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Un juego muy peligroso

en Sexo Anal

Cecilia repasaba su atuendo cada vez que pasaba junto al espejo del corredor, su diminuto vestido color blanco era apretado y sensual, de esos tipo spandex que tanto le gustaban a Carlos ya que en varias ocasiones lo había visto babear cuando alguna impulsadora se le acercaba sonriendo y ofreciéndole alguna promoción en el centro comercial, luciendo uno de esos vestidos y medias negras y Carlos obviamente no podía dejar de mirar cuanto podía, pero cómo no podría si casi no había nada que ocultar. Cecilia era una mujer muy hermosa, de ojos grandes, caderas voluptuosas sin ser exageradas, piernas sensuales y hermosas, y aunque no tenía nada que envidiar a jovencita alguna, siempre lucía ardiente y deseable para su esposo y cuan afortunado podía observarla caminando por la calle con la sensualidad que caracteriza a una mujer fatal.  La hora de la llegada de Carlos estaba cerca, mientras, descalza iba y venía arreglando todo para la sorpresa que le preparaba y nuevamente se detenía frente al espejo, levantaba el filo del vestido más arriba del muslo, estiraba el encaje de sus media nylon, se agachaba y deslizaba sus manos por ambas piernas, una por una para ceñir perfectamente el nylon sobre sus bellas piernas, luego, se colocaba de perfil, miraba su trasero, tomaba el filo del minivestido con sus manos y meneando sus lindas caderas se lo estiraba intentando ocultar un poco más sus muslos, no entendía como algunas mujeres podían usar eso en público - deben tener muchas agallas -  pensaba. Oyó la puerta de la entrada del parqueadero y se acercó apresurada a la ventana...era Carlos !  inmediatamente corrió al dormitorio, se colocó unos zapatos negros de tacón alto que Carlos adoraba pues pensaba que eran muy sexys (por esos fetichismos que todos los hombres tienen), corrió nerviosa de regreso a la sala y por poco resbala al detenerse abruptamente frente al espejo para repasar por última vez su esbelta figura y su largo cabello color negro; fue hasta la sala y se recostó de lado sobre el cómodo sofá color beige que quedaba cerca de la entrada, mostrando sus piernas en toda su extensión, bellas y lujuriosas bajo el satinado color oscuro de las medias nylon. Toda su figura, desde sus pies hasta su cabeza lucía como una curvilínea cordillera que cualquier hombre querría coronar.

Una hora después de tan sensual bienvenida y una considerable cantidad de tequila, las caricias iban y venían. Ambos amantes estaban un tanto ebrios; Cecilia aprovechó un instante en que Carlos se volteó para poner el vaso sobre la mesa de centro y se quitó los zapatos, subiendo ese par de hermosas piernas que lucía siempre tan orgullosa y confiada, sobre las piernas de él. Se reclinó sobre el apoyabrazos del sofá sosteniendo el vaso de licor son su mano izquierda y sonriendo de manera maliciosa, él por su parte, ni corto ni perezoso comenzó a acariciarle las piernas desde los tobillos, pasando por las rodillas hasta llegar al muslo, la sensación del nylon sobre las fuertes formas de su mujer le causaba gran excitación, por lo que en cada caricia repasaba hasta el último rincón de esa parte de su cuerpo. Una vez ahí, siguió subiendo sus manos y sintió la suave piel que iniciaba atravesando la frontera del encaje de las medias de su mujer, advirtiendo también la deliciosa lencería que Cecilia traía puesta bajo ese lujurioso vestido color blanco (era idéntico al vestido de esa linda muchacha que había visto la semana pasada en el centro comercial). Inmediatamente con rostro de asombro y cierta excitación, Carlos levantó la vista y observo la mirada cautivante y la sonrisa perversa de su amada mientras sensual y maliciosa deslizaba la lengua por el borde de su vaso para luego sorber un poco de licor.

