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La ingenua Mariana

en Sexo Anal

Hola a todos, llevo algún tiempo leyendo relatos y pensé que al igual que muchas personas cuentan sus historias yo podía intentar contar algunas, me llamo Mariana, nací en Madrid pero he vivido por bastante tiempo en un país suramericano y gracias a mi trabajo he podido conocer varios países, lugares y personas, de ahí un poco el diverso vocabulario que pueda utilizar durante el relato, de antemano les pido perdón por los errores tanto de escritura como de contexto ya que no soy escritora y lo hago por puro placer.   

Recuerdo que desde pequeña siempre sentí atracción por el sexo, a los 10 años jugando con las muñecas descubrí el placer que daba frotarme con ellas por mis partes, aprendí a montar la almohada como si fuera el potro de gimnasia entre mis piernas y luego descubrí como mis peluches servían para algo más que adornar la cama, en las noches cuando mis papas me creían dormida, escuchaba cuando lo hacían, el rechinar de la cama con sus movimientos y los gemidos de mamá que papa intentaba callar, y empecé a sentir como mis braguitas amanecían mojadas sin saber porque, gracias a mi apariencia tierna, inocente y tímida la utilizaba para conseguir lo que deseaba, a los 13 años me llego la regla y a partir de ahí empecé a desarrollarme, mis pechos alcanzaron la talla 32b, la misma que mamá, podíamos usar los mismos brasier, cuando nos duchábamos juntas tocaba sus tetas y sentía lo duras que las tenia, igual que las mías, gracias a la gimnasia artística que practico desde niña porque según mama sirve para la concentración y hacer amigas, tengo un cuerpo delgado, de caderas anchas herencia de mama, y baja estatura, 152cm, peso el justo 45kg, de extremidades largas, algunos decían que me parecía mucho a mamá que estaba cerca de los 40 años, cinturita de avispa que hacía que cualquier ropa le ajustara perfecto, piernas esbeltas y torneadas y un culo respingón y paradito que también herede fruto del ejercicio a diario que realizaba, cabello oscuro hasta más allá de los hombros, un par de ojazos castaños enormes, nariz pequeña y fina y labios carnosos que invitaban a ser besados.

Mi carácter en cambio seguía siendo más bien reservado y algo tímido, sabía que tenía algunos admiradores dentro del colegio pero a ninguno lo tomaba en serio, los estudios eran mi prioridad.

Mi curiosidad por el sexo crecía cada día, cuando nos reuníamos las amigas del colegio con la excusa de algún trabajo aprovechábamos para hablar de nuestras fantasías, algunas contaban historias que no sabría decir si eran fantasías o lo habían vivido, pero lo cierto es que el solo hecho de hablar el tema mojaba las braguitas y sentía como mi cuquita palpitaba, algunas veces en las mañanas mientras me duchaba imaginaba que alguien me espiaba y eso me empezaba a dar morbo, colocaba el chorro de la ducha en la rajita y sentía una sensación deliciosa.

