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”Iniciaciones”

en Hetero: General

Hola mi nombre es Fabiola Rodríguez tengo 25 años y vivo en Belgrano, en la Ciudad Autónoma de Bs. As, Argentina. De chiquita me crie en Quilmes, zona sur, el cual es el barrio de mis amores. Quiero contarles aquí en varios capítulos mi historia sexual y particularmente como hace unos años el mejor amigo de mi novio me emputecio hasta transformarme en lo que soy hoy: la más puta de todas.

Para que me conozcan les cuento que viví hasta los 17 con mis viejos luego alternando la casa de ambos que se había separado y a los 23 logre irme a vivir sola. Soy hija única y trabajo desde los 18 años en un estudio de abogados que son amigos de mi viejo.  

Ahora estoy sola pero estuve de novia mucho tiempo con Ramiro un chico más grande que yo (me lleva 5 años) que era demasiado bueno, hasta llegar a pasar a ocupar el papel de boludo. La verdad con el tiempo me di cuenta que fui injusta con él pero por otra parte no me arrepiento del placer que me ocasiono todo lo que hice.

El tema con Rami es que era medio pacato en la cama, además dios no lo ayudo mucho con el tamaño de su pene lo que me llevo a engañarlo varias veces. A través de los relatos verán que con el siempre fui todo lo tradicional que no fui, ni soy con los demás en el sexo. Paradójicamente cuanto mas me habría sexualmente con otros mas fría me volvía con Ramiro, con el siempre acabar con preservativo, solo por adelante y de vez en cuando una chupadita. No más que eso. Ahora ya hace como 2 años que nos separamos definitivamente, luego de varias idas y vueltas ya que no pudo soportar en lo que me había convertido.

En cuanto a mi aspecto físico soy menudita, peso unos 45 kilos, apenas supero el metro cincuenta y soy de tez y pelo oscuro, de cara no soy una modelo pero tampoco soy fea y tengo unos atrayentes labios gruesos que invitan a besarlos o en su defecto a querer meter algo dentro, tengo 85 de unos firmes y redonditos pechos pero con espalda chiquita lo que los hace lucirse bastante bien pero que no son mi plato principal, lo que mas atrae de mi definitivamente es mi colita. Desde preadolescente los hombres se dan vuelta en la calle para mirarme mi firme y paradito ojete. Como desde chica supe que esa iba a ser mi principal arma de seducción empecé a vestirlo con ajustados jeans y luego cuando comencé a liberar mi mente en cuanto a lo sexual con calzas en colores claros que transparentaran mi ropa interior.

Pero aquí lo que quiero contarles en realidad son mis raras pero muy calientes experiencias sexuales. Así que, allá vamos:

Mis primeras experiencias obviamente fueron conmigo misma allá por la pre adolescencia cuando comencé a descubrir mi cuerpo, no perdía ocasión para refregarme en las sabanas o hacerle el amor tanto al embase de mi desodorante como al chorro de agua que salía del duchador en mis baños diarios.

Pero la primera persona que despertó, en mí, deseos sexuales fue Mauricio, un abogado amigo de papa. Mauri (como le digo ahora que trabajo con el) venia muy seguido a casa y cuando comencé a desarrollarme no perdía ocasión para aprovecharse de la confianza que existía con el y sentarme en sus piernas mientras me acariciaba a espalda mas debajo de donde esta termina, lentamente yo me iba corriendo hasta sentir crecer el bulto en el costadito de mis nalgas, este era nuestro juego, no pasaba de ahí, yo terminaba toda mojada corriendo a encerrarme en mi cuarto y descargándome con la almohada. El se descargaría con su mujer, valla uno a saber…

Recién estando en la secu tuve mi primer experiencia explicita con el sexo si bien no perdí mi virginidad. Fue con Sergio mi primo que en ese entonces tenía 18, éramos muy compinches y un día mientras en mi pieza charlábamos de sexo y todo eso, me dijo si no quería ver una película porno ya que tanto preguntaba del tema. Yo acepte, trabamos la puerta del cuarto para que no nos descubrieran haciendo esa “chanchada” y pusimos la peli. La imagen que vi me dejo boquiabierta una despampanante rubia chupaba un pene negro enorme. Haciéndome la santa exclame.

-          que asco meterse eso en la boca.

