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Investigaciones Primera parte

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Investigaciones

Primera parte

 

 

Los investigadores de la policía estaban…, no tenían palabras para semejante matanza, incluyendo a los agentes encargados de vigilar el escenario del crimen también estaban afectados por el horror que habían visto.

 

La prensa estaba allí reunida al completo, cuando se supo del macabro descubrimiento se marcharon rápidamente al lugar de los horrendos crímenes. Se rumoreaba que también venían los noticieros internacionales a informar sobre tan horrenda noticia.

 

Cuando la inspectora de la Policía Nacional Sandra Kichner llegó al escenario del crimen hará como unas 7 horas, siete horas de incertidumbre, las preguntas se agolpaban en su mente,  ¿porqué ellos?,  ¿porqué, quién los odiaba?,  ¿qué hacían en este lugar?,  ¿porqué los mataron aquí?,  ¿tenían pareja?,  ¿porqué no los echaban de menos?,  ¿porqué?,  ¿porqué?, demasiadas preguntas y ninguna respuesta, por ahora.

 

Llevaban horas investigando desde el mismo momento en el que vio el humo del incendio, seguramente para destruir pruebas, lo único seguro es que hay más de un asesino, por que matar a 32 hombres según los forenses, no había duda de que eran hombres las víctimas; ¿cuántos eran para torturar, mutilar y asesinar a todos estos hombres?

 

-Investigadora Kichner,  Investigadora Kichner, Investigadora Kichner, aquí Lisa Martínez del canal 6, ¿qué saben sobre la matanza?, ¿tienen alguna pista?

 

-Lo sentimos chicos acabamos de empezar hace unas pocas horas, no sabemos las pruebas que pudo haber destruido y contaminado el fuego. No tengo respuestas si no montones de preguntas,  ¿porqué ellos?,  ¿quién los odiaba?,  ¿qué hacían en este lugar?,  ¿porqué los mataron aquí?,  ¿tenían pareja?,  ¿porqué no los echaban de menos?,  ¿porqué?,  ¿porqué?, demasiadas preguntas y ninguna respuesta, por ahora no hay nada más.

 

Los reporteros se quedaron callados por semejante sinceridad de parte de la investigadora Kichner.

 

Ella regresó junto a sus compañeros a hablar sobre el siniestro caso, iba a ser un día muy largo.

 

Cuando la investigadora llegó a su casa, fue al cuarto de baño a lavarse la cara, cuando el agua tocó su cara tuvo acceso de vómitos, vomitó en su retrete.

 

-Eres tú cariño.

 

-Sí, soy yo Fran.

 

-Un caso infernal.

 

-No lo sabes tu bien. 32 hombres torturados, mutilados, asesinados y quemados, no sé que demonios ha pasado en esa vieja fábrica abandonada, pero aquello era un matadero.

 

-Dios Santo, cuando me enteré no me lo podía cree, no me creo que una sola persona haya echo todo eso sola, primero hay que reducirlos, segundo torturarlos, mutilarlos de esa manera, tercero matarlos, eso llevaría horas, dos días o días, eso podría hacer que pillaran al asesino.

 

-Eso mismo pensamos todos, hay más, pero no sabemos el número exacto. Me puedes dejar tranquila, cariño.

 

Cuando su marido se hubo marchado a la cocina a seguir preparando la cena, ella se había decidido darse una ducha, se sentía muy sucia, de lo más sucia. El agua empezó a empapar su pelo castaño rizado, siguiendo por el resto de su cuerpo, no era un cuerpo de supermodelo, pero era lo suficientemente atractivo para los hombres, sobre todo gracias al ejercicio, tenía un pecho pequeño con forma de pera, decían lo que más les gustaba era ese rostro que siempre estaba a punto para la sonrisa.

 

La ducha fue de lo más reconfortante, pero que muy reconfortante, se vistió con su pijama favorito blanco, por último se dirigió a la cocina, que desprendía un aroma de lo más delicioso, se le hacía la boca agua. Espaguetis con carne picada, la salsa era de tomate natural convenientemente triturados, nada de tomate comprado a saber que conservantes por Dios tenía.

