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Despertando a la vida : el inicio

en Sexo con maduros

 

DESPERTANDO A LA VIDA: el inicio

 

 

¡Hola! Mi nombre es Betty soy una mujer morena de pelo negro  rizado a media espalda, me considero bonita, tengo una cara muy linda mis labios son gruesos y apetecibles y mi cuerpo delgado tiene sus curvas bien marcadas, no es pretensión pero siempre atraigo la mirada de los hombres, esto lo se por los piropos que recibo constantemente cuando ando caminando por  la calle, mido 1.64 mts pero siempre calzo zapatillas por  lo que aparento mas altura.

 

Permítanme contarles algo que viví  hace algunos años, esto cambio por completo  el rumbo de mi vida,  en ese momento contando con escasos 19 años  me encontré en una situación muy difícil. Me case a los 17 años, con un hombre que me doblaba la edad me supo conquistar y pensé que era el amor de mi vida, pero a los pocos meses de casados cambio y enseño su verdadera personalidad,  trasnochador y mujeriego, al cabo de dos años y con un bebe en mis brazos, llego un buen día mi marido muy apresurado  a la casa donde vivíamos, haciendo su equipaje,   diciéndome  que  tenia que irse de la ciudad por que tenia  problemas personales muy fuertes, que después volvería por mi,  y sin mas desapareció de mi vida.

 

Con algunos meses esperándolo y sin saber nada de el, tuve la necesidad de regresar a vivir  a la casa de mis padres y ponerme a trabajar, tenia algunos conocimientos contables y con mi apariencia y mi juventud, me pude colocar rápidamente en una oficina donde se agrupaban trabajadores de la construcción.

 

Llevaba ya trabajando algunos meses y todo transcurría muy bien, hice algunos amigos entre ellos a julio un trabajador que  realizaba algunos trámites para las constructoras,  El ambiente en la oficina  era agradable yo me sentía muy bien y  todos sentían aprecio por mí.

 

El que era mi marido ya tenia más de 10 meses que se había marchado,  yo tenía los mismos meses sin saber nada de el, y por consecuencia el mismo tiempo sin  sentir en mi cuerpo las caricias y los besos de un hombre, tenia constante mente dolor en mi vientre, mis ovarios estaban frecuentemente inflamados, empezaba a tener sueños eróticos y calientes, sentía que el ardor salía de mi cuerpo principalmente de mi entre pierna. 

 

Uno de esos días llegue a la oficina, con mis pensamientos en otro lado distraída, por lo que julio mi amigo me pregunto si algo me pasaba y si el podía ayudar en algo, que podía contar con el para cualquier cosa.--  Julio era un señor casado con hijos, no era guapo pero tenía un cuerpo muy bien conservado para sus casi 40 años en aquel entonces, moreno espalda ancha  y  brazos fuertes 1.74 mts de estatura, además de ser muy agradable.   

 

Le agradecí y le dije que no que todo estaba bien, que solo estaban mis pensamientos  en otro lado y no había dormido bien.

 

 En los días siguientes el estuvo aun mas atento conmigo y comenzamos a platicar y a conocernos un poco mas, se fue ganando mi confianza me sentía agusto estando con el,  le conté algunas intimidades de lo que lo que pasaba en mi matrimonio y el también me platicaba cosas suyas.

 

Pero al poco tiempo  algo cambio en el, pienso que se dio cuenta cual era mi problema aparte del abandono, sabia lo que me hacia falta como mujer joven y sola, me miraba de arriba abajo y me decía cosas bonitas, me hablaba de forma diferente, con dulzura con  deseo  diría yo,  la verdad se veía que había despertado en el un interés especial en mi persona, yo sabia que le gustaba, eso me agradaba me hacia sentir bien.

