardaría bajo su ropa...

Hablamos los tres un rato y luego mi amiga se fué a bailar, cosa que propició que nos presentaramos, era soltero, de Gambia, y tenía dni español ya que tenía más de 10 años residiendo aqui. Le conté que estaba separada y al preguntarle su edad me dijo 45, me quedé patidifusa, no aparentaba más de 35.

Al poner musica lenta, aqui ponen todavía, regresaron mis amigas y insistieron en que bailaramos, yo al principio no quería, pobre... tenía casi que agacharse para poder tomar mi cintura, ese hombre si me cubría bién..., tomó mi mano.. solo ese gesto me puso a mil..., era sensual y como bailaba.. daba seguridad, bailamos tres canciones y tomamos una bebida en la barra, me pidió mi teléfono y nos despedimos, teníamos que madrugar.

No pensé que llamara, un hombre asi ha de tener mujeres estupendas a su alcance... cual no sería mi sorpresa cuando el Lunes siguiente me llamó... y me dijo que le gustaría tomar algo conmigo, no le dije que yo preferiria tomarmelo enterito a el...

Acepté, por supuesto, quedamos el Sabado siguiente.., pero eso... lo cuento en otro capitulo..., no tardaré.. palabra...

Quedamos el Sabado por la tarde en un pub pequeñito y discreto de Barcelona. Me esperaba en la puerta con una gran sonrisa, a la luz del dia era todavía mucho más guapo y seductor, sus labios eran impresionantes, chillaban... “besame”. Unos dientes blanquisimos y una mirada de lo más sugestiva..

Nos dimos un beso en cada mejilla, muy casto, y entramos. El conocía el local ya que el portero le saludó por su nombre, nos condujo hasta el fondo del local, había un sofá muy cómodo. Pedimos unas bebidas, por la hora de la tarde que era el local estaba poco concurrido.

No dejaba de mirarme y sonreir, me preguntó por la semana, el trabajo y la família. Una vez nos sirvieron las bebidas tomó mi mano, me pilló algo de sorpresa, me miró directamente y me preguntó porqué había aceptado la cita.

Yo le respondí que siempre había deseado una cita con un hombre como el, su raza era el principal motivo, pero aparte de eso, su cuerpo, como lo movia al bailar, me había seducido.

No dejó de sonreir en ningún momento. Se inclinó y besó mis labios, un “pico” sin prentensiones ni obscenidades, solo para catar el terreno.

Admito, como es norma en mi, que me sonrojé, profundamente y di gracias a la oscuridad del local que no permitia que el lo notara.

Volvió a besarme, esta vez como debe ser... con lengua y pasión, nunca.. pero nunca nunca me habían besado asi, sus labios abarcaban toda mi boca, era un beso delicioso.

Sin soltar mi mano en ningún momento, acariciando los dedos, la muñeca, mis codos, fuimos manteniendo una conversación amistosa y divertida, era un hombre culto, sin duda, había leido muchos libros y estuvimos un buen rato hablando de ello.

Cuando terminamos nuestras bebidas me preguntó si tenía prisa, yo respondí que no, nadie me esperaba en casa. Me invitó a ir a la suya, me dijo, rapidamente, no pasará nada que tu no quieras. Si se hubiera imaginado todo lo que yo quería.....

Su casa estaba cerca, fuimos andando y una vez allí preparó café. Su casa estaba decorada muy al estilo africano, montones de cojines por todas partes, una mesa baja para comer y un sofá impresionante, parecía una cama.

Tomamos sentados comodamente el café y allí si noto que estaba muy sonrojada, me preguntó si estaba incómoda y yo por respuesta le di un beso, largo y húmedo, tal como me gustan a mi.

Al separarnos un momento, quedé impresionada por lo que marcaba su pantalón... un bulto de lo más sugerente y... grande... grandísimo, eso me provocó un tembleque de piernas, no pude evitar imaginar lo que guardaba ese pantalón, estaba impaciente por verlo..

El apagó unas cuantas luces, dejó otras indirectas y desabrocho mi blusa. Me susurró al oído que siempre había querido tener relaciones con una mujer como yo, redonda y amplia en carnes.

Tomó un pecho y lo besó, dulcemente primero, luego con más ganas, yo estaba ya totalmente entregada..., desabrochó mi camisa del todo y esta cayó al suelo, luego siguió con el sujetador, allí estaba yo, con los pechos al aire y deseando ver todo ese cuerpo desnudo..

