miprimita.com

Me hizo suya en una cantina

en Hetero: Infidelidad

Me hizo suya en una cantina

Mi amante sin darme cuenta, me llevo a una cantina, y Dejo que  los borrachos que ahí se encontraban, vieran como me desnudaba y me cogía sin piedad, mientras yo aullaba de placer…

DESPERTANDO A LA VIDA III: SIENDO OBSERVADA

 Nota: Para entender mejor este relato recomiendo leer los dos relatos anteriores…. DESPERTANDO A LA VIDA I el inicio  Y DESPERTANDO A LA VIDA  II su mujer nos encontró bien ensartados

 

Ya tenia meses de mis amoríos  con julio, y decenas de ardientes encuentros sexuales, el estaba como niño con juguete nuevo, me penetraba todas las veces que podía y en donde se presentara la oportunidad de estar solos, a veces nos metíamos al baño y me echaba como se dice un rapidito parados  o sentados en el wc.

Yo 19 años y  el mas de 40,   estaba feliz de tener quien me quitara las ganas el ardor de mi vientre, sin compromiso solo placer, sin ser nada mas que amantes, pero siempre con absoluta  discreción, además de la manera mas deliciosa, que  jamás había conocido, mientras seguía esperando ya sin ninguna prisa,  noticias de mi maridito ausente.

Creo que a estas alturas de mi vida, definitivamente  ya no me importaba su regreso, es mas ya no quería que regresara, me había acostumbrado a mi nueva vida, a tener la deliciosa verga de julio a mi disposición, para depositarla en mí interior cuantas veces pudiera.

En esta ocasión, narrare otro de mis encuentros, que marcaron mi juventud de la mano de mi amante,   fue verdaderamente algo especial para mí, ardiente e inolvidable lleno de adrenalina,  fue sumamente morboso y excitante en verdad.

Una mañana al llegar a la oficina, platicando con julio le comente, que tenía ganas de tomar unos tragos de  ponche, una bebida alcohólica que se acostumbra por esta región donde vivo.

Solo fue un comentario sin mayor intención,  ese día transcurrió como siempre, miradas, sonrisitas y coqueteo.

                                          

Cual fue mi sorpresa, que a la hora de salir del trabajo, me llama y me dice.

--- ya tengo tu ponche querida Betty, ahora donde no lo vamos a chupar.

De momento no supe que contestar, solo sonreí por el doble sentido de sus palabras.

Solo atine a decirle.

--- donde estemos solos y nadie nos interrumpa supongo.

Le conteste sonriendo.

---  ok. Cuando salgas del trabajo, te espero afuera, camina como si fueras a tu casa,  yo te alcanzo.

Me apresure con el trabajo, para salirme un poco mas temprano, quería  dejar todo en orden, y  cerrar la oficina antes de que alguien llegara por algún asunto.

Me dirigí a la calle, y comencé a caminar por la acera, apenas había avanzado dos cuadras, cuando se me empareja una camioneta que no conocía.

---Ven súbete Betty,  que preciosa estas mmm.

Era Julio indicándome que hacer,  la camioneta me la  presto un amigo comento.

---a donde vamos a ir.

--- Te llevare a un lugarcito que conozco, me dijo con una sonrisita picarona.

Condujo por un rato y yo me mantuve a distancia, ya que andábamos en el pueblo y alguien podría reconocernos, no queríamos cometer alguna indiscreción que nos causara problemas con su esposa,  eso era lo último que deseábamos.

Durante el camino,  empezamos a tomarnos unos tragos, a ponernos a tono, yo con mi  ponche, y el con sus cervezas, que era lo que a le gustaba.

De repente se detuvo frente a un portón viejo, que estaba entre abierto.

---Bájate Betty, me indico abriendo la puerta de la camioneta,.

Yo ya me sentía un poco mareada, la verdad era muy joven y no estaba acostumbrada a tomar alcohol,  solo que ese día se me antojo.

Al llegar al portón,  le  pregunte.

---A donde me llevas Julio,  que es este lugar.

El sonrió  con picardía.

---Este lugar es de un amigo y aquí nadie nos molestara, mientras te tomas tu ponche.

 Yo solo lo seguí, dejándome guiar hacia el interior del lugar aquel.

En cuanto traspasamos el portón,  me impresiono ver una especie de cantina donde había solo  hombres, tomando y jugando cartas, el olor a alcohol y a tabaco predominaba en el ambiente.

Al entrar a ese lugar, mi presencia causo inmediatamente una impresión algo raro en el ambiente, comenzaron los  murmullos,   discretamente atraje  todas las miradas, de los que ahí se  encontraban.

Sentí un poco de temor, por el lugar y lo que estaba mirando, ya que como mencione, solo había hombres y además tomados.

Pero a la vez no se que sucedió dentro de mi, sentí una punzada de lujuria  recorrer todo mi cuerpo, el alcohol y la calentura se apoderaron de mí voluntad.

Comencé a  caminar por entre las mesas, siempre  guida por julio.

Ese día como era mi costumbre de vestir, traía puesto  un vestidito color tinto escotado, con algo  de vuelo que acababa a medio muslo, ese corte dejaba ver sin mucho trabajo mis curvas, en ocasiones se levantaba levemente con alguna corriente de aire, o incluso solo al caminar, dejando ver en ocasiones  mi ropa interior, además calzaba zapatillas altas color negro, que hacían que se levantara más mi trasero, y se viera buena parte de mis muslos.

Los hombres que se encontraban tomando en ese lugar, no dejaban de mirarme  directamente y con lujuria, podía sentir como me desnudaban con la mirada.

Siempre tomada de la mano de  julio, seguía avanzando hacia un pasillo, que estaba en el fondo de ese lugar, con mi carita de inocente y la mirada clavada en el piso, no tenia valor de mirar directa mente hacia las mesas, aunque si lo hacia de reojo.

Caminaba a paso firme y cadencioso, con mi pelo negro semi rizado al viento, iba partiendo plaza, sabia que me observaban,  que en ese momento era el centro de todas las miradas, me estaba gustando como se sentía ser  el centro de la atención.

Los hombres de ese lugar, sabían bien a donde y a que me llevaba Julio.

Reían y murmuraban a mi paso, alcance a escuchar  que decían, que linda chiquilla, tan seriecita que se ve, que buena esta, que rico culito se va a coger este Güey, soltando una sonoras carcajadas y relamiéndose los labios, no supe bien  quienes  fueron, pero esas palabras me encendieron aun mas, no cabía duda sabían bien que Julio me iba a hacer suya  en ese lugar.

Parecía un camino eterno,  hasta que llegamos a la entrada de un cuartucho, ubicado en el rincón de esa cantina.

Me sentía como una cualquiera, en un lugar de mala muerte, pero en verdad nunca me había sentido tan atrevida, tan vulgar, como en ese momento, mis pezones erectos y mi chochito mojado lo confirmaban, y aunque no me lo esperaba, me estaba excitando demasiado esa situación, me gustaba sentirme así.

Cuando llegamos a la puerta Julio me hizo pasar con una palmadita en mi trasero, enseguida que  entramos al cuartucho, cerro la puerta por dentro.

Ya en la habitación por decirle de algún modo,  solo había una cama y una mesa de madera con dos sillas, en una de las paredes, la  que daba a la cabecera de la cama, había una ventana con protección pero sin cristales, cubierta solo por una cortina vieja de tela, atada con un listón que formaba un moño al centro, también había  un pequeño baño, muy sencillo solo lo necesario para el servicio,  además no tenia puerta.

Me dijo toma asiento, acomodando la hielera que traíamos en la mesa, mientras destapaba nuevamente,  la botella de ponche, me sentía muy nerviosa, pero agarre valor con la adrenalina que ya traía acumulada,  me senté frente a el, mirándolo a los ojos, cruce la pierna suavemente,  dejando al descubierto buena parte de mi muslo.

El me miro fijamente  mordiéndose  los labios, tomo mi vaso y me sirvió mas ponche, mientras para el habría otra cerveza.

El primer vaso que tome en ese lugar,  lo bebí muy rápido casi de un solo trago,  eso basto para que comenzara a sentirme mas atrevida, mas caliente, ya estaba deseosa de empezar, a hacer lo que me  pidiera, estaba entregada a el.

Julio se acerco a mi,  con una mano comenzó  a acariciar mis piernas, mis muslos,  la otra mano, la deslizo entre mi cabello suavemente, sujetándome  de la nuca  me acerco  a el, para empezar a comerme los labios con sus  besos. 

mmmmmmm haaggg mmmmm

Fue en ese momento cuando empecé a notar,  leves movimientos, por fuera de la ventana del cuartucho, hombres parados observando hacia adentro, me sobresalte un poco,  con discreción apuntando a la ventana, se lo hice saber a Julio, el se sonrió y me dijo.

--- si ya los vi, tienen rato queriendo ver que hacemos.

De momento me sorprendí, no supe que hacer, pero el rápidamente me controlo

--- no pasa nada los conozco, esos mirones no son peligrosos, déjalos que nos vean,   para que se la jalen agusto, no te gustaría que tiren su leche a tu salud.

Al oír esa palabras, sentí en mi panochita una corriente eléctrica, que me erizo la piel e hizo que se me hinchara al máximo la panochita.

Me llene de morbo con esa inesperada travesura,  sentí  una sensación que no conocía, el saber que unos desconocidos, y además tomados verían lo que me iba a pasar en ese cuartucho,  como Julio me manosearía,  hasta volverme loca de placer,  como me tomaría y me haría suya,  besando, acariciando, todos los rincones de mi ser,  observarían como me comería enterita,  la vergota amoratada  de julio.

Ya con otros tragos  de ponche en mi estomago, me sentí mucho  mas relajada.

 Julio no perdía tiempo, me levanto de la silla, alzo un poco mi vestido,   y comenzó a acariciarme, a apretarme  las nalguitas, bajo del bikini negro de encaje que llevaba puesto  ese día, empezó a besarme el cuello y los oídos.

Lentamente bajo por detrás el cierre de mi vestido, mis  pechos saltaron a su encuentro, los masajeo suavemente sobre el sostén con sus toscas manos, hasta que de un ágil movimiento desabrocho mi bra, dejo mis pechitos sin ropa y comenzó a chuparlos y besarlos fuerte mente, arrancándome unos sonoros  gemidos de placer, en momentos  me los lastimaba.

Sus manos amasaban mis nalgas, por bajo de mi bikini,  de vez en vez se deslizaba uno de sus dedos acariciando mis nalguitas,  al sentirlo rozar mi anito me hacia respingar,  y otras veces, los recorría a lo largo y dentro de mi mojada panochita, yo  solos  cerraba mis ojos y gemía de placer.

 Mmmm haaaa  aaaahhhhhggg siii papiiii

Lógicamente, toda esa excitación, era escuchaba afuera del cuartucho, atraves de la ventana, que no era para nada discreta, para gran deleite de mis borrachos  espectadores,

Intentaba olvidarme de ellos, me sentía un tanto avergonzada por esa situación,  pero también excitadísima y vulgar toda una putita.

Enseguida me hinque entre sus piernas, y comencé a bajar el cierre de su pantalón,  ya quería ver,  sentir, ese lindo mástil, gordo y venudo que tanto placer me daba, al estar a mi alcance,  lo tome con mis manos, lo acaricie con gran deseo,  lo guie hacia mi boca, le di unos leves mordiscos  y sin mas opción, metí la cabeza hinchada, entre mis labios carnosos lo mas que pude, yo creo que no era ni la mitad,   y ya  me atragantaba era enorme.

Comencé a chuparlo como podía, Julio me tomo de la nuca y me empujaba la cabeza hacia su verga, mientras me decía en voz alta, comételo mamita, como tu sabes.

Lo lamia como paleta de arriba a abajo, al mismo tiempo acariciaba mi chochito, con una de mis manos, que en ese momento ya estilaba,  metía una y otra vez  su verga a mi boca, hasta donde podía aguantarlo, sin ahogarme,  y a masajearle  los guevos, como si fuera mi ultima comida en la vida, el gritaba que rico mamas mi niña alisando mi mejilla, seguí dándole  una rica mamada,  dejándolo listo para la acción que seguía.

hhaaaayy bbettyy hayyyy mamiiitaa

---que rico mamas la verga que bonita boquita, y  tan calientita que la tienes mamita.

Lógicamente todo lo decía con voz fuerte, para que en el exterior del cuartucho,  fuera  escuchado todo, con lujo de detalle.

Aun con mi ropa atorada en la cintura me  jalo hacia una silla, se bajo el pantalón y se sentó sobándose la verga.

Me puso de frente a el, y con su verga apuntando al cielo, me acomode montándome entre sus piernas, estaba totalmente empapada,  con mi mano frote mi puchita para lubricar un poco la entrada, el hábil mente hizo a un lado mi bikini, enseguida comencé a sentarme, dirigiéndome para ensartarme en ese palo inmenso.