 

Ella vio a su marido, él no estaba nada mal, 29 años, 1´89, pelo castaño liso, ojos marrones hipnóticos, casado hace 2 años con ella, se mantenía en buena forma gracias al gimnasio, tanto al gimnasio de la ciudad y el que tenían en casa, ganaba bastante bien gracias a su trabajo de arquitecto, él había diseñado su casa mucho antes de casarse, así no tendrían problemas para su vida conyugal, con los niños, invitados, biblioteca, gimnasio, es decir una buena casa que sabía aprovechar el espacio, estaba muy orgullosa de su hogar.

 

-Te gusta la cena cariño.

 

-Pues claro que si cariño, estaba pensando en nuestra casa, en lo bien echa que está, que estoy muy orgullosa de tenerte a ti como marido, y en este bebecito que está creciendo en mí interior, no podía pedir nada más.

 

-Me alegro de que me digas eso.

 

-Claro que sí Claudio, no me crees.

 

Entonces empezó a sonar su móvil, cuando hubo descolgado su teléfono táctil, a ella le sorprendió la noticia dada, resulta que habían encontrado en buen estado todas las carteras de los asesinados, ella estaba que no podía creérselo, que habían encontrado las carteras intactas, eso agilizaría la identificación de los restos de los cadáveres, agradeció por las noticias, que cuando pudiesen le mandasen un fax a su casa con la lista de los nombres.

 

 

 

 -¿Cómo que han encontrado sus carteras intactas?

 

-Sí y eso es lo raro, creo que sospecho que ha siso a propósito, querían que los identificáramos cuánto antes a los muertos.

 

-Algo me dice que no lo han hecho por buena fe.

 

-Yo también lo creo, creo que lo han hecho como una forma de burla, sospecho que lo han hecho no sé…, o de amenaza, pero amenaza a quién, ¿hay más potenciales víctimas?

 

-Increíble, un caso de lo más siniestro se acaba de poner todavía aún más siniestro.          

 

-NO TE QUEPA LA MENOR DUDA.

 

 *******

 

Al día siguiente tras levantarse de la cama, decidió empezar por la esposa de una las víctimas, no sabía ni por cual empezar, así que cerró los ojos y eligió una al azar, vio el nombre de la viuda Lorena Sánchez Monagos, calle Estrella de la Plata, edificio Cantera, piso 3ºD.

 

La dulce viuda Lorena estaba disfrutando de su viudedad con su nuevo amante Richard, su héroe, su caballero, no como ese cabrón de mierda de Abel, que era un puto cabrón cobarde misógino, sí no podía ser mejor la vida  ahora que se había deshecho de él.

 

Como disfrutaba del sexo anal con Richard, con él había sido el primero en probar su culo, se alegró de no haber ofrecido a ese asqueroso su culo, no, no se lo merecía.

Como había disfrutado de las noticias sobre la matanza de esos malditos cabrones, mejoraba bastante más con Richard dándole por culo; estaba teniendo otra ración de sexo anal cuándo alguien llamaba al timbre de la puerta, cuando se hubo vestido un poco y ponerse una bata azul, descubrió con sorpresa que era la inspectora encargada del caso Sandra Kichner, decidió controlarse y abrió la puerta.

 

Tras abrirle la puerta la inspectora vio bastante bien a la viuda de Abel Correa Camacho, era mujer un poco más bajita que ella, 1´70 por lo bajo, era una mujer muy guapa, el pelo era de un castaño que casi parecía rubio, unos ojos grises muy hermosos, su pecho era algo más grande que el suyo.

 

-Buenas que se le ofrece, esto señorita…

 

-Inspectora Sandra Kichner y no soy pariente de la presidenta de Argentina-lo había en forma de broma para romper la tensión.

 

-Esto qué se le ofrece.

 

-Esto tenemos malas noticias, uno, bueno cómo seguro que se habrá enterado de esas horribles muertes-lo decía muy nerviosa, no es nada fácil a una mujer que se había quedado viuda de una forma tan horrible.

 

-Sí, me he enterado, pobres hombres, son todos hombres según dicen las noticias-lo intentó decir lo más coherentemente posible para no delatarse.

 

-Sí, pero en el escenario del crimen encontramos sus carteras, una de esas carteras era de su marido, él es una de las víctimas- la inspectora no sé le escapó la escasa emoción en la noticia de su difunto marido.

