miprimita.com

Dónde las dan las toman

en Otros Textos

En un oscuro sótano, en una oscura habitación había un hombre atado a una pared a base de grilletes, estaba aterrorizado. No estaba solo había dos personas un hombre joven de unos treinta estaba con él una mujer morena, estaba mirando, examinando instrumentos como taladros eléctricos, martillos, clavos, martillos, sierras de todos los tamaños, sierras eléctricas, cuchillos.

-Cariño, amor, no lo hagas, por favor, podremos hablarlo.

Sí, lo admito me he equivocado, siento querer transformarte en una muñeca sexual descerebrada, es que me sobrepasó la envidia, los celos, siempre tenías todas las respuestas, siempre la inteligente, siempre la lista,

Cuando le interrumpió unos sobrecogedores alaridos.

-Ahhhhhhh, aaaaaaaaahhhhh, nnnnnnnnnooooooo, paraaaaaaaaaaa, para, para.

-Cariño, escúchame, razona, por favor, lo repito lo siento, yo no debí comportarme de esta manera.

¿Quién era yo para decidir sobre tu vida, tu cuerpo, tu mente?

-Nooooooooo, no, no, no, aaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh, parad, por favor.

Su mujer había decidido con el taladro eléctrico.

-Lorena, detente, detente, no hagas de algo de que te arrepientas.

El hombre habló.

-Serás hipócrita, hacer algo que se arrepienta, y tú pedazo de cabrón cobarde, eres un cobarde, sí un cobarde, contrataste a una gentuza de mierda para drogar, secuestrarla y transformándola en un juguete sexual descerebrada, atada asustada sin poder entender lo que creía lo que estaba pasando.

Supiste de la existencia de esta gente de mierda, no lo pensaste dos veces en querer hacerle esto a tu esposa, una esposa que te amaba, que te quería, que confiaba en ti, tú has destrozado su confianza, ¿dime ha válido la pena?

El hombre le golpeó en el estómago, cuando se hubo recuperado del golpe vio que estaba besando a su esposa, un beso salvajemente apasionado cargado de sensualidad, cuando se hubo terminado de besarse ella encendió el taladro eléctrico, se dirigía hacia él con una sonrisa siniestra, malvada, vacía de toda emoción salvo la del disfrute, la emoción del placer, el placer de acabar con ese maldito cabrón.

Fin.

Continúa en Investigaciones.