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Mi host father, el macho que me estrenó (IV)

en Gays

Después del polvazo en la ducha, Billy y yo nos fuimos a la cama y estuvimos comiéndonos la boca durante un rato. A pesar de haber descargado los dos, volvíamos a estar palotes. Nos besábamos de una manera muy cerda, metiéndonos mano por todas partes: mientras yo pajeaba nuestros rabos a la vez, que no paraban de manar lefa lubricándolos, él metía sus dedos en mi culito, preparándome para el trabucazo que me iba a meter. 

En medio de la excitación, tuve el sentido común de llamar a casa para avisar que no iría a cenar, que me quedada haciendo el trabajo en casa de Billy y que él me llevaría después. Mientras hablaba con Candance, Billy se pegó a mi cuerpo y pasó su pollote entre mis nalgas pajeándose, para ponerse de rodillas y empezar a comerme el culo como un perro. Yo reprimía mis gemidos, mientras intentaba mantener una conversación coherente con Candace, cosa que conseguí haciendo gala de un autocontrol increíble, porque Billy me estaba trabajando el culo como un campeón, follándome con su lengua y alternado con tres dedos que clavaba como un experto hasta alcanzar mi próstata. 

Al colgar, agarré su cabeza y la hundí del todo entre mis nalgas. Este tío me estaba matando de gusto. El muy cabrón se había comido más de un culo y dos, y lo disfrutaba tanto como yo.

De repente paró de comerme el culo, y me la clavó de una sola tacada. El trabajito que me había hecho lubricando y abriendo mi ano había sido brutal, porque al metérmela sólo sentí placer, casi me caigo al suelo de gusto. Me apoyé con las manos en la pared y el sujetándome por la cintura me follaba a toda velocidad. Casi la sacaba del todo para después clavármela de tal manera que parecía que me iba a salir por la boca. El gemía como un cabrón y yo casi aullaba de placer, me sentía completamente lleno. Billy no paraba de reventarme el culo, cuando me cogió del cuello haciendo que me incorporara y girara la cabeza para morrearme con desespero mientras me destrozaba con su pollaza.

Estuvimos así un buen rato hasta que la sacó de mi culo, me dio la vuelta y besándome como un poseso me empujó hacia la cama, donde caí boca arriba con él encima.

Levantarme las piernas, volver a metérmela y tirarse de nuevo sobre mí, fue cuestión de segundos. Me abrazó fuerte y besándome el cuello volvió a follarme a buen ritmo.  

Su sudor se mezclaba con el mío mientras gemíamos y él murmuraba incoherencias sumido en el placer que mi cuerpo le estaba dando. Mi polla estaba atrapada entre los dos, dura, manando lefa, y frotándose apretada entre sus abdominales y los míos, haciéndome un pajote que sumado al masaje que el rabo de Billy le estaba haciendo a mi próstata, iba a hacer que me corriera en poco tiempo. Billy debió notarlo, porque aumentó el ritmo y la dureza de sus pollazos sin dejar de intentar fundir su cuerpo con el mío. Mi espalda se arqueó, apreté la polla de Billy con mi ano y mi rabo empezó a palpitar y a manar semen en una corrida interminable. Billy aprovechó para morrearme con saña y darme aún más duro, mientras mis aullidos de placer se mezclaban con sus gruñidos animales. El tiempo que estuve corriéndome me pareció interminable, mientras Billy seguía dándose un banquete con mi cuerpo. El tío era incansable y aunque yo estaba agotado, le agarré del culo apretándolo contra mí, mientras no paraba de gemir 

“Fuck me, fuck me” 

“Fóllame, fóllame” 

Mi polla estaba dura otra vez y en una de sus estocadas, me volví a correr. Ese rabo tenía algo que, según como, tocaba mi punto G. Al notar como me corría él sonrió, me besó, y me dio un par de pollazos como el anterior, que hicieron que me contorsionara entre sus brazos.

Seguimos un buen rato en la misma postura, hasta que, sin avisar, la sacó de mi culo, y llevó su polla hasta mi boca. Al rozar mi lengua su capullo, él empezó a correrse como una presa que se desborda, llenándome boca con su semen que yo empecé a tragar para no ahogarme. Joder, Billy era como una fuente. 

