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Mi vecina y familia

en Sexo con maduras

Todo comenzó cuando la vecina de arriba Doña Eugenia quedo viuda, era una buena hembra y siempre me había llamado la atención, unos pechos abundantes y un buen culo, sus 60 años los llevaba muy bien,  alguna paja ya me había dado pensando en ella, pero nuestra relación era solamente de buenos vecinos.  A los pocos meses de la muerte de su marido, tuvo un problema con  con las cañerías de su casa y el agua pasaba hasta mi casa, así que subí  para ver cuál era el problema, la señora está nerviosa porque no sabía que hacer y se lamentaba de los problemas que me estaba causando, iba con una bata con un buen escote y enseguida mis ojos se fueron a semejantes monumentos, casi no escuchaba sus lamentos solo me imaginaba en comerme esas tetazas una y otra vez, cuando volví en si la abrace tiernamente y le dije que no se preocupara que yo me encargaba de todo, desde allí mismo llame al seguro de la casa y ellos se encargarían de todo. Me lo agradeció mucho y ya más tranquilos  me invito a tomar un refresco y comenzó a contarme su vida, que si sus hijas no la visitaban, que se encontraba muy sola que ya era muy vieja. a lo que le conteste que de vieja nada que estaba muy bien y siempre que me necesitara que solo tenía que llamarme, cosa que le hizo que se le iluminara la cara y que me diera un buen abrazo, y note como sus pezones de habían puesto duros y mi pija de comenzaba a empinar, pero por ese día ya tuvimos bastante.

Nada más bajar a casa ya comencé a idear que esa hembra tenía que ser mía, comencé por hacer el encontradizo con ella, y cada día la notaba más contenta, me llamaba con frecuencia con cualquier excusa y cada vez con más familiaridad nos tuteamos y yo más efusivo, le encantaba que le dijera lo bonita que estaba. Llego su cumpleaños que me había anunciado con antelación y me invito a subir allí estaban sus hijas y sus nietas, ellas me agradecieron las atenciones que tenía con su madre, Eugenia estaba preciosa con vestido ajustado que le resaltaba sus lindas tetas y su hermoso culo, yo todo contenido porque estaba para comérsela aguante como pude. Cuando ya se hizo tarde me baje para mi casa más caliente que un mono,  con sus hijas las que de nuevo me agradecieron y me pidieron que cuidara de su madre, cosa que en mi mente lo tenía muy claro. Desde mi ventana vi que se iban, puse en marcha todo mi plan. Le había comprado un ramo de rosas rojas que sabían que le gustaban y subí de nuevo. Eugenia se llevó una sorpresa cuando me vio de nuevo y más aún cuando vio el ramo de rosas, no sabía qué hacer ni que decir, yo aproveche para abrazarla bien fuerte e intentar darle un beso en la boca, cosa que rechazo nerviosa, lo siento me dijo suavemente  ya sabes que soy muy religiosa y el sexo es casi todo pecado, a lo que le conteste que era una mujer bien linda y que se estaba perdiendo lo mejor de la vida que tenía el derecho de disfrutar de la vida plena, así quedo la cosa, le di un beso en la mejilla y me fui para casa con calentura y enfadado, cosa que ella noto.

