miprimita.com

Cornudo en Honduras, 4ta parte

en MicroRelatos

Cornudo en Honduras, 4ta parte

Hemos pasado por una situación muy desagradable. Mi esposa está muy molesta.

Recibimos docenas de correos y finalmente quedamos con un supuesto corneador. Me pidió fotos de mi esposa, se las envié. Quedamos en una fecha para vernos. Fuimos al hotel, en otra ciudad. Estábamos muy ilusionados.

Pero el supuesto corneador dejó de contestarnos los correos. No pensamos que era una broma. Somos gente pobre pero de palabra. Llegamos al hotel. No teníamos dinero para el pasaje de regreso. Preguntamos por él. No estaba.

Al principio pensamos que nos habíamos equivocado de hotel, pero el supuesto corneador no contestaba los mensajes. ¿Qué podíamos hacer?

Fuimos muy ilusionados y resultamos decepcionados. Fue algo muy desagradable. Sobre todo para mi esposa que se había preparado para la ocasión.

Solo puedo decir que ya no confiaremos en nadie. Y al supuesto corneador que ya no me contesta pero seguro está leyendo esto quiero decirle públicamente que quien ha perdido más es él porque pudo pasar una noche entera de sexo con mi esposa y ahora vivirá con esa pérdida toda su vida. Además quedará con ese cargo en su conciencia. Y por si fuera poco ha perjudicado a todos los otros Corneadores porque ahora mi esposa no quiere saber nada del tema.

Pudo habernos dicho la verdad, que solo era un bromista y que no podía ayudarnos económicamente. Pudo haberse excusado a última hora con cualquier mentira blanca. Pero prefirió ocultarse y nos dejó plantados. Sin dinero, en una ciudad extraña, sin amigos. Fue algo que no se lo deseo a nadie.

Es muy difícil que mi esposa quiera volver a quedar con un Corneador. Me disculpo con toda la gente seria. Justos pagan por pecadores. Es muy triste, pero cierto.