Recuerdo una ocasión cuando mis papas y mi tío que por ese entonces vivía con nosotros, habían salido a  trabajar, quedé en casa sola o eso creía, escuché algunos ruidos en el ático donde dormía tito, subí las escaleras con el corazón palpitando a mil por hora, mi imaginación se disparaba mientras subía, estaba segura que no estaría pero por precaución di varios golpes en la puerta sin tener respuesta, agarre el pomo de la puerta y la abrí, poco a poco, escuchaba el agua de la ducha caer, me acerque muy despacio, corrí la puerta del baño un poquito y la sorpresa fue encontrar al tito en la ducha, estaba de espaldas a mí y podía ver su cuerpo desnudo, mi pulso se aceleraba, mi deseo de ser yo la que espiaba aumentaba, era mi  oportunidad de ver un hombre desnudo y conocer una polla de verdad, ese instrumento tema de nuestras fantasías, la ducha recubierta por una mampara de vidrio permitía observar el cuerpo de tito, por la rendija podía ver sus nalgas y como el agua corría por su cuerpo, en ese momento se giró y creí haber sido descubierta, sin embargo seguía allí inmóvil, viendo como agarraba con su mano esa hermosa polla erecta, era mi primera vez que veía la polla de un hombre, quede petrificada, no sé cuanto podía medir pero me parecía inmensa, tenía su mano sobre ella, la acariciaba, jugaba con ella, se notaba que estaba tremendamente excitado, de la excitación tenía los ojos cerrados y no se daba cuenta que yo estaba allí observándole, tenía ante mis ojos al hombre más hermoso que había podido ver, gozando de sus fantasías mientras jugueteaba con su tremendo miembro, sabía que no podía estar ahí eternamente, tito continuaba masturbándose lentamente, recorría cada centímetro de su polla de arriba a abajo suavemente y con lentitud, disfrutando de cada segundo que duraba aquella paja, estaba en la gloria, se veía que estaba excitadísimo mientras se masturbaba y yo también de ver como lo disfrutaba, tras varios segundos vi como llevaba la mano a su culo y su expresión empezó a cambiar, no sé que estaría haciendo con esa mano pero su cara lo decía todo, su excitación aumentaba más y más, la respiración aceleraba, se mordía los labios, de verlo así mi excitación crecía, tito dejo de acariciar su culo y llevo su mano a su pecho, donde sobresalían sus redondos pezones, con dos de sus dedos comenzó a pellizcarlos, entre sus gemidos pudo articular algunas palabras, no sé si por mi excitación o por el morbo creí entender que pronunciaba mi nombre, la mano sobre su polla aceleraba un poco el ritmo, su excitación iba en aumento y comenzó a dar espasmos, en ese momento la polla de mi tío exploto de la excitación, parecía un volcán de leche, sabía que era el momento de irme, baje inmediatamente a mi habitación, me recosté en la cama y tome la almohada, la puse en medio de mis piernas y empecé a frotar mi rajita, sentía como poco a poco se iba humedeciendo el calzoncito y aumentando el calor por dentro, notaba como la pepita rosaba con la almohada, mi cadera se movía junto con mis muslos que parecían haber cobrado vida, ese movimiento sobre la pepita me daban un placer indescriptible, mi mente trajo la imagen de tito en la ducha sosteniendo su miembro y los movimientos se hicieron más intensos, apretaba duro la almohada, los pezones rosados con el roce de la blusa estaban duros, soltaba leves gemidos, estaba cada vez más caliente, más húmeda, sentía más placer, tenía la polla de tito en la cabeza, la almohada se había convertido en su polla, no podía detenerme, me movía cada vez mas fuerte hasta sentir una descarga de energía y fuego en mi cuquita, caía inmóvil, exhausta en la cama y allí quede.

 Estaba claro que necesitaba conocer más sobre el tema y sobre todo vivirlo, aprovechaba cualquier situación para abrazarme y poder sentir ese miembro de los hombres debajo de los pantalones por todo mi cuerpo, gracias a que no pesaba mucho me podían coger en brazos y yo me aferraba hasta sentir el paquete, algunas veces cuando utilizaba internet en casa para hacer deberes del colegio, aprovechaba cuando mamá salía de la habitación para buscar algunos vídeos de hombres, viendo vídeos sentía como se mojaban los calzoncitos y ese calorcito en mi rajita, mis pezones se hinchaban y se notaban por encima de la blusa, al apretar el rosado pezón me estremecía, me acariciaba levemente el pecho que sabía que en más de una ocasión provocaba la mirada de hombres y mujeres, apretaba con fuerza todo el pecho, algunas veces bajaba la cabeza y con mi boca intentaba lamer el pezón, no llegaba, pero me conformaba con lamer el resto de la teta, me gustaba el cosquilleo que sentía y al estar en casa no usaba brasier me encantaba la erección que producía el contacto de la blusa sobre los pezones, pellizcaba el pezón, cuanto más duro mas excitación sentía, lo apretaba, más que nada por descubrir que pasaba, me encantaba verme los pechos, redondos y firmes, sentada al borde de la silla frente al ordenador abría las piernas, deslizaba mi mano por mi vientre suavemente hasta sentir como los labios vaginales se iban despegando con la humedad, sentía como varios hilos del flujo lubricaban mi rajita, con las dos manos abría mas mi cuquita y con una mano restregaba los dedos por la rajita, los llevaba a la nariz, me encantaba su olor, sacaba la lengua y saboreaba mis jugos, introducía los dedos en la boca y los chupaba, los saboreaba una y otra vez, nuevamente llevaba la mano a la rajita y tocaba la pepita, la acariciaba, sentía como se hinchaba, pasaba los dedos por el clítoris, por la rajita e intentaba llegar mas allá, a veces podía tocarme el agujerito del culo y aunque me daba nuevas sensaciones y me gustaba, me sentía mal y regresaba a la rajita, metía la puntica del dedo corazón en la cuquita, empujaba un poquito más y lo sacaba, a mi memoria venia la imagen de tito en la ducha y aceleraba el ritmo del dedo, me frotaba la cuquita y el clítoris, para mojar el dedo lo metía en la vagina y luego acariciaba el clítoris, sin darme cuenta tenia metido el dedo en mi vagina y a la vez acariciaba el clítoris, me excitaban mucho esos movimientos, imaginaba que besaban mis pezones, el placer que salía de la vagina aumentaba, de mi boca salían gemidos que intentaba parar mordiéndome los labios, mis manos seguían entre mis piernas, inmóviles pero inundadas por los jugos de mi rajita, la habitación olía a sexo, ya no podía detenerme, me seguía moviendo, el placer que me provocaba la fricción de mi clítoris con el dedo era delicioso, sentía una explosión de placer dentro de mí, las caderas se movían sin control, temblaba, suspiraba, gemía, mis manos acariciaban mis brazos, mis pechos, sonreía sin saber por qué,  eran deliciosos esos momentos frente al ordenador, luego debía ir al baño para mojarme la cara y relajarme un poco, disimular y volver como si nada a mis deberes.

