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La mayorìa de las infidelidades tienen  sus razones,no por esto las justifico sino trato de entenderlas. Todos en algún momento hemos sido infieles de alguna manera y víctimas de un infiel. El denominador común que tienen las infidelidades es el dolor.Causan dolor,dejan dolor,en mayor o menor grado siempre causan daños a involucrados y hasta a terceros y cuartos en discordia.Yo misma he sido víctima y verdugo algunas veces y les garantizo que por mucho que se disfruten y dejen sonrisas, siempre el toque amargo las adorna. 

La venganza en muchos casos es el antídoto que una vez consumido no sabes si en realidad te mata o te sana. Venganza, eso fue lo que buscaba aquel dia.La sinceridad me explotó en la cara,me dejó aturdida, sin saber qué sentir o pensar,solo quería venganza. Y teniendo las herramientas, gesté una deliciosa venganza.

Llamo , me atiende,me halaga.Primer paso para que la seguridad me sea devuelta.Me dice que piensa siempre en mi, que extraña mi compañía.Me hago grande,me regodeo conmigo misma.”Te invito a un café” suelto  directa.Acepta y en 30 minutos estoy subiendome a su auto.No deja de verme y alabarme. Me siento hermosa y considerada.

Entramos a un restaurant y sonriendo me dice “Cafe no, un trago mejor” y ordena dos cócteles que vienen de perlas para esta tarde calurosa.Esta muy guapo,una camisa blanca y un jean, sonríe siempre y me mira como si no hubiese otra persona en el mundo.Charlamos de todo al principio, reímos y nos pusimos serios varias veces, y de pronto me preguntas por él, siento de nuevo esa sensación en  mi estomago, como si me hubiese tragado una bola de hormigas.Le digo que estas bien “por ahí” y sonrío.Me dice : “Entiendo, no hablemos de eso” , sonrío agradecida y proseguimos nuestras charla multitemática.

Los cócteles van danzando uno tras otro pero sin excedernos.Me invita a comer  y le digo que mejor le cocino algo.Entendiendo la indirecta responde “Vamos a mi casa”  y veo como le brillan los ojos.En el camino me repite lo bella que soy, lo mucho que me extraña, lo increíble de mi compañía. Me eleva mi golpeada autoestima y me da valor para continuar mi plan. Pienso en ti, en tu confesión, en mi.Decidida, continuo y le toco la pierna a mi amigo,”estas muy guapo” le digo con voz de gatita y se sonroja.

Entramos a su casa, un lugar que ya conoci mil veces,donde viví gratos momentos.Me siento de nuevo una reina.Mi amigo acaricia mi cabello y me pregunta que cocinaremos.Voy directo a su nevera y empiezo a imaginar cien platillos mientras me observa embelesado.Colocó varios ingredientes sobre el mesón y empiezo mi  culinaria labor mientras mi amigo trae dos copas de vino rosado.Charlamos alegremente mientras comemos trocitos de todo lo que voy disponiendo en un plato: quesos,embutidos, frutas,galletitas...recuerdo cuánto le gusta que cocine para Él y pienso “ no se lo merece”. 

Veo a mi acompañante, que me sonríe y se acerca para besarme. Acepto sus labios y lo invito con mi lengua.Me abraza,sin dejar de besarme y correspondo a su abrazo. Me mira y me dice simplemente “Bella” para continuar besándome y acariciando mi espalda y mi cabello suavemente. Mi hembra lasciva aparta a la niña triste y herida y se impone.Quiere venganza, quiere sentirse dueña de sí misma, quiere arrancarse de la piel el dolor.

Correspondo a sus besos con pasión, con entrega.Sus ojos me miran buscando aquello que le sorprende y confunde.La rabia me impulsa a ser más salvaje, más erótica. Desabotono su camisa con rapidez para luego sin quitarsela meter mis manos tocando su torso bronceado. Le lamo el pecho y chupo suavemente sus pezones, noto como su piel se eriza ante el roce de mi lengua. Me leva de la mano al sofá de su salon y me sienta como si fuese una virgen vestal, toma mi pierna y acariciandola llega a mi pie y me quita  el zapato, hace lo propio con mi otra pierna y acomodándose entre ellas me sube la falda hasta los muslos,para meterme la mano justo en mi vértice que ya está caliente y húmedo.Se levanta para quitarse su pantalón y observo su erección. Me le acerco a mi antiguo conocido y se lo comienzo a chupar completo, lo sacó de mi boca y le doy largas lamidas desde sus testículos hasta su punta, quedándome allí para hacer circulos con mi lengua en su orificio que comienza a manar pequeñas gotas de placer. 