Para aliviarme un poco me puse una peli porno de mujeres maduras cuando suena el timbre, abro y allí estaba Eugenia ahora el sorprendido era yo, casi no me salían las palabras, hasta que la invite a entrar, la peli seguía corriendo así que los gemidos se oían  desde la puerta y me pregunto que si estaba con alguien no, no balbucee es solo una peli, la hice pasar, seguía con el vestido que tanto me excitaba, nos sentamos en el sofá y quite la peli. Comenzó por pedirme perdón por la brusca que había sido, que así la habían educado, que solo había tenido sexo con su marido y de vez en cuando, le pregunte que si había tenido algún orgasmo en su vida, se puso colorada pero moviendo la cabeza él no era la respuesta. La abrace cariñosamente y hablar de sexo de sus placeres y lo bueno que es para la salud, ella me confeso que no sabía nada solo abrir las piernas y que su marido se la metiera y cuando se corría se quitaba y a dormir, además que ya era vieja para esas cosas, pero que conmigo se sentía que algo le pasaba por su cuerpo, que había notado que su vagina se humedecía cuando yo la tocaba y que ahora estaba así. Puse de nuevo la peli para que viera como mujeres mayores que ella se lo montaban mientras le acariciaba el cuello, ella no perdía detalle de la peli mientras comenzaban unos suaves gemidos , no sabía que se hacían esas cosas me susurro y más le conteste, el sexo es bello, mientras esta vez si que le pude besar los labios suavecito a principio y respondió mientras mis manos ya acariciaban su tetas por encima del vestido y enseguida note como los pezones se le ponían duros, baje mi lengua por su cuello y los gemidos fueron a mas, le puse sus mano en la bragueta para que notara como se había puesto mi pija al principio con miedo pero ya no la soltaba, nos levantamos del sofá y a apreté bien sujeta para que su coñito nota mi polla mientras que nuestras bocas se fundían cada vez más, mis manos en sus nalgas y ella bien abrazada casi ni me dejaba respirar. Le fui bajando el vestido y allí estaba mi diosa con la bragas mojadas y sujetador a punto de estallar, no hablaba solo gemía, me intento quitar la camisa cosa que le tuve que ayudar y me quite los pantalones y mi boca fue directa a sus tetas y mi mano a su coño que estaba empapado ella torpemente busca mi polla hasta que la encontró bien caliente.

La lleve para la habitación y la tumbe cuando me quite el calzoncillo exclamo que nunca había visto una cosa así, le baje sus bragas y tuvo intención de taparse su rajita le sonreí y le quite el sujetador, allí estaba Eugenia desnuda, era como si fuera la primera vez así que actué con mucha delicadeza, primero lamiendo sus tetazas y sus pezones que como me imagine eran tremendos, duros y color café, mientras acariciaba su coño peludo, solo gemía y gemía, ahora vas a saber lo que siente una mujer mientras le abría sus labios vaginales y comencé a darle una buena lamida, tenía un clítoris grueso así que ataque sin piedad los gemidos ya eran gritos ¡ me gusta me gustaaaaa ¡ sigue cabron sigue así, sin dejar de acariciar las tetas note como le venía un flujo delicioso y su cuerpo se arqueaba, follame gritaba como una loca métemela toda yo seguí trabajando el clítoris hasta que saco el ultimo jugo, cayo como desmayada . Me acosté a su lado y me miro complacida, lo que me he perdido dijo y le conteste esto solo acaba de empezar, cogió mi polla y comenzó a pajearla como me imagine no había chupado una polla en su vida, así que se la ofrecí, al principio la rechazaba porque decía que le daba asco, pero la comenzó a besar, luego a pasar la lengua y  así hasta se metió el capullo y poco a poco le fue cogiendo gusto, me gusta dijo la muy zorra esta rica mientras volvía a tragársela toda, cuando ya estaba bien armada de nuevo se la saque de la boca y apunte a ese coño tan rico, y de un solo golpe se la metí hasta los huevos, y como se puso se movía, subía su culo para que entrara mejor.  dale fuerte cabron dale fuerte y un mete y saca cada vez con más fuerza hasta que de nuevo sentí como se corría y le di una buena ración de mi leche y así nos quedamos un buen rato, Eugenia tenía una cara maravillosa y de sus ojos salieron unas lágrimas de felicidad y yo feliz de darle una gran follada. Estuvimos toda la noche hasta que caímos rendidos de tanto follar.

Desde aquel día, siempre que subía a su casa ya me esperaba solamente con la bata y con una buena mamada es como me recibía, poco a poco la fui introduciendo en más prácticas sexuales hasta convertirla en mi puta, , probo mi leche y le encanta así llevamos varios años.

Un día cuando estábamos en unos de nuestros encuentros sin avisar apareció una de sus hijas pero eso es ya otra historia