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La pelirroja

en MicroRelatos

Se respiraba el calor del verano en el ambiente. En plena capital, encerradas en una habitación se encontraban dos chicas. La primera se llamaba Nuria, una policía con una trayectoria tan envidiable como su cuerpo e intelecto. La otra, la chica de la cama era una apasionada de los libros y de las artes marciales, que a pesar de su éxito entre los hombres, ansiaba una aventura con una chica.

El sonido del despertador  hizo que Nuria se incorporara poco a poco en la cama. Aunque aparentemente todo seguía igual, notó que algo cambiaba en esa pequeña habitación. Olía diferente. A fresas y a chocolate. Se dio la vuelta confundida y poco a poco fue entrando en razón ¡La pelirroja estaba en su cama y desnuda!

La mujer, un tanto confundida, intentó despertar a aquella extraña que estaba en su dormitorio.

-Buenos días -dijo la chica pelirroja  somnolienta-me gustó mucho el interrogatorio de anoche.

-Pero..¿qué pasó? -Le dijo Nuria preocupada.

- Puede que no te acuerdes ahora, tiene que ver lo que bebiste. Desde hace mucho pasaba por la comisaria y te veía desde fuera. Cuando nos encontramos ayer por la noche en la discoteca del puerto empezamos una especie de juego de seducción a ver quien acababa con esa tensión sexual que se notaba entre las dos y en cuanto tuviste oportunidad me robaste un beso. Después de jugar por encima de tu ropa sintiendo como me deseabas te pedí que fuéramos a un lugar más tranquilo y privado. 

-¿Y qué más pasó? creo que hicimos algo más -dijo la chica con tono de preocupación.

- Jajaja tranquila señorita policía, tan solo te hice lo que prometí, usé la porra contigo -tras soltarle eso fue en busca del arnés que estaba la otra habitación y se lo puso. Caminó de forma sugerente hasta el marco de la puerta y allí observó a la chica de la cama.

-¿no lo reconoces..? Anoche no parabas de pedir que te penetrara mas fuerte -dijo ella con tono divertido.

-Yo...creo que necesito recordar más

-Pues...entre los gemidos que te sacaba con mis dedos dentro de ti -le dice mientras va bajando su mano izquierda a la entrepierna - los masajes que le daba a estos pechos tan sugerentes -le hace una demostración pelliscandoselos - y las mordidas en el cuello que te empecé a hacer estabas loca de placer.

La chica policía no podía negar su excitación. Acabó por dejarse llevar entre las manos de esa pelirroja con un cuerpo de pecado. Ambas, llevadas por el momento se besaban apasionadamente. La ropa ya no las separaba, no había ni una sola prenda en sus cuerpos. Las manos acariciaban hasta el último rincón. 

  -Espera- dijo entre suspiros la chica policía- hoy me toca ser la poli mala.

Dicho esto se hizo a un lado y abrió el cajón de su mesilla. Sonrió al encontrar algo perfecto para el momento. Escondiendo sutilmente las esposas se levantó de forma sensual  para jugar con los deseos de su acompañante. La pelirroja, que no había perdido detalle del buen culo que tenia Nuria, esperaba intrigada en la cama.

-Ahora relájate- dijo la policía poniendo música suave- ya que te gusta tanto verme en la comisaria...hoy te voy a detener.