Carlos no dejaba de acariciar las piernas de Cecilia llevando sus manos casi hasta el sexo de ella, hasta que en medio de tan placentero trabajo, él le preguntó, - quieres jugar a algo ? -  el alcohol los tenía a ambos bastante desinhibidos y muy excitados, - No es nada sucio, verdad ? - dijo ella , a lo que Carlos respondió - es muy sucio pero no quiero que te vayas a enojar o  a sentirte ofendida, recuerda que es solo un juego y ambos somos adultos que se desean el uno al otro -

- Está bien, dime de qué se trata - dijo Cecilia.

- Preguntas y respuestas, solo eso preciosa ! ... preguntas y respuestas ! -

- Está bien pues, comencemos !- respondió Cecilia demostrando un poco de ansiedad en la voz.

- Solo falta algo - dijo Carlos y llevó sus manos hasta muy dentro del vestido de su esposa y extrajo una muy excitante y diminuta tanga de color negro semitransparente, sacó sus manos de ahí y colocó un buen tanto de lubricante en sus dedos volviendo a meter la mano bajo el vestido de Cecilia para colocar el dedo pulgar sobre el sexo de su esposa y el dedo medio entre las nalgas de ella justo sobre el ano. Cecilia se tensionó un poco y le dijo a Carlos - de que se trata esto ?-

-Espera y verás que te gusta ... primera pregunta: cuántas veces tuviste sexo antes de casarte ?-

- Nunca ! - respondió Cecilia muy segura de sí

- Vamos, no mientas ! -

- Es la verdad ! -

- Mira mi amor, que te parece si inventas algo, alguna fantasía que siempre hayas tenido, sino esto se va a volver muy aburrido, no me voy a enojar, te lo prometo ! -

Cecilia miró fijamente a Carlos a los ojos, mientras los dedos de su esposo frotaban sensualmente su sexo y su agujerito al mismo tiempo. No dijo nada por unos instantes hasta que pareció relajarse y dijo con tono temeroso...

- S..ssii -

- Cuántas veces ? - preguntó Carlos.

- Solo una ! -

- Vamos, inventa algo más emocionante ! -

- Está bien ! ... algunas veces ! -

Las preguntas de Carlos eran cada vez más incisivas y descriptivas, a ratos bebían otra copa y entre las caricias de Carlos y aquellas preguntas que hacían volar la imaginación de Cecilia, el se dio cuenta de que ella tenía los ojos cerrados y su sexo estaba mojado delatando mucho placer. De pronto, Carlos cambió la tónica de las preguntas.

- Te han dado antes por el culo ? -

- Quéeee ! - dijo ella con asombro al rato que se impulsaba con las manos intentando incorporarse.

Carlos no quitaba la mano de aquel ardiente lugar bajo el vestido de su esposa, se acercó, la besó en la boca mientras ella lo miraba con los ojos muy abiertos.

- Inventa lo que quieras pero sigue la corriente, está bien ?- le dijo Carlos al oído

- pueees, p..p..pues -

- Vamos di la verdad, has practicado sexo anal antes ? -

Cecilia estaba nuevamente reclinada sobre el apoyabrazos del sofá. La pregunta de Carlos hizo que volvieran a su mente momentos salvajes y excitantes de los que él no tenía ni la más recóndita idea.

- Sí ... una vez -

- Y cuándo sucedió ? -

- En la universidad-

-  Que edad tenías ? -

- 19 -

- Vaya !, eras una bebé !, pero dime, quien fue el afortunado ?, no tienes que mencionar nombres, solo personajes - 

Hubo un momento de silencio, mientras Cecilia traía a su memoria más y más detalles de lo sucedido. Se lo iba a contar todo y Carlos pensaría que es parte del juego, a final de cuentas él se lo buscó.