 

 

Un buen día llegue como siempre a trabajar,  vestía una minifalda que dejaba ver gran parte de mis piernas, mis zapatillas de tacón  que hacían  que mi trasero se viera paradito y apetitoso, traía una blusa delgadita semi transparente con un escote que permitía vislumbrar  buena parte de mis pechos, y permitía que se trasluciera mi sostén.

 

No pase desapercibida para los trabajadores de la oficina, y aunque todos me respetaban, me comían con la mirada,  especialmente  julio, que ocupaba  una oficina  pequeña a un lado  de donde yo tenía mi escritorio.

 

Cuando pase frente a el,  su mirada instintivamente  se clavo en mi cuerpo  y sentí que me desnudaba con su vista, eso me gusto pero me puso inquieta, nerviosa  y empecé a sentir un hormigueo y humedad en mi chochito, alcance  a ver de reojo y sin que el se diera cuenta, que se mordió los labios se agarro la verga y meneo la cabeza en señal de aprobación

 

La verdad yo no soy así de atrevida,  pero ese día con la calentura encendida que traía acumulada, empecé a jugar, me senté de frente a el como siempre, solo que esta vez, como sin darme cuenta, le regalaba una buena vista de mis muslos, cuando cruzaba la pierna como que me descuidaba y julio podía verme  mas  de lo debido.

 

El no trabajo bien  ese día, no podía, estaba distraído, solo me miraba, claro discretamente, pude ver como bajaba su mano en varias ocasiones bajo el escritorio y se sobaba entre las piernas, me sorprendió ver el tamaño del bulto que se formaba bajo el pantalón, en verdad se veía grande, si que  lo estaba calentando sentía en su mirada como me deseaba y se notaba que le encantaba lo que veía, y a mi  me estaba gustando el juego, además me tenia mojadisima y con los pezones erectos.

 

---Te pasa algo julio le pregunte con sarcasmo, no nada Betty es solo este calor que no se aguanta, si verdad le dije sonriendo.

 

 Así Transcurrió todo ese día, cachondo lleno de erotismo, el queriendo ver y yo enseñando de mas, hasta que llego la hora de salir, ya había obscurecido,  Había sido un día con muy poca gente, el ultimo en salir de la oficina fue julio.

 

---Hasta luego Betty, me dijo con una mirada de lujuria como nunca se la había visto.

 

--- que descanses julio, le conteste con una picara y coqueta sonrisita.

 

Entonces me quede sola pensando en la calentada que le había dado al pobre julio ese día, la verdad yo también me sentía muy excitada.

 

Ya me preparaba para cerrar la oficina, solo organizaba unos documentos para avanzar el trabajo del día siguiente

 

Habían pasado escasos 8 minutos,  yo aun no cerraba la puerta,  cuando escucho unos pasos que se  aproximaban.

 

Era julio regresando a la oficina.

 

---disculpa Betty hoy ando distraido, traigo la mente en otro lado, se me olvidaron unos papeles en mi escritorio.

 

El corazón me empezó a latir con fuerza, ya no había nadie más, estabamos solos.

 

---pasa le dije, y sin pensarlo le pedí, cierra por favor la puerta  ya no es hora de oficina.

 

El cerró la puerta despacito miro para todos lados, revisando que no hubiera nadie.

 

--gustas un vaso de agua pregunte.

 

--si por favor te lo agradecería, con este calor me caería muy bien.

 

Me dirigí a un rinconcito, donde había una cómoda ya que allí  estaba el agua,  el café  y otras cosillas de esas que hay en la oficina. 

 

Cruce el espacio que separa mi escritorio de la mesita del café,  lenta mente regalándole el mejor de mis movimientos de cadera, el solo me observo sabia que me comía con la mirada.

 

Apenas había tomado los vasos para servir el  agua, cuando sentí detrás de mí, la presencia y el aliento de julio.

 

---Betty estas hermosa me dijo al oido erizandome la piel.

 

 Lo había provocado todo el día y en ese momento me paralice, no lo esperaba, o tal vez si, pero  me dio miedo, pena, que pensaría de mi.

