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No sabia que me podía gustar tanto ser follado

en Gays

Todo ocurrió una noche a la vuelta de una cena de empresa, volvíamos ambos en su coche con alguna copa de más, ligeramente alegres, se podría decir.

No recuerdo en torno a que giraba nuestra conversación, pero si recuerdo que en algún momento el me pregunto si me apetecía que parasemos a fumar un cigarrillo, y por supuesto accedí.

Lo curioso es, (y sonrío ahora al recordarlo), que se adentro por un camino segundario hasta parar el coche detrás de una casa abandonada, yo ya intuía algo y no dije nada, pero interiormente me estaba partiendo de risa.

 Entonces encendimos un pitillo cada uno mientras en el ambiente se podía oler el nerviosismo de ambos, ahora era cuestión de echarle valor, ¿pero quién daría el primer paso?

Me vuelven los nervios al estomago cuando revivo el momento.

Después de un silencio que me pereció una eternidad sentí como su mano acariciaba tímidamente mi nuca, y no pude aguantar más, me abalance sobre el buscando su boca y lo besé con todas mis fuerzas liberando con ello la tensión que tenia acumulada, solo cuando ya me sentí más tranquilo despegué mis labios de los suyos.

Por fin ya estábamos más relajados y podíamos articular alguna palabra, hablamos sobre nuestros gustos sexuales, el me dijo que le gustaba todo menos que se la metieran por el culo, no lo había probado nunca pero tampoco quería hacerlo.

Aquello me recordó un poco mi experiencia anterior, no tengo suerte, otro al que le gusta dar y que no le den, pensé.

Pero a esas algunas estaba yo ya demasiado caliente para volverme atrás, y estaba dispuesto a aceptar lo que fuese.

Salimos del coche, nos desnudamos y volvimos a él rápidamente, afortunadamente no hacía mucho frio aquella noche.

Entonces se acabaron las inhibiciones, mientras nos besábamos en la boca, en el cuello, en el pecho, mordisqueándonos los pezones, mi mano busco por debajo de su vientre y encontré lo que buscaba, allí estaba su polla, dura como una roca y con el glande humedecido.

Afortunadamente para mí no la tenía tan grande como el cínico de mi primera relación.

Si mano fue también a buscar la mía, la cual no estaba menos dura y húmeda, a continuación se inclino sobre ella y se la metió toda entera en la boca, luego fue sacándosela de la boca y volviendo a tragársela nuevamente, mientras su lengua iba jugando con mi glande, aquello era el cielo, le tuve que pedir por favor que parase, no quería correrme aun, aquello era demasiado bueno, una de las mejores mamadas que me han hecho.

Ahora llego mi turno, le limpie con la lengua el liquido que fluía de su glande y me la fui introduciendo lentamente en la boca, yo también conseguí tragármela entera, la sentía latir dentro de mi boca, no era una polla que excitase por su tamaño, pero esta tan, tan dura, parecía tener vida propia, lo hice lo mejor que supe y  os puedo asegurar que los suspiros que daba no dejaban lugar a dudas, lo estaba haciendo bien, el también me pidió que parase, lo hice y pase a lamerle los huevos llegando a meterme uno dentro de la boca.

Entonces me pidió que me inclinase de manera a poner mi culo frente a su boca, postura difícil dentro de un coche pero lo conseguimos, y entonces, para mi sorpresa, su puso a pasarme la lengua por todo el culo hasta terminar lamiéndome el ano, aquello me encanto, tenía mucho morbo, ¡muchísimo!

Ahora despacio me fue introduciendo un dedo, luego dos, menuda diferencia entre mi primera relación con un hombre y esta, pensé.

Después de unos minutos dilatándome el culo me pidió que me sentase sobre él con las piernas entre los asientos mirándonos de frente y aunque con dificultad, así lo hice.

Entonces le pregunte si tenía algún preservativo y me dijo que no pero que no corría ningún riesgo, soy consciente de que esto fue una gran falta de responsabilidad por mi parte, pero a esas alturas ya no había razonamiento en el mundo que me hiciera dar marcha atrás.

No dije nada más, apoyé mis manos sobre sus hombros, levanté un poco mi culo, y mientras mi lengua se hundía en su boca, me fui dejando caer lentamente sobre su verga, fue entrando despacito pero a la primera, esta vez casi no me dolió, y así abrazados nos fundimos en un baile acompasado y frenético, sentándome y levantándome ligeramente mientras el empujaba hacia arriba para que no quedase ni un solo centímetro de polla fuera.

Casi puedo revivirlo en este momento, cuanto disfruté con aquello, el pensar que otro hombre estaba disfrutando con mi cuerpo y dentro de él me vivía loco, esta vez no deseaba que se acabara, pero al cabo de un rato llego lo inevitable, me dijo que se iba a correr, que lo dejara correrse dentro, ¿que podía yo hacer ya?.

Lo dejé y una vez más sentí el calor del semen dentro de mi culo mientras su polla latía como un corazón.

Me levante, salimos del coche y nos limpiamos con papel de cocina que él llevaba en el coche.

Pero entonces, y debido a que esta vez no me había corrido como en mi primer relato, se me ocurrió pedirle que me hiciera una mamada, y él, a pesar de haberse corrida ya accedió.

Y se entrego a la faena, chupándomela tan bien como al principio, yo me retorcía de placer, y en el último instante cuando ya no aguantaba más decidí no avísale y deje que mi polla se vaciara entera dentro de su boca, incluso le sujete ligeramente la cabeza por si acaso y me vacié entero.

Entonces se incorporo y abriendo la puerta lo escupió todo fuera, luego sin mediar palabra encendió un cigarrillo, expulso el humo y volviendo la cara hacia mí me sonrió y yo le correspondí.

Y con este maravilloso polvo acabo nuestra relación, se fue de la empresa y perdimos el contacto, cuanto me gustaría volverlo a ver.

No olvidéis puntuar este relato y no dudéis en enviarme un mail con vuestra opinión o lo que queríais.