Tantas fiestas y aniversarios me tenia agotada, cocinar, limpiar....

decidí contratar un servicio de catering para el último dia de las fiestas, necesitaba un descanso.

Me atendió amable una chica y me indicó que la cena la traerían sobre las 7 de la tarde.

Cuando llamaron al timbre, y muy a mi pesar, no estaba vestida, sólo llevaba la ropa interior y me puse encima una bata, quizás demasiado ligera...

En la puerta había un mozo alto y bastante fuerte. Me miró sin disimulo, de arriba abajo.... lentamente, yo le deidiqué una sonrisa y le indiqué el camino de la cocina, podía notar sus ojos fijos en mi culo y eso provocó que yo caminara más suelta, insinuante... lo encontraba excitante.

Al descargar los paquetes, no se si él ya estaba nervioso, un frasco con la salsa del marisco se volcó, manchando sus pantalones, justo ahí....

Cojí un trapo de cocina y intenté secar la mancha, sólo depositar mi mano noté como crecía el bulto en sus pantalones....

No me corté un pelo, apreté un poco más mi fricción, mientras le dedicaba una sonrisa y le decía.... salsa de almejas para gambón.... buena combinación!.

No hizo falta más, me abrazó y puso sus manos en mi culo, me atrajo hacia si y empezó un largo y apasionado beso, acompañado de un roce muy sensual y ardiente, estaba bién equipado....

Quitó mi bata, con una mano mientras con la otra seguia masajeando mi trasero, sin parar, era un pulpo y yo estaba entregada.

Pellizcó mis pechos, bajó los sujetadores hasta mi barriga y succionó los mismos, primero uno y luego el otro...

Sin saber como estaba yo desnuda, del todo, enmedio de la cocina, y con un joven mazizo y dispuesto... eso no ocurre muchas veces....

Abri su cremallera y saqué su pene, bonito, muy bonito, grande, brillante y dispuesto a satisfacerme.

Agarré su miembro en mis manos y friccioné su glande con mis dedos, el cerró los ojos y me dejó hacer mientras se despojaba de su camiseta.

pude comprovar cómo estaba de musculoso y mi excitación ya era intolerable, necesitaba ese hombretón dentro de mi.

Fué como si leyera mis pensamientos, me giró, apoyé mis manos en la cocina y me penetró, todo de una vez.

Mis pechos rozaban el mármol frio, estaban mis pezones duros y dispuestos.

Noté la llegada de mi orgasmo rapidamente, le pedí que no parara y el aumentó su ritmo, fué tener un orgasmo y llegarle a él el suyo.

De impacto fué la relación sexual, de impacto el abrazo y los besos posteriores, de impacto lo rapido que tuve que ducharme de nuevo y estar en condiciones para los primeros invitados que llegaron media hora más tarde...

Eso sí, guardo en mi movil su número personal, hemos quedado este fin de semana y esta vez.... sin prisa alguna.

Por cierto, la cena buenísima.