Jessica 6000MR

“¿Sera posible? ¿Sera esta mi oportunidad?” Pensaba la impresionantemente hermosa Karen Dolcett, mientras miraba la pantalla de su ordenador desde su puesto de recepcionista de Industrias Dolcett. Rápidamente accedió a las especificaciones, accesibles para ella, dado su puesto de trabajo, pero no para otros. “¡¡SÍ!!” grito en voz alta, mientras miraba a su alrededor para asegurarse de que nadie próximo podía ver u oír su excitación.

Ella, excitadamente, miraba todas y cada una de las especificaciones insertadas en la memoria del nuevo Jessica 6000MR. MR, que quería decir Mobile Rover (Explorador Movil). Estos nuevos modelos iban a ser desplegados por las calles de la ciudad para seleccionar, empalar, y después volver a la base para asar, a cualquier chica que en ese momento tenga el impulso compulsivo de convertirse en carne. Karen casi se corrió de placer al comprobar que el prototipo no tenia restricciones en su programación. No habría ningún algoritmo que le hiciera detenerse ante una posible chica Dolcett para cocinar aunque no tuviera un permiso especifico.

Las cuatro primeras unidades “Beta” serian desplegadas en menos de una hora, y en su pantalla estaba toda la información de su ruta prevista. Karen se dio cuenta que debía darse prisa si quería aprovechar este afortunado descubrimiento. En primer lugar, redactó una nota diciendo que se iba porque se encontraba enferma, y después, apresuradamente abrió su cajón para dejar en el su ropa de trabajo, bragas, sostén y medias, y a continuación deslizar sobre su cuerpo un vestido veraniego, ultra ligero, casi transparente, con cremallera por delante. ¡Perfecto para montar en una de las nuevas unidades! Solo para mejorar su imagen, Karen se puso unos zapatos de tacón de 15 centímetros que tenia también en el cajón. Lo dejo abierto.

“Puedo quitarme los zapatos, el vestido y el reloj cuando monte en el Jessica!” pensó temblando de excitación, mientras corría por el edificio. ”Una manzana a la derecha y otra a la izquierda y podré interceptar a uno fuera de la vista del edificio Dolcett.” dijo ahora en voz alta, corriendo lo mejor que podía con esos tacones. Su reloj le dijo que iba a llegar a tiempo, si los Jessica 6000MR mantenían el horario previsto.

“¡Oh no!” gritó, cuando vio a dos chicas luchando por su derecho a ser empaladas.

Las dos magnificas muchachas estaban desnudas, con la ropa que habían llevado esparcida a su alrededor. Justo unos segundos antes de que Karen llegara, la morena agarro del pelo a la pelirroja y tiro de su larga melena. Su cara se volvió una mueca de dolor mientras su cuerpo sexy temblaba como en un éxtasis orgasmo, mientras ella agarraba el pecho de la otra. Las dos cayeron al suelo, pero invertidas. Por alguna extraña coincidencia, acabaron con sus caras en el coño de la otra.

El Jessica se detuvo, ¿Sus sensores habían detectado a una presa? ¿Cliente? ¿Amante? A Karen no le importaba, para ella solo era una hermosa maquina. Se aprovecharía de su situación... ¡Para hacerla su amante!. En un momento se desprendió del reloj, con dos puntapiés de los zapatos, bajo totalmente la cremallera del vestido y montó sobre la maquina. Se arrodilló con los tobillos juntos, echó los brazos atrás para dejar volar su vestido y entonces se inclino hacia adelante apretando con fuerza sus pechos talla 90C dentro de las cavidades diseñadas para eso.

“¡Chicas, pueden encontrar otro Jessica en la Avenida Karyn Aites dentro de media hora, y otro en calle Milton en una hora! Grito, servicialmente a las dos jovencitas envueltas en el 69, mientras colocaba sus muñecas sobre las esposas automáticas.

“¡Lo hice! ¡¡Lo hice!!” grito alegremente, mientras un orgasmo de triunfo recorría su fabuloso cuerpo encorvado.

En cuanto el delgado cuello de Karen presiono en el apoyo acolchado, que ponía su cabeza en el angulo de empalar adecuado, una barra se movió hasta contactar con su nuca y un sensor de la almohadilla leyó el microchip implantado en su barbilla. La maquina encontró los datos de todas sus zonas sensuales, e incluso lo que -ella adoraba cierto dolor.

