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Tú, la cámara y yo (enlaces) II

en Sexo Oral

Recomiendo leer mis anteriores relatos antes que este pero, sinceramente, lo entenderán perfectamente sin la necesidad de hacerlo. 

Había conseguido grabarla en video mientras me daba una increíble mamada con las manos atadas a la espalda y los ojos vendados. No podía dejar de verlo una y otra vez. Me emocionaba solo con pensar en volverlo a intentar.  

En este relato contaré como volví a hacerle más fotos y como le metí la idea de dejarme hacérselas (además las compartiré con vosotr@s).  

Al principio le incomodaban esas "sesiones de fotos" pero después le cogió el gusto y ahora posa como una verdadera actriz porno comepollas, dejándome instantáneas de calidad réflex en las que sale mirando a cámara en plena felación o con la cara llena de semen (estas las mostraré en relatos venideros si veo que las quieren). 

Pero sigamos por donde lo deje: tras grabar el vídeo me quedé con ganas de más. Atarla era ya un fetiche para ella, en cuanto lo hacía se arrodillaba y comenzaba a chupármela, decía que le encantaba que la dominase, que le cogiese del pelo y le follase la boca.  

Aquel día la desnudé deprisa y la até. No le tuve que decir nada, ella empezó a meterse mi miembro en la boca mirándome intensamente. Me excita ver como mueve la cabeza para comérmela sin manos. Le vendé los ojos y comencé a sacar las primeras fotos con el móvil de la mano. Estas no salieron muy bien pero seguro que les gustará echar un vistazo. 

Daba pequeños gemidos cuando le ponía los huevos en la cara. La tiré boca abajo en la cama y le di un cachete, tenía el coño empapado y se la metí rápidamente para sacar mas fotos. 

Me encantaba sacarle fotos. Ella gemía de placer sin saber lo que estaba haciendo. Cuando ella se corría me pedía "terminarme", que no era otra cosa que darme una mamada hasta que me corría en su boca. 

Los días siguientes empecé a hablarle de sacarnos fotos durante el sexo, y ella lejos de negarse se ponía cachonda, ni siquiera le dije como las quería y ya  me estaba pasando fotos desde su casa, siempre con la boca abierta de par en par como esperando una corrida, diciéndome emocionada que la quería ahí.  

Yo estaba que me subía por las paredes. Cuando llegó el día ella estaba en un plan muy morboso. Le daba vergüenza que se le viese la cara (aunque más tarde se le quitaría totalmente y disfrutaría ella casi tanto como yo). 

https://s1.postimg.org/b94m4it1r/b8.jpg 

Le daba verguenza que su cara o su boca apareciesen en la foto llenas de semen así que me pidió correrme en sus tetas.

Después de esto ella trajo su cámara réflex y comenzaron a ser auténticas sesiones fotográficas de mamadas. Les pondré unos ejemplos pero pretendo reservar esas joyas por si me piden un próximo relato. 

Se le pone la piel de gallina cuando la azoto. 

Ella si que sabe enamorar con la mirada. 

Y aquí se ve como disfruta haciendo lo que más le gusta. 

https://s30.postimg.org/b5lmnfold/_DSC0048.jpg 

La sesión acababa cuando me corría en su cara o en su boca. No se quien de los dos lo disfrutaba más pero digamos que no hace falta que le insista mucho para que quiera darme una buena mamada. 

Ella misma me ha dado muchas de estas fotos (las primeras sesiones me las pasé a un pen drive sin que ella se diera cuenta) y se de algunas amigas a las que se las enseñó. Las recorta, las edita, me las pasa con letreros como "la mirada del amor", me dice que tengo suerte de tener una novia mamadora... y la verdad es que sí. Hoy en día esta intentando como loca conseguir ser una garganta profunda. ¿quién sabe? A lo mejor algún día lo consigue y os lo puedo enseñar.

 Mientras tanto estoy pensando en compartir partes más concretas de las sesiones o contar experiencias excitantes (las dos que se me ocurren ahora son de una mamada en el cine o de cuando se cruzó con su padre con la boca llena de lefa) de un modo más narrativo. A ver si me motivo.