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Chico Trans descubriendo su sexualidad (IV)

en Fantasías Eróticas

Aún no me creo lo que pasó con Fran, aunque me quede más caliente que una perra en celo me encantó tener su polla en mi boca, no sabía muy bien si solo se iba a quedar en eso, la verdad es que por mucho que quisiera y deseara no daba tiempo a que me follara, y pensé, con mis inseguridades que solo se aprovechó para que se la mamara y ya está. Con el calentón nada más llegar a casa volví a masturbarme desesperadamente, tomando el consolador grande, recordando el sabor y la textura de su sexo, sus jadeos, sus palabras, hasta que volví a correrme pensando en él, me tenía obsesionado.

Me duché, comí, y volví a masturbarme, joder, si que me quedé caliente, no había nadie en casa y era cuando más disfrutaba mis masturbaciones porque no tenía que estar pendiente al ruido ni a nada, podía usar el vibrador, gemir libremente…

 

Mientras estaba a lo mío por tercera vez ese mismo día, me llamó Fran por teléfono, lo cogí sin sacarme el vibrador sabiendo que era él quien me llamaba me daba morbo, ya me pasó alguna vez con otra clase de llamadas y el morbo de estar aguantándome gemir me encantaba o que se me escapara algún jadeo me calentaba, pero con él era diferente, cerré los ojos, abrí bien mis piernas y mientras me hablaba me metía y sacaba el vibrador que a la vez no paraba de vibrarme sobre el clítoris sintiendo un placer intenso mientras intentaba hablar lo más normal posible con él pero mis contestaciones eran frases cortas, secas (no como mi coño bien empapado).

 

Me preguntó si podía hablar, le dije "si, bueno...", preguntó que me pasaba que me notaba raro y luego de insistir le dije que me había pillado masturbándome, en el fondo quería que lo supiera, y el cabrón me dice "otra vez te pille? jeje", acabó sonsacándome que por su culpa estaba demasiado caliente, que me masturbé dos veces antes, que me estaba metiendo el vibrador, me pidió que le mandara una foto y le dije que jamás lo haría, que si quería verme el coño que viniera que yo con gusto me lo abría para él y le dejaba hacer lo que quisiera con él, ahí por más que insistió no consiguió nada, solo que al final le dijera que sino iba a ayudarme a correrme que le colgaba, empezó a decirme esas frases subiditas de tono que tanto me gustan, diciéndome brevemente cómo me follaría cuando me pillara hasta que me corrí. Fue todo bastante rápido, tampoco podía decirme más que supongo que su pareja estaba cerca o iba a llegar pronto o vete a saber, solo me dijo que se le había puesto muy dura y no podía dejar que lo vieran así. Colgamos y al ratillo me manda un mensaje, una buena foto de su polla dura en su mano con el mensaje “para que sigas pensando en mi” y luego “ya sabes bórrala luego”, qué cabrón, me volví a duchar bien caliente, volví a masturbarme con el chorro de la ducha pensando en esa foto. Luego esa noche antes de dormir volví a masturbarme como casi todas las noches, no hay nada mejor que dormir después de un rico orgasmo, y más esa noche mirando la polla de Fran, borré la conversación pero no la foto, al menos no de momento, tampoco se veía nada como para saber que era Fran.

 

En el trabajo nos cruzamos un par de veces, tan normales, yo al menos no noté nada raro, una de las veces nos encontramos en el ascensor, o el subió al verme dentro, no lo sé, allí me comentó de nuevo que sentía mucho el haberme dejado así caliente el día de la mamada, que no pudo contenerse y que tenía que hablar conmigo pero no en el trabajo, que esto no podía seguir así, me dijo a la vez que agarraba mi mano y la ponía sobre su paