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El culo de la familia 3

en Amor filial

Desde meses antes que a F lo atropellaran y falleciera, mi cuñado, CM2, cada que podía me rozaba los hombros, las piernas, inlcuso las nalgas un par de veces. En ocasiones, creo que el sabía lo que pasaba entre F y yo, y como a todos, se le antojó también. 

F me cuidaba convenientemente los fines de semana, así que al no estar. Mi hermana y su esposo me empezaron a llevar con ellos los fines de semana. El viernes mi querido cuñado pasaba por mi al salir de su trabajo y llegábamos a donde vivían ya noche, el domingo me traían de regreso. Al principio los masajes en las piernas y nalgas eran suaves, hasta que se atrevió a subir la orilla de la falda. Cuando jugábamos en la mesa al dominó, siempre se sentaba a un lado mío y tiraba fichas para besar mis piernas y acariciarlas. Hasta que un día de frío viendo la tele, yo estaba tapada con una cobija y él me empezó a sobar mi panocha encima del pants, yo comencé a mojarme, ya me hacía falta verga (una vez que la panocha conoce una verga se vuelve hambrienta, al menos en mi caso sí). Me pregunta con voz rona ¿te gusta? y yo asiento con mi cabeza y en cuanto se dió cuenta de mi humedad, fue bajando mi pants y chonino, apretando mis nalgas y recorriendo con su palma rasposa mi suavidad, hasta que inevitablemente sus dedos se dirigieron a mi puchita golosa, que se comió tres dedos gruesos y grandes. Mi panocha lo apretaba pidiendo más, yo quería que me los metiera más adentro, que me cogiera como F lo hacía, pero mi cuñado me lo hacía despacio, creo que tenía miedo de lastimarme (si supiera). Cuando me vine, el sacó su mano, la chupó y se fue al baño, me imagino que a masturbarse.

Así seguimos, varias semanas y meses, él me daba dedo y después se iba al baño. Hasta que llegó la oportunidad. Un viernes salió tarde de su trabajo y el camión que iba para el rancho donde él vivía con mi hermana pasaba hasta las 10. Así que llegó por mi en la noche y me pidió que me pusiera una faldita, yo obedecí como la puta que soy, imaginando que me iba a dedear. En el trayecto me iba acariciando, subiendo lo que podía la falda y apretando mis piernas. Cuando llegamos al trasbordo, el otro camión que nos acercaba más ya había partido, así que había que caminar mucho. Mi cuñado me dijo que me llevaba en sus hombros, eso me gustaba mucho porque siempre movía su cabeza y yo sentía un pequeño masaje en mi panochita, lo cual me excitaba mucho.

Y ahí vamos, caminado y caminando, hasta que me cargó en sus hombros y aprovechó para darme un beso en mi entrepierna. Me dice, hueles muy bonito niña. Y vuelve a plantarme un beso. Me sostiene con una mano el trasero por atrás, mientras que su otra mano la mete por su cuello, haciendo a un lado mi calzón, me comienza a meter dos dedos hasta humederlos en mi cueva que ya estaba empapada (siempre me he mojado mucho). Entre el vaivén de ir en sus hombros mientras él caminaba y su jugueteo en mi panocha de mete y saca, era inevitable que me viniera. Así que él aprovecha que en el rancho no hay mucha iluminación y voltea su cabeza para beber mis jugos, lengueteaba como perro, sorbía como bebé con hambre de mi panocha. Eso solo logró mojarme otra vez, pero ya íbamos a llegar a la casa.

Mi hermana nos recibe y yo quería ir al baño, ella le dice que me acompañe porque está oscuro. El baño estaba atrás, había que atravesar el patio. Él me dice "ándale, yo te llevo, te voy a cuidar". Cuando termino de hacer del baño y me limpio, él me comienza a sobar otra vez y sin decir nada me carga y me ensarta en su verga, que no se en que momento la sacó. Volver a sentir una verga en mi vagina fue lo máximo y ahí reiteré que yo solo nací para coger y satisfacer a los hombre y una que otra mujer. Me encantó volver a sentir llena mi panocha, volver a estar con unas manos sosteniendo mis nalgas mientras yo con mis piernas me aferraba a su cintura porque quería sentir la verga mas adentro. Fue una delicia cuando sentí lo caliente de su leche regando mi interior. Si señor, me encanta coger como perra en celo.

Cuando entramos a la casa, mi hermana nos puso la cena y se fue a dormir después de preguntarme como me iba en  la escuela, yo le conteste que me encargaban mucha tarea y ella rió diciendo que no era mucha que en segundo grado no encargan tanta, que me espere a entrar a secundaria. Que ella me ayudaría el sábado y domingo. Obvio que mi cuñado también.

Con él cogí durante dos años, siempre normal, tranquilo, rico pero solo una vez dedeó mi culo mientras me penetraba y ahí despertó mi gusto por estar cogiendo con la panocha pero que me den por el culo a la vez. Desgraciadamente, mi hermana se dió cuenta que me acariciaba impropiamente y se divorció de él. Para entonces, yo ya iba a pasar a sexto grado, y mi tío N se venía a pasar vacaciones más seguido a Monterrey. Al estar mis otras dos hermanas casadas, una en un cuarto en la casa, mi mamá tenía un cuarto y en otro se quedaban mis hermanas solteras y yo y mi tío N cuando venía de visita.