 

No pude contestar nada, solté lo que traía en las manos y me quede apoyada en la mesita,  mi mente se nublo, de pronto Siento sus manos musculosas tomarme por la cadera.

 

--noooo  julio por favor que haces noooo

 

 Con mi voz entrecortada le pedí que parara, pero en realidad no hice nada mas  para impedirlo, mi mente me decía que no era correcto, pero mi cuerpo pedía   lo contrario, quería que siguiera que bajara mi calentura mi ardor, fue un momento de excitación y confusión.

 

Empezó a acariciarme a recorrer mi cuerpo, ese juvenil  cuerpecito  que  tanto deseaba  ser atacado con las caricias de un hombre, no tardo en llegar el primer suspiro,….mmmm entonces todo se detuvo,   solo me deje llevar por el instinto.

 

 ---haaaaaaaaggggssss mmmmm

 

Pronto estaba desabrochando mi blusa y empezando a masajes mis pechos, con dulzura, con suavidad, metió las manos bajo el sostén, toco mis pequeños pezones que en ese instante estaban duros como piedra cada pellizco que les daba me erizaba la piel, al mismo tiempo me besaba y mordisqueaba mis oídos, el cuello,  los hombros, yo solo suspiraba. 

 

 ---nooo  Julioo hhaaaaaaayyy   omgggggg

 

En ese mismo instante sentí en mi trasero la presión de su tranca que crecía pegada a mí, sobándola en el canal de mis nalguitas, no estaba equivocada cuando la imaginé toda la tarde mientras me miraba, se sentía grande, dura. 

 

 Haayyyy nooo julioooo mmmm

 

Se acabo la resistencia si es que en algún momento  la hubo, aun con todos mis temores eso era lo que deseaba.

 

Mi trasero reacciono con la lujuria del momento y empecé a restregar ese trozo de carne entre mis nalgas,  que bien se sentía, era enorme, estaba durísima,  pensé que traspasaría mi ropa en cualquier momento.

 

---mmmmm Betty que buena estas mamacita me moría por tocarte, me murmuro al oído.

 

 Mientras iba metiendo una de sus ásperas manos bajo mi falda, era fácil,  ya que se había levantado sola con los arrimones que me daba, sabía bien  lo que quería.

 

Cuando por fin toco mi chochito, pegue un reparo mmmmmm  omgggg en ese momento se percato que solo se cubría con un pequeño bikini  que fue fácil hacer a un lado.

 

--estas empapada  me dijo,   yo  ya no podía esperar más.

 

Hundió  sus dedos entre mis labios hinchados y deseosos, acariciando  arriba, abajo,  de un lado al otro, moviendo y separando mis labios vaginales, no paro hasta tocar el clítoris que parecía reventar.

 

 mmmmmm  hhaagg  que delicia noooo paresss  suplique yo estaba chorreando. 

 

 Al oír mi voz, empezó a mover sus dedos en mi chochito de una manera que me hacia llegar al cielo, por fuera acariciando mis labios luego, metiéndolo uno de sus dedos poquito en mi hoyito.

 

 juuliiooooo me muero  soobaameee   no pareeesss

 

Las contracciones no se hicieron esperar. Llego mi primer orgasmo tan abundante, que su mano y mis muslos estaban empapados.

 

 Mis piernas se doblaron y casi caigo, de no ser por que el me sujeto fuerte mente por la cintura repagándome aun mas hacia el,  después de meses de sequia y a mis 19 años no podía ser de otra manera estaba deseosa de hombre tenia mi panochita hinchadísima.

 

Instintivamente,  sin voltear, con los ojos cerrados,  baje mi mano y busque mi tan anhelado tesoro, quería sentir en mi mano lo que segundos antes sentí golpeando entre mis nalgas.

