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Nunca me habia sentido así... (Mi primer relato)

en Erotismo y Amor

Bueno esta historia empieza el día después del cumpleaños de mi novio, el cual no habiamos intimado todavía. Yo no me sentia segura de quererlo lo suficiente y después de un año soltera y destrozar mi vida en el aspecto sentimental decidí que si tendría sexo con él seria enamorada. Ya para ese día teniamos 1 mes cumplidos y la verdad es que yo me hallaba super cachonda para esos días, me masturbaba seguido, pensando en como seria sentir su miembro dentro de mi mientras el me decia lo hermosa que era, como era su costumbre cada vez que el pasaba por mi a la residencia de estudiantes donde me habia mudado hace mucho.

Él es un tipo no muy agraciado a la vista pero muy simpático de trato y con una sonrisa que si le dabas cavida seria tu perdición, tal y como me pasó desde el primer momento en que lo vi. Antes habia sido muy atlético pero con el pasar de los años y las responsabilidades se descuidó, eso me contó y me lo demostró con fotos de cuando tenia mi edad, me lleva 10 años y apenas cumplí los 20.

En varias ocaciones nuestro deseo el uno por el otro era tanto que llegabamos a rozarnos mucho con ropa mientras nos besabamos, esto ocurría en parques, dentro de su carro y en un sitio oscuro donde ningun curioso pudiera vernos. Pero siempre que subia por mi espalda al llegar a mi sostén sacaba sus manos y me acomodaba la ropa, el decia que hasta que yo no le dijera que estaba lista me respetaría, y lo hizo. 

El día siguiente de su cumpleaños decidimos viajar a un rio que estaba a las afueras de la ciudad, queriamos despejarnos y disfrutar un momento a solas. Lo que no contabamos era que ese día era feriado y muchas personas, especialmente familias tenian el mismo plan que nosotros. Sin hacer mucho caso igual nos metimos al rio y para mi sorpresa el agua estaba helada, la piel se me ponia de gallina en mi traje de baño y me zambullí rápido para que el frío se disipara un poco. Él entro después que yo y el frio también lo tomo desprevenido.

-Verga, esta helada.-Se quejó mientras solo tenia un pie dentro del agua, mientras yo solo tenia la cabeza fuera y con el pelo mojado.

-Ven rápido para que se te pase el frio.

-Estas muy alejada, no me esperaste.

-Ya, ven.

En 1 minuto estuvo a mi lado y se zambulló también, su pelo negro y liso parecia que solo se habia aplacado un poco por el agua, me resultaba gracioso. Me tomó por la cintura y me abrazó, donde estabamos no era profundo, solo nos agachamos de manera que solo nuestras cabezas estuvieran por fuera del agua. Yo me voltié para quedar de frente a él y no me aguanté a besarlo, su lengua estaba lista buscando la mía y yo solo se la ofrecí por poco tiempo porque eso me prende mucho y él lo sabe. Pero entre más sentia su torso desnudo y el calor de su piel mi excitación iba en aumento, en un momento enrrolle mis piernas en su cintura y lo abracé por el cuello subiendome por encima de sus piernas.

-Amor, recuerda que hay mucha gente y... niños.- Me recordó de repente.

-Disculpame, estas calientito.

-No me mal entiendas, me encanta tenerte así.- Me acarició la mejilla con unos de sus dedos.- Me tienes loco.

-Espero que eso sea así siempre.- Lo volví a besar fuertemente.- Te... Amo.- Le dije pegada a sus labios.

Él me apartó, era la primera vez que yo le decia Te Amo, aunque él ya lo habia hecho en repetidas ocaciones, sus ojos chiquitos esta vez estaban muy abiertos y sus labios formaban una sonrisa grandota. Creí por un momento que no me diría nada.

-¿Es en serio?.-Todavía dudaba un poco, creo que antes me hacia mucho la dura con él.

-Si, me has llegado a enamorar y a ser tan importante como para decirte que Te Amo y sentirlo con el corazón...-No me dejó terminar cuando ya me estaba besando de nuevo, esta vez muy ardiente, su lengua se adentraba en mi boca, pidiendo más y más, abrí un poco los ojos y note que gente nos veia y me dió pena así que decidí alejarlo un poco.- ¿Amor porque no caminamos un poco alejados de la gente?

