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Esclava sexual 2º

en No Consentido

Lleve a mi pequeño Daniel a la guardería. Nadie diría que solo tenía tres años por lo alto que era. Su andar era erguido como el de un adulto y tenía una confianza que me daba miedo al recordar a su padre. Tenían la misma forma de andar y eso que nunca le había visto

Recordé la primera vez que le había visto

Aquel día termine mi formación como escort. Claude entro en mi habitación y sus ojos recorrieron mi cuerpo de la manera lujuriosa en la que solía hacerlo. Llevaba un conjunto de sujetador con tanga que tenía un liguero con  unas medias de rejilla y unos tacones que abrían hecho romperse un tobillo a más de una todo en un color beige que hacia juego con mi piel y daba el aspecto de estar desnuda

Ese día no venia solo. Detrás de él entro un hombre con un traje muchísimo más caro que el suyo. Tenía un aire de dignidad que no tenía Claude ni ninguno de sus hombres. Ese era un hombre peligroso e importante

-Aquí la tiene jefe. Es virgen y acaba de terminar su entrenamiento. Además esta aquí por voluntad propia, como a usted le gusta. Disfrútela

El hombre trajeado entro en la habitación hasta llegar hasta la cama donde yo estaba sentada

Me acerque a él rápidamente y le rodee el cuello con los brazos

-Bienvenido, señor

Fui a besarle y me detuvo

-Dime cuantos hombres han besado estos labios

-Tres y una mujer

-Entonces no sabes besar de verdad

Se sentó en la cama y me hizo sentarme en su regazo. Entonces empezó a besarme muy lentamente antes de que me diese cuenta su lengua deslizo una pastilla al interior de mi boca

-¿Qué es eso que me has dado?

-Una pastilla llena de afrodisiacos naturales. Empezara a hacer efecto en unos momentos

Sentí que de mi interior surgía un fuego y mi centro se humedeció de forma increíble. Me puse a jadear sobre él y a frotarme contra su rodilla. Mi mente se nublo y solo podía pensar en el cuerpo masculino que estaba apretado contra el mío

-Al suelo-baje y seguí frotándome contra su pierna. El se abrió la bragueta y saco una polla empalmada-Chúpala

Me lance sobre ella y me la metí entera en la boca de forma ansiosa, luego la saque y empecé a darle suaves lametazos. Mientras me acariciaba el pelo juguetee con mi lengua en la punta del falo sobre la estrecha abertura como había visto hacerlo a las otras chicas. Su respiración se volvió muy agitada y volví a metérmela entera en la boca antes de sacarla y empezar a jugar con sus huevos con mi lengua mientras le seguía dando estimulación con la mano. Después de meterme uno en la boca me tiro del pelo y  me hizo poner mi cara delante suyo mientras se terminaba de estimular con la mano.

Se derramo sobre mi rostro y yo limpie la cabeza de su miembro a la vez que veía como descendía su erección

-Límpiate-dijo pasándome unas toallitas húmedas de la mesilla. Me limpie y él me miro desde su posición sobre mi- Ahora quiero que me desvistas y luego te desvistas tu

Me levante y desabroché lentamente su chaqueta. Creo que seguía obedeciendo por que había visto lo que les pasaba a las chicas que desobedecían a sus clientes. Empuje la chaqueta al suelo y tire de la corbata hasta que esta se deshizo. Empecé desabrochando los botones de la camisa de uno en uno besando la piel que se iba exponiendo poco a poco. Juguetee un momento con mi lengua en su ombligo antes de empezar a desabrochar y bajar los pantalones. Su bóxer, de los caros y hechos a medida, siguieron el  mismo camino poco después. Se tumbo en la cama y me hizo un gesto para que yo me empezase a desnudar.

Me quite los tacones y luego empecé a enrollar la media de rejilla muy lentamente hacia abajo

-Súbela de nuevo-se oyó desde la cama. Lo hice otra vez aun más lentamente-Así, ahora el sujetador

Dirigí mis manos hacia los tirantes y los deslice hacia abajo antes de llevar la mano a mi espalda y quitarme del todo la prenda. Luego me deslice el tanga lentamente hacia abajo y lo deje en el suelo

-Ven aquí

Me subí a la cama y ande a cuatro patas hasta él. Me cogió de los hombros y me tumbo a su lado. Dentro de poco la quemazón entre mis piernas iba a crear un incendio como no hiciese algo para solucionarlo dentro de poco

Sus manos se fueron a mi entrepierna y se entretuvieron allí. Sus labios y su lengua recorrieron mis pechos a la vez que uno de sus dedos entraba en mi interior. Su dedo se movía dentro y fuera de mi interior después de seguir mordisqueando mis pezones