 

Que sorpresa me lleve, ya se  había sacado la verga del pantalón  estaba al aire, yo seguía de espaldas a el, dentro de mi calentura, aun me daba pena nunca voltee a verlo,  tomo mi mano y la coloco sobre su tranca, no puse resistencia, que pedazo de carne tan grande, al tocarle la cabeza mi mano se mojo del liquido que salia de el, era la segunda verga que tocaba en mi vida, y nada que ver con la anterior, la de mi marido, esta  era mucho mas gruesa, mas mucho mas larga cabezona y llena de venas.

 

 Me dio miedo, mi mano no lo abarcaba, sentí temor eso no podrá  entrar en mi chochito,  me va a lastimar me va a partir en dos… pero no me importo, empecé a acariciarla con deseo, subía y bajaba mi mano a lo largo de ese mounstro,  era mas mi ardor, mi necesidad de tenerlo dentro, sentí con mi mano salir de su cabeza aun mas liquido lubricante, se lo embarre en toda la cabeza, estaba listo y  yo también.

 

 Ya no me importaba nada estaba calientísima.

 

Levanto mi falda y de un suave jalón hizo a un lado  mi bikini, dejando descubierta mi panochita, Yo deseosa sabiendo lo que venia, coopere siempre sin voltear le ofrecí mi cuevita, inclinándome sobre la mesita del café abriendo un poco mis piernas y parándome de puntitas para facilitarle que metiera esa hermosura de verga en mi interior.

 

 

El tomo su tranca y me la sobo en mis nalgas  y a lo largo de mi chochito empapado, colocándolo a la entrada de mi panochita, me hacia suspirar,  el primer empujón me hizo respingar.

 

Apretando los puños solo exclame nooo Julioo dueleee mmmmmmmmmmm aaaaaghh no lo podía meter no entraba.

 

  Nunca ni en sueños había pensado en  recibir un calibre así.

 

 ---noo mee entraaa hayyyy Julio la tienes muy grande hayyy.

 

 los labios de mi puchita se abrieron, se extendieron como nunca en mi corta vida, forzadamente intentaban darle la bienvenida, apunto nuevamente y empujo con mas fuerza hayyyy noooo mmmm dueleee.

 

Aguanta mamita me dijo con ternura,  ya casi entra la cabeza, solo te dolerá al principio, lo demás será mas fácil.

 

 Yo aguante  y coopere empujándome para atrás sentí un brinquito creí que me había roto la puchita pero solo había entrado la punta de  la cabeza, sentí un fuerte dolor por el esfuerzo que hacia mi panochita para abrir mas, se me  estiro al máximo para dejar entrar a mi invitado, pero  lo grueso de la verga de Julio me lastimaba, a pesar de mi abundante  lubricación,  a julio no le  importo mi dolor, al contrario estaba excitadísimo, luchaba por meterla un poco mas.

 

---Que apretada estas Betty, estaba sorprendido por mi estrechez,  yo solo aguantaba.

 

Apreté muy fuerte mis puños y el dio otro empujón, me incline un poco mas para levantar el culito,  un empujón mas me hizo gritar, hayyyyyy  no podía creer que estuviera entrando sentía el grosor y la protuberancia de las venas de su verga  al deslizarse en mi interior, por instinto, quise detenerlo con la mano y al apretar me sorprendió que aun  quedaba un buen trozo aun afuera,  apenas me había metido  la mitad.

 

 Mmmmmm hhaaaggg  noooo  ooommgggg  nooooo 

 

---Mamacita que apretado tienes el chochito amor.

 

Me tenia agarrada fuertemente de la cadera y me jalaba hacia el.
 
Un empujón mas, estaba  repegaba contra la mesita, entraba y entraba parecía que esa verga no tenía fin,  de repente la sacaba un poquito solo para regresar y clavármela aun mas,  sentí que me quemaba y me partía en dos.

 

Que delicia, dolor con placer,  nunca lo había sentido, por fin se detuvo, sus bolas ya acariciaban  mis piernas, respire profundamente,  me dio  un instante de pausa para amoldarme a ese invasor que me llenaba las entrañas.

 

Me dejo ensartada al tope unos momentos, mientras me acariciaba con dulzura yo quede parada de puntitas sin poder moverme.

 

Por primer vez en mi vida sentía lo que era tener la panochita completamente llena de verga, el se dedico a acariciar mis pechos y a besarme el cuello, quede paralizada, ya tenia toda la verga adentro sentía su palpitación, fue delicioso, me fui relajando poco a poco,  sentía que no me podía mover con el trozote de carne que tenia adentro.

 

Empezó a bombearme  con un ritmo lento, pero firme tal vez por lo mismo estrecho de mi puchita, se sentía muy apretado, sentía que me volteaba al revés cuando salía, pero poco a poco fue aumentando la intensidad y la fuerza de sus embates, empezó a deslizarse entrando y saliendo  con mas facilidad ya había dilatado mi agujerito, yo estaba bien lubricada, mas bien inundada,  también bajo el dolor y solo quedo el placer, por fin  estábamos  cogiendo riquísimo.

 

Sin darme cuenta le suplicaba ----cojeme Juliooooo  booombeameeee  mmmmmmm   ----aaaaaaaaaaagggg que ricoo dameee mass  papiiii

 

Instintivamente  empecé a mover  las caderas en círculos para facilitar las embestidas y aumentar mi placer, ese mástil estaba tocando lugares que jamás habían sido tocados, estaba muy dentro de mi vientre, me dolía me desgarraba, pero  me encantaba como me rellenaba de verga,  era mas grande de  lo que había estado pidiendo  mi vientre y en verdad jamás me habían cogido de esa forma tan intensa ni en esa posición.

 

-----que ricooooo dame mas duro papiii    me vengooooo  oomgggggg

 

El aumento el ritmo de su penetración, casi me levantaba del suelo cuando me la empujaba al fondo, hayyyy siiii

 

Esta segunda vez mi orgasmo fue más abundante, mis piernas se tambalearon, que bien se sentían esas estocadas,  mi chochito palpitaba sin control,  se detuvo un segundo para que disfrutara mi orgasmo, pero me dejo empalada con la verga adentro al tope.

 

Apenas se iban deteniendo mis contracciones por  mi  venida tan intensa, julio empezó a bombearme nueva mente con fuerza,   me la sacaba casi toda menos la cabeza y me la volvía a meter con facilidad asta el fondo,  acariciaba mis pechos y me apretaba de la cadera como queriendo traspasarme, sentía que me acariciaba el ombligo por dentro, cuando escucho a julio decir entre jadeos.  

 

---Betty voy a terminar  me vengooooo

 

---No lo saques le pedí rápidamente, mientras movía mis caderas de adelante para atrás,  échamelos dentro quiero sentirme inundada de tu semen,  no pasa nada, aun traigo el dispositivo  puesto, y quiero sentir tu lecheee en mi interior.

 

Esas palabras lo encendieron aun mas.

 

Dio fuertemente varias embestidas, me jalo firme mente de la cintura para que no me alejara, como si pudiera hacerlo, bombeaba profunda y rápidamente arrancándome alaridos de placer, de pronto siento varios latigazos de leche en mi interior, me ensarto al tope, dejándome  su verga palpitando  hasta el fondo de mi vientre.

 

---hhaaayyyyyyy    hhaaayyyyy    bettyyy esoo queriass tomalosssssssss mamitaaa.

 

Sentí en mi interior esos chorros de leche hirviente que eran un alivio para mis ardores, hice círculos y me di unos empujoncitos hacia atrás para exprimirlo y sacarle todo el jugo, no quería desperdiciar ni una gota.

 

Al mismo tiempo  apretando nueva mente mis puños  alcance mi tercer orgasmo. 