Julio me tomo de la cadera suavemente, solo me guiaba en mi descenso,  comencé a dejarme  caer poco a poco, pero al sentir que la verga rozando mi chochito, pegue un reparo, las piernas me temblaron y otro grito de placer salió de mi garganta.

 mmmmm  hhaaggggg mmmmmmm

Me deje caer muy despacito, para que no doliera, un poco mas, sentía como se habrían mis carnes al paso de ese monstruo, julio me dio un jaloncito para abajo, sentí el brinco de la cabeza, el  grosor y las venas de la verga recorrieron mi entrada, mientras seguía bajando más y más.

hhhhhaaayyy  mmmm julio yaa papiiii damelaaaa

En verdad sentía delicioso la penetración, pero exageraba más mis gritos para deleite de mi público.

Ya  dentro de mi vientre, sentía el trozo de carne,  como se deslizaba  centímetro a centímetro dentro de mi ser, con algo de dificultad a pesar de mi abundante lubricación, pero no quería que se detuviera yo ayudaba dándome sentoncitos, y entre dolor y suspiros logro meterlo todo en mi chochito, hasta que me sentí totalmente llena, esa tranca quedo depositado en  mi rincón mas profundo e intimo, mis nalguitas rozaban ya sus ricas bolas.

mmmmmmm hhaaaayyyyyy siiiii

Me lo dejo hasta el fondo  se quedo quieto unos segundos mientras mi vientre se  amoldaba a mi visitante.

Le rodee el cuello con mis manos, acercándome para que chupara mis pezones,  enseguida tomándome por la cintura, comenzó el mete y saca, sentía morir de placer casi salía totalmente de mi vagina, solo para retroceder y ensartármelo todo por completo nuevamente, yo dejaba caer todo mi peso para devorarlo todo. 

El empujaba su verga, como queriendo que me saliera por la boca, cogíamos riquísimo,  yo movía mi cadera en círculos para sentir y dar mas placer, mi primer orgasmo no tardo en llegar,  me convulsione cayendo sobre la verga amoratada,   brincoteando  como loca con los espasmos de mi venida.

siiiiiiiii  hhhaaayyyyy papiiii hhaaayyyy que grande la tienesss que ricaaaa rompemee el chochoo

Quede sentada en la verga, gritando de placer y teniendo múltiples orgasmos, hasta que las  contracciones involuntarias fueron  cesando poco a poco.

Cuando me estaba recuperando recordé a mis espectadores que se habían deleitado con mi venida y claramente se notaba atreves de la cortina que lo estaban disfrutando, se alcanzaba a notar como se sobaban la verga,  según ellos en silencio para no ser descubiertos, pero así como ellos observaban también yo los estaba viendo de reojo, me sentía deseada, les estaba dando placer a todos esos cabrones a la vez.

Me levante poco a poco y fui dejando salir de mi chochito la verga de julio, solo para que  termináramos  de desnudarnos.

El me jalo a la orilla de la cama, me recostó de espaldas y puso mis pies en sus hombros, yo lo  mire a los ojos adivinando sus intenciones, abrí mis piernas de par en par ofreciéndolo una vista impresionante, de la piel de mi empapada vaginita, se agarro  de mi cadera y deslizo su verga por mi rajita y asta la entrada de mi culito, llenándola de lubricante natural.

 Con su tranca me dio unos macanazos en mis labios vaginales eso me encendió aun mas, yo tome mis piernas con mis manos y las abrí al máximo ofreciéndole mi chochito, para deleite de  el y de los de afuera, después apunto su mástil con una mano y con la otra separo mis labios vaginales, empujo  deslizándola al interior de mi puchita.

 haayyyyy ssiiiiii mmmm parteme en dosss papiitoooo

 Se agacho sobre de mi, dejándome ensartada a tope,  comenzó a besarme las tetas, el pecho, el  cuello  me ponía la piel chinita, sujetaba mis manos con las suyas,  como si pudiera irme a algún lado.

Se enderezo un poco y empezó en delicioso mete y saca que me llevaba a la gloria, volteaba de reojo a la ventana, y veía a esos hombres desconocidos, realmente excitados  por el espectáculo que estaba dando, sentía que si estiraban la mano podrían acariciarme,  los tenia solo a dos metros de distancia.

