Mi joven y voluptuosa figura estaba delante de él. Mi tío se había quedado sin aliento y yo me mordía el labio inferior un poco apenada, pero al mismo tiempo tremendamente excitada. La escena parecía tan irreal para sus ojos que aún su cerebro no lo comprendía del todo. Cuando su mente, por fin, pudo conectar de nuevo con su razonamiento; mi tío se levantó exaltado de la cama y se quitó la cobija de encima.

-Hija, ¿qué estás haciendo, no sabes lo que me haría tu padre si te ve desnuda en mi habitación? –pregunto con voz baja.

-Yo solo quería que tú también tuvieras algo que ver tío, me sentí terrible por haberte visto desnudo y quería que estuviéramos a mano, así que decidí mostrarte mi cuerpo, pero ahora me doy cuenta que soy fea –dije mientras fingía llorar.

-No mi amor, no eres para nada fea, tu eres una señorita muy linda, no llores mi amor –dijo desesperadamente, tratando de calmar mi llanto mientras me cubría con la manta de un color blanco puro de su cama.

-Si soy fea, no te gusto, eso quiere decir que no le voy a gustar a ningún hombre nunca –dije con un llanto fingido.

-No amor, para nada es eso, yo creo que eres hermosa, eres una de las mujeres más hermosas que he podido ver desnudas, pero no es correcto que yo te haya visto así mi amor, soy tu tío.

-A mí no me incomoda que me hayas visto desnuda tío, sabes, me gusto que me vieras, me hizo sentir unas maripositas en el estómago y un cosquilleo por toda mi piel –dije mientras tocaba mi cuello con mi mano, acariciándolo suavemente y cerrando mis ojos; inmersa en esa caricia auto infligida.

-Mi amor, por favor, vete a tu cuarto.

-No quiero tío, tengo que confesarte algo.

-Por favor pequeña, no digas nada de lo que te vayas a arrepentir después.

-Me gustas como hombre tío, quiero que tú seas mi primera vez –dije con un rostro serio y de absoluto convencimiento (era una mentira, pero eso excita más a los hombres, no importa quien sea, es un estimulante natural).

-¿Realmente eres virgen mi cielo… porque te estoy preguntando esto?

-No te apenes tío, yo quiero estar contigo, y sé que tu sientes curiosidad por mí, por favor no me rechaces, yo necesito que un verdadero hombre como tú, tome mi primera vez –dije mientras tocaba su pecho lleno de una selva negra de vello que lo hacía lucir tan varonil.

-No hijita, por favor vete a dormir a tu cuarto, ya verás que mañana veras esto como una locura.

Yo ya no pude soportar más la excitación y me abalance sobre el besándolo apasionadamente. Mis labios hicieron contacto con los suyos y se fundieron en un beso apasionado y lleno de un morbo increíble. Las palabras se quedaban cortas para lo que ambos estábamos experimentando. El beso seguía y mi tío no me alejaba, su cuerpo se había quedado inmóvil sentado en la cama y sus labios eran los únicos que tenían movimiento en todo su cuerpo. Yo deslice mi mano hacia su pene y lo pude tocar, estaba muy duro y firme. Él me tomó del brazo con una mano y paro de besarme en un instante.

-Estamos yendo muy lejos mi amor, tú padre nos podría descubrir y yo tengo miedo de lo que te haría.

-No me va a pasar nada, porque él no se va a enterar, la puerta está cerrada con llave, además te prometo que no voy a hacer ruido, a menos que tú me hagas gritar con este animal .dije mientras apretaba su gruesa verga con fuerza.

Él se estremeció de inmediato y me tomo del brazo con fuerza.

-Por favor no sigas o no me voy a poder resistir pequeña.

-Eso es lo que quiero que no te resistas

-Si no paras en este instante, no voy a poder resistir la tentación de tu cuerpo hijita, no quiero cometer una locura contigo.

-Yo si quiero que tú me vuelvas loca –dije mientras sobaba con fuerza su polla por encima de su ropa interior mientras le decía al oído, tómame.

-Él se acercó a besarme de nuevo y esta vez comenzó a usar sus fuertes y rasposas manos. Me tomó de la base de la nuca y me beso apasionadamente. Su lengua visitaba mi garganta en repetidas ocasiones incitando el calor dentro de mi boca y al exterior de mi piel. EN aquella noche calurosa nuestros cuerpos comenzaban a emitir aquel líquido tan sensual mezclándose al abrazarnos mientras nos besábamos.

Sus manos por fin se comenzaron a mover hacia mí. Metió los dedos de en medio de su mano derecha dentro de mi boca y dijo muy despacio -chúpalos-. Yo le obedecí y los chupe como si fueran una deliciosa paleta, Eran muy largos y grandes, parecían unas salchichas. Eran ríspidos y gruesos y sabían un poco salados. Después el los saco y los fue pasando por mi cuerpo. Recorrió mi canal en medio de mis voluminosos y jóvenes senos sudorosos. Paso por mi vientre plano y mi pubis con un monte de venus velludo y por fin llego al orificio que produce en tantas mujeres un inmenso e indomable placer. Al sentir sus dedos yo abrí la boca sensualmente mirándolo fijamente a los ojos, pero sin emitir ni un solo sonido. El me devolvió la mirada y solo hizo una expresión con su dedo indicándome que no hiciera mucho ruido.