- Fue mi profesor de auditoría -

- Cuándo y cómo pasó ?... quiero saber más detalles -

- Fue en la elección de la reina de deportes de la universidad -

-  Eras candidata ? -

- Si, yo era la madrina de mi equipo y mi profesor jugaba junto con mis compañeros, era muy guapo y siempre me repasaba de pies a cabeza con una miradita que me derretía -

- Que llevabas puesta ese día ? -

- Salí de casa con un horrible vestido verde que me compró mi mamá, me despedí de ellos hasta el día siguiente ya que luego del evento íbamos a reunirnos las tres en casa de los padres de Ariana para pasar ahí toda la noche hasta el día siguiente, pero en vez de ir directamente a la universidad fui a la casa de una de ellas, a mis amigas me refiero, y ellas volvieron a vestirme con una minifalda negra, una blusa blanca, medias negras y unas sandalias de tacón muy altas, apenas podía andar. Me peinaron, me maquillaron, me delinearon los ojos de color negro y pintaron mis labios de un color rojo que mi madre habría hecho que me lo limpie inmediatamente. Mi profesor fue a vernos en su lindo auto y qué crees ? ... no dejaba de mirarme !, a ratos me sentía incómoda pero a la vez sabía que yo le agradaba y eso me hacía sentir muy atractiva, madura y sexi -

- Me imagino que todos los del equipo también te deseaban -

- No lo sé, pero a ratos me sentía como desnuda, ponían una cara como si me estuvieran haciendo mil cochinadas en sus juveniles fantasías ! -

- Que pasó luego ?, como es que terminaste enculada por tu profesor ? - preguntaba Carlos muy excitado también.

- Esa frase suena vulgar ! -  dijo Cecilia con un tono de reclamo.

- Entonces seamos muy vulgares ! -  le respondió Carlos con mucha seguridad y Cecilia lo miró callada por unos instantes hasta que respondió.

- Por mí está bien... Luego del evento todos salimos a festejar a casa de él, me refiero a mi profesor claro!, bebimos bastante y uno a uno se fueron despidiendo tal vez adivinando que él quería estar a solas conmigo. Las últimas en irse fueron mis dos amigas...las muy infelices !, quise irme con ellas pero entre risitas y miradas, se decidió que como yo estaba muy elegante, no debía ir en transporte público así que el guapo caballero, profesor de auditoría iría a dejarme luego, sana y salva en mi casa -

-  Pero por lo visto eso no fue lo que pasó - dijo Carlos con cierta malicia.

-  Él era joven y muy guapo y todas las chicas de mi nivel y otras un tanto mayores lo veían como el hombre perfecto, babeaban en cuanto él llegaba, por lo que me sentía casi afortunada de haber sido la escogida y para colmo mis amigas nos veían como la pareja perfecta - dijo Cecilia.

- Pero sigue contándome, de ahí que sucedió ? - preguntó Carlos nuevamente con mucha ansiedad, en tanto su mano derecha seguía masajeando acaloradamente el sexo y el agujerito de su mujer, la que con voz entrecortada por la excitación, siguió narrando.

- Ya estaba bastante mareada, casi como ahora. Él se me acercó y ya no recuerdo ni cómo pero de pronto estuvimos besándonos mucho, recostados y entrelazados en el sofá mientras él me acariciaba las piernas -

- Él te desnudó o lo hiciste tú sola ? -

- Me desnudó delicadamente y luego él se quitó la ropa -

- Cómo era su pene ? -

- Creo que era bastante grande pero eso no me asustó sino hasta después -

- Tuvieron sexo oral ? - dijo Carlos, a veces cortando las frases de su esposa pues lo que él deseaba era llegar rápido al punto más excitante, es decir cuando en la fantasía de su mujer, otro hombre la penetraba por el culo.