En una ocasión con las amigas, comentaron que iban a hacer un casting para un musical que iban a realizar en Madrid y se lo dije a mamá, estaba muy ilusionada y emocionada pero a mamá le preocupaba mucho que eso me alejara de mis estudios, lo de la gimnasia era más bien como una actividad extraescolar así que insistí tanto que vio que sería imposible quitarme ese capricho de la cabeza y al final acepto llevarme.

Por fin llego el gran día, mamá y yo llegamos muy puntuales al sitio, me quede sorprendida al ver tantas niñas de diversas edades, algunas solas y otras acompañadas, calentaban preparándose para hacer las pruebas, iban pasando por orden de llegada hasta que llego mi turno.

- Buenos días, cómo te llamas.

- Mariana

- Hola Mariana, seremos muy claros para hacer más rápido esto, ya ves que hay cantidad de niñas como tú y necesitamos escoger solo 10. Lo que estamos buscando son gimnastas rítmicos con buenas destrezas de baile, que sean extremadamente flexibles y demuestren muy buena manipulación, saltos, fluidez y precisión en los movimientos.

¿Crees que lo tienes?

- Si

- Adelante

En esos momentos me dieron muchos nervios pero así y todo me lancé, empecé la rutina y notaba como un hombre del jurado me miraba fijamente, siempre que le observaba estaba mirándome, y eso me empezó a excitar, para hacer un ejercicio necesitaba la ayuda de alguien al no haber barra y él se ofreció, se coloco al lado de la colchoneta de rodillas y al hacer el giro noto como su mano se coloca sobre mi cuquita, me corrió un cosquilleo por el cuerpo y afortunadamente el ejercicio salió bien pero el sentir su mano ahí note como mis braguitas se humedecían, me desconcentre un poco pero así y todo termine el ejercicio, había puesto todo mi empeño y viendo la cara del jurado creo que los impresione.

Una vez terminado el ejercicio fui a los vestidores para cambiarme, habían varias chicas y todas comentaban como les había ido, me ubique en una esquina para cambiarme y justo al frente casi escondidas vi dos niñas en un rincón, delgadas como casi todas, una bajita, cabello con crespos y unos ojos negros vivos, vestía una blusa ombliguera, falda corta hasta la rodilla que dejaba ver sus calzoncitos blancos de algodón y descalza, la otra niña un poco más alta, cabello liso negro, con falda corta escocesa, leggins color vino tinto, blusa corta color mostaza y unas botas negras al tobillo, la más alta tomaba la cabeza de la niña con sus manos para acariciarla y luego recorría su espalda, bajaba suavemente por sus delgadas piernas descubiertas para luego subir acariciando las nalgas que estrujaba y acercaba hacia su cuerpo. Luego era la niña quien se movía sola, frotando su pequeña rajita que solo protegía su calzoncito contra la pierna de la amiguita, la alta acercándose al oído le decía algo a la niña provocando la risa de ambas, la niña levantando la cabeza y mirando fijamente a su amiga hasta rozar sus bocas se unían en un apasionado beso, animada por la intensidad del beso la alta lleva sus manos a las nalguitas de la pequeña y baja sus calzoncitos quedando frente a mi toda la vista su culito, separa las nalgas y las caricias van en aumento causando algunos gemidos, se besan intensamente abriendo sus bocas para que las lenguas se entrelacen recorriendo la una a la otra, la alta lleva el dedo índice hasta su boca y lo chupa, lo mete en la boca de la pequeña para que igual lo chupe y vuelve a llevarlo a las nalguitas de la pequeña esta vez presionándolo entre sus nalgas, luego deslizando el dedo hasta la hendidura de su pequeña vulva separando sus labios y llegando a la pepita, con la otra mano aparta completamente la nalga y con el dedo comienza a acariciar su ano y su cuquita suavemente que ella misma va coordinando con sus movimientos de cadera.