Sus labios succionaban mis pechos como ventosas, su lengua jugaba con mis pezones hasta volverme loca, quería tocarle, pero el no me lo permitia, me daba un placer intenso y con solo dedicarse a mis pechos y acariciar mi nuca me provocó un intenso orgasmo, seguido de una caida del sofá debido al intenso placer que me impedia controlarme.

Sonriendo, se deslizó a mi lado y me susurró al oido.. ahora vamos en serio.... vas a saber lo que es el placer..., solo recordarlo se erizan los pelos de mi cuerpo...

Le desabroché la camisa... acaricié ese inmenso pecho, mordisquee sus pezones y vi como se iluminaban sus ojos por el placer, una vez le quité la camisa pase a desabrochar sus pantalones, bajárselos y contemplar... su “paquete” dentro de unos boxers de licra blancos, ese contraste, su piel tan negra y esos boxers tan blancos... loca, me volvi loca..

Una vez quedó solo en boxers desabrochó mi falda, y la bajó junto con mis medias y bragas, todo de una vez, seguia yo tumbada en el suelo, casi sin aliento, no dejó de besarme en todo el rato.... sus largos brazos le permitian estar en todas partes a la vez, mientras terminaba de bajar mi ropa introducia un dedo entre mis muslos, pudo comprobar que sería bién recibido.... la humedad era abundante..

Pude comprobar, asombrada y excitada que su pene salía por encima del boxer... rosado oscuro, precioso y apetitoso a primera vista, sin poder evitarlo di una lamidita a esa punta, dio un respingo y sonriendo me dijo.... tranquila... vas a comer tanto como quieras.

Nos sentamos de nuevo en el sofá, se bajó los boxers y pude ver, en su plenitud, unos 25 cm, gruesos y turgentes, la primera impresión fue de miedo y excitación a la vez... eso no dolería?, nunca habia visto un pene de ese tamaño y grosor. Pero el miedo me duró solo una décima de segundo, sin dudarlo empecé a lamer, succionar, besar y chupar esa estupenda polla mientras el mantenía su mano entre mis muslos, sabía donde y como tocar, mientras acariciaba mi clítoris introducia dos dedos en mi, tuve un segundo orgasmo maravilloso.

Noté que su pene crecía todavía un poco más, empezaba a palpitar asi que interrumpí mis caricias labiales, y volvimos a besarnos. Seguía el acariciándome y sobando mis pechos, era evidente que llegaba a todas partes, en un momento me levantó, gran azaña por su parte, y me sentó encima de el, por primera vez iba yo a cabalgar a un hombre, mientras me movia el chupaba mis pechos, les daba pellizcos, los mordia, palmeaba mi culo, estaba ya chillando de placer cuando noté que me inundaba, se corría dentro de mi, un mar de semen me inundaba.... eso provocó otro orgasmo, más intenso si cabe en mi.

Segui encima de el un buen rato, no quería que me bajara, una vez nos recuperamos un poco fuimos juntos al baño, nos dimos una rápida ducha y fuimos a su cama, hicimos una siesta larga sin soltarnos ni un segundo, pude notar la mayor parte del tiempo su pene erguido, sin bajarse, en un momento dado noté que me acariciaba de nuevo, abrí mis piernas medio dormida, de espaldas a el, siguió tocando y yo notaba como me humedecia rapidamente, se puso entre mis piernas y empezó a besar mis labios interiores, mis muslos, mi clítoris, succionaba con fricción, con ganas, con fuerza, hasta que tuve un nuevo orgasmo, sin duda muy escandaloso, luego se puso detrás de mi y la apuntaló en la raja de mi culo, y ahí, sin penetrar se corrió, mientras sus gemidos susurraban en mi oído, eres tan dulce y apasionada... me encantas....

Cuando nos despertamos, pasadas las 10 de la noche, me preguntó si seguía con hambre...le dije.. a mi el chocolate me gusta a todas horas...

Me quedé toda la noche, comimos algo de chocolate, algo de fruta que el trajo a la cama, dormimos poco más de tres horas y el mejor recuerdo son las multiples agujetas que conservé durante casi una semana..... inolvidables y sabrosos recuerdos... que de vez en cuando repetimos..., sin compromisos ni ataduras...