Llevas tiempo sin venir a verme. Se, lo tengo muy claro, que lo haces por mí, para no "liar" mis sentimientos.

Cuando vienes, siempre escoges dias con gente, dias en los que cualquier roce o carícia son imposibles.

Este Martes viniste unos minutos, debías liquidar una cuenta, y estaba sola, estaba absorta en unas cuentas y no esperaba verte.

Tu voz al interfóno me descolocó totalmente.

Me miré en la ventana, coloqué este flequillo travieso y me dispuse a verte.

Entraste por la puerta y tu mirada era helada, estabas frío y distánte.

Al preguntarte solo has respondido.... lo hago por ti, mi corazón es de acero, cuando vengo a verte, lo transformo. Pero quiero que sepas que solo una mirada, una petición por tu parte, cambia el color del mismo y vuelvo a ser yo....

Te he dado dos besos en las mejillas y te he pedido de hacer un café, solos, con calma, esta próxima semana.

Solo has respondido, el dia que digas, el lugar que tu quieras y la hora que decidas...

El lugar, tu casa, el dia elegido, el Viernes y la hora...... eso para tí y para mi.

No quiero ese corazón helado, voy a recuperar su calor, yo también lo necesito.

Ayer llamaste y te dijeron que tenía fiesta, que tenía pendientes unos dias de vacaciones y.... no paraste hasta localizarme y arrancarme una visita, sin duda te costó poco convencerme, nada de corazón de acero.... eres puro fuego.

No se qué nos provoca esa urgéncia, quizás el poco tiempo del que disponemos, quizás la necesidad de afecto y sexo.... quizás saber de lo mucho que gozaremos... todo un poco.

Solo se que me recojiste en una tienda donde había yo acudido a comprar, solo subirme en el coche me besaste ligeramente y depositaste tu mano en mi muslo, acariciabas mis piernas mientras con la otra mano conducias. El roce de tu mano en mis medias me provocaba muchisimo.

Me sorpremdió ver que no ibamos camino de tu casa, cojiste camino a la montaña y al preguntar solo me respondiste con una enigmática sonrisa.... esos labios...

Todo el camino, unos 20 minutos, no paraste de tocarme, metiste tu mano entre mi camisa, pellizcaste mis pezones, estrujaste mis pechos...mis muslos, mis rodillas t mi espalda, me estabas poniendo mucho y te lo dije.... admitiste que estabas muy a "punto" que hoy no ibas a aguantar mucho y querías que llegara a ese sitio bien... caliente, esa fué tu expresión.

Aparcaste cerca de un conocido restaurante de nuestra ciudad, cerca, pero no mucho. Las vistas desde ahí son magníficas, se divisa toda la ciudad y el mar, eran las 6 de la tarde y ya estaba oscuro, pero nuestra ciudad resplandecía de luces.

Pusiste el seguro a las puertas y al son de Glória Estefan, profundizaste en tus carícias, no me dejabas tocarte y eso todavía me ponía mucho más nerviosa, tu mano hurgando mi clítoris, la otra pellizcando mis carnes, tu boca en la mía, esa lengua inquieta y traviesa en mis labios, los mordisquitos...

Tardaste poco en estar dentro de mi, el vaivén de tu pelvis, tu miembro marcando terreno, llenandome de ti, el orgasmo tardó tan poco en acudir....

Quedamos tumbados asi, tú, dentro de mi, yo abrazada y sonriendo....

Nuevos besos, nuevas carícias, incluso la limpieza de tu pene con una toallíta llegó a excitarte de nuevo y entonces.... entonces sí, me senté encima de ti y te cabalgué, cómo nunca recuerdo haberlo hecho, sin medida, a grito pelado y mientras aguantaba y disfrutaba de tus mordiscos en mis pechos, eso siempre me vuelve loca.

Terminamos agotados y satisfechos y lo mejor de todo..... abrazados y sin prisa...

No podemos tener más y lo sabes, pero cuando lo conseguimos, estar juntos, nada ni nadie lo supera.

Estoy feliz y relajada....