La pequeña introduce su mano derecha entra los calzoncitos de la alta y baja por delante para recompensarle el placer que le está brindando. Ella se sobresalta, pero continúan con las caricias, con su dedo en la rajita acariciando la pepita de la pequeña comienzan a moverse nuevamente, esta vez con movimientos más fuertes hacia adelante y atrás acompañando al  dedo en los movimientos deslizándolo entre las piernas de la niña, frotando la vulva, la rajita y su culito mojado por la saliva. 

Después de unos minutos, ella lleva su dedo entre los labios de la cuquita y presiona suavemente. La niña lo siente y como si estuviera deseándolo se mueve buscando más contacto. La pepita ahora hinchada y húmeda desea las caricias del dedo y la pequeña lo busca con sus movimientos sintiendo el estimulo en los labios y el clítoris al mismo tiempo. La pequeña gime ya algo agitada y con su boquita busca los labios de la alta desesperadamente, ella sabe que está a punto de conseguir su premio y se mueve más rápido frotándose más fuerte contra ella sintiendo lo mojada y lubricada que debe estar. La alta se estremece al sentir que la mano entera de la pequeña está ahora en entre los labios de su vagina y acercándose al oído le dice-

- nena me orino

La alta no soporta más y derrama todos sus jugos sobre la mano de la pequeña mojándolo todo, escucho como caen chorros del liquido que ha derramado sobre la mano de la pequeña al suelo, dejando todas sus braguitas completamente mojadas,  ambas quedan exhaustas, una apoyada sobre la otra respirando agitadamente y luego con un profundo suspiro levantan la mirada abrazándose fuertemente. La pequeña coloca nuevamente sus calzoncitos en su sitio, arreglan su ropa y sin enterarse que yo estaba en frente de ellas salen de los vestuarios cogidas de la mano.

Recuerdo que mamá está afuera esperándome y organizo mis cosas, tomo una ducha rápida que baje el calor que me ha producido esa imagen y algo excitada logro vestirme para salir rápidamente en busca de mamá.

Al poco tiempo llaman a casa diciéndonos que había sido escogida entre las finalistas y debía presentarme nuevamente para una nueva audición, la definitiva.

Allí estábamos, en el mismo salón, pero esta vez el jurado era solo una pareja.

Mamá tuvo que firmar un documento de algo de protección de datos y luego me hicieron pasar sola al salón, llevaba un maillot sin mangas color rosa con lentejuelas, y sin darme cuenta por los nervios empecé a realizar el ejercicio sin haber calentado.

Empecé mi rutina con cintas, pelotas y colchonetas, en un momento del ejercicio sentí un tirón fuerte en la pierna, intente seguir sin que se notara pero el dolor iba a más y al apoyar el pie caí al suelo.

La mujer del jurado corrió hacia mí, yo asustada solo pensaba en la presentación e intente levantarme.

- Tranquila, no te levantes. Se nota que ha sido una tendinitis fruto de los nervios.

- ¿Has calentado antes? Pregunto la mujer del jurado.

- la verdad es que no, con los nervios y todo se me olvido calentar y no hice los estiramientos.

- Pero hija, como se te ocurre empezar el ejercicio sin calentar.

Yo solo podía hacer cara de circunstancia mientras intentaba levantarme.

Inmediatamente la mujer salió del salón en busca del médico de la sala.

Yo intentaba levantarme con la ayuda del hombre y al levantarme se dio cuenta que el maillot se había metido entre la rajita de mis nalgas y mi culo entero quedaba a la vista, al ver su cara dije-

- huy, disculpe, debió ser en la caída.

- tranquila, pero te recomendaría usar una talla mas.

Llevo su mano a mi culo e intento colocar el maillot en su sitio no sin antes acariciar la nalga con un poco de disimulo diciendo-  

- Bueno menos mal solo fue atrás, donde llegue a ser por delante.

Y empezó a reírse, se acercó a mí tomándome de las manos para sentarme nuevamente en el suelo diciendo.