Julio también se daba cuenta de lo que ocurría afuera, por que me decía en voz alta que buena estaasss mamitaaa, que rico  me aprietas  la verga con tu  chochito tan apretado,  julio no me tenia nada de piedad con sus violentas arremetidas, yo sin darme cuenta en realidad aullaba como loca, gritaba de placer y movía con ritmo mis caderas. Le decía que me partiera en dos, que su verga era enorme, que me estaba cogiendo delicioso,  por que era verdad y además de rebote, para que escucharan los de afuera.

 En ese momento sentí llegar otra acabada o dos  no se cuantas veces me vine  seguidito, apreté su cadera con mis piernas arrimándolo mas a mi, sin que julio  dejar de cogerme deliciosamente.

  hhaaagggggg   me venngoooo siiiiiiiii cojemeee durooo

Siguió cogiéndome un poco mas en esa posición pero luego,   Me indico que me pusiera de a perrito sobre la cama pero viendo a la ventana.

Queeee no podía creer lo que me pedía, pero acepte sin replicar sabiendo bien que era observada, pero la lujuria y la excitación del momento estaban al máximo y sin decir mas  obedecí a mi hombre, me incline hundiendo la cabeza en la almohada, dejando mi culito al viento, meneándolo de un lado al otro, ofreciéndoselo para que me volviera a penetrar.

 Estaba preparada para brindarle a mi público un buen espectáculo, quería que vieran como me chorreaba la panochita en ese momento.

Ya a gatas, hundió su  cara entre mis nalgas, metiendo su lengua en mi culito, lamiéndolo y besándolo, mmmm que rico placer, después fue bajando aun mas,   para saborear mi chochito hinchado, saboreaba mis jugos  arrancándome gemidos profundos de placer.

 haaaaaaaaayy mmmmmm que ricooo

Afuera había una revolución silenciosa, Luego de unos minutos dejo de mamarme la panochita y el culo, se enderezo me sujeto fuertemente por la cadera,  deslizo su vergota por entre mis nalguitas, rozo  la entrada de mi culito, me asusto,  le dije noooo julio por favor  por el culo noooo, por que entonces si me matas, la tienes enorme,  el solo se sonrió.

Puso su enorme mástil entre mis cachetes, los apretó con las manos haciendo un emparedado, y empezó a deslizarlo a lo largo de mi traserito, mmmm que rico cuando la cabezota rozaba mi culito, respingaba de miedo y de un placer desconocido, entre suspiros  le seguía suplicando,  papiii por culito noooo, esta vez soltó una carcajada y apuntando  su trozo,  ataco mi chochito firmemente.

Por la abundante lubricación esta vez entro toda  con facilidad, se deslizo a mi interior con una sola estocada, hasta que sentí chochar sus guevos con mis nalgas.

 huummmmm papiii haaaaaggg  siiii damelaa todaaa  cogemeeee

El bombeo empezó suave, pero sin darme cuenta de pronto me estaba doliendo me estaba reventando la puchita, con las ensartadas tan tremendas  que me estaba dando, yo solo paraba el culo y me dejaba hacer lo que el quisiera, mientras, apretaba la sabana de la cama con mis puños, estaba totalmente encendida gritaba, gemía, siii papiii maassss  maasss mira comoo me como toda tu vergaaa  el bufaba como toro, su respiración era acelerada, me agarraba de la cadera y me ensartaba hasta el fondo, de repente me daba unas nalgadas que me dolían hayyyy hayyyy pero me encendían mas aun,  y después de unos minutos.

Grite como loca……

mee veennggooooooo haaaaayyyyyyyy   haaayyyyyyyyy no pareess

Me desplome en la cama y así boca abajo, jadeando por las contracciones de mi chocho, sin sacarme la tranca, dejo caer sobre mi todo su peso, y siguió bombeando fuertemente, para lograr inmediatamente arrancarme otra abundante venida.

sssiiiiii haaayyyyy  hayyyyyyy

Quede tendida inmóvil por un instantes recobrando el aliento.

Afuera aquellos hombres, era más que evidente que disfrutaban del espectáculo, estaban embobados sobándose sus propias vergas, viendo la deliciosa cogida que me estaban dando, se relamían los labios pensé que en cualquier momento se meterían al cuarto y  comenzarían a cogerme entre todos, pero en realidad solo miraban y se masturbaban a mi salud.

