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Una doctora muy cachonda I

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-Hoy fui al centro médico de mi ciudad para realizarme un chequeo que me pedían para entrar en el trabajo de mis sueños, para eso pedí cita con mi médico de cabecera de siempre. Al llegar allí la recepcionista me cuenta que está de baja pero que otra doctora está atendiendo por él, yo le respondo que no hoy problema y me siento en la sala de espera. Cuando se abre la puerta y oigo mi nombre veo que la doctora sustituta es mi ex-pediatra Carmen, una mujer de unos 45 años, con un cuerpo increíble para su edad. Ella me invita a pasar y me reconoce al instante.

Carmen: Hola Pablo, ¿Cómo te va? No te veía desde que tenías 16 años.

Pablo: Muy bien, ya acabe la universidad y ahora estoy a punto de empezar a trabajar.

Luego de una pequeña charla me dice que me quite la ropa menos los calzoncillos y me manda subirme a la báscula.

Carmen: Mantente recto que voy a pesarme y a medirte.

Me estaba acordando de lo cachonda que estaba mi pediatra al verle todo el escote y empezaba a ponerme un poco cachondo, pero ella pareció no darse cuenta, entonces ella me mandó sentarme en la camilla para tomarme la tensión. Luego empezó a mirarme los oídos, la vista,etc.

Carmen: Ahora voy a auscultar, respira hondo.

Cada vez me estaba poniendo más y más cachondo, llevaba un vestidito corto y cada vez que se agachaba podía verle el culo.

Carmen: Bien ahora ponte de pie y quítate tu ropa interior.

Pablo: ¿Cómo? ¿Es necesario doctora?

Carmen: Si Pablo, es la parte final del chequeo, por favor quítate los calzoncillos.

Pablo: De acuerdo doctora.

Me quité el calzón y mi polla erecta salió a la luz. Ella parecía no estar sorprendida pero no paraba de mirarla.

Carmen: Comencemos el chequeo.

Comenzó entonces a manosearme la polla y los huevos.

Carmen: Pablo, ahora voy a darte un masaje terapeútico si te parece bien.

Pablo: Sí doctora, lo que usted mande.

Me tumbé en la camilla y ella se quitó la bata blanca, quedando a la vista un vestido ceñido que dejaba ver su escultural figura. Luego empezó a pajearme y yo no pude más que sorprenderme.

Pablo: Doctora, ¿Qué hace?

Carmen: Tú calla y disfruta.

Yo le hice caso y me dejé llevar. Se quitó el vestido y sus tetas enormes me pusieron aún más cachondo, se quitó también el tanguita y comenzó a mamarme la polla, con delicadeza sin prisa, lamiéndome los huevos y chupando mi polla bien hasta el fondo.

Carmen: Pablo, ahora voy a follarte como nunca nadie te ha follado, llevo esperando esto desde que eras un adolescente.

Entonces ella se puso encima de mi y metió mi pene en su coño y empezó a subir y bajar sin parar mientras no para de gritar, yo la estaba follando como nunca y ella estaba disfrutando. La cogí y le empecé a comer el coño, ella se corrio en mi boca (era la primera vez que comía un coño), la pusé a cuatro patas y le dije si podía follarla por el culo y ella me respondió que adelante pero que empezará despacito, metí mi polla en su ano y casi no cogía, la fui penetrando poco a poco, me corrí dentro de su enorme culo.

Carmen: Bueno el chequeo ha terminado, pero pide cita para volver el mes que viene.

Pablo: Por supuesto doctora.