 

----ssiiiiiiii    papiiiiii inundameeee  llenamee con tu lechee  ooommmmgggg que ricoooo  haayyyyy   haayyyy

 

Así nos quedamos pegados unos segundos mientras recobrábamos el aliento, el me apretaba fuertemente de la cintura y yo recargue mi cuerpo sobre la mesa, para recuperarme un poco de la cogida que me acababa de dar.

 

 Cuando al fin  nos enderezamos, sentí salir poco a poco su rico garrote de adentro de mi vagina, iba perdiendo grosor,  a mi aun me palpitaba el chochito, saco despacio su verga de mi interior  y detrás de la cabeza salió un gran chorro de fluidos de el y míos entre mesclados, que se deslizaron suavemente por mis piernas, como prueba del goce que nos acabábamos de dar.

 

Me volteé lentamente y fue la primera vez que vi ese hermoso mástil que  acababa de llenarme el vientre.

 

 Me sorprendí mucho no podía creer que me hubiera entrado todo ese trozote de carne, y ya había perdido dureza,   solo lo apreté con mis manos,  lo acaricie y se lo limpie un poco como agradecimiento, por el placer que me acababa de regalar.

 

Sin saberlo en ese momento, julio y su vergota, acababa de iniciarme  a  mi nueva vida sexual.

 

salieron de mi  unos últimos suspiros mientras el me ariciaba las tetas, las nalgas y le daba una ultima dedeada a mi chochito babeante, al tiempo que me besaba dulcemente.
 
luego cruzamos unas miradas,  acomode mi empapado bikini con una sonrisa en el rostro,  enseguida me dirigí  al baño para arreglar mi ropa mi pelo y  limpiarme   lo mejor que pude, estaba estilando y la leche de Julio se encontraba muy adentro de mi,  y  aun  me seguía palpitando mi hinchado chochito.

 

Al salir del baño nos fundimos en un apasionado beso, me abrazo y me acaricio con ternura, como si hubiera ganado un trofeo,  yo correspondí  dejándome querer, sentía mucha emoción por lo sucedido, después terminamos  de acomodarnos la ropa, en silencio cruzamos miradas tomados de las manos y una picara sonrisa de complicidad y agradecimiento mutuo, sello nuestro secreto.

 

---Julio prométeme que esto nadie lo sabrá, me moriría de vergüenza, si alguien se enterara.

 

---claro que no mi amor esto tan lindo que sucedió será nuestro secreto, ni loco lo compartiria con alguien.

 

El salió primero de la oficina, hasta mañana Betty hermosa, hasta mañana Julio, los dos sin decirlo, sabíamos que había sido el principio de algo entre nosotros,  que seguramente  habría mas de esos encuentros.

 

Ya en la calle Después de unos minutos,  me marco al teléfono para avisarme que no había nadie cerca, que podía salir sin ser vista así el secreto estaba a salvo, solo seria de nosotros dos. 

 

Enseguida me dirigí a mi casa, un tanto adolorida y temblorosa aun, pero  feliz por lo que había provocado en Julio ese día, lo había excitado  al grado de arriesgarse a  perderme el respeto, cruzando un limite del cual no habría retorno.
 
Ya no éramos solo amigos.
 
Iba caminando llena de emoción en mi corazón y de semen en mi chochito.

 

Esa noche en mi cama no podía dormir, me la pase tocando, acariciando  mi  adolorida pero agradecida panochita, jugando con la lechita que aun estaba dentro de mi, pensando en la rica verga que había conocido y que ya era mía,  y que  con gusto calmaría mis ardores cuando yo quisiera.

 

Ese día sin darme cuenta desperté a la vida, mi nueva vida sexual, sentí mi panochita llena como nunca, ese día me volví a enamorar, no de Julio el solo era un buen amigo, nunca me intereso como pareja,  mi amor fue para esa hermosa verga que probé    y   que ya  era parte de  mi vida.