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Abstracción

en Lésbicos

3. Encuentros

Sophia despertó como la mayoría de los humanos con necesidad fisiológica de hacer pis pero sin tener ganas de levantarse, así que tardó en abrir sus ojos al hacerlo se sintió confundida primero por no saber dónde se encontraba y segundo al sentir algo duro en su sien no era como sus suaves y confortables almohadas se sentía un poco adolorida levantó su cabeza y ahí pudo recordar todo su caos del vuelo, y si, aún estaba la chica recargada en su hombro que ya estaba adolorido. Estaba  justo como la dejó antes de dormirse también, miró por la ventanilla y pudo ver cómo el cielo comenzaba a hacerse de un azul más oscuro y como en las nubes se pintaban de un anaranjado y amarillo, el color del atardecer - ¿qué hora es? - busco su teléfono que estaba entre sus piernas, se sorprendió al ver que eran las 7 :45  de la tarde habían pasado ya seis horas desde que despegaron, esperaba que las 11 que faltaban pasarán así también, aún llevaba sus audífonos puestos y la música aún sonaba en sus oídos adoloridos así que decidió quitárselos y guardarlos de nuevo, tratando de no hacer movimientos bruscos no quería despertarla, sus ganas de orinar eran aún una molestia soportable, la asistente de vuelo se acercaba por el pasillo, ya casi era hora de la cena en el avión, llegó a su asiento y preguntó amablemente

 - señorita Martell serviremos la cena a las 20:30, mire estos son los platillos de primera clase - le extendió una carta, ella la miró rápidamente en realidad no había nada que se le antojara, pero ya comenzaba a sentir hambre

- podría traerme el paquete grill por favor- asintió la asistente y se quedó mirando por un momento con el ceño fruncido a su acompañante, ya estaba por marcharse pero Sophia la detuvo - ¿podría traerle a ella lo mismo que a mí? Sé que me hace la oferta de primera clase porque así era mi boleto pero me sentiré muy incómoda de comer diferente- la azafata medito y asintió con la cabeza antes de decir

- sí señorita Martell, haremos los posible porque su viaje sea lo más ameno posible-

Pasó media hora más y definitivamente Sophia no podía aguantar ya las ganas de ir al baño, ahora solo pensaba cuál era la mejor manera para despertarla, tomó la mano izquierda de su regazo, frotó apretando ligeramente, la piel de sus dedos índice y pulgar estaban algo más gruesa de los bordes, - ¿será que sostienes mucho una pluma? ¿Eres escritora de la vieja escuela desconocida? tienes toda la pinta- pensó, al deslizarse un poco más hacia su palma sintió una pequeña herida al tocarla la lastimo sin querer en seguida sintió el sobresalto, Helena despertó desorientada y con dolor de cabeza, tocó su cara y se quitó los lentes, frotó sus ojos

- lo siento mucho no quería despertarte, pero de verdad necesito ir al baño- le dijo la voz a un lado de ella, Helena sintió como los colores subían a la cara 

- ¿disculpa te he estado molestando? -

-no solo estabas recargada en mi hombro y trate de despertarte de una manera sutil, espero no haberte lastimado-

Helena no le dio importancia la miró de reojo y pudo ver arrugado el hombro de su blusa donde seguramente estaba su cabeza hace unos momentos, se sonrojo aún más

- lo siento muchísimo, por favor disculpa la molestia, ¿qué hora es? ¿Desde cuándo estoy así? -

- en realidad casi desde que despegamos-

dijo Sophia sonriendo era adorable como estaba su cara y sus mejillas rojas ya la vergüenza se le estaba pasando al cuello - creo que te gustaba mi música y por eso te acercaste,  también yo me dormí y me recargue en tu cabeza así que no tienes de qué preocuparte - era realmente extraña esa conversación entre unas desconocidas, hasta Sophia sintió un poco de pena al confesarse pero no al grado del sonrojo- ahora si me disculpas tengo que ir wc - dijo, guiño su ojo izquierdo y  le dio una sonrisa divertida, se levantó de su asiento y caminó por el angosto pasillo hacia el baño que era muy pequeño pero su urgencias era mucha para ponerse exigente.  Al volver miró a su acompañante con los ojos cerrados recargada en el respaldo del asiento, se sentó a su lado, cuando ella la sintió abrió sus ojos

- Aún siento que tengo que seguir disculpándome -

le dijo, Sophia emitió un mmm de estar pensando y contestó

- no tienes que seguir haciéndolo, te lo dije, también yo me recargue en ti- sonrió y notó que la chica en ningún momento la había mirado, sus ojos no se habían cruzado ni una sola vez, eso la molestaba, ¿porque no la miraba? La hacía sentir…  en su experiencia la persona que desvía la mirada está mintiendo u ocultando algo

- tal vez será menos incómodo si dejamos de ser completas desconocidas, soy Sophia- giro un poco su torso hacia ella y extendió su mano

- Helena, y de nuevo una disculpa, es un gusto conocerte Sophia Martell-

y ahí fue cuando por fin Helena levantó su vista de la mano que estaba sosteniendo y busco los ojos de Sophia ya no podía evitarlos más, cuando conocía a alguien lo correcto era estrechar su mano mirándola a los ojos, encontró esos ojos verde profundo llenos de sorpresa, no era algo que no esperaba pero no era algo a lo que se hubiera podido acostumbrar, pudo escuchar como de sus labios ligeramente separados se producía un casi inaudible oh!, se soltaron del apretón de mano, pero Helena no pudo dejar de ver sus ojos era como si se sumergirá en un océano verde ópalo, luego recordó que ella veía los suyos también y apartó la mirada

- disculpa me quedé mirando demasiado tiempo debió de ser incómodo- dijo Helena

- debes dejar de disculparte todo el tiempo ¿sabes? -

- tienes razón lo siento- dijo casi sin pensar, las dos rieron un poco luego Sophia giro aún más su cuerpo hacia ella

-no me molesta que me mires, pero es claro que a ti no es algo que te guste mucho ahora déjame disculparme si soy yo la que te incomoda-

Sophia no era de las que se iban por las ramas casi siempre si tenía algo que decir lo decía solo así sin rodeos, Helena no dijo nada así que se hizo un silencio incómodo, después de unos segundos y cuando Sophia un poco exasperada ya tomaba la posición normal en su asiento Helena se giró también hacia ella

- probablemente te parecerá que soy extraña perdona al principio no soy buena para mantener una conversación creo que es porque pienso demasiado las cosas antes de decirlas, tanto que no dejó que la conversación fluya adecuadamente y cuando por fin me decido a hablar las cosas que trato de decir no son realmente como pensé que la otra persona las entendería y se escuchan raras y todo se pone incómodo, por ejemplo ahora iba a decirte que me gusta el color de tus ojos, que son tan profundos, y poco comunes, no había visto nunca unos en esa tonalidad de verde, se acercan mucho al verde ópalo pero no sé cuál es el color exacto, después pensé que decir eso estaba fuera de lugar ya que las dos sosteníamos la mirada y pensarías que soy una clase de acosadora o pervertida de ojos o pensarías que estoy tratando de ligarte lo que no es así, no porque no me gustes digo no es que me gustes, eres muy guapa-

cada vez estaba hablando más y más rápido y poniéndose más y más nerviosa, casi sentía que comenzaba a sudar, por otra parte, Sophia se divertía estaba a punto de reír pero no quería herir su susceptibilidad, así que solo espero con una sonrisa cada vez más pronunciada

- digo, seguro te lo dicen todo el tiempo, pero será raro para ti que yo te lo diga porque no me conoces y hace un rato tuviste que cargar con mi cabeza por 6 horas así que todo podría ser una mala interpretación- inhalo profundamente - lo que quiero decir es que si no te hablo mucho no es porque no quiera o porque no me caigas bien solo es que no he organizado muy bien mis pensamientos y después salen todos a la vez y ya no puedo parar de hablar como es obvio -