-Te duele mucho amor, es tu primera vez.

-Estoy bien tío, tu no pares, me gusta lo que haces con tus dedos.

-Está bien, voy a aumentar un poquito el ritmo chiquita –dijo mientras lamia sus labios, saboreando el momento.

-Está bien, hazme lo que tú quiera tío, soy toda tuya, dije.

Pude notar un gigantesco bulto en su ropa interior. Mi tío ya estaba muy motivado y yo me sentía muy excitada viendo aquel miembro ansioso por entrar en mi joven vagina. El seguía masturbándome sin parar y yo lo tomaba del cuello muy fuerte mientras gemía despacio para no ser descubiertos por nadie. El dejo de masturbarme y mi vagina ya chorreaba por el placer que provocaban sus dedos en mi interior. Era un maestro con las manos. De repente se incorporó de la cama y se bajó el calzón. Ven chiquita, ven para que le des besitos a la polla de tu tío -dijo.

-¿Sabes lo que es el sexo oral mi amor? –preguntó.

-No tío –dije mintiendo completamente.

-Es cuando tú le das a tu pareja, besitos en sus partes, tu ahorita me vas a dar besitos aquí, por toda mi polla mi amor, para hacerme sentir muy rico.

-Está bien tío, como tú digas, yo lo único que quiero es hacerte feliz.

-Muy bien dicho chiquita, ven acércate, dale muchos besos a la polla de tío.

Yo me aproxime a él y tome con ambas manos aquel miembro tan grueso y descomunal de mi tío. EL vello alrededor era muy chino y abundante u olía a hombre en verdad. Lo lleve cerca de mis labios con ambas manos y lo bese en la punta de su glande. Él se estremeció un poco y tembló también. ¿Estás bien tío? –pregunte-. Tú no te preocupes mi amor, tú sigue besando la polla de tío. Comencé a darle pequeñitos beso por todos lados. Por sus testículos obesos y pesados, por su base del pene donde se unían al escroto, por su glande y por su tronco. El tenía sus ojos cerrados y solo sujetaba mi cabello para que mi cabeza no se separara, y no parara de dar aquel inigualable placer de ser besado en la polla por su joven sobrina. Ahora, vamos a pasar a algo más rico mi amor, se llama darle la garganta a tu tío –dijo bufando de lujuria-.

-Lo que debes hacer es ponerte bien de rodillas, quedarte inmóvil y tío va a sujetarte firmemente la cabeza mientras pone su polla dentro y la saca bien rápido; todo lo que la aguantes hasta el fondo. Tienes que esforzarte mucho para que tío sienta muy rico  y se sienta feliz, eso es lo que quieres verdad, ¿hacerme feliz?

-Si tío, más que nada en el mundo.

-Bueno hijita, entonces haz lo que te digo y quédate bien quietecita.

-Está bien.

Él se acercó a mí y comenzó a meter su grueso glande en mi boca. Al principio era difícil de entrar pero por fin lo pudo deslizar hacia adentro. Mi boca apenas y podía recibir tremenda bestia. EL lentamente comenzó a mover sus caderas de adelante hacia atrás sin soltar mi cabeza con ambas manos firmemente sujetando mi cabello. El comenzó a gruñir y resoplar como caballo mientras metía y sacaba su polla de mi boca. Comenzó a excitarse y ahí es donde vino lo violento. De un fuerte empujón su polla se deslizó hasta mi garganta. Yo casi devuelvo el estómago por la forma en que entro profundamente pero lo soporte. El gimió de placer y la metió aún más hondo. Yo trataba de empujarlo con mis manos para que su polla no estuviera tan adentro pero él estaba siendo dominado por un instinto primitivo. El instinto de macho dominante. Mi garganta comenzó a ser violada brutalmente por aquel pene descomunal. La saliva salía a cantaron de mi boca y su polla cada vez más quedaba aún más lubricada. No soltaba mi cráneo empujando fuerte su virilidad dentro de mí. Mi vagina estaba chorreando de placer y el piso ya estaba muy mojado. Mis senos estaban llenos de sudor y saliva. Mi cabello estaba empapado en sudor y el vello en el pecho de mi tío brillaba por aquel liquido tan sensual que brotaba de su piel.

Después de más de 15 minutos de un interminable sexo a mi garganta, su polla por fin cedió ante el estrecho canal de mi garganta. Me tomo fuerte de la cabeza y metió su polla casi entera dentro de mi sin dejarme ir. Yo tosí de desesperación ahogándome aun con su polla dentro y mi saliva salía en cantidades inmensas. Las lágrimas brotaban de mis ojos y los dejaba rojos y llorosos. El gemía y bufaba intensamente. Su semen se desbordo como una marea imparable. Espesa, caliente  y blanca dentro de mí, inundaba todo mi ser. Sus piernas temblaban como un potrillo recién nacido. Por fin lo saco de mi garganta y dijo –dios mío, que buena chupada. Yo tosí todo su semen y cayó en el suelo encima de mis líquidos vaginales. Me hiciste muy feliz chiquita, pero aún falta lo mejor, te voy a comer esta vagina. Se acercó a mí y me levanto con fuerza por entre su cabeza con una fuerza increíble me sentó en su boca. Yo como si fuera una pequeña estaba sentada por encima de su cabeza pero frente a él y comenzó a comerse mi vagina.

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