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Gran vecina, no tan buena madre

en Autosatisfacción

-¡Hija!-exclamó Alicia.

La rara situación que se estaba dando en el salón de su casa pareció durar una hora por lo menos. El joven con su miembro aun erecto, miraba  con cara de sorpresa a su hija Bea,  como si la conociese. Ella los  miraba atónita, con una mezcla de vergüenza y desprecio en sus ojos. Alicia bajo la mirada avergonzada justo cuando  Bea salía disparada hacia su cuarto. Tras unos breves momentos de duda la siguió decidida a tratar de explicar el espectáculo que le había brindado.

Llego a tiempo de oír el portazo del cuarto de su hija. Estuvo dando vueltas delante de la puerta pensando cómo afrontar  aquella situación. Ni siquiera sabía que  se encontraba en casa. Creía que aun no había vuelto,  miro el reloj, las 5 menos cuarto de la mañana. Bea solía llegar más tarde cuando iba por ahí con sus amigas. Confiando en su hija, se había acostado temprano. Estuvo durmiendo hasta que un ruido la despertó, primero el forcejeo de una puerta, luego alguien que arrastraba los pies al subir las escaleras. Temiendo que Bea hubiese bebido demasiado, salió y se encontró al vecino de abajo. Al principio trato de ayudarlo de buena fe, parecía algo mareado y la caída tenía pinta de haberle dolido. Después se había ido calentando con los descaros de aquel joven, y cuando vio esa polla. Cuanto tiempo sin ver ninguna,  la pareció perfecta , grande y apetitosa. Le habían entrado remordimientos mientras le hacia la paja, pero en cuanto empezó a chupar se convirtió en una hembra dispuesta a dar placer a esa polla y  recibir de ella todo lo que esta pudiera darla.  Trató de poner su cabeza en orden y llamó a la puerta.

-Bea hija, podemos hablar.-No hubo respuesta.

-Venga, déjame explicarme.-nada.

Repitió su petición de otras tres formas distintas pero no obtuvo contestación.se dio por vencida y pensó que mañana, habiendo calmado los ánimos, sería más sencillo charlar sobre lo que la joven había presenciado.

-Descansa cielo, mañana hablamos.-intento poner toda la ternura y el cariño que pudo en esas palabras.

Regresó al salón con un sentimiento de derrota al no haber conseguido zanjar el tema o lo que fuese de manera sencilla y rápida. Allí seguía el joven, sentado con la polla ya morcillona debido al tiempo que se había quedado solo en aquella estancia. En cuanto la vio, la emoción broto en su rostro. Quería continuar la faena y creía que ella estaba también por la labor.

-Vístete y vete, por favor.-corto Alicia tajantemente.

La emoción del chico se apagó de golpe y surgió la incredulidad para sustituirla. La miro como exigiendo una explicación.

-Por favor.-repitió ella.

El chico ahora ya enfadado se levanto de un bote .Al hacerlo el bamboleo de su polla estuvo a punto de hacer cambiar de opinión a Alicia. Cogió su ropa del suelo y se encaminó hacia la entrada. Abrió la puerta y justo antes de salir se paró y se dio media vuelta .

-Si no querías mas de mi polla, haberte tapado y limpiado guarra.- dijo casi gritando mientras se agarraba la polla y la apuntaba hacia Alicia. Sin dejarla asimilar esas palabras se dirigió escaleras abajo sin tan siquiera cerrar la puerta.

Sintiéndose estúpida, miro hacia abajo y contemplo con vergüenza como sus grandes tetas seguían por fuera del camisón manchadas por varios salpicaduras del joven. Se apresuró a cerrar la puerta de la entrada, y salió volando al cuarto de baño.

