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Mis orgasmos con nikki (i)

en Erotismo y Amor

 

No formaba parte de mi alumnado, efectivamente había reparado en ella como cualquier hombre al verla casi a diario caminar por los pasillos y biblioteca de la Universidad, no suele pasar desapercibida e, incluso, es motivo de comentarios sexuales y obscenos entre muchos hombres, ya me entienden, todos hablan de sus encantos y los más atrevidos hasta de follársela si pudiesen, pero la ven inalcanzable. Pues bien, sin tener intención de ello, esa ocasión se me presentó gracias a su caliente curiosidad.

Su nombre es Nikki una hermosa chica colombiana de 23 años, de rasgos muy exóticos y piel canela, con un cuerpo lleno de curvas hecho para el pecado, me comprenden, de los que destilan sexo por sus cuatro costados, con larga cabellera levemente ondulada de color negro, bien cuidada, que se pierde a mitad de la espalda, y unos ojos rasgados igualmente negros con una hechizante mirada felina penetrante que incita placer y deseo, al igual que su boca llena de morbidez con unos apetitosos labios rojos muy naturales que piden comérselos, sobretodo cuando sonríe, con un lunar entre su boca y la nariz morbosamente situado, su voz es muy sensual y dulce como para convencer a cualquiera, por si fuera poco de la misma manera desprende un considerable erotismo, un valor sexual que no todas las mujeres poseen, su cuerpo es casi perfecto con unos grandes pechos, una rica cintura para llevarse agarrado a ella todo el día, junto a unas recias piernas con unos muslos colosales y, sobretodo, un culo mareante, duro y prieto, con solo mirarla uno imagina el coño que debe de tener y en como sería follarla. Un bellezón y un mujerón, eso es lo que es Nikki.

Sin más preámbulos, estando un día en la universidad, un poco tarde, tanto que apenas había personal por los pasillos, algunos pocos alumnos y profesores más el personal de limpieza y seguridad, salí de mi despacho y procedí a dirigirme al cuarto de baño a orinar, no podía aguantarme más, mi sorpresa vino minutos más tarde, cuando al sonar unos pasos tras de mi descubrí que me observaban unos hermosos ojos grandes de una chica latina espiándome al tiempo que orinaba.

Yo: “Holaaaa, ¿quién está ahí?”. Pregunté cuando noté que alguien me observaba, ya con el miembro en la mano.

Nikki: “Perdón, soy yo, no he podido resistirme, me gustas demasiado desde hace tiempo y cuando te he visto pasar así tan alto, con esos ojos verdes, y esas gafas, me he preguntado al verte que este hombre no puede ser perfecto, y me he acercado lentamente al baño, y me he encontrado con algo magnífico como su pene sin necesidad de estar eréctil, eres delicioso”. Me dijo entre nerviosa y descarada, nerviosa  por ser descubierta y descarada por su fisgoneo y deseos.

Viéndola allí delante, vistiendo una camisa blanca y una estrecha falda gris perla que le llegaba por el medio muslo, dejando ver una agraciadas piernas sin un gramo de grasa, y calzando unos tacones, no muy altos, pero si lo suficiente como para dar ese toque de sensualidad que despierta tantas fantasías entre el personal masculino, unido a su sensual voz latina entre nerviosa y golosa, no pude sino calentarme exageradamente, la situación era algo cómica pero Nikki me estaba mirando la polla y estaba gustándole, parecía que el mundo se reducía a ese cuarto con lo que llevado por el frenesí que sentía, me acerque lentamente hacia ella, la notaba tan excitada como yo y no dejaría que se fuera del baño sin tener sexo con ella, a ambos nos apetecía, nos lo expresábamos con las miradas, y la tranca me cosquilleaba y ya estaba totalmente erecta, no obstante se me adelantó acercándose hacia mi besándome sin solución de continuidad, tenía su lengua en mi boca, nos la comimos ardientemente, tengo que decir que besa muy bien, pero cuando me di cuenta estaba arrodillada frente a mi dándome sexo oral, ufffffffffffffff, que rico, solo con recordarlo me empalmo mientras escribo, como movía esa lengua por la punta del glande mientras con una mano me masajeaba el tronco de la verga, alternando los lametones con la felación, es de las de garganta profunda y de su boca entraba y salía de mi polla dandome un gusto exquisito, mi prepucio iba para atras y adelante merced al ritmo que marcaban los ensalivados labios de Nikki, cada vez estaba más excitado, solo cerraba los ojos recreándome en la satisfacción y el gusto que esta diosa latina me estaba proporcionando. Al rato, cuando termino de chupar y comerme el pene, la hice levantar, y la acerque contra la pared para follarla como merecía la ocasión, el momento nos pedía sexo duro a los dos, tenía ante mi un polvazo inolvidable, a una chica a las que todos anhelan coger algún día.