-          Es lo mas normal del mundo – dijo Sergio –con Sandra (su novia de aquel momento) lo hacemos siempre

-          Ajj. Que asquerosos. ¿y a ella le gusta?

-          Le encanta, después se lo hago yo a ella. Es hermoso.

-          Vos me estas chamullando, eso lo hacen solo en las películas porque les pagan.

-          A mi novia no le pago y me lo hace

-          ¿y la tuya es como la de la película? (tire riéndome pero muy caliente)

-          Fijate – dijo mientras me ponía la mano sobre su bulto que ya estaba crecido-

-          ¿Que haces zarpado? – dije haciéndome la enojada

A lo que el respondió bajándose el pantalón y el slip dejando al aire una verga bien parada, no muy grande (aunque en ese momento me pareció gigante) pero dura como un palo. Yo quede hipnotizada ante ese miembro que era el primero que veía en vivo y en directo

- dale chupalo un poquito, si te morís de ganas – dijo mientras ponía su mano detrás de mi nuca y me acercaba a su herramienta. Yo solo atine a abrir la boca una vez que llego a donde estaba la cabeza, el me agarro con las dos manos y la metió profundo, freno cuando sintió mis arcadas, pero no se apiado.

 Me agarro de los pelos y comenzó a cojerme la boca. En lo mejor cuando sus movimientos de cintura eran frenéticos y mientras me decía – así putita siempre quise tenerte así – golpearon la puerta.

Puta suerte, se subió los pantalones y abrimos. Era mi tía, su mama, que avisaba que se iban. Espera dijo el primero tengo que pasar por el baño (en donde seguramente se hizo una hermosa paja). Mi tía se acerco a mí y dijo – querida tenes corrido el labial – mientras pasaba su dedo por mis labios sacándome los restos de rush que había desparramado con la pija su hijo.

En eso quedo mi fallida primera vez, ese día estaba dispuesta a todo con Sergio quien por culpa de su vieja se perdió quedarse con mi virginidad.

Mi primera vez llego un tiempo después del episodio con mi primo. Hacia poco que salía con Ramiro, un pibe que era del barrio, mas grande que yo, quien me espero (hasta diría que demasiado) cuando supo que era virgen. En realidad tuve que convencerlo yo a el.

Una tarde en su casa cuando no estaban sus viejos tuvimos nuestra primera vez, en realidad la mía, rami ya había tenido relaciones con una compañera de la secundaria pero evidentemente mucha experiencia no había adquirido.

El tema fue que nos quedamos solos y estábamos meta franelear, yo estaba re caliente y el tipo no avanzaba, en ese momento entre el miedo a la primera vez y a quedar como una puta si yo era la que avanzaba me aguantaba toda la calentura. Esto había pasado varias veces y siempre había tenido que arreglármelas conmigo misma. Siempre le lanzaba indirectas como – vos sos el amor de mi vida, yo siempre soñé tener mi primera vez con vos – y cosas así, pero el tipo me frenaba diciendo: vos sos muy chica tenes que hacer el amor cuando estés realmente convencida, y bla bla bla. Llegue a creer que era gay y me usaba para ocultarlo pero no, aquella tarde logre que me desvirgara.

La verdad que mi primera vez si bien no fue dolorosa tampoco fue placentera. Fue todo demasiado cuidado el constantemente me preguntaba si estaba bien, si no me dolía y llego un momento que creí que estaba haciendo el amor con mi vieja no con mi novio. Estaba mas preocupado en preocuparse que en cojerme. En síntesis por primera vez tuve una pija adentro mío, pero algo falto, como falto algo siempre en nuestra relación en cuanto a lo sexual. Como tipo era divino pero yo quedaba totalmente vacía en el placer. La verdad que después de la primera, las siguientes veces fueron un poco mejores pero nunca lograba hacerme llegar al orgasmo, algunas veces hasta intento probar metérmela por atrás para ver si así me calentaba mas y acababa (dice que había leído en una revista que había mujeres que acababan antes por atrás que por adelante, para mi era un chamuyo para hacerme la cola)  pero era muy bruto y al sentir la puntita ya me cerraba y no quería saber nada. Por eso a pesar de que era un buen tipo fue engañándolo como comencé a gozar realmente de mi cuerpo.