Después de mucho tiempo sin escribir, llevaba algún tiempo queriendo contar merecedora de un relato mayor, si bien contaré ambas para seguir un mejor y mayor desarrollo de la historia una experiencia que me sucedió este verano...
Estaba aquella tarde solo en casa, salía de la ducha y no me puse ropa interior, únicamente me coloqué encima el pantalón de un pijama rojo, es una costumbre como tantas pero me gusta, uno se siente más cómodo y ligero.
Durante un mes por motivos de trabajo tuve que quedarme en una ciudad próxima a la mía, afortunadamente para mí la familia tenía un conocido en esta ciudad con lo que se entabló contacto con él para poder pasar este tiempo en su domicilio para de esta forma ahorrarme al menos la estancia...
No formaba parte de mi alumnado, efectivamente había reparado en ella como cualquier hombre al verla casi a diario caminar por los pasillos y biblioteca de la Universidad, no suele pasar desapercibida e, incluso, es motivo de comentarios sexuales y obscenos entre muchos hombres, ya me entienden, todos hablan de sus encantos y los más atrevidos hasta de follársela si pudiesen, pero la ven inalcanzable. Pues bien, sin tener intención de ello, esa ocasión se me presentó gracias a su caliente curiosidad.
Se trata de una primera experiencia con una prostituta.
En este relato voy a narrar la primera vez que ensarté el culo de una mujer...
Al final de la anterior entrega Sonia me sorprende con una respuesta positiva a una propuesta que le hice, la de contratar a una prostituta para hacer un trío...
Poco más de un mes desde el segundo encuentro, Sonia volvió a llamar para quedar para eso literalmente hablando...
Hace poco menos de un mes publiqué un relato bajo el título La sensual Sonia, una de las mujeres que más morbo me ha dado en el último año
Los conocía desde hacía años, formaban un matrimonio consolidado...
Todo sucedió en el mes de mayo de hace nueve años, cuando fui invitado por una chica a pasar el fin de semana en su casa de la ciudad donde trabajaba.
Este relato es una historia absolutamente real que me sucedió hace bastantes años, aproximadamente más de veinte, varias veces he estado tentado de contarla pero nunca me había decidido hasta este momento y no sé porqué.
Todo sucedió en el mes de mayo de hace nueve años, en el que fui invitado por una chica a pasar a pasar el fin de semana en su casa de la ciudad donde trabajaba.
Esta historia ocurrió hace años, cuando era mucho más joven tendría alrededor de 18 ó 19 años no más...
Este relato es una historia absolutamente real que me sucedió hace bastantes años, aproximadamente más de veinte, varias veces he estado tentado de contarla pero nunca me había decidido y no se porqué.
Por fin había quedado con mi alumna rubia, mi capricho desde hace varias semanas desde que reparé en sus piernas y cachas sentada al sentarse en su pupitre...
Pasaron varias semanas del calentón que me provocó mi alumna...
Era una mañana como tantas otras cuando entre en el aula a impartir la clase...
Durante un mes por motivos de trabajo tuve que quedarme en una ciudad próxima a la mía...
Nos hallábamos un grupo de amigos de vacaciones en una ciudad del centro...
Hacía algún tiempo que no tenía sexo, pero la oportunidad aparece cuando menos lo esperas
Este relato, aunque independiente, podría ser la continuación del anterior de las becarias, de hecho recurro en este caso a una de las protagonistas.
En ocasiones los deseos se cumplen cuando menos los esperas, ciertamente es verdad que tienen que confluir ciertos detalles...
Hace varias semanas publiqué un relato corto contando una experiencia sobre un hecho completamente real que me sucedió en mi adolescencia...
Recuerdo que era por la tarde, ingresó repentinamente en la biblioteca como un huracán, conversando fuerte y preguntando cosas...