Sophia no pudo más y cubrió su boca con su mano para reír, Helena la miró con una de sus cejas levantada

- jajaja perdón jajaja es que sabes realmente es muy divertido y entretenido escucharte, gracias por el cumplido tan elocuente - dijo con un poco de sarcasmo, muchas personas la habían halagado por sus ojos, pero nunca de esa forma diciendo tanto y nada a la vez, después de su ligero ataque de risa Sophia busco de nuevo su mirada quería que viera que hablaba en serio -a mí me parecen más bonitos los tuyos, son únicos- 

 - ¿te lo parecen? -dijo Helena se sintió insegura y comenzó buscó sus gafas de sol en los alrededores tomó su bolsa y busco ahí también mientras le decía - a mí más que bonitos me parecen extraños, me hacen ver como una psicópata- su heterocromía era algo que siempre la había acomplejado, Sophia noto lo que pasaba

 

-tus lentes están en el cuello de tu sudadera, pero no deberías usarlos, digo no hay sol y no creo que te veas como una psicópata, te sienta bien el café y el azul - le dijo sonriendo, Helena le regreso la sonrisa tomó los lentes y los envolvió en un paño que tenía en su bolso para después guardarlos, saco otro estuche

- normalmente uso lentes de contacto, el de mi ojo izquierdo lo pido de color café oscuro así casi no se nota la diferencia de color, además que no me equivoco de ojo al momento de ponerme los lentes, un día que rompí los de armazón- dijo abriendo el estuche y sacando unos lentes negros Ray Ban Round Shape - y perdí los de contacto -

dijo sonriendo y colocando sus lentes, Sophia que contemplaba todos sus movimientos sintió un vuelco en el pecho cuando notó los camanances que se formaban en sus mejillas cuando sonreía y lo bien que se veía también con los lentes de armazón,  se sintió tan extraña pero no lo analizo mucho en ese momento - tuve que comprar unos de emergencia, los dos transparentes pero siempre olvidaba cuando me los quitaba fijarme en las letras del contenedor para diferenciar el derecho del izquierdo, así que  a veces me ponía el incorrecto y era una lata cambiarlos de nuevo cuando me daba cuenta de que no veía bien, como puedes notar soy un caos- dijo con resignación

-todos tenemos algo de caos en nuestras vidas, en tu caso es uno divertido ¿perdiste de nuevo tus lentes de contacto? ya que no los llevas puestos ahora…

- no los tengo en mi maleta, o eso creo, es solo que ayer celebré hasta tarde con mis amigos y cuando duermo poco y los usó mis ojos se resecan y tengo que estar poniéndome gotas y no permiten llevar líquidos innecesarios dentro de la cabina del avión así que, pensando que dormiría mucho solo me puse los de sol -

Helena sin darse cuenta tenía toda la atención de Sophia que enlistaba en su mente todas las cosas nuevas que sabía ahora de su ya no tan desconocida acompañante

- ya veo, entonces supongo que casi no usas los que tienes puestos ahora, aunque se te ven muy bien, no te mentiré diciendo que casi no llama la atención el color de tus ojos pero no debería de ser algo que ocultar -

Helena medito un poco echando su cabeza hacia atrás y acariciando ligeramente su cuello con su mano izquierda

-no es algo que me avergüence es solo que no me gusta que me definan por mis ojos, cuando hay algo tan particular en una persona la atención de los demás solo se centra en eso y dejan de ver tus demás características, en la escuela me decían rabbit por una caricatura de un conejo que cuando se enojaba se hacía enorme y sus ojos enloquecidos se ponía uno verde y uno azul, la mayoría de mis compañeros de otros grupos no sabían mi nombre, incluso algunos maestros me decían también así, fue un alivio cuando me detectaron la miopía al entrar a la preparatoria - decía mientras seguía viendo el techo de la cabina del avión como si evocara los recuerdos desde lo profundo de su mente -probablemente tu cuando bajemos y platiques o recuerdes este momento seré la chica con heterocromía que conociste en tu vuelo

termino con una sonrisa de lado recobrando su postura normal y volteando a ver a Sophia, que la veía tranquilamente como si no concibiera que eso pudiera ser y dijo confiada.