Cuando acabó de correrse. Volvió a tenderse sobre mí y a besarme, esta vez con cariño, intercambiando su semen y nuestra saliva, mientras no paraba de repetir 

“You are amazing” 

“Eres impresionante”.

Nos fuimos a la ducha, donde seguimos besándonos y acariciándonos. Habían sido dos polvazos de antología que yo quería volver a repetir, pero Billy se me adelantó: 

“We are lucky we will have to meet again to finish the asigment, right?” 

“Tenemos suerte, tendremos que volver aquedar para acabar el trabajo, verdad? 

Yo sonreí y le dije: 

“Yes, several times” 

“Sí, varias veces” 

Y él me volvió a besar.

Poco después me llevó a casa en coche. Eran más de las 00:00h y mi familia ya estaba durmiendo; delante de la casa o oscuras, él se inclinó sobre mí y me besó un buen rato para despedirse. 

“See you at the school” 

“Nos vemos en el colegio”. 

Entré en casa sin hacer ruido, pero al cerrar la puerta, alguien me sujetó del cuello y me tapó la boca con la mano. 

“Don´t shout boy, and come with me” 

“No grites chico y ven conmigo” 

Era Trey, y parecía que estaba enfadado. Me agarró por detrás y me empujó hacia la cocina, mientras pegaba su cuerpo al mío y clavaba su paquete en mi culo. De la cocina, fuimos al garaje y al cerrar la puerta me empujó contra el capó del coche. 

“Where have you been? You’ve been fucking, right bitch?” 

“¿Donde has estado? ¿Has estado follando verdad puta?” 

Mientras, restregaba su paquete contra mi culo y yo notaba como se agrandaba por momentos. Sin darme tiempo a nada, me bajó los pantalones y me la clavó de golpe. Yo aguanté bien, estaba abierto después de la follada de Billy, pero Trey empezó a darme muy duro, como nunca. El pollón que tenía me estaba destrozando vivo mientras, mientras él me la clavaba con furia. Estaba muy cabreado, le había jodido que follara con otro, y ahora me estaba castigando.

Me la sacó, me dio la vuelta y me apoyó sobre el capó del coche. Puso mis piernas sobre sus hombros y me la volvió a meter de golpe y a darme pollazos. Se inclinó y me morreó con saña, mordiendo mis labios, violándome la boca con su lengua. Mientras no paraba de murmurar 

“bitch, bitch, bitch”

“puta, puta, puta” 

Estuvo un buen rato dándome hasta que lo sentí correrse dentro de mi culo.

Sacó su polla y la llevó a mi boca para que la limpiara. Se la guardó en los pantalones y me dijo: 

“Don’t move” 

“No te muevas” 

Salió el garaje y cerró la puerta. Se me doblaron las piernas por la follada tan dura que me había dado. Si no hubiera pasado toda la tarde con Billy, no creo que la hubiera aguantado.

Yo no me había corrido y estaba cachondo como un mono, pero decidí no pajearme y me guardé el rabote duro en los pantalones mientras esperaba a Trey.

Al cabo de un rato, volvió a entrar en el garaje y tomándome por la solapa me dijo: 

“If u want to be a bitch, I’m gonna train you to become the best one” 

“Si quieres ser una zorra, yo voy a entrenarte para convertirte en la mejor”

Nos subimos a su furgoneta y salimos del garaje. Trey no decía nada y se le veía muy serio. Yo mientras seguía palote perdido, acariciando mi polla por encima de los tejanos, para provocar un poco a Trey, pero él no se inmutaba, mientras seguía conduciendo. Nos paramos enfrente de un edificio en obras. Debía ser uno de los proyectos en los que trabajaba y nos bajamos del coche. Nos subimos en el montacargas, paramos en la décima planta del edificio y bajamos del ascensor

“Follow me”

“Sígueme” 

Le seguí hasta una especie de caseta en medio de la planta de la que salía luz por sus ventanas. Abrió la puerta y entramos. Era como un despacho, con mesas, planos en las paredes y tres hombres que estaban charlando con unas cervezas y que se levantaron en cuanto entramos.

“Well boys, this is the bitch that I was talking you about”

“Bien chicos, esta la zorra de la que os he estado hablando” 

Continuará.