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Las aventuras de Sara 2

en Lésbicos

Tardaron varios minutos en vestirse, Fatima no quería dejar de ver esos tremendos pechos ni un solo momento. Le parecía que ya no podría vivir sin ellas,  le dio un ultimo lametazo a uno de los pezones y después las agarro con las dos manos, lo que provoco un suspiro de satisfacción en Sara. Entonces se dieron un beso largo mientras Fatima le agarraba el culo con las dos manos y apretaba.

-Tranquila cariño, te espera mucho más de esto en casa

-Que buena estas

Dijo Fatima y no pudo evitar que le saliera un acento de su propio idioma.

Las dos chicas salieron del baño y se encaminaron hacía la puerta, después de unos minutos ya estaban en el portal de la rubia y entraron juntas, mientras esperaban el ascensor Sara se agacho y Fatima le volvió a meter un dedo en el culo. Mientras disimulaban un poco, igualmente nadie se creería que esas dos chicas estaban enrolladas, eran tan diferentes de una a la otra. Aunque era bastante ofensiva la idea, Sara sabía que Fatima no conseguiría una cita con una chica guapa ni pagando. Y ese pensamiento le recorrió la mente y le excitó aún más si cabía la posibilidad.

Al entrar en el piso, volvieron a pegarse y empezaron a quitarse la ropa, casi arrancándoselas, y se abrazaron en el mismo pasillo con sus cuerpos desnudos y ya sudados de haber estado follando toda la hora en un baño sin ventilación.

-Azótame en el culo, pégame por favor

Le suplicó Sara

-Quieres que te pegue, mmm

Y le propinó un sonoro golpe en el trasero, que se puso rojo en ese sitio, a Sara se le escapó un gemido de placer, y puso el culo en pompa para más. Fatima le abrazo por detrás y le agarro las tetas, intento darle embestidas con la cintura como si la estuviera follando, a Sara le encantó su iniciativa y se agacho aun más, Fatima le daba cada vez más rápido y se oia sus cuerpos chocar y a Sara gemir cada vez más alto.

-No no oirá nadie verdad?

Fatima estaba aterrorizada con la idea de que su madre le descubriera follandose aquella belleza rubia, sabía que tenía que tener mucho cuidado.

-No te preocupes, mis vecinos están acostumbrados, no es lo peor que me han odio hacer.

-Eres muy putita? Puta y tetona

-Sí, me encanta que me folles, soy muy puta

-Vamos a la cama?

-Tengo una idea mejor, será mejor que nos duchemos antes

Y las dos chicas desnudas se dirigieron hacia la ducha, pronto estaban disfrutando de mutuas caricias y azotes mientras el agua caliente las mojaba aun más.

Fatima pasaba de enjabonar de una teta a otra, eran tan grandes y suaves que hacían parecer las minúsculas tetas de Fatima todavía más pequeñas.

Después de cada lametón venia un beso con la lengua y pronto Sara acabo de rodillas otra vez, esta vez tenía una misión: comerse ese coño hasta que Fatima se corriese en su boca, y no le faltaban ganas, lamia y lamia ese coño que a sus amigas les habría parecido asqueroso.

-ooooh si esto es increíble

Fatima no cabía en si misma de la experiencia tan genial que estaba teniendo.

Sara tenía la boca hundida en los gordos muslos de la chica y notaba como su lengua acariciaba y lamia todo su coño.

Fatima estaba a punto de desmayarse del placer que sentía, nunca había sonado ni la tercera parte de esto, después de correrse una vez Sara siguió comiéndole en coño y le hizo correrse por segunda vez consecutiva. A la joven le estaban temblando las piernas y ya no podía más. Sara se incorporó y intercambiaron una mirada cómplice y otro beso más con  la lengua.

A la hora de secarse Sara la trataba como si fueran novias enamoradas y no unas completas desconocidas, a Fatima le puso más cachonda todavía, pensar que aquella chica podría ser suya, y sin querer dibujo un futuro en su mente, donde veía a Sara caminando hacía el altar donde ella le esperaría, imagino llegar de clase y ver que ella le esperaría y la saludaría con un beso largo y apasionado. Pero eso eran solo sueños y sabía que todo eso no era algo normal, de repente le invadió una oleada de duda, y si era esto era algo que formaba parte de algún plan de secuestro o algo así por el estilo, y si Sara no era solo una chica cachonda y bizarramente morbosa.

Pero Sara le despejo todas las dudas al empezar a lamerles las tetitas y después le cogió de la mano y la llevó hacia otra habitación.

A Sara aquella experiencia  le estaba pareciendo maravillosamente rara y completamente distinta, esa chica era la más fea con la que había follado, tenía la cara regordeta y enrojecida pero aun se notaba aquel asqueroso bigote, y era evidente que hacía tiempo que no se había quitado el burka, tenía el pelo grasiento y aplastado, las cejas enormes y casi se podría decir que era uniceja, los enormes muslos agarrotados de tanto placer que ella misma le había dado con la boca, lamiéndole el coño y el ano durante casi una hora. Se arrastraba detrás de la magnífica mujer como si fuera su diosa, y ella su mascota. Los ojos pequeños estaban llenos de algo se parecía mucho a ciega adoración.

Las dos chicas salieron al balcón donde había un sillón de playa enorme donde Sara se había masturbado esa misma mañana, a Fatima se le puso el corazón a mil, y intento echarse atrás.

-Nos van a ver, nos van a ver todos tus vecinos.

-Sí, lo sé, a que es excitante, nos van a observar pero no van a decir nada porque quieren mas y mas, les encantan mis aventuras, van a ver cada de nuestros movimientos, es el show favorito de algunas de las vecinas casadas que nunca han experimentado nada parecido. Y que me vean follar contigo será una declaración para todas ellas, o se enfadaran porque me quieren para ellas o disfrutaran porque les gusta lo raro, lo que sale de lo común.

Fatima no esperaba que Sara tuviese un plan tan elaborado y casi perverso y se dio cuenta de que ella solo era un objeto en sus perfectos brazos, la estaba utilizando porque era muy morbosa y cada vez quería ir más y más lejos, para poder excitarse. Sabía que nunca la querría y aunque eso le desilusiono, no pensaba echarse atrás, no podía alejarse de ella voluntariamente, esa mujer era un imán, era la perfección hecha una maquina de follar lesbiana…..

CONTINUARÁ