 

Richard vio por una rendija de la puerta entreabierta del pasillo que estaba viendo lo que pasaba en la entrada, Lorena odiaba profundamente a Abel y no sabía ocultar esa rabia, tenía que hacer algo así que lo hizo.

 

-¿Qué ese hijo de puta cobarde misógino de Abel ha muerto, qué buena noticia eh cariño?

Richard disfrutó mucho de la cara de perplejidad de la inspectora, no sabía por cual sí por él en calzoncillos, por saber que tenía una aventura con la afligida viuda o por insultar a un muerto o por todo junto. Su cara era un poema.

 

Cuando Sandra vio al joven de treinta y pocos, en mucha mejor forma que su marido, tiene mejores abdominales que él, bastante bien alto 1´94 por lo menos, pelo oscuro salpicado con mechas rubias, le gustó mucho sus hermosos ojos de color café.

 

-Así que esa basura de Abel ha muerto, bien que se lo merecía verdad Lorena, ese pedazo de machista misógino, ese maldito falso, todo don sonrisas, pero todo era una farsa, como él-lo dijo todo esto para confundir todavía más a la investigadora.

 

-Alto, alto…-dijo la señora inspectora.

 

-Cariño, invítala a pasar, menudo interrogatorio en el pasillo.

 

Vio que la casa estaba decorada con bien gusto, muebles grandes de madera, parecían de roble, unos hermosos libros de muy buena calidad, era un piso muy hermoso, no era tan grande como su casa pero estaba bien decorado, tenía que pedir el número de su decorador.

 

-Me está diciendo que una de las víctimas, su difunto marido era un maltratador-ella estaba sorprendida por los acontecimientos.

 

-Bueno, esto, él es la clase de tipo que parece muy encantador durante mucho tiempo, que cuando descubres una aventura no te enfadas con él te echas la culpa a ti misma, piensas en todo lo que has hecho mal para remediarlo. Pero eso no funciona así, aunque cambiaras tu personalidad él seguiría engañándote, riéndose de ti a tus espaldas, hasta que, hasta que, coge la suficiente confianza y ya no lo esconde nunca más, te insulta, te humilla, te hace sentir que sin él no eres nada, créame inspectora no me entristece para nada su muerte, a saber con que compañía de tipos misóginos se habrá juntado, ya sabe esos tipos que piensan que las mujeres no somos menos que unos muebles con coño.

 

Lo mejor que me ha pasado en la vida ha sido Richard, él me defendió de ese, le dio un buen puñetazo en el costillar izquierdo, no sé si Richard le rompió una costilla o no, si le rompió una costilla no sé como pudo seguir adelante. Ya se sabe mala hierba nunca muere o en este caso mala hierba resistente.

 

Mi asqueroso cabrón se acostaba con prostitutas si quiere le doy su dirección.

 

-Eso no estaría de más-la inspectora Sandra no sabía que pensar.

 

-Mire inspectora, en el día del asesinato de esa cosa yo estaba estrenando mi culo con Richard, y él no paró de joderme el culo en unas 4 deliciosas horas de sexo anal. Cuando quiera mi declaración iré a comisaría para declarar y mi chico también, ¿verdad cariño?

 

-Sí, sí, sí, iremos a la comisaría a hacer la declaración.

 

Cuando hubo terminado de anotar la dirección de las prostitutas le dio el papel a la inspectora.

 

Esperaron varios momentos a que marchara la inspectora.

 

-Ah que ah venido eso, ¿y este numerito de los calzoncillos?-lo dijo divertida.

 

-Pues para tener una buena defensa es tener un buen ataque, me dí cuenta de tu escasa emoción al recibir la noticia de ese mierda, así te daba tiempo para que reaccionaras. Se te ocurrió la historia del maltrato psicológico y lo de las prostitutas, son esas prostitutas que te mencionó cuando todavía estabas atada, maniatada en aquella silla mientras él disfrutaba viéndote temblar de miedo, por que no reconocías al hombre del que te enamoraste.

 

-ESO MISMO.

 

-Ven a la cama que no quiero saber que este culo pasa hambre.