Pero no quería terminar tan pronto, el cuerpo me pedía y exigía mucho más, quería hacerla gozar y otorgarle mucho placer a esta mujer, viéndola de espaldas con las manos sobre la pared, con aquellos muslos y, sobretodo, ese culazo respingón con la falda puesta, decidí juguetear un poco con Nikki que, aunque vestida era maravillosa, una vez que se quitó el tanga de color blanco me estimuló en demasía sintiendo y conociendo que tras aquella apretada falda de color gris no había ropa interior estando expuesto su coño, con lo que acto seguido resolví introducir una mano en su entrepierna, cosa que aceptó gustosa dando gemidos leves, y comencé a hurgar en su sexo, estaba caliente y empapado de flujos, ya había mojado, al tanto reparé que estaba totalmente depilada y que era muy apetitoso ese coñito, pero intuía que a pesar del placer que estaba sintiendo, Nikki estaba deseando ser follada, pero aun así quise excitarla mucho más jugando con su sabroso coño, acto seguido encajé varios de mis dedos en el interior para masturbarla, pasándolos de arriba hacia abajo insistentemente y con empeño a la vez que escuchaba sus gimoteos del gusto que le estaba proporcionando, cada vez más intensos, me detuve especialmente en el clítoris, bastante duro y me lo figuraba rojo y delicioso, insistí en el mismo y aprecie como Nikki, retorciéndose de gusto, estaba teniendo un orgasmo, llenándome la mano de su leche y flujos que comenzaban a derramarse por los recios muslazos de la joven. Nikki es una hembra colosal, como he referido anteriormente con un cuerpo hecho para el sexo, un prodigio de la naturaleza.

Tras retozar un rato con los dedos en el interior de la vagina, comencé a desnudarla suavemente, aun manteniendo la palma de una de mis manos palpándole el coño mientras le besaba el cuello y le hablaba al oído, desabotonando su camisa blanca que, una vez fuera de su cuerpo, reveló la generosidad de su busto, unas ricas tetas que se hicieron más visibles una vez que quedó despojada del sujetador también de color blanco. Sus pechos son prominentes, a la medida de su rico cuerpo, de talla 95 aproximadamente, con unas deliciosas aureolas oscuras encerrando unos grandiosos pezones que, en ese momento, se encontraban bien duros por la excitación, no pude reprimirme y los amasé al tiempo que chupé y mordisqueé suavemente cada una de sus tetas, especialmente los pezones en punta duros como una piedra, al tiempo que notaba lo dura que tenía la polla que acercaba a su cuerpo para que la notara excitándola cada vez más.

Nikki respiraba agitadamente debido a la fogosidad, sus deseos habían sido excedidos, no solo había satisfecho la curiosidad de ver mi polla y abordarla, sino que al mismo tiempo estaba sintiendo un inmenso placer con el hombre de sus deseos, el que tanto le gusta, el mismo que la estaba manoseando empotrada contra la pared del lugar, presto a follarla a continuación. Nos apartamos un poco, Nikki quedo desnuda, únicamente con su estrecha falda y los tacones, mientras quedé desnudo completamente con 23 centímetros tiesos por su culpa, de nuevo me atrapó la tranca comenzando a masajearla, al mismo tiempo que por mi parte aun no había dejado de acariciar la vagina suavemente, de hacerle cosquillas en los labios del sexo de la joven que se sacudía por el placer; por mi parte estaba muy erecto, sacando definitivamente la mano del sexo de Nikki, acerqué mi cuerpo rozándolo con el suyo mientras continuaba pajeando la dura polla. No pude aguantar más, o la follaba o estallaba allí mismo, con lo cual le aparté la mano llevándosela a la boca para chuparla, y colocándose nuevamente de espaldas, mirando a los azulejos del lavabo, se levantó la falda hasta la cintura dejando ver todo su imponente trasero colombiano, mirándome fijamente se inclinó un tanto exhibiendo como una mercancía su carnoso coño, brillante ya por sus flujos y la corrida anterior, a la vez que se pasaba un dedo por el mismo de abajo hacia arriba, toda una invitación a la lujuria.