Al momento unas pinzas de agarre sujetaron sus pezones erectos, estirándolos, y los retorció salvajemente, dándole una llamarada de agonía que viajó directamente a través de su cuerpo, hasta explotar en su coño. ¡La hizo correrse! con el mejor orgasmo de su vida.

En cuanto el Jessica se dio cuenta de que Karen se había corrido, unas gruesas agujas penetraron en sus pezones casi hasta sus costillas y empezaron a llenar, llenar y llenar sus pechos talla 90C, con un liquido inyectable erótico hasta que sus dos pechos se balanceaban, con la tirante piel a punto de estallar, habiéndose convertido en unos pechos talla 110C, casi E, dándole durante unos segundos, un maravilloso clímax.

La magnifica muchacha abrió la boca, sobrecargada excesivamente con el placer y dolor del que descendía lentamente. En cuanto se dio cuenta de que ella y Jessica habían congregado a una muchedumbre de espectadores, tal y como los diseñadores habían imaginado, nuevas agujas se agregaron a su tormento. Dos entraron en cada uno de sus labios menores, dos mas en cada labio mayor, y una tercera, mas larga, directa en su clítoris. Lo que le había pasado a sus tetas se repitió aquí, con una agonía totalmente diferente.

Mientras unos orgasmos imponentes envolvían a Karen, sus labios se hincharon y dilataron como globos, y su clítoris se extendió como una salchicha, casi 10 centímetros.

Habiendo hecho su trabajo, la aguja se retiro, y ahora que su clítoris estaba mucho mas sensible, una cosquilleante sonda empezó a acariciarlo. Las agujas de sus labios tiraron hacia los lados abriendo su hinchado coño para permitir que el asador que estaba preparado pudiera deslizarse dentro de él. El afilado mástil rozó, insinuante, el cuello de su útero, provocandola un poco mas al rozar su punto G. De nuevo, las sensaciones fueron demasiado para ella y Karen se estaba corriendo de nuevo.

Una vez mas, la unidad se dio cuenta de que Karen recobraba la consciencia y entonces activo el asador hacia adelante a través de ella, en un empujón absolutamente doloroso, acompañado por vibraciones. Mientras se deslizaba por sus labios exquisitos, su cuerpo entero temblaba aún con el fabuloso orgasmo mientras el publico aplaudía.

"¡BEEP! ¡BEEP! ¡BEEP!" sonó de una esquina de Jessica 6000MR, mientras una luz roja, en su parte delantera, empezaba a iluminar, de color rojo el punto donde se había detenido, advirtiendo a la muchedumbre que le dejara paso, mientras empezaba a retroceder hacia donde había salido en busca de la demanda de carne.

Las vibraciones del movimiento fueron otra emoción erótica para Karen, y el saber que ella era, por fin, carne hizo que se corriera de nuevo. De hecho, apenas estaba terminando un orgasmo cuando otro empezaba. Abrió uno de los ojos justo para ver no solo un portal abriéndose para ella y Jessica, sino para producirla un gran shock. A su izquierda casi paralelo, entraba otro Jessica 6000MR. Retorciéndose, alegremente, ¡en él estaba su joven hermana Kathy!

Karen deseo poder gritar un saludo a la bonita rubia, pero todo lo que ella pudo hacer fue parpadear los ojos y pensar, “¡Bienvenida querida hermana! ¡Yo lo he hecho también!” y vio su parpadeo también, mientras su unidad entraba delante y un nuevo orgasmo recorría su cuerpo.

“¡Hijas de puta!” Oyó Karen, mientras su bello cuerpo empalado se alzaba sobre su querido amante, y era depositada sobre un lecho de llameante carbón caliente. “¡Ellas no podían ni una ni otra convertirse en chicas Dolcett! Se suponía que lo tenían prohibido, porque estaban reservadas, para la gran celebración familiar del aniversario Dolcett! ¿Quien infiernos olvido programar eso?

“Alguien nos lo deberia haber dicho!” pensó Karen, segundos antes de que el calor abrasador le diera aun otro fantástico orgasmo, y otro, y otro, ¡¡¡¡y otro....!!!!