Me despierto en la camilla de la enfermería, no tengo mi chaqueta negra puesta, me duele la cabeza, y tengo un poco de nauseas, trato de incorporarme, pero aún estoy débil, la puerta se abre y aparece el señor Montero, habla por teléfono pero en cuanto se da cuenta que estoy despierta, se despide y cuelga, luego se sienta a mi lado en una silla.
- ¿Cómo te sientes?
- Mareada, ¿qué hora es?
- Las 4:30, llevas dos horas sin conciencia, pero el doctor dice que estarás mejor en unos minutos cuando el mareo cese podrás irte.
- ¿Dónde están mis cosas?
- En la silla, ¿necesitas algo?
- Sí, mi teléfono, por favor. Y por cierto gracias por traerme aquí, de no ser por usted probablemente estaría todavía allá arriba.
- Tranquila, no hay de que,- dice y me entrega el celular- y por favor no me llames señor, soy Christian.
- Lo siento señor, pero usted es mi jefe y mientras este aquí, lo llamare así.
- Está bien como tú quieras, ahora vuelvo debo hacer una llamada importante.
Observo como se aleja y reviso mi celular, tengo 20 llamadas perdidas y 10 mensajes de Josué, pobre, ha de estar desesperado por no saber nada de mí. Le marco y apenas repica me contesta.
- ¿Dónde estás? ¿Estás bien? Estoy preocupado por ti nadie sabe dónde estás y Lucia está hecha una fiera porque ni tu ni el señor Montero aparecen.
- Tranquilo Josué estoy bien, subí a la azotea porque me sentía mal y me desmaye estoy en la enfermería, el señor montero me trajo.
- ¿Y cómo sabia el dónde estabas? Bueno no importa luego me explicas, voy enseguida para allá.
- No es necesa… -Bello, me colgó.
Cinco minutos más tarde la puerta se abre y entra Josué, se sienta a mi lado y da un fuerte abrazo, después me mira y me dice.
- ¿Por qué no me contestaste? No sabes que preocupado he estado.
Le voy a contestar pero en ese momento veo que esta el señor Montero entrando a la habitación y el responde.
- No fue su culpa que no te contestara, estuvo inconsciente por 2 horas, afortunadamente no fue nada grave, ¿Ya se encuentra mejor señorita Pastrana?
- Si muchas gracias señor Montero, ya voy a subir a mi puesto.
- No es necesario, por hoy no necesito nada, vaya a su casa a descansar y si el lunes no se siente bien no se preocupe en venir, y su novio puede irse con usted, yo informare sobre su estado de salud.
- Gracias por preocuparse, pero no es la primera vez que me sucede y le aseguro que me vera aquí el lunes a primera hora, ha y por cierto, me disculpo con usted por el incidente de esta mañana.
- No tiene por qué disculparse señorita Pastrana, eso demuestra que usted tiene un carácter muy fuerte y que no se deja acosar por nadie, nos llevaremos muy bien por eso, espero siga mejor, nos veremos el lunes.
Y sin más palabras dio media vuelta y se fue, Josué estaba perplejo, no entendía nada de lo que pasaba, le dije que estaba bien ya que el insistía en que me quedara otro rato en cama, pero ya no quería permanecer un minuto más allí. Subimos a mi lugar a buscar mi cartera y a los 5 y 15 minutos vamos cada uno en su coche rumbo a un restaurant al que acostumbramos ir todos los viernes después del trabajo. Estoy muerta de hambre, solo tengo el desayuno en el estómago y tengo que comer ¡Ya!
Llegamos al Villa Place´s a las 5:30 el portero nos saluda, entramos y el recepcionista nos lleva a la mesa de siempre, la que está junto a la ventana, la reservan todos los viernes para nosotros, ya que siempre vamos. Llega el mesero a pedir nuestra orden, Josué pide una pasta a la boloñesa y yo una a la carbonara y una ensalada cesar, y lo más importante un mega vaso de batido de fresa. Si hay algo que amo en la vida es la fresa en todas las formas posibles. Luego de la deliciosa comida, pedimos como postre tarta de fresa y chocolate, estoy degustando mi delicioso postre cuando Josué me pregunta:
- ¿Qué fue lo que paso con el Sr. Montero para que tuvieras que disculparte con él?
Me rio divertida, ya casi lo había olvidado, así que le cuento, él se ríe al saber lo que le he dicho al jefazo. Terminamos nuestra velada entre risas y a las 7 decidimos irnos, paga la cuenta y nos dirigimos a nuestros coches. Llegamos al estacionamiento del edificio, en el ascensor y me invita a que veamos una película en su departamento, encantada acepto, pero primero me voy al mío para ducharme.
A las 8:30 estamos sentados en el sofá negro de la sala viendo Anabelle, se supone que es de terror, pero a mí no me da ni risa, normalmente las películas de terror no me surten el mismo efecto que a las demás personas, al contrario Josué esta que se esconde en el sofá, cuando acaba yo me rio de que sea tan cobarde, el molesto me tira unas palomitas, yo hago lo mismo y acto seguido terminamos haciendo una guerra de palomitas, a las que se le suman los cojines del sofá, adoro estar con Josué, no hay momento en que no estemos riéndonos y bromeando mutuamente, es la mejor persona del mundo, el único que de verdad me entiende y es totalmente trasparente conmigo, y yo con él, no sé qué sería de mi vida si ese ser fastidioso y maravilloso no estuviera a mi lado, a veces pienso que si fuéramos pareja no tendríamos tanta química, creo que ese es nuestro destino, estar siempre juntos, pero como amigos. A las 11 de la noche luego de haber limpiado el desastre que armamos en la sala, me despido de él, me da las buenas noches y mi beso en la frente.
Al llegar al departamento, me tomo un vaso de agua, me lavo los dientes y me acuesto a dormir pensando en que a pesar de todo, hoy ha sido un día maravilloso, eso quiere decir, que será una larga noche.
NO OLVIDEN DEJAR SUS COMENTARIOS.. BESOS
GRACIAS
#LaKittyGirl