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Tarde con M

en Bisexuales

Buenas noches. Quiero agradecer la gran acogida que he tenido con mis lectores en los anteriores relatos, agradezco si alguien quiere dejar algun mensaje y/o recomendacion. Ahora quiero contaros otra aventura con esa hermosa mujer del 105 de pecho y una tarde de alcohol, sexo y una fiesta a la que debia asistir.

Pues bueno este relato comienza como una tarde mas con tus amigos y compañeros de trabajo, en la que te vas de cervezas...sin pensar en nada mas.Comenzamos como siempre sobre las 13:30 de la tarde en uno de los mejores bares de mi localidad, sin mas insisto, hasta que por casualidades de la vida encuentras a esa mujer que he descrito en otros relatos y que llamaré M.

Recuerdo ese rato como si estuviera viviendolo en este mismo momento...la terraza, el calor, los amigos, la cerveza fria y a ella cruzando la calle con su ropa ajustada y sus enormes tetas bailando al compas de sus pasos...ella nunca me vio en esa circunstancia, pero mi mejor amiga su vio como la baba caia de mi boca (pero nunca pudo ver de donde mas caia).

Entrada la tarde y despues de un cargamento de cerveza en mi estomago, como buen hombre, mis instintos mas primarios comenzaron a llamarme y mi polla pedia a gritos un desahogo. Cogí el telefono y marque ese numero magico del cual nada malo puede salir.Cuando quise enterarme de todo lo que estaba haciendo me encontraba en el ascensor de su casa, direccion a su entrepierna.

Toco su timbre y ella me recibe con un "mucho has tardado nene" y su sonrisa de saber que ambos saboreariamos algo divertido...

Casi todo en el sexo pasa rapido y en un abrir y cerrar de ojos te encuentras en una cama, en pelotas y con una mujer jugueteando en alguna parte de tu cuerpo. Ese fue mi caso.

Comenzamos igual que los niños...los tipicos besos timidos de un livio precalentamiento, pero a nada sube la temperatura y comienza a bajar su cabeza muy muy lentamente, sin dejar ni un cm de mi sin besar, hasta llegar al lindo caramelo que la espera ya despierto. Sin pensarlos dos veces, no lo introduce, se lo clava en la garganta produciendome una especie de sensacion de doloroso placer...nada, cuestion de un instante, en el cual me da tiempo a desdoblar mis ojos del blanco a marron-verdoso que me caracteriza y poder disfrutar plenamente de aquel "caluroso" recorrido.

Cansado de aquella toma de poder por parte de ella y haciendo gala de mi "orgullo masculino" (minimo todo hay que decirlo, por mi falta de experiencia) se me ocurre ser yo quien toma la iniciativa, ponerla boca arriba y ser yo quien juegue al explorador. 

No pude imaginar cuan eran de grandes sus tetas hasta que tuve uno de sus pezones entre mis dientes y lo mordisqueaba poco a poco, mientras con una de mis manos buscaba su mas que humedecido coño. No se si por el nivel del alcohol o el exceso de excitacion, me vine arriba y fui bajando hasta esa humedecida raja. Nunca habia hecho semejante cosa y jamas pense que a dia de hoy seria un verdadero experto en lo que a "anatomia vaginal" se refiere, pero alli me plante cara a cara con ese suculento manjar. 

Comencé poco a poco, timidamente con la punta de mi lengua mientras ella emitia un leve gemido mezclando con una risa tonta, hasta que por una inusual valentia en mi extendi todo el grosor de mi lengua y continué cubriendo todo aquel sexo que ya ardia como un fragua. No se mucho de mujeres...pero por la cantidad de fluidos que soltó, los gemidos y su espalda arqueada...no tenia mucha pinta de fingido para ser mi primera vez. Desde mi "bajo" punto de vista, recuerdo perfectamente como poco a poco mi vicio interno iba creciendo y solo sabia lamer como un verdadero cabron al son de sus gritos, como recorria no cm a cm...si no mm a mm cada parte de esa delicia, como besaba y mordia la cara interna de sus muslos y como el olor de aquello inundaba mi nariz y me ponia aun mas caliente de lo que ya pudiera estar.

Todo terminó como terminan las grandes corridas y no de toros me refiero...yo con mi boca llena de su placentero resultado y ella con los dientes clavados su almohada para no molestar a sus vecinos. Cuando quise darme cuenta ya era la hora de acudir a una fiesta a la que estaba invitado o que mas bien de la cual yo era anfitrión. Para ello tenia pendiente a mi mejor amiga y casi confesora de estos asuntos (de la cual, tambien hablare en proximos relatos). En fin, quizas esa tarde no pude desfogarme, demasiado, pero llegar a una fiesta con mas de 200 personas...pensando en lo que acababa de pasar, viendo mi cara de placer en un espejo y el olor a mujer en varias partes de mi cuerpo...no tiene precio, pues en el fondo no hay nada mejor que sentir como el exceso de placer se corresponde con una buena corrida y ver una cara desencaja de placer.