Llego dispuesta a limpiar aquel desastre, pero el reflejo  que el espejo la devolvió la atrapó. Era una mujer que se sentía bella, no tenía una cara de modelo pero su rostro resultaba mono y su sonrisa picara habría convencido a cualquier hombre de intentar seducirla. Es cierto que tenia algunos kilos de más, aunque sus  tetas destacaban de tal manera que la barriga y la carne de ciertas zonas quedaban disimuladas ante el tamaño de estas. Esos mismos pechos lucían  ahora cubiertos de semen. A su dueña le gusto como se veían, el semen era la prueba de que todavía se acordaba de como manejaba a los hombres usando sus dos prominentes atributos.

El muchacho había aguantado la mamada sin correrse como un campeón, con la paja cubana en cambio no había tardado nada en acabar.  Su propia imagen la volvió a calentar, empezó a extender aquella deliciosa crema que cubría sus tetas. No dejó ningún trozo sin acariciar y al poco rato sus dos impresionantes pechos  relucian brillantes  y con los pezones duros. Se agarró la teta derecha  y se la acercó a la boca. No tubo problemas en chuparse el pezón, el tamaño de esa ubre facilitaba la tarea. Relamió aquel oscuro manjar, el regusto a semen la calentó aun más. Su otra mano dejó de pellizcar el pezón de su pecho izquierdo y comenzó una caricia descendente hacia la entrepierna. Acarició suavemente el vientre por encima del camisón que un cubría esa zona. Llegó a su destino pero las caricias no la parecieron fue suficiente. Con un sensual mensual movimiento  se deshizo del camisón que cayó al suelo. Ya completamente desnuda su mente cedió a la lujuria.

Y que si su hija la había pillado con un polla entre las tetas, y que si había visto como se corrían en su cara. Tenía que comprender que su madre de vez en cuando quería polla. Viéndose ahora  desnuda en el espejo, se arrepintió de no haber impedido que el muchacho se marchara con el rabo entre las piernas. Sus dedos recorrían con pasión la entrada de su chocho. No era de las que se depilaban, tampoco lo necesitaba. Le gustaba como  tenía el coño. Abrió un poco las piernas para ver como un dedo travieso se adentraba en ella haciendola emitir un pequeño gemido. Estaba disfrutando pero se lamentaba de que fuesen sus dedos  y no la lengua del joven la que se aventura en su interior, o mejor su polla . Ese miembro que había relamido y había estado a punto de penetrar su necesitado coño. Se olvido de su hija y comenzó a gemir haciendo mas ruido. Sus dedos audaces habían encontrado su  clítoris y frotaban tan fuerte que las tetas de su dueña se balanceaban.

Aumento el volumen de sus gemidos mientras sus dedos frotaban su sexo y su mente imaginaba la polla que  se había corrido sobre ella entrando con violencia en su húmedo coño. El placer aumentaba y estaba a punto de llegar al orgasmo, se imagino siendo observando por su hija, viendo como su madre con cara de puta dejaba que se follasen sus tetas y recibía agradecida la lefa del hombre. Justo entonces se corrió y un alarido de gusto salió de su boca. Las piernas le fallaron y busco apoyo en la pared. Cuando el extasis remitió le pareció oír unos pasos en el pasillo.

La habría oído su preciada hija gemir como una como una gata en celo, que pensaría de ella. Se sentía sucia e idiota, recogió el camisón y fue a su cuarto. Se tiro en la cama y procuro dormir. Al no conseguir conciliar el sueño se levantó se acerco a la cocina, busco una botella de vino y se sirvió una copa. Mezclar el alcohol con emociones fuertes no conlleva buenos resultados.

Continuara...

Muchas gracias a todos los lectores y lectoras de mi primer relato y a  todos aquellos que dieron su opinión o valoración del mismo. Sigan diciéndome su opinión, críticas o cosas que creen que debo mejorar en los comentarios. Escribir relatos a resultado una experiencia excitante y nueva para mi, espero mejorar los aspectos negativos con la práctica.

Este  "capítulo" me lo he tomado como de transición hacia uno más  largo y elaborado para el que tengo pensado dedicar más tiempo.

 Por último para que estas palabras no ocupen más que el relato, me gustaría pedir la opinión de alguna dama de mi representación de la masturbación femenina, Gracias.