-Me parece bien, vamos a sentarnos en aquella islita de tierra.- No estaba muy lejos la islita, como a unos 20 metros contra la corriente, caminamos rápido y nos sentamos en la orilla pero aún dentro del agua donde podiamos abrazarnos y no molestar a nadie más por nuestra muestras públicas de afecto.

Hablamos un rato, nos pegaba el sol así que ambos agarramos un poco de color, y buena falta que me hacia. A lo lejos se escuchaba una música como bachata y daba un ambiente muy rico mientras en mi espalda estaba el calor de mi amado mientras me contaba historias de su pasado, una vida sin mi que no extrañaba pero que le dejaron vivencias y cosas que contarme, secretos para él pero un mundo totalmente desconocido para mi. Después de un rato empezamos a cantar un canción que nos gustaba a ambos y empezaron las caricias, por mis brazos, mis piernas, besitos en el cuello que no hacian más que encender mi excitación.

Llegamos a un punto donde sentí su miembro quererse desprender de su short, ya que estaba pegado a mi, caliente y duro, mientras con su boca él me besaba la parte de atrás de mi cuello y subia hasta mi oreja, sus manos se mantenian en mis piernas, pero de vez en cuando las subia a mi abdomen.

-No sabes cuanto te deseo mi amor.- Me dijo entre susurros pegado a mi oreja.- Me tienes en un castigo y hoy viendo lo buena que estas con ese traje de baño.

-¿Y si te digo que yo me muero porque me hagas el amor?.- Se abrieron sus ojos como platos de nuevo, esta vez no me lo creía.

-¿Estas segura? No juegues con eso, mira que yo estoy muriendome de ganas.

-No juego, yo también me muero de ganas mi amor, no sabes cuantas noches me he masturbado pensando que te siento dentro de mi...-Creo que esas palabras fueron demasiado para él, me calló con su boca en un beso furioso, donde su lengua me llegó a la garganta.

-Vámonos.- Se levantó rápido, sin importarle que todos allí vieran su erección, aunque en lo que nos metimos al agua fria descendió. llegamos a los baños públicos y nos secamos y cambiamos, nos metimos al carro y nos fuimos de allí. Él no hablaba, solo mantenía su mano fuerte en la mia, no queria soltarme, como obligandose a creer que era verdad. De camino a la ciudad nos encontramos una posada, super linda y acojedora en el recibimiento, pagamos un habitación, nos dieron la llave y entramos.

Era muy linda para estar en un lugar bastante alejado, dentro habia una tele y estaba encendida, pasaban un canal de música, de esos que ponen como para no verlos. 

-Mi amor, voy a sacarme el agua de rio, ¿vienes?.-Claramente me invitaba a bañarme con él, en ese momento me entro miedo, pero pense mejor en arriesgarme, era el hombre del que estaba enamorada, ¿que es lo peor que podria pasar? Así que sin más me quite la camiseta que tenia puesta y la parte de arriba del traje de baño mostrandole mis senos.

Si bien yo no tengo los senos tan grandes, pero bien que lo sosprendí, se acercó a mi hasta casi tocarme y solo me dió un besito casto en los labios.

-Que hermosa, no sé si tocarte o quedarme aqui adorandote.

-Tócame.

Y eso hizo, tomó uno de senos, cupo perfectamente en su mano y apretó un poco, en ese momento mi vagina se contrajó, mi deseo iba más rápido que yo. Acarició con sus dedos mi pezón y yo solo cerré los ojos y me perdí en sus caricias que hacian que me retorciera por dentro.

-Vamos mi vida, estoy desesperado por hacerte mia.

Me tomó de la mano y me llevo hasta la regadera, la cual tenia un pequeña repisa donde perfectamente servida de sillita, no entendía porque estaba allí. Él se desvistió y yo también, nos metimos juntos a la regadera y nos pasabamos jabón, yo a él y él a mi, nos dabamos pequeños espacios para disfrutar el agua. Decidí sentarme en la repisita extraña mientras el se enjuagaba, me di mi tiempo de verlo, cada parte de su cuerpo y me encantaba enormemente, todavia tenia en él esas piernas de atleta musculoso, me prendía verlo. De repente me sorprendió viendolo y se acercó a mi acomodandose entre mis piernas, empezó a acariciarme el cuerpo y sus labios buscaron los mios con fiereza.