Siento su respiración profunda y espesa ,su cuerpo que tiembla casi imperceptiblemente mientras me trago completo su tallo y comienzo rítmicamente a sacarlo y meterlo de mi garganta. Acaricia mi cabello y me dice que lo hago divinamente,que nadie se lo chupa así,lo miro con su pene en mi boca y esbozo una media sonrisa.Me toma por los hombros y me recuesta sobre el sofá,me quita la blusa y mi brassier,admira mis blancos senos y los acaricia con delicadeza,chupa mis pezones y me viene el a la mente, que me los muerde hasta casi arrancarme un orgasmo, alejo esa imagen de mi mente y me concentro en mi compañero sexual, que me esta quitando mis bragas y las huele para decirme “ tu olor es único, me fascina” Luego separa mis piernas y admira mi vagina totalmente depilada,se relame como un animal ante su presa y me toca con todos sus dedos mi clítoris , que se asomaba excitado.

Acerca su lengua y comienza a lamer en círculos mi pequeña cabeza. Respiro profundo de excitación y placer,siento como empieza a latir mi vagina justo cuando me mete dos dedos y su dedo pulgar continúa masajeándome el clítoris.Presagiando un orgasmo me muerdo los labios y me abandono al placer,mi vientre siente el vuelo de mariposas, mis senos se convierten en dos picos duros y turgentes.Mi boca se humedece y comienzo a jadear.Me ahoga un beso sensual y unos halagos que aumentan más la autoestima de esa hembra atormentada.Le digo  “Métemelo” y obediente lo hace.Vuelvo a sentir a aquel amigo acostumbrado a mis formas, lo acepto.Comienza a follarme con un ritmo antiguo, nada desagradable, pero no le reconozco, comparo por unos segundos y Él sale ganando con sus perversiones y con su conocimiento perfecto de mis reacciones.

Recuerdo mi herida y dejo de lamerla, me concentro en este macho que me folla ahora con fuerza, sacándome el aire de mis pulmones y la rabia del cuerpo. Me levanta por los brazos y me voltea, poniéndome  apoyada en mis rodillas y codos,me penetra de nuevo y de nuevo mi mente te recuerda, te extraña, pero deseo vengarme, deseo que sientas el mismo dolor que guardo.Respiro profundo y se me salen las lagrimas, no de dolor físico, pero de dolor.

Mi compañero follador no advierte mi debilidad y continúa taladrándome. Me concentro en sus embestidas y acerco mi mano a mi entrepierna para estimular mi clitoris.Quiero un orgasmo, lo necesito.Me advierte que va a acabar y quiero hacerlo con el. Me toco frenéticamente y me llevo al umbral de la muerte, ese segundo donde el gozo te deja sin aire y sin latidos , sin pensamientos ni dolor, simplemente mi cuerpo se desintegra y se arma de nuevo,no se quien soy ni donde estoy por una fracción de segundo donde el placer te arranca de la vida y al segundo siguiente estas más viva que nunca.Caigo sobre mi jadeante,sudorosa y feliz. No sentí su orgasmo, pero si viví el mio.Mi amigo se deja caer a mi espalda, dandome una lluvia de besos.Me dice que fui muy salvaje, que jamás me había sentido así. me preguntó qué había comido y yo pensé : “Dolor”

 

Me levanto aun con las piernas débiles por mi reciente orgasmo y busco mis cosas  para ir al baño. Coloco mi bolso sobre el lavamanos mientras me retoco el maquillaje y siento que suena mi celular,es un mensaje de Él que dice “Hablamos?” Vuelve el dolor, vuelve la niña triste. Quiero gritarle, llorar, odiarlo, pero no puedo.Siguen las abejas comiendome el estómago, siento el sabor amargo de mi reciente venganza en la garganta.

No fue antidoto, fue veneno. 

Me veo al espejo, escucho una voz que me susurra “lo merece y sabes que no estuvo nada mal”. Me sonrío a mi misma, cínica. Salgo y veo a mi amigo ya en su cama,medio tapando su desnudez con una sabana, mirándome de esa manera  tan dulce, tan exacta mientras me invita a acostarme a su lado. Aceptando todo sin hacer preguntas,solo estando allí a mi lado.Aun medio vestida, me acuesto a su vera y me dice “Te extraño, deberíamos algun dia volver a intentarlo”. No puedo,no quiero. Me martilla el mensaje de Él en  la cabeza. Sin embargo le respondo “Quizas un dia de estos”. 

Me abraza y me besa en la frente,no dice nada pero se lo que piensa. Le doy un beso en la mejilla y correspondo a su abrazo.Pienso si hubiese sido mejor la mentira de Él o la verdad que me quemó las manos, el engaño de que no pasó nada o el engaño en sí. No se que pensar ni que sentir.Sigo aferrada literalmente a mi amigo mientras estos pensamientos dan vueltas sobre mi.Mi amigo me dice que me quede con el, digo que debo ir a casa. ”Te llevo” dice y se levanta a vestirse. Mientras lo hace abrazo su almohada y huelo su perfume, es un buen hombre y un excelente amante.Es especial, pero no es Él.