-eso no pasara, cuando piense en ti muchas otras cosas más vendrán a mi cabeza eres interesante Helena y no solo por tus ojos-

esa era la primera vez que Sophia decía su nombre, la primera de muchas veces y muchas futuras circunstancias, no reparó en la intensidad de sus palabras cuando lo hizo ya lo había dicho ahora era ella la que no quería que se malinterpretan, o si? pero a Helena aparentó normalidad, aunque sus entrañas se revolvieron cuando la escucho y le dijo

-es curioso sabes ahora mismo conoces más cosas de mi que la mayoría de los que trabajan conmigo- sonreía con ironía ya se recuperaba de la sensación en su estómago

-si? y ¿qué es lo que haces?  ¿A qué te dedicas? -

preguntó Sophia que aún no saciaba su curiosidad

- hago café, bueno mejor dicho preparo café, trabajo en una cafetería, es por eso que tengo está ampolla, ayer me queme con la máquina de espresso-

supongo que ya perdí mi toque pensó Sophia con pesar al recordar la textura de las yemas de sus dedos

-entonces ¿es un viaje de placer el que haces a España?

- no placer, porque no me gusta estar en los aviones, pero sí porque voy a mi primera exposición fuera del país y estoy muy emocionada-

Mientras decía esto su mirada se iluminaba y su tono de voz subía un poco casi llegando a la euforia

- ¿Exposición?

Sophia estaba un poco confundida, ¿exposición cafetalera? ¿En España? Y si era así, ¿alguien viajaría tan lejos?

-Sí, es verdad que preparó café en una cafetería relativamente popular, pero mi verdadera pasión es el arte, la pintura principalmente, es mi sueño algún día poder vivir de eso.

Mientras hablaba Sophia se sorprendía de la pasión con la que lo decía, ella no podría hablar con esa intensidad de su trabajo, le gustaba, sí, pero dudaba que sus ojos brillarán de la forma en la que los de Helena lo hacían

- ahora entiendo, cuando tomé tu mano para despertarte pude sentir la piel de tus dedos más gruesa en los bordes y pensé que tal vez escribías mucho, pero creo que era un lápiz y no una pluma lo que sostienes constantemente, lo que ahora no entiendo, eres famosa o algo así? - Dijo Sophia un poco apenada, si era así no la había reconocido, aunque tampoco sería raro porque no estaba muy familiarizada con el ambiente artístico.

Helena soltó una fuerte carcajada que hizo voltear varias cabezas hacia ella

-Claro que no lo soy, a decir verdad soy novata - Dijo aún con las sobras de risa que le quedaban en la voz - Solo creo que he tenido mucha suerte, estuve en varias exposiciones colectivas y he participado en varios concursos pero nada muy grande ahora mismo no solo yo voy a exponer seremos varios.

La azafata ya pasaba dejando las charolas con la cena. Les tocó el turno de que dejarán la suya en la mesita de enfrente del asiento, era diferente a la de los demás independiente de la comida que ya de por si las delataba la vajilla era más bonita y el agua y el vino para acompañar su comida que en su mayoría era carne estaban servidas en copas de cristal, las dos agradecieron

-Ya veo, de cualquier forma, creo que es bastante mérito el solo hecho de exponer fuera del país- Helena se encogió de hombros

-No lo sé, hay bastante gente talentosa por ahí yo solo espero que sea el inicio de algo bueno-  Eran casi las nueve de la noche se escuchaban charlas alrededor de ellas Helena volteó hacia el pasillo sólo podía ver los asientos paralelos a los de ellas

- ¿Tienes algo que ver con que nuestra comida sea diferente? - Sophia no se esperaba esa pregunta