- Quítate las zapatillas y estira las piernas, dime más o menos por donde te duele.

Señalo el Bíceps derecho por detrás de la rodilla.

Me indico que flexionara un poco la rodilla  y empezó a hacerme un masaje en la pierna desde el muslo hasta la rodilla.

Se ubicó detrás de mí a mi espalda y con sus manos agarrando el musculo desde la rodilla hacia la cadera empezó a masajear, como amasando pan, ablandando, aflojando, estrujando, cogiendo la pierna por la zona interna y luego por la zona externa llegando algunas veces a rozar algún dedo con la braguita produciéndome un cosquilleo.

- ¿duele?

- si un poco

- perdona pero debo hacerte este masaje para que no vaya ser peor.

- haz lo que tengas que hacer, si esto me pasa por no calentar.

Empecé a notar como el masaje llegaba cada vez más a mi vagina y pensé que era normal, sentía como los dedos rozaban cada vez más cerca mis labios, notaba mis braguitas húmedas, ya no sentía dolor en el bíceps pero si dentro de mi vagina, recordaba cuando practicaba el potro con la almohada y me gustaba esa sensación.

En ese momento se detuvo y se puso de pie.

- ponte boca abajo te masajeo por la parte de atrás del muslo. Espera unto un poco de aceite que llevo en el maletín.

Me acosté en el suelo boca abajo, sentí como empezaba a masajear ambas piernas, ahora sentía calor en sus manos gracias al aceite y cada vez subía mas a mis nalgas, notaba como abría las nalgas y la tela del maillot poco a poco se iba introduciendo por mi culo, sentía como las bragas apretaban mi vagina.

- que duros tienes los glúteos.

Sentí como levantaba las manos de mi culo y en ese momento volví a la realidad, tome el maillot por ambos lados, levanté el culo y al intentar colocarlo de nuevo en su sitio siento como se introduce la tira por mi coñito mostrándole los labios de la cuquita al hombre.

- cuidado, no hagas movimiento bruscos. Dice.

Vuelve a colocar sus manos en mis nalgas y al sentir su contacto inconscientemente y sin saber porque comienzo a mover el culo en pequeños círculos, siento como la braguita esta dentro de mi hermoso coño de labios pequeños, y sus manos ya solo masajea mi culo, sigue abriendo las nalgas y empiezo a sentir un dedo húmedo por el aceite acariciando la línea del culo, se alterna de una mano a la otra y poco a poco se acerca más a mi ano jugando con él, nunca había pensado que por ahí también podía sentir placer, ahora entiendo cuando mi tito se llevo la mano a las nalgas en la ducha y cuando en el vestuario las niñas se acariciaban la rajita, mis juegos siempre se habían limitado a frotar mi vagina y ahora estaba descubriendo un placer más intenso aun, notaba como hacia círculos con el dedo alrededor de mi ano hasta que sentí como introducía un poco el dedo y lo sacaba y lo volvía a introducir, respire hondo sin saber si de placer o dolor, inmóvil, no sabía si decir algo o callar, obviamente callé y seguía sintiendo como poco a poco tenía el dedo dentro de mí, lo sentía en la pared contigua a la vagina, masajeaba, hundía ese dedo en mí virgen ano, sentía que mi agujerito se iba a romper a pesar que metía el dedo despacio, una vez lo metió todo lo dejo quieto por un rato, luego lo fue sacando despacio empezando un mete y saca aumentando el ritmo cada vez, sentía como si me fuera a partir en dos, cuando me di cuenta estaba acariciando mis pechos, no lo podía creer, mi culo se acostumbro a la sensación, lo sentía todo abierto como si pidiera mas, siguió jugando metiendo y sacando sus dedos, mis gestos me empezaron a delatar y no aguanté los gemidos, le pedía que siguiera, levante un poco mi culo para facilitar su labor, me dio una nalgada sorprendiéndome pero excitándome aun más, cogió mi pelo con su mano y tiro de mi cabeza hacia atrás arqueándome el cuerpo introduciendo nuevamente el dedo hasta el fondo, mi culito redondito, terso, rosadito y durito, despertó el animal que llevaba dentro, empecé a sentir mordiscos, pellizcos, y algún que otro azote, noté como me introdujo la lengua hasta donde pudo, volvía a introducirme los dedos, primero uno hasta lo más hondo, luego lo sentí más grueso y supuse que había metido dos dedos, me estaba dando placer mientras el hombre me trabajaba mi querido agujerito con un mete y saca de los deditos.