Viéndola así, desnuda de cintura para arriba, con sus tetas colgando y su apetitoso culo y coño expuesto al aire para mi, todo sostenido por unas piernas de locura y con tacones, con su cabello negro colgando por su espalda así como por delante de ambos hombros, mirándome con ojos felinos deseando ser penetrada, era todo una provocativa invitación a que la follara, por lo que dirigí mi polla hacia el interior, pero antes jugueteo un tanto en el exterior, pasando la verga por su vulva, sus muslos, por todos sus labios y las duras y golosas nalgas de Nikki, ya he dicho que estaba muy mojada y me suplicaba que la penetrase pronto, "fólllame yaaa...", expresó resoplando y nerviosa, yo también lo estaba por la excitación que sentía en esos momentos, por lo que procedí a introducir el viril miembro lentamente entre los pulposos labios del coño de Nikki que exhalo un fuerte grito de placer al recibirlo en su interior, ambos lo hicimos, estábamos muy excitados, una vez introducida la polla hasta el fondo del coño de Nikki comencé a bombearla ricamente, la falda de ella estaba levantada a la cintura mientras estaba siendo cogida, algo que me ponía aun más, saboreaba cada embestida tomándola por la erótica cintura, movía su esplendido culazo piel de canela de atrás hacia adelante y viceversa, aumentando cada vez más la intensidad de las embestidas mirando un culo que hace perder el sentido a cualquier hombre, me consta, tanto que me quedé detenido observando aquel espectáculo, porque ahora era Nikki la que movía insistentemente su recio y duro trasero tragando polla, gobernaba la situación y estaba dichosa disfrutando de estar siendo follada en aquellos momentos, se le estaba cumpliendo una fantasía, aunque reconozco que esta era mutua porque la posibilidad de coger con Nikki jamás se me había pasado por la cabeza y ahí la tenía con mi sexo dentro de su sabroso coño, y bien que lo estaba saboreando.

Ambos sudábamos y jadeábamos, Nikki estaba teniendo un nuevo orgasmo, el segundo después de la masturbación de su clítoris minutos antes por mi parte, era muy fogosa, las acometidas se sucedieron cada vez mas enérgicas, me pedía más fuerte, eran intensas y duras hasta que noté como me llegaban las primeras convulsiones, mi semén quería estallar ya, quería conocer el coño de la joven, rápidamente saqué la verga del interior de Nikki al estar penetrándola a pelo, sin precauciones, volviéndose hacia mi apresuradamente y agachándose en cuchillas recibió mi leche que esparcí en su precioso rostro y boca, la estaba regando de leche quien, a la vez, con una mirada lasciva de placer se acariciaba la entrepierna toda mojaba chorreando sus flujos y leche por los recios muslos de la sensual Nikki, por sus suspiros y jadeos estaba teniendo un nuevo orgasmo con la paja que se estaba haciendo mientras simultáneamente comía nuevamente mi polla, “es para limpiártela, jejejeje…¿no te gusta como lo hago?”, me dijo irónicamente entre risas con su acento latino y, dando un grito, observé como esparcía su leche en el suelo del cuarto de baño como producto de una nueva corrida.

Todo acabo, terminamos fatigados, hubo mucha pasión y el hecho de estar en un lugar público le añadió más morbo a lo acontecido. Nikki se levantó y comenzó a lavarse la cara por el semen que aun corría por la misma y por las comisuras de sus labios, aunque se relamió los labios y trago algo de restos, por mi parte procedí a vestirme y a aderezar bien la ropa, al tiempo que miraba como hacía lo propio aunque tomó unas toallitas con la que se limpió el coño y los muslos interiores, otro espectáculo por la sensualidad como lo hizo, estaban mojados y pegajosos, no en vano había tenido tres orgasmos, para finalmente agacharse a tomar su tanga que, con mucha erotismo, fue colocándoselo, así lo propio con la camisa todo en agradable conversación sobre lo ocurrido, sin arrepentirnos de nada. A la hora de salir tomamos las debidas precauciones, más por Nikki al estar en los lavabos masculinos, y para no dar habladurías, al salir me dio un enorme beso en los labio y se marchó con un “hasta la próxima ocasión, corazón, me ha agradado mucho, espero que a ti también”, mientras me sobaba el bulto que mi polla hacia en la entrepierna. ¿Qué si me había agradado?, que llegara esa ocasión y volver a follar ya era una fantasía para mi que anhelaba que se produjera.