-¿Quieres llegar al orgasmo?-dijo mientras me seguía mordisqueando

-Si… señor… por… favor-conseguí decir

Me metió otro dedo y empujo tan profundamente que me corrí al instante. Mientras mi cuerpo terminaba de temblar de placer el saco un condón y rasgo el envoltorio con los dientes. Se lo puso y se situó entre mis piernas. Me encontraba jadeante y mi mente dejo de razonar en aquel mismo instante

-Pequeño…-musito mientras su miembro tanteaba mi entrada-Y estrecho… Maravilloso

Su miembro empezó a penetrarme lentamente y sentí como me rasgaba por dentro. Grite de dolor pero aun así me aferre con las piernas a sus caderas con total desesperación con las piernas

Me dolía como si me estuviese penetrando con una barra de acero al rojo vivo pero a la vez era tan inesperadamente placentero que no quería que parase nunca

Placer y dolor se entrelazaban en una fuerte cuerda que ascendía por mi interior mientras el hombre que tenia dentro de mi me penetraba con violentas envestidas mientras me besaba entre mis gritos de dolor y de placer.

Sentí como la cuerda formo un nudo alrededor de mi vientre y explote a la vez que él. Se quito el condón y me obligo a limpiarle con la boca. Antes de darme cuenta volvía a estar erecto

Me hizo darme la vuelta en la cama, poniéndome boca abajo. Cogió la loción de encima de la mesilla y empezó a extenderla por la entrada de mi culo con movimientos lentos.

De pronto su dedo entro hasta el fondo causándome una sensación de dolor y ardor semejante a la de antes, al quitarme la virginidad

-Lo tienes muy prieto, vas a necesitar mucha preparación y hoy no tengo tiempo

Se acerco a sus pantalones y saco algo que no pude ver. Sentí como me clavaba una  aguja en la espalda e inyectaba el líquido que contenía

-Me has gustado tanto que he decidido quedarme contigo-le oí decir mientras perdía la conciencia

Me desperté en una cama con sabanas de seda y totalmente desnuda. Mire a mi alrededor y no reconocí nada a mi alrededor. Me acerque a una de las pequeñas ventanas y vi nubes por la ventanilla

¡Estaba en un puto avión!

-Pensaba que ya te habrías despertado-vi a mi primer cliente con otro traje, se sentó en una de las butacas de cuero y saco un estuche-Es para ti

Me acerque a la otra butaca y me senté sintiéndome muy incómoda por mi desnudez y abrí el estuche de madera. En su interior había un hermoso collar de cuero con un cierre de oro. El cuero era de calidad superior

-¿Qué… significa esto?-dije

-Yo era el dueño de la casa en la que estabas, soy el líder de la organización a la que perteneces. Y por lo tanto me perteneces y he decidido reservarte para mi uso y disfrute personal

-¿Cómo cambiara en eso mi situación?

-Solo yo podre tenerte y vivirás en mi isla privada en las maldivas. Suelo tener a siete chicas, pero una tuvo que… irse por no serme fiel. Al lugar al que ira ahora será tan horrible que deseara estar muerta muchas veces. Tendrás tiempo, ropa cara y lo que desees menos salir de la isla, a cambio de que estés dispuesta a abrirte de piernas para mí siempre que yo quiera. Ponte el collar y encontraras ropa en el armario

Me puse el collar y él lo ajusto a mi cuello mientras me daba un suave beso en la parte trasera de la cabeza

-Me lo estarás agradeciendo toda tu vida-susurro- Te espero fuera

Salió de la habitación y abrí el cajón de la cómoda. Ropa masculina. Abrí otro y encontré lencería de encaje que me quedaba como un guante

Cuando acabe con la ropa interior abrí el armario y encontré un montón de ropa de diseñador,  toda de mi talla

Encontré un vestido de tirantes de un suave color amarillo suave con pintitas blancas que iba acompañado de un cinturón azul celeste. Me lo puse y ajuste el cinturón. Cogí unas manoletinas de entre cientos de zapatos. Me mire de reojo en el espejo y me di cuenta de que estaba horrible, tenía el pelo desastroso y marcas de haber dormido por toda mi cara

Parecería una tontería pero arreglarme y vestirme parecía ser algo tan cotidiano que esperaba que me mantuviese en una especie de limbo durante algún tiempo

Fui al pequeño baño del avión privado y me arregle con los cosméticos que había ahí. Me peine y me puse el pelo detrás de las orejas. Me mire un segundo al espejo pensando que parecía la chica buena que ya no era. Solté mi cabello y lo peine de forma que quedase algo sexy

Salí de la habitación y él hizo un gesto para que me sentase a su lado

-A partir de hoy me llamaras señor Gabriel, ¿Cómo te llamas?

-Soy Karen

-Mi nueva esclava Karen-susurro