 - Si ... -

- Te gustó ? -

- Mucho ! -

- Te gustó que él se coma tu cosita o tener su pene en tu boca ? -

- En un principio lamió mi clítoris con mucha pasión y eso me volvió loca. No me gustó mucho cuando me tomo por los cabellos e hizo que me tragara esa cosota ! -

- Hasta dónde te la metiste ? -

- Llegué a sentir su glande tocando mis amígdalas y en ocasiones me daban arcadas, pero en cuanto el comenzó a lamerme nuevamente el clítoris, la cosa cambió, de a poco comencé a besar y a chupar su cosa como si fuera un delicioso helado, fue muy excitante ! -

-  Ahhh ! así que hicieron la pose 69, pero dime ... luego de eso te dio por detrás ?

-  Si te refieres a que me puso en cuatro patas, sí...se colocó detrás mío y me la metió hasta el fondo, pero no por dónde estás pensando !-

- No te lo metió por el chiquito ? -

- Nooo ! solo era la pose del perrito pero ahí no me penetró por... ya sabes dónde -

Carlos movió a Cecilia de su actual posición y la hizo deslizarse boca arriba hasta que su cabeza repose sobre el espaldar del sofá y sus piernas cuelguen asentando los pies en el suelo, él se arrodilló, subió el vestido de su esposa hasta la cintura, le separó las piernas y se zambulló en medio de ellas lamiéndole el clítoris a gusto y disgusto, eso sí, sin dejar de masajearle el ano con su dedo medio...Cecilia se puso como loca de excitación y a ratos dejaba de contestar las preguntas que Carlos le formulaba, pero él la regresaba de su éxtasis alzando un poco más el tono de su voz.

- De ahí que pasó, cuéntame ! - dijo Carlos.

- Me penetró fuertemente en esa posición y por un buen rato -

- Y eso te gustó ? -

-  Estaba como loca de placer ! ... veía luces de colores, quería que me metiera su cosa más y más adentro, hasta que no pude más y terminé diciéndole algo que me condenó ! -

-  Que fue lo que dijiste ? -

- Estaba en cuatro patas, boca abajo, con mi mejilla reposando sobre su alfombra, casi gritando de tanto placer cuando dije ...hazme lo que quieras ! -

- Eres una infeliz !, le diste carta blanca para que te diera por el culo ! -

-  Ahora lo sé, pero aquella vez no tenía idea de lo que iba a pasar por haber dicho eso ...  en ese instante sentí cómo introducía su dedo pulgar en mi ano y .... aaaaahhhh !!! - gritó Cecilia al sentir como el dedo medio de Carlos se introducía apretadamente en su agujerito al momento en que la supuesta fantasía y la realidad se conjugaban en el mismo acto.

-Así, así te lo metió ? - le decía Carlos mientras le lamía el clítoris y penetraba acompasadamente el ano de su esposa con su dedo medio

- Sss..ss.ssiiii, así lo hizo ! -

- Pero sígueme contando, no pares, luego de eso...te la metió por el culo ? -

Cecilia tenía los ojos cerrados y respiraba con cierta agitación delatando el gustoso momento que estaba pasando, hasta que llegó la hora de contarle a Carlos la salvaje experiencia que tuvo con su profesor de auditoría. Sería una manera de confesarle que tuvo sexo anal con otro hombre antes de casarse con él, pero lo que más le llamaba la atención es la excitación que le causaba el hecho de estar a punto de hacerle una confesión a su esposo sin que él sospechara siquiera que la supuesta invención que ambos estaban elucubrando en aquel instante no era más que una sensual y adornada remembranza de su temprana juventud,  temprana porque aún era una mujer joven y muy hermosa.

Cecilia sentía el deseo y la impaciencia que emanaba de su pareja mientras besaba su sexo y la acariciaba, por lo que se decidió a continuar con el relato erótico.

- Pasaron momentos interminables mientras me penetraba desde atrás al tiempo que introducía primeramente su dedo pulgar, luego de un rato el dedo medio, luego de eso dos dedos, pero siempre con delicadeza.

 - No te dolía cuando hacía eso ? -  acotó Carlos.