- “Mi niña, putica,.. Te voy a enseñar a gozar y seguirás siendo virgen”-  me susurro al oído, para después darme un par de azotes en mis nalgas. Y luego.

-  “cierto que te gusta perrita…”

Un latigazo recorrió mi cuerpo, escuchar como por primera vez un hombre me hablaba de esa forma y antes de incomodar sentía como me mojaba aun mas,  no entendía nada todas estas sensaciones eran nuevas para mí  y las estaban disfrutando, empecé a respirar más fuerte y más aún cuando sentí  como su polla por debajo de su pantalón se restregaba contra mis nalgas, todo lo que habíamos hablado entre amigas lo estaba viviendo en un solo instante, sentí como su mano corrió el hilo del maillot que estaba entre mi culo y mi cuquita mojada, paso su mano por el medio de mis labios vaginales, introdujo un dedo, luego el otro y notó que estaba bien lubricada, mordió mi oreja, un nuevo cosquilleo recorrió mi cuerpo, quería más, bajó sus labios por mi cuello y lo recorría  suavemente, alternándolo con la lengua, estremeciéndome, mientras restregaba su polla contra mi culo, me pego contra su paquete y lo noto abultado, eso me excita, el hombre lleva su mano a mi cintura, subiéndola hacia mis pechos, agarrando uno con la mano y frotando el pezón con ganas por encima del maillot.

-  Eres muy perrita niñita…  - con su otra mano agarra mi cabeza y la gira para que le mire a sus ojos y me dice

-  sé que esto no está bien, pararé si dices “No”, hasta ahora no has dicho nada, esto quedara aquí y no ha pasado nada, ya has probado lo que puedo hacerte sentir  y sé que tienes ganas de probar una polla, se ve en tu cara.

No sabía que decir, todo era nuevo para mí, la verdad es que no podía moverme y no podía articular palabra -

- sabes que te gusta, mira lo mojada que estas, al meterte el dedo en el culo ni te has quejado. ¿Has hecho algo con tus amigas o con tus amiguitos, alguien te ha tocado o te has metido cositas?

- no nada, solo yo, nunca nadie.

- ni un beso, ni te han tocado las téticas, ni has tocado una polla.

- no, nunca nadie.

Sujetada por la cintura, desliza su mano hacia mi cuquita masajeándola, vuelvo a gemir, la acaricia y mete un par de dedos, pasa la mano a mi culo y vuelve a acariciar mi ano con los jugos de mi vagina.

- que mojadita estas, siempre te mojas tanto cuando te tocas.

Solo puedo asentir con mi cabeza, mete nuevamente su dedo en mi culito, esta vez entra fácilmente, lo mueve haciéndome jadear, luego lo saca y va a la cuquita acariciándola un rato, me toca la pepita.

- ¿quieres conocer ya una polla, la quieres?

Vuelvo a asentir con la cabeza, se coloca frente a mí y agarra su polla por encima del pantalón, se quita el cinturón, desabrocha el pantalón y a medida que va bajando la cremallera voy viendo cómo va asomando la cabeza su miembro, inmediatamente vino a mi memoria el recuerdo de la polla de tito, me traslade inmediatamente a ese recuerdo y lo primero que hice fue acercar mi mano y empezar a tocarla, sentí como crecía, la acariciaba de arriba abajo, baje los bóxer y salió totalmente disparada, el se la agarro y empezó a masturbarse delante mío.

- tienes que hacerlo así, suavemente un movimiento arriba- abajo del prepucio, y que el prepucio roce todo el glande, de forma lenta, con movimientos suaves y cortos, imita a una boca con la mano. Con la otra mano bajas todo el prepucio y con la derecha escupes y haces con forma de cuenco en el glande. Subes y bajas el prepucio con una mano y con la otra masajeas la zona como si fuese tu boca.

- y porque no lo hago con la boca de una vez.

- poco a poco niña, primero tienes que aprender a hacer pajas y luego ya lo mamás.

Cogí la polla con suavidad y empecé a subir y bajar como me había enseñado.

- ahora acerca tus labios y dale besitos.

La fui acercando y empecé a darle besitos poco a poco, disfrutando mi primera polla ante mis ojos, mis manos, mi boca, imaginando que era tito quien estaba en frente.

- ves esto que parece una seta, se llama glande, bésalo y échale babitas para que se moje, así como esta tu cuquita, toda mojadita. Ahora como si fuera una chupeta chúpalo y lo metes hasta donde puedas. Ve metiendo y sacando y con la mano me sigues masturbando, también besa mis bolitas y mientras las besas levantas la mirada y me miras a la cara.

