miprimita.com

Ella, mi destino

en Erotismo y Amor

Recuerdo cuando nos conocimos como si fuese ayer, pero no, ya de éso son año y medio, siempre te sorprende que aún lo recuerde. No sé por que, pero no hablamos desde que acepté tu amistad, empezamos hablar mucho después quizás el destino tenia hilado ese momento preciso, y cuándo llegó casi cada día hablábamos teníamos adicción la una por la otra, nos contabamos de nosotras, incluso nos atrevimos a imaginarnos en citas, en lugar, momentos; nos dedicamos muchas canciones, recuerdo la primera que me dedicaste; "Te Quiero". Pero la melodía que me llegó y fue directa al corazón fue escuchar tu voz, cantandome, "Pensando en ti" Mago de Oz, oir tu voz melodiosa acompañada de tu guitarra fue mágico, con ella me atrapaste, estremeciste mi alma. Pasaban los días, semanas, meses seguíamos hablando sin parar, nos íbamos conociendo más, el tiempo pasaba y cada vez coincidiamos en muchas cosas, lo único que nos separaba era la distancia, estábamos en paises distintos pero esa conexión que teníamos tan fuerte era como si estuviésemos al lado la una de la otra en muchos de esos días y noches de conversaciones.

Pero una vez, el destino direcciono mi caminó a ti, creó todo para encontranos para vivir el día de tenernos cara a cara, vernos finalmente. Fui a tu encuentro mas que con dudas con la certeza que iba por lo que más deseaba vivir en esta vida, decir que fue lo que me imaginé, no, no fue, fue mejor, porque ya no te imaginaba, te tenia cerca, nos teniamos cerca, había nervios, y todo tipo de emociones juntas imposibles de controlar en ese abrazó que nos dimos frente a la puerta de aquella casa que por un tipo se convertiría en mi hogar. Hablamos, reimos, fue como conocernos pero ya sabiendo mucho de la una y la otra, entre todo éso pienso en aquel primer besó que me rechazaste, pensé, no, no pensé, como en muchos de mis momentos solo retrocedí y seguimos hablando, te enseñe mi habitación, bueno, tu la conocía antes que yo, llegué allí por ti; todo fue por ti. Al salir me tomaste por detrás de la cintura, me atrajiste a ti, yo me dejé halar, hasta sentir tus labios atrapando los míos por primera vez, nos seguimos besando de tal forma que era como si nos estuviéramos cobrando esa deuda de besos pendientes, el tiempo se detuvo, literal entre nuestras bocas, en los suspiros que se ahogaban, y nuestras manos acariciando nuestros cuerpos, el momento se interrumpió al sonido de una llamada, era un amigo tuyo, traiga mi nueva cama, la que tu me habias conseguido, porque así eres tú, un ser maravilloso hermoso, que desde el inicio me mostró el corazón tan inmenso y noble con el que contaba.

Decir que armar aquella cama fue un total fracaso, recordarte que me hiciste caer dos veces de ella, en fin que el colchón mejor quedo en el suelo, asi nos evitariamos accidentes, y debo de reconocer que si, fue lo mejor, hacerte el amor por primeras vez en él, fue apasionante, mágico, electrizante, desnudas sobre el colchón, desprendiendonos de todo aquel deseo que sentíamos desde ese primer: "Hola, me pareces interesante, quisiera conocerte" nos amamos esa noche increíblemente, sentir tus manos recorriéndome completa mientras nos arrancabamos la ropa deseando inundar mi boca de tu exquisito néctar y devorandome tu sexo era lo único que deseaba mientras nos revolcamos entre aquellas sábanas y cama improvisada.

De esas noche hubieron muchas que se repetirían, así fue que te amé aún más, amé tu sonrisa blanca sin fin, pícara como de niña, porqué ya no solo la escuchaba, ahora podía verla, me hice adicta al café de tus ojos, daba lo que fuese por verlos en cada amanecer que se podía, al reflejó de verdad y pureza en ellos, me hice expectante a cada descubrimiento que me regalabas, a tus despistes, comencé amar el olor de nuestras pieles juntas, el contacto de nuestros dedos entre alzados, del cabello que dejabas sobre mi almohada enredados con los míos, a tus besos juguetones, a tus cosquillas sobre mi espalda, me enamoraba de ti cuando te miraba en silencio y me preguntabas, " en qué piensas" y solo sonreia o decía "Nada" me enamoré de como me cuidas, de tus "regaños" y "te lo dije" también cuándo me decias que te gustaba como te cocinaba, porque sabes a veces no soy de palabras, pero si de hacerte un detalle que te haga sentir bien, y con ello te digo, Te Quiero... Conocerte fue como conocer algunos de los rincones de esta cuidad contigo, fue mágico, único, maravilloso, respirar felicidad, armonía, pasión, belleza, libertad, asi eres tú, por ello te Amo, y lo haré siempre de una manera muy única como tú, Milena