- P ... pueees, en un principio tal vez sí, pero luego ambos dedos se resbalaban muy suave dentro de mi culito. Era una sensación rara, pero se sentía muy rico ! -

- A qué te refieres ? -

- A que mientras me penetraba con su cosa por delante, me violaba con sus dedos por detrás ! hasta que finalmente se detuvo y ... -

- Te la metió por detrás ! -  interrumpió Carlos, sensiblemente excitado por la narración.

- Continúa ! -  dijo Carlos mientras lamía con mucha pasión el clítoris de Cecilia y ella a su vez se retorcía y emitía pequeños gemidos

- Sacó su pene de mi vagina y también sacó sus dedos de mi culito. tomó su pene con la mano y comenzó a frotarme con él fuertemente entre las nalgas, sentía como la cabeza de su cosa se restregaba furiosa sobre mi ano y ... -

- Cómo era su cosa, era muy grande ? - volvió a interrumpir Carlos

- Era normalmente larga, pero era muy gorda y eso me asustaba porque a pesar de que jamás había hecho algo así, había visto escenas de sexo anal un par de veces en esas películas que mis amigas solían llevar a casa cuando nos quedábamos solas y nos dedicábamos a beber y a hablar de muchachos, mientras observábamos sórdidas escenas pornográficas -

-  Las chicas de esa edad sí que son unas desgraciadas, pero sigue contando... - dijo Carlos muy excitado.

- Finalmente, detuvo la cabeza de su pene sobre mi agujerito y comenzó a empujar muy suavemente, al sentir eso  me di cuenta de que quería clavármela por detrás y me aparté instintivamente, pero él, como estaba a mis espaldas, me tomó por la cintura, se acercó y me besó en el cuello muy sensualmente colocándome nuevamente en cuatro patas -

- Cómo era el glande de su pene, era muy gordo ? - Preguntó Carlos, cada vez más excitado

- No era muy gordo, era gigante !,  por lo que creí que no debía continuar con lo que estábamos haciendo, pero él era tan bello y siempre se lo veía con chicas muy bonitas y yo no quería parecer tonta y sin experiencia, por lo que tomé internamente la decisión de seguir con eso hasta el final !

- Así que finalmente te la clavó por detrás -

-  Comenzó a empujar fuerte y sentí como esa pieza gorda de carne, se introducía babosa y resbalosa por mi culito e inmediatamente grité por el dolor, pero ya no podía hacer nada, su glande se había introducido completo en mi agujerito !-

-  Cupo esa cosa tan gorda en tu culito ? -

- Yo pensé que no iba a entrar porque por unos instantes parecía que se doblaba a pesar de que él la sostenía fuertemente con su mano y que se iba a romper tratando de penetrar mi agujerito a la vez que parecía sentir que el esfínter se  me rasgaba por el grosor de esa cosa, mientras me lo metía, no tuve más remedio que agarrar la almohada que estaba en el suelo frente a mí y morderla fuertemente mientras gritaba. -

-  Gritaste mucho ? ... nadie te escuchó ? -

- El primer grito de seguro lo escucharon pero luego de eso, a pesar de que chillé y pataleé, él nunca me soltó ni dejó de seguir empujando fuertemente hasta que finalmente, tenía ese gordo pene clavado en mi culito hasta los huevos -

- Sí que res vulgar mujer !, pero cuéntame, de ahí te lo sacó o siguió dándote duro por detrás ? -

- Estando boca abajo como estaba, no quería ni moverme porque esa cosa me lastimaba, él permaneció inmóvil también por unos momentos... me imagino que estaba observando el espectáculo de su verga clavada en mi traserito, hasta que comenzó a deslizarla suavemente hacia afuera, se sentía tan apretada ! pero en cuanto estuvo a punto de sacarla por completo, volvía a empujarla hacia adentro hasta que sus huevos rozaban mis nalgas -

- Vaya, qué tipo tan desconsiderado! te metió la verga hasta el fondo del culo... eres una mujer salvaje en verdad! -

- Yo solo me mantenía en esa posición con los ojos cerrados mientras él seguía penetrándome cada vez con más fuerza, quería gritar pero tenía miedo de que los vecinos pensaran que estábamos haciendo lo que estábamos haciendo. Llegó un momento en que se detuvo, no sé si estaba descansando pero mantenía su miembro completamente enterrado dentro de mi...ya sabes qué ! -

- Dentro de tu adorable culito quieres decir ? ... y de ahi, siguió cabalgándote ? - preguntó Carlos nuevamente.