Me tocaba las nalgas alzandome un poco y de mis labios bajó a mi cuello, mis manos estaban sujetas a su espalda y mi cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, que rico se sentia. Luego bajo hasta mis senos y los chupo y lamió a su antojo, empecé a gemir como loca y a meter mis dedos entre su pelo, me excitaba cada vez más y más. Chupaba, lamia, mordía, mis pezones eran fuertemente asaltados por este hombre como si quisiera que de ellos saliera leche y lo amamantara. Estaba tan desesperada, mi vagina tenian fuertes contraciones, deseaba desesperadamente su pene dentro de mi, chorreaba jugos por ello. Subió de nuevo a mi boca y me dió un rico beso, largo y profundo mientras me atraía a su cuerpo, en ese momento sentí que algo liso y curvo me acariciaba mi vagina, se sentía divino y al caer en cuenta que era la cabezita de su pene me asusté.

-Papi no me lo metas, por favor...-Decia eso por puro miedo, él pareció como si no me oyera.

-Tranquila...- Y en ese momento me penetró. Su delicioso pene entro en mi y me desplomó todo miedo, que calido y rico se sentia. Dentro, fuera, dentro, fuera. Me estaba volviendo loca y de repente lo sacó. Abrí los ojos desesperadamente buscandoló y solo se habia alejado de mi unos cuantos pasos, su verga dura estaba alzada y él tenia las manos en la cintura mientras respiraba pesadamente.- Debo calmarme, no tengo condones y no puedo...

Lo jale del brazo y lo besé, lo deseaba y no me importaba como fuera, si era sin intermedios mejor, volvió a penetrarme y estuvimos un largo rato allí sintiendonos. Decidimos irnos a la cama y con la típica del misionero nos besabamos a diferentes ritmos de cojida, dentro, fuera, rápido, lento, a veces lo dejaba solo para sentir las contracciones de mi vagina. Luego cambiamos a algo que me gustaba más a mi, de perrito y duro. Me lo metió en 4 hasta que llego al tope y agarrandome de la cintura me penetró durísimo, se sentía tan bien, tan ricamente poseida por mi hombre, de repente sus palabras forzadas me interrumpieron.

-Mami, voy a acabar.

Reaccioné repidamente para sacar su pene dentro de mi y me acabo en las nalgas, embarrandome toda de leche, mucha leche y bien espesa, hacia tiempo que no descargaba y me sentí satisfecha. Lo deje descansar un poco mientras hablabamos, me limpie la leche con una toalla y pasados unos minutos y unos cuantos besos él quiso volver a excitarme.

Hizo que pusiera mi vagina en su cara, pero mi cara viendo hacia su pene, el cual mientras lamia mi sexo de lo más magistralmente se ponia más gordo a cada segundo. No me puede resistir y haciendo un perfecto 69 empecé a chuparle el pene, enroscaba mi lengua en el frenillo, lamia el tronco a la punta y de regreso, engullia la cabeza y lo succionaba levemente y luego fuerte para meterlo todo en mi boca y llevarlo a mi garganta hasta que me viniera una horcada y me limitaba a sacarlo y meterlo a mi boca acompasadamente, que rico sabia, a sus fluidos y a los mios.

Él me levanto las nalgas e hizo que me pusiera encima de él guiandome como le gustaba, contraía su cara de placer, le gustaban las contracciones de mi panocha, lo volvian loco y a mi sentirlo dentro, para ese momento yo solo gemía sin parar con mis manos en su pecho moviendo mis caderas y sintiendolo profundo dentro de mi, nunca habia sentido algo así, tan alucinante. De momento empecé a desesperarme más y más, me frotaba más en él y su pene se adentraba más en mi, gritaba y gemía como si me estuvieran matando y de repente acabe. El primer orgasmo de mi vida provocado por una persona habia llegado, me desparrame encima de él diciendo su nombre y respirando como si hubiese corrido un maratón.

Espere que pasaran las contracciones, él me acariciaba y cuando por fin pude abrir los ojos y ver su rostro, me esperaban muchos besos y lo que nos habia llevado a aquella posada esa tarde, un te amo que le salia del alma.

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Hola, este es mi primer relato, te agradecería que me dejaras tu comentario ti te ha gustado y si tienes algunas sugerencias para mi. Gracias a tantos autores por inspirarme a escribir algo para los que tanto he leido. Besos! -AMoonNigth