El me iba guiando, con sus manos en mi cabeza me empujaba hacia adelante y hacia atrás, cada vez sentía que entraba mas su polla en mi boca, en algunas ocasiones me llegaba hasta la garganta, sentía como tocaba mi campanilla,

- Abre bien la boca, trata de abrir la garganta también, no dejes que mi polla toque el paladar y la lengua, abre más, baja la lengua, mételo hasta donde puedas y sácalo despacio.

Recorría  la lengua sobre mis labios para tenerlos húmedos y le miraba a la cara como me había dicho.

-  quiero mirar como chupas tu primera polla. A los hombres nos gusta mirar. Ahora abre tu boca y acércate junto a la polla. Respírame, sóplala, saca tu lengua, tócala.

La lengua estaba goteante de humedad, comenzaba en la base de la polla y lamia hacia arriba, lentamente. Giraba la cabeza de lado y simulaba morderle, colocaba los dientes en su carne, la humedecía de nuevo con la lengua y con la mano mojaba la polla alrededor. Era toda una delicia, lo estaba disfrutando al máximo, que delicia era chupar una polla, me estaba volviendo adicta a la polla, no quería sacarla de mi boca.

Con la otra mano tocaba sus pelotas, las arañaba ligeramente con las uñas, buscaba debajo y detrás de las pelotas sin saber que iba a encontrar, quería recorrer cada centímetro de mi primera polla, recordé cuando el metió su lengua en mi ano y quise hacer lo mismo por detrás de sus pelotas llegando con mi lengua hasta su ano, pase mis dedos sobre su agujero muy levemente, recordando como lo hacían las niñas en el vestuario, inmediatamente sentí como su polla se levantaba mas, en eso agarra mis tetas y empieza a moverse para adelante y para atrás, me toma con una mano de la cabeza y con la otra de la barbilla sosteniendo mi boca, con su polla empieza a buscar de nuevo mi boca y  mete hasta el fondo la polla presionándome fuerte sin sacarla, así varias veces, me dan arcadas y toso un poco-

- muy bien bebe, parece que llevaras tiempo mamando pollas, eres una mamadora innata, que bien lo haces, mira como te entra toda.

Y vuelve a meter su polla dejándola un rato adentro, cuenta hasta cinco y la saca, las babas me chorrean por la boca mojando toda la polla, la agarro con las dos manos y reparto la saliva, siento que baja su mano a mis tetas agarrando un pezón apretándolo, luego mete en mi culito un dedo.

- te voy a dejar tu cuquita virgen para que se la des a tu primer noviecito, pero el culito será mío, ¿quieres sentir mi polla dentro de tu culo?

-  Sí… - logre decir con su polla en mi boca, y volvió a apretarme el pezón.

- Quiero que me folles. Que me folles como lo haces con tu mujer, quiero perder la virginidad por el culo de una vez y hacerlo contigo.

Me miro y me besó en la boca. Baje el maillot dejándole ver mi tetas preciosas, las acarició y chupó mis pezones.

Se quito completamente el pantalón y el bóxer.

- Espera un momento.-  le dije-   Solo te pido una cosa, tengo una fantasía y me pone muy caliente pensar que tu eres mi tito y yo tu sobrina.

- mira por dónde, estabas deseando que tu tito te follara, ¿y que le pensabas dar, tu cuquita, el culito o solo una mamada?

- si hubiera sido el no me importaría darle todo.

- entonces deja que tu tito te folle. Te dolerá un poco al principio, pero no te preocupes, lo haré despacio.

Empezó con un dedo, suavemente, untaba aceite en mi culo y metía y sacaba el dedo, luego sentí que metía dos dedos muy despacio, aceleraba con la mano, cuando me dijo

- ¿duele?

- no – respondí

- tienes tres dedos en tu culo, que lindo ojete tienes.

Sentí su pelvis en mis nalgas y como el tronco de su polla rozaba los labios de mi rajita, hacia movimientos chocando contra mis nalgas y los dedos en el culo entraban y salían, parecía como si me fueran a entrar por todos lados, empecé a sentir como su polla tocaba mi ano, poco a poco empezó a meter su glande, muy despacio sentía como entraba la puntica, sentía como empujaba e iba entrando poco a poco, dolía un poco, apretaba los puños, sentía como entraba y salía, como iba aflojando el culo, cada vez sentía más el tronco en el culo.

