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Bañando a mi Amo

en Dominación

Que lo bañe, me ha ordenado que lo bañe....tócate los....

 

Llevo todo el día resoplando, menos mal que no puede verme porque si no me la ganaba. 

 

Y mojada, cómo no, este hombre tiene la habilidad de que con una sola palabra me empape para él, y me da una rabia tremenda no poder controlarme.... 

 

Y una vez más me repito “María, no pienses, no razones, déjate guiar por tu Amo y obedece. Se feliz. 

 

Llego la primera tal y como me ha dicho para que lo prepare todo, y aquí estoy, con una mezcla curiosa de cabreo, vergüenza, excitación y deseo....

 

Comienzo a llenar la bañera, me doy cuenta de que no le he preguntado cómo le gusta el agua.... bueno, la pondré calentita que es más fácil enfriarla que calentarla. Se me pasa por la cabeza fugazmente ponerla ardiendo😎, pero descarto la idea por dos razones, la primera porque me conoce, y es muy capaz de hacerme entrar a mi primero.... y la segunda porque no quiero hacerle daño, al revés, si estoy tan nerviosa es porque quiero hacerlo todo bien y que se sienta orgulloso de su perra. 

 

Vuelvo a bufar, porque ya no estoy empapada....directamente noto como mi humedad se desliza por los muslos ¡Y aún no ha llegado! 

 

Buffff, bueno, me quedan 5 minutos antes de que venga, así que me pongo a encender unas velitas que he traído, cuanta menos luz mejor 😊

 

Me vibra la muñeca, maldito reloj, casi se me para el corazón, es su mensaje anunciando que está subiendo....bueno pues ya está, mi Señor ha llegado; me arrodillo, me pongo en posición de espera, agacho la cabeza e intento controlar la respiración. 

 

Se abre la puerta y entra, escucho sus pasos y siento cómo me rodea...no sé si a él le gusta verme así, pero para mí este momento es de mis favoritos, me siento tan indefensa, tan pequeña, tan frágil, y a la vez tan segura, tan cuidada, tan libre...que tengo que hacer verdaderos esfuerzos por no postrarme a sus pies. 

 

Lleva algo en su mano, un paquete, no tengo ni idea de lo que es. Se agacha frente a mi, intento no mirar, pero no puedo y levanto un poquito la cabeza. Se da cuenta, me agarra del cuello, entrelaza sus dedos en mi pelo y a la vez que baja mi cabeza me dice:

-Ten paciencia, es un regalo para ti, ahora te lo pongo-

 

Me derrito, literalmente, gimo bajito y llevo mis caderas hacia adelante de manera instintiva, me estoy comportando como una perra lo haría con su dueño....y ambos lo sabemos. 

 

Se levanta y se coloca detrás de mi, me pone mi collar, siento como me aprieta en el cuello y me encanta. Se pone delante y coge mi barbilla con su mano, me hace mirarle, y cuando nuestros ojos se encuentran sonríe. Esa sonrisa me desarma, se que está contento, ha visto en mis ojos felicidad, deseo, entrega, sumisión y agradecimiento. 

 

-Es la hora de mi baño- Lo dice tan natural, como si fuese lo más normal del mundo. Resoplaría, pero estoy en una nube y ya me da igual.

 

De repente estoy quitándole los zapatos, hay algo en ese ritual que estamos llevando a cabo que me tiene hipnotizada. Le quito el cinturón, lo acaricio y me estremezco al pensar cómo me gustaría sentirlo en mi piel....

Continúo con los pantalones, y para cuando se los quito, usted ya se ha quitado la camisa. 

 

Me pongo de pie y le cojo de la mano para llevarle al baño. 

 

Entra y se tumba, me arrodillo y cojo el jabón, no sé por donde empezar, estoy paralizada, mi mirada va de sus ojos a su pecho, de ahí a sus brazos, me fijo en sus manos, grandes y fuertes, y de ahí otra vez a sus ojos. Y de repente escucho -perrita respira, que llevas un rato sin hacerlo- y es verdad, exhalo y reacciono, comienzo a enjabonarle la espalda, el cuello, los brazos, bajo por su pecho, sin prisa, lo estoy disfrutando muchísimo....sigo bajando y de repente me paro, no esperaba encontrarme eso, esperaba que estuviese relajada, pero no, está dura, muy dura, la rodeo con mi mano, y no puedo evitar relamerme! Madre mía que no me haya visto por favor! Pero una carcajada me dice que sí que me ha visto. Me acaricia la cara, estoy encendida, hacia años que no me ponía colorada, me quiero morir..... 

 

No había estado tan excitada en la vida.....

 

-Entra en la bañera conmigo perra-

 

Me da la mano, algo que agradezco porque me están temblando las piernas, creo que estoy temblando tanto que piensa que tengo frío y por eso me ha dicho que entre....

 

Me recuesto en su pecho, entre sus piernas, acabo de descubrir mi nuevo mejor lugar del mundo. 

 

Comienzo a relajarme, pero dura poco, noto las manos de mi Amo en mis pechos, y sus dedos empiezan a jugar con mis pezones. Los acarician, pellizcan, estiran, aprietan. Comienzo a jadear, cuanto mayor es la presión que ejerce más jadeo. Mi coño comienza a palpitar, le suplico que me deje tocarme, pero me dice que no. Que ese coño sólo lo va a tocar él.

 

Jadeo más, si sigue jugando con mis pezones me voy a correr. 

 

Muevo las caderas, presiono mi culo contra su polla, a esto podemos jugar los dos.... pero se da cuenta y me ordena que me esté quieta. No paro y de repente suelta mis pezones. Me quedo inmóvil a la vez que gruño, no me ha hecho ni gota de gracia.

 

-¿te vas a seguir moviendo?- 

 

-no mi Amo- 

 

Reanuda el juego con mis pezones, la presión va en aumento y no puedo más, empiezo a suplicar, me voy a correr, me de permiso o no me voy a correr porque ya no lo puedo controlar. Así que suplico 

 

-Amo por favor deje que su perra se corra, se lo suplico- no se cuantas veces lo he pedido ya pero se me está haciendo eterno!!!!

 

-Córrete perra-

 

Y estallo, no sé si he gritado, si he gemido o si he gruñido, lo que sé es que estoy completamente mareada..... 

 

-Gracias mi Amo-

 

-Buena perra- me dice con esa voz que hace que me encienda otra vez. Me vuelvo a relamer, quiero mi premio....