- Vaya que sí ... deslizó su cosa muy lentamente fuera de mi trasero, me acarició la espalda, me besó las nalgas, pero no permitió que me moviera cuando quise levantarme. Fueron unos momentos de incertidumbre, hasta que sentí que ... -

- Qué pasa ? -  pregunto Cecilia pues Carlos dejó de acariciarla y se levantó, la tomó de las manos e hizo que ella también se levantara del sofá. Le quitó completamente el vestido blanco y la ropa interior, solo dejándola con esas sensuales medias nylon, el delgado cinturón de encaje y los ligueros (- casi parece una modelo de Playboy -  pensó él). Carlos se desnudó por completo también, se sentó cómodamente en el sofá e hizo señas de que ella se le acercara, Cecilia caminó hacia Carlos, se paró frente a él, comenzó a separar sus hermosas piernas disponiéndose  a subirse sobre él, pero Carlos hizo una señal de que se diera vuelta, ella gesticuló con un poco de sorpresa pero obedeció dándole la espalda, e inmediatamente, sentado como estaba, él se le acercó, la tomo de la cintura y la jaló, obligándola casi a caer sentada sobre él; Carlos tomó el largo cabello negro de su esposa y lo recogió delicadamente apartándolo hacia un costado dejando al descubierto el sensual cuello de esa hermosa mujer; le besó muy tiernamente la nuca mientras  la acariciaba desde los hombros, pasando por los brazos, llegando a la cintura y deslizando suavemente sus manos sobre las caderas de Cecilia rodeándola y apresándola como si fuera una deliciosa presa, hasta posarse en el sexo de la sensual mujer. Lentamente, Carlos comenzó a separar las piernas de su mujer hasta que éstas quedaron abiertas sobre las de él. Cecilia sentía como el durísimo bulto de Carlos parecía querer escabullirse por alguna de sus cavidades aprisionado por  todo su peso. Acto seguido, Carlos colocó una de sus manos sobre la espalda de su esposa y la empujó delicadamente, obligándola a inclinarse un poco hacia adelante, dejando al descubierto ese hermoso y fuerte trasero que tenía y a la vez liberándole el pene, que saltó como un resorte en cuanto Cecilia reacomodó su peso. Carlos tomó su miembro, haciendo que se abra paso entre esas bellas y sedosas nalgas y colocó el glande sobre el ano de su joven mujer, tapándolo y asfixiándolo por completo. -

- Qué haces ? -  preguntó Cecilia con esa vocecita sensual de niña malcriada que usaba cuando quería conseguir algo.

- Quiero que muevas tu trasero así... -  dijo Carlos, tomando a Cecilia por las caderas y meneándolas de adelante hacia atrás, haciendo que el glande se frote fuertemente contra el agujerito de la chica.

- Así ? -  contestó Cecilia mientras meneaba su cuerpo tal y como Carlos se lo había pedido

- Si mi amor ! ... yo no voy a moverme, quiero que tú te la metas lentamente por el culo, solo empuja despacio hasta que entre hasta el fondo -

Cecilia, cerró los ojos y comenzó a empujar suavemente su trasero, haciendo que el glande del pene de su esposo comience a penetrar poco a poco en su culito; a ratos hacía una mueca de dolor pero no abría los ojos. Siguió con el sensual masaje por un buen rato hasta que en un momento, arqueó la espalda inclinándose hacia adelante a la vez que abría su boca con gesto de excitación y dolor -