- Tranquila mi niña. Lo peor ya pasó. Ahora disfrutaras.

Empezó a acelerar el ritmo y comencé a disfrutar.

- Tito, tito, tito decía.

- Mi niña, mi niña, que gusto, que culito más rico tienes.

No podía parar de gemir, trataba de callar y no podía, tuve que ponerme el maillot en la boca para no hacer ruido, que delicia, estaba disfrutando de verdad. Era increíble.

Tito, tito, tito, métemela toda en el culo, me gusta que me des por el culo tito. Quería que me rompieras el culo, mírame tito, en cuatro patas como una perrita.

- mi niña, mi sobrina, que linda mi amor, que gusto me das.

- Tito, quiero ser tuya.

Sentía como estaba encima cabalgándome, ahora yo era su potro, con sus manos agarrando mis tetas, las apretaba duro, luego con la otra mano empezó a darme azotes en el culo.

- eres mi perrita, serás mi perrita, quieres entrar en el musical ya sabes lo que vas a hacer de ahora en adelante

- si tito, seré tu perra

- tócate la cuquita, tócate la pepita mi niña.

Cogió de nuevo mis tetas, las tenia calientes y los pezones duros, jugó con ellas, las estrujaba, yo cada vez mas excitada mordía los labios, daba gemidos y no paraba de tocarme el clítoris.

-  ¿quién eres?

- tu sobrina preferida tito.

- y que quiere mi sobrina.

- que me hagas el amor tito.

- ¿Qué? -  

- que me folles tito, me revientes el culo y me folles la boca

- ¿Con qué?

-  ¡Con tu polla!

- ahora me vas a chupar la polla que sale de tu culo y te vas a tragar mi leche

- no tito, déjame tu leche en mi culo.

Sentí otro azote en el culo más fuerte

- ¿Que has dicho?

- nada tito, quiero tu polla en mi boca y tragarme tu leche

- te tomaras el biberón de hoy

- si tito

Saco rápidamente su polla de mi culo, me puse de rodillas, le mire a los ojos y empecé a lamer el tronco de la polla, subía suavemente hasta el glande y lo metía en la boca poco a poco hasta tener casi toda la polla en la boca, agarro mi cabeza y empujo de golpe toda su polla en mi boca.

- ¿te gusta chuparle la polla a tu tito verdad?

Con la cabeza respondía que si, baje mis manos y empecé a masturbarme nuevamente, sacaba la polla de la boca y la lamia, me encantaba, había descubierto para que era buena, sentía como empujaba cada vez más fuerte la polla en mi boca, aceleraba el ritmo, no quería que saliera de mi boca, me la metía hasta el fondo.

- Dile a tito que quieres su leche en tu boca, dilo

- tito dame tu leche, dámela en mi boquita tito

- si mi niña, toma, trágatela toda

El no podía mas y empezaron a salir chorros de leche en mi boquita, pegue mis labios a su glande para que no se escapara nada, sentí su mano en mi garganta y me tragaba toda la leche, luego limpie su polla lamiéndola completamente, en el suelo había mucho liquido y no era semen, también me había corrido y se puso a lamerme la cuquita, me hacía muy rico con la lengua, mis labios rosaditos y mi pepita hinchada no aguantaban mas, sentía que me iba a orinar.

- tito me orino, me orino

No se alejo, al contrario siguió lamiendo y me orine en su cara, solté cantidad de chorros en toda su cara.

- para ser tu primera vez te has corrido varias veces. A mí que tú ya habías probado pollas

- no de verdad, nunca, ha sido mi primera polla, no había tocado ninguna y mucho menos besarlas, que pena haberme orinado.

- no nena, tranquila que eso no es orín, eso es como las mujeres de verdad se corren, tu ya eres toda una mujer, ahora a mamar pollas que lo sabes hacer muy bien y busca a tu tito para que le des una sorpresa.

Nos vestimos rápidamente, al poco rato llegaron las mujeres con el médico y mamá, yo seguía en el suelo sobre la colchoneta sin rastro alguno de lo sucedido, el hombre había secado todo.

El médico me observó, dijo que era una tendinitis que con un poco de masaje y reposo podía recuperarme pronto, el jurado con lo que había visto les pareció muy bien y les gusto,  me escogieron entre las 10 niñas para el musical y a partir de ahí comenzaron un sinfín de aventuras que me fueron convirtiendo poco a poco en la mujer que hoy día soy.

Espero sus comentarios y si les gustó escribiré otras experiencias más adelante.