De regreso a casa, mi amigo y yo charlamos plácidamente. Antes de bajar del auto nos abrazamos  y me dice al oído “Que suerte tiene Él que te tiene a su lado siempre y que mala suerte la mía que te tengo de a ratitos” Le doy un beso dulce en la boca y entro a mi casa con esa sensación de satisfacción que da la venganza, fiera, orgullosa,altiva,dueña de mi misma. 

Entro y escucho el ruido de la ducha,Él está en casa.No lo esperaba hasta dentro de tres días. Tengo ganas de llorar, me voy directo a la cocina y me sirvo un trago corto que apuro y me quema la boca, pero me da valor. En el ambiente puedo oler el aroma de su loción. Entra a la cocina  y me mira con sus ojos muy abiertos, llenos de vergüenza. Estaba muy guapo,su piel aun húmeda, su cabello alborotado y mojado, descalzo,solo lleva puesta una toalla cubriendo su cintura .Le digo un “Hola” cargado de culpa, se acerca a mi y dándome un beso que esquivo me pregunta cómo estoy. Respondo “Cansada” “¿Mucho trabajo?” me dice. “Cansada de todo” respondo mientras camino a la habitación. Me desvisto para ir a la ducha y me atrapa en la puerta.Me dice que tenemos que hablar, “Ahora no “ digo. Me abraza y siento como mi acabada de estrenar fiera huye. Me embriaga su olor, su tacto. Me dice que hablemos y me empuja desnuda como estoy de alma y cuerpo a la cama,me recuesta y me dice que no significa nada, que fue una tontería, que no quebró las reglas de nuestro juego, que somos más que cualquiera. Quiero llorar, siento como mis ojos se inundan y trato de incorporarme sin decir nada, pero el me atrapa de nuevo y me acuesta ,colocándose encima de mi, mirándome con esos ojos que adoro, puedo oler su aliento que me da vida, siento sus brazos a los lados de mi cuerpo desnudo y una electricidad recorre mi piel. Mi mente dice que sea fuerte, mi  corazon debil solo se pregunta mil por qués y mi vagina se alegra de no tener más invitados sino al dueño de la mansión. “Disculpame” dice y cree que eso puede resarcir todo. Me besa y lo siento agridulce, no es mio ni yo de el. Pero esa sensación de tenerlo cerca me enceguece y debilita.Me empieza a besar la cara y el cuello, y mi piel responde, mi sexo grita,es Él.

Hace unas horas otro cuerpo disfrutaba de mio, la venganza me dio el mejor postre. Ahora Él , antiguo victimario, ahora era víctima. Besaba una piel que acababa de ser besada por otro, una boca que tuvo otra lengua danzando con la mia, un cuerpo que aun tenia la miel de otro panal.

Estos pensamientos me hicieron sonreír con toda la maldad del mundo, mi venganza se hizo más fuerte y  llegó a encender uno de mis más grandes morbos: ser deseada y gozada por dos machos. Excitada con mis cavilaciones, dejaba que el disfrutara de mi  cuerpo que aún conservaba huellas de mi reciente encuentro. Cuando comenzó a morderme los pezones recordé mi comparacion de hace algunas horas, y ahora tenía lo mejor de dos mundos. Abrió mis pìernas y me chupaba con vehemencia, provocándome un orgasmo casi al instante que su lengua se posó como un  aleteo de colibrí sobre mi clítoris. Afortunadamente no me introdujo esta vez sus dedos como acostumbraba, pues se abría encontrado con algo más que mis jugos. Me penetró casi de inmediato, con fuerza, con hombría, con pasión y locura. No recuerdo cuantos orgasmos me provocó, pero si puedo decir que esa sensación de ser muy puta es muy excitante. Él culminaba el trabajo iniciado por otro, dentro de mi  ahora un coctel de pasión destilaba desde adentro de mi vagina. Cansado, casi sin poder respirar producto de su orgasmo,se recostó tranquilamente a mi lado, y sonriendo me dijo “¿Me perdonaste?”

Mirándolo sin expresión le dije “No” ,me levanté a  darme una ducha dejándolo en la cama con una expresión confundida, entre rabia y confusión.

Bajo el agua de la regadera, las lágrimas contenidas desde hace horas fueron liberadas a su antojo, mis heridas sangraron , mi dolor me quitó el aliento. 

Respiré profundo y mi verdugo interno salió al ruedo riendo, victorioso . 

La venganza había sido mejor que lo pensado.