-Puedo decirse que sí, pero no te sientas mal, solo es una pequeña compensación, me han hecho pasar un infierno esta mañana

Le contó toda su odisea para poder llegar al aeropuerto y después todos los percances con el equipaje y el asiento, Sophia veía como Helena la escuchaba y sonreía con los hoyuelos de sus mejillas marcados mientras comía y se reía de su mala suerte

-Y yo pensé que tenía un mal día solo porque olvide mi cargador y me preocupaba no poder comunicarme con la persona que me esperaría en el aeropuerto-

-No te preocupes te prestaré mi cable aún nos quedan muchas horas de vuelo seguro se alcanzan a cargar los dos al 100% - Busco su cable en su bolsa, y se lo pasó, Helena la vio divertida

-Agradezco mucho que me prestes tu cable, pero … no tengo un iPhone - Sophia se sentía un poco apenada por asumir que le quedaría el cable

-Lo siento yo… le pediré a alguien que nos preste uno -

-Está bien no te preocupes igual ya me había resignado, además escuchas tan alto la música que no creo aburrirme- Helena guardó silencio unos segundos - entonces tú mala suerte hizo que nos conociéramos

-Sí creo que sí, o bueno no sé igual cambio mi suerte y por eso nos conocimos, eres una buena compañía - sonrió, de nuevo Sophia busco los ojos de Helena pero esta vez ella no la esquivaba, después de unos segundos Sophia bajo su mirada, - bonitos labios- pensó mientras veía como sus mejillas se sonrojaban Helena en esos segundos tomaba fotografías mentales de su cara de sus mechones rojizos y ondulados que caían por su hombro y su frente, de su recta nariz, de su sonrisa perfecta, del pequeño lunar que tenía en el borde izquierdo de su labio inferior y una vez más a sus ojos quería guardarlos bien en su memoria visual que era muy buena

-Tu porque estás viajando a España- le preguntó de repente, Sophia se sintió un poco descolocada, pero respondió recuperándose de inmediato

-Voy por trabajo, las cajas de las que te hablé tienen nuestros mejores tequilas, tengo una reunión mañana con unos inversionistas que quieren importar nuestro producto a España, se supone que mi trabajo en la empresa es publicidad - exhalo profundamente - pero creo que a mi jefe no le importa, "si tú trabajo es vender, entonces ve y vende", y trate de explicarle que mi trabajo es más orientado hacia el consumidor, pero como te dije … no le importa, así es como termine viajando a España.

Aún después de la cena siguieron platicando hasta cerca de las cuatro de la mañana y solo dejaron de hablar porque ya era evidente que los demás se molestaban.

El avión llegó al aeropuerto de Madrid a las 14:55, bajaron del avión de prisa Sophia tenía que estar en su junta en dos horas y Helena aún no sabía cómo llamaría a Gabriel, caminaron por uno de los corredores cada una con su equipaje

- ¿Sabes el número de la persona que va a recogerte?

- No lo recuerdo, pero no te preocupes ya es tarde y tienes que estar lista a las 5, estaré bien tiene que venir por mí - Se quedaron mirándose una a la otra por un momento Helena despegó ligeramente sus labios y noto que era más alta que ella como 5 centímetros, Sophia expectante esperaba

- Bueno supongo que nos despedimos aquí… un gusto conocerte Sophia- extendió su mano

- Adiós Helena sé que te irá muy bien en tu exposición - dijo con una amplia sonrisa mirándola a los ojos para esto ya tenía puestas de nuevo las gafas oscuras lo que lamento

Tomaron caminos diferentes. Helena llegó a la primera sala y Gabriel estaba ahí sentado en una de las bancas con la pierna cruzada revisaba su teléfono, impecable y sexy como siempre con pantalón de vestir gris Oxford y camisa blanca sin corbata con dos botones desatados, sus zapatos recién lustrados, él levantó la vista y le saludó con la mano sonriendo mientras se ponía de pie.