Julio  cerraba sus ojos de momento, para disfrutarme al máximo, yo hacia lo mismo, bombeaba violenta mente mi cuevita, haciendo que aquel camastro se moviera con cada embestida hasta que sentí su palpitación dentro de mi, mee venngooo mamitaaa 

Saco de golpe su miembro de mi puchita, produciendo un sonido sordo en mi chochito, como cuando se descorcha una botella  de sidra en navidad,  se agarro la verga con la mano y comenzó a masturbarse rápidamente, apuntando sus chorros hacia mi espalda,  haaayyyy   mamitaaa tomaaa.

Sentí varios disparos de su verga,  me dejo  la espalda llena de semen calientito, cuando termino de eyacular, con su áspera mano me embarro su leche por  toda mi espalda y mis nalgas, otro buen chorro escurría de mi chochito y bajaba por mis piernas.

Después de un pequeño descanso  me enderece con dificultad, la batalla no había sido para menos.

Me volteé boca arriba y le acaricie  la verga a julio la arrime a mi boca, le di una rica mamada, en agradecimiento por el gran  placer que me daba, sabia a hombre y a mujer entremezclados.  

Me acabe de enderezar y me dirigí lenta mente al pequeño baño,  me temblaban las piernas, pero camine sensual mente moviendo mi culito, julio entro atrás de mi, luciendo su hermosa verga bañada por mis jugos.

No  cerro la cortina,  para que todos los de afuera me vieran, a mi ya  no me importo me sentí muy puta en ese instante, seguí como si nada,   comenzó a jabonarme todo el cuerpo, especialmente mi panochita y mi culito, como  quien baña a un bebe con delicadeza, con ternura y mucha cariño, limpio cada rincón de mi cuerpo  sin prisa, yo me jabone los pechos,  fue cuando vi las enormes marcas que esa batalla habían dejado en ellos, chupetes y mordiscos por todos mis adoloridos pechitos., lucían como medallas de guerra.

 Ese fue el final del espectáculo para mis admiradores anónimos ya que vieron con deleite la limpieza que realizo julio de mi recién usado cuerpo.

Al salir del baño comenzamos a vestirnos entre besos y caricias y una que otra risilla discreta, por la aventura que estábamos viviendo,  Julio,  yo, y mis ardientes y atentos observadores.

Salimos de ese cuartucho caminando lentamente, ya no había nadie en la ventana, caminamos por entre las mesas, el por delante despidiéndose, luciéndome como trofeo como una presa que acababa de cazar, y yo atrás de el, tomada de su mano, con mi mirada al suelo, ya que después de que se me  paso la calentura ya sentía otra vez vergüenza de estar en ese lugar.

Sin dejar de caminar escuchaba los comentarios de los borrachos que estuvieron atentos a lo sucedido, y hacían alusión a la cogidota tan rica que me habían dado, comentaban  lo jovencita y buena que estaba la morenita,  lo rico que se movía, lo gritona y escandalosa que era,  lo guapa  que se veía, pero también recalcaban lo putita que era.

Yo escuchaba todo como en sueños, o  solo lo imaginé, no se pero camine entre ellos como si nada, solo siguiendo a Julio.

Al llegar a la calle, el se despidió del dueño del lugar, y nos dirigimos a la camioneta, ya en el camino y mucho mas relajados, empezamos a reír como adolecentes, bueno yo si lo era jijijiji,  recordando la aventura tan rica y erótica que  acabábamos de vivir.  

Fueron más o menos alrededor de dos años, los que sostuve relaciones con julio, hasta que llego el momento de ascender.

Me ofrecieron un trabajo en una asociación ganadera,  el sueldo era casi el doble de lo que ganaba en ese momento y sin pensarlo mucho me cambie de empleo.

Julio me rogo que no lo hiciera, que el me daría la diferencia economica de  su sueldo, incluso el loco hablo de dejar a su familia por mi, pero eso no era lo que yo deseaba,  a el si bien lo apreciaba y me la pasaba bien con el, nunca lo ame, nunca lo vi como mi pareja,  yo solo deseaba que me tomara con su linda y deliciosa verga.

Así empezó otra etapa de mi vida como madre soltera,  con nuevas relaciones, yo ya era mas madura,  había aprendido a cuidarme de los hombres, que solo querían aprovecharse de mi, y también de embarazos no deseados.

Ya les iré contando,  que me sucedió en mi nuevo empleo, claro julio mi visitaba de vez en cuando, para darme una saludadita  jijijijiji………….

por favor manden sus comentarios a mi correo, se los agradecere...