- Oooohhh ! ... qué bien ! - gimió Carlos mientras sentía como su pene se deslizaba muy apretadamente hacia el fondo del delicioso ano de esa hermosa amazona que tenía por esposa. Cecilia se quedó inmóvil, respirando agitadamente en cuanto el pene de su esposo hubo llegado hasta el fondo. Carlos la tomó por la cintura y la acerco hacia su pecho. La tenía aprisionada nuevamente pero esta vez con más fuerza. En esa posición, Carlos acariciaba los pechos de su mujer mientras le besaba el cuello y con la otra mano le frotaba el clítoris... Cecilia parecía como muerta con su cabeza reposando hacia atrás sobre el hombro de Carlos, pero su rostro, sus ojos cerrados y su boca entreabierta delataban mucha excitación. Carlos comenzó a mover sus caderas, haciendo que su pene entre y salga del ano de su mujer con cierta delicadeza.

- Aaaaaahhh ! ... mi culitoooo ! ... me estás violando por detrás ! -

- Te gusta amor ? ... yo también tengo derecho a explorar tu culito ! -

- Ahhh! ... eres muy malo ! -  decía Cecilia con visible excitación mientras sentía como el pene de Carlos exploraba apretadamente su ano y las manos de él acariciaban furiosamente su clítoris y todo su sexo.

- Anda...cuéntame que más hizo ese infeliz con tu hermoso traserito -

- Qué ? - preguntó Cecilia un poco desubicada a causa del placer que estaba experimentando. Esa pose en verdad era nueva para ella, ya que las veces que le habían dado duro por el culo, ya sea con su profesor de la universidad o en la habitación 407 del hotel de su ciudad natal, siempre se la habían cogido como perrita o boca arriba.

- Sigue contándome como ese puerco profesor te montó y te enterró la verga en el culo ! -

- S..s..si... Él se levantó y colocó sus piernas por fuera de mis caderas, iba a regresar a ver qué estaba haciendo cuando sentí como  su gorda verga se introducía nuevamente en mi ano y hasta el fondo, pero esta vez el me cabalgaba sentado sobre mi trasero...sentía todo su peso sobre mí. Yo había visto esa pose en películas porno, pero nunca pensé que me la fueran a hacer a mí. Como sentía dolor en las rodillas debido a su peso, el me llevó a su cama, me volvió a colocar en la misma posición que estaba antes y siguió cabalgándome!  -

- Por donde te la estaba metiendo ? ... por ambos agujeritos ? - preguntó Carlos muy excitado.

- N..n..noo !, en su dormitorio solo me la metió por detrás, cada vez con más y más fuerza y más y más profundamente. Saltaba y saltaba cabalgándome con furia, hundiéndome su gorda verga en el culo una y otra vez mientras yo gritaba y pataleaba mordiendo la almohada para que no puedan oírme. -

Cecilia calló por unos momentos dejando de lado el relato y dedicando toda su atención y su salvaje cuerpo para brindar y sentir el placer que no había sentido antes en una penetración anal.

-  De ahí que pasó ? -  preguntó Carlos con ansiedad

-  P..p..pues todo terminó con su orgasmo, después de tantas penetraciones por detrás, me dejé llevar, me relajé y hasta sentí un poco de placer, cuando lo oí gritar y sentí un chorro caliente inundándome el culo y mojándome el trasero ! -

- Te terminó en el interior del culo ? - preguntó Carlos asombrado.

- Si, pero creo que no era su intención, simplemente el muy macho no pudo aguantar más - continuó narrando Cecilia mientras Carlos la penetraba copiosamente por detrás y a la vez le propinaba también copiosamente, un masaje terriblemente excitante en el clítoris.

- De ahí que pasó ? ... vamos, dime que pasó ? - preguntaba Carlos, pero Cecilia no respondía, estaba disfrutando grandiosamente de esa culeada tan singular y diferente que le propinaba Carlos. Él dejó de preguntar y comenzó a mover sus caderas con más fuerza y Cecilia a su vez respondía moviéndose y retorciéndose como queriendo que los testículos de Carlos también se enterraran en su abusado agujerito. Cecilia comenzó a gemir y a estirarse como queriendo escapar pero Carlos no la soltó y en cambio la aprisionaba con más fuerza enterrándole el miembro más y más al fondo. Los dos se sacudían como locos sentados ella sobre él y él en el sofá, hasta que Carlos no pudo más y soltó toda su carga en el interior del ano de su esposa. Cecilia a su vez parecía tener espasmos mientras con sus manos ayudaba a las de Carlos a frotarle con más fuerza el clítoris y a los pocos momentos apretó con fuerza las manos de Carlos, emitió un gemido y quedó rendida y exhausta sobre su esposo. De a poco, la verga de Carlos comenzó a deshincharse y se deslizó con suavidad, flácida y mojada hacia fuera del ano de Cecilia. Ambos pasaron un buen rato descansando hasta que él volvió a preguntar...

-  Y cómo terminó todo ? ... o te volvió a culear ? -

- Nooo !, enseguida él quedó exhausto porque realmente sí que me dio duro por detrás ! ... intentó besarme pero yo solamente le sonreí y me aparté. Me vestí nuevamente y le pedí que fuera a dejarme a casa de mis amigas. Viajamos en silencio, yo me sentía violada, pero también sensual y excitante. Nunca pensé que pudiera causarle tanto placer a un hombre , bueno tal vez sí, pero no de esa manera -

- Te refieres al sexo anal ? -

- Sí... pensé que sería diferente, tenía curiosidad al respecto pero nunca pensé que la fuera a despejar tan tempranamente, siempre pensé que tal vez alguuuun día lo haría con mi novio o con mi esposo pero muy delicadamente.  -

- Parece como si lo que me cuentas te hubiera pasado de verdad !, tu relato es tan real!- dijo Carlos con cierta sombra de duda .

- Dime, les gusta o no a los hombres el sexo anal, no es eso lo querías oír ?, yo estoy segura de que sí ... creo que ustedes siempre están fantaseando con eso!  y creo que a muchas chicas les debe haber sucedido algo similar  -  respondió Cecilia de manera brillante, anulando cualquier indagación que Carlos quisiera hacer.

- Eres hermosa y muy excitante ! ...pero, está bien, dime como termina tu relato? -

- Hummm... a veeeer ... donde me quedé ? ... ya! ... él fue a dejarme en su auto a casa de mis amigas, nos despedimos con cariño pero en cuanto me bajé del auto sentía una cierta molestia e irritación en mi trasero... ya sabes dónde! , y también una sensación un tanto incómoda ya que nunca tomé un baño en su casa y a pesar de que limpié lo mejor que pude mi mojado trasero, durante el viaje lo volví a sentir mojado. Nunca más salimos juntos a pesar de sus continuas llamadas, y ... eso es todo !...dime, te gustó ? ... cómo lo hice? -

- Si que res una profesional, deberías ser escritora  de libros eróticos -  Cecilia rió libremente.

- Qué te parece si la próxima semana te cuento otra historia ? -

- Vaya, qué bien ! - dijo Carlos con entusiasmo.

- Y en esa historia te van a dar por el culo ? -

- Si es lo que quieres, sí -

- Y de que va a tratar ? -

- No seas impaciente! ... podría tal vez tener sexo salvaje con un desconocido en una pequeña habitación de un hotel de mi ciudad natal... qué te parece ? -

- Hummmm, me parece muy excitante, sigue pensándola que yo esperaré ansioso! -

Así, ambos amantes pasaron largo rato abrazados y charlando, brindándose amor y tiernas caricias y Cecilia saboreó profundamente su victoria y un orgasmo excitante e inesperado. No tenía ni idea de que la próxima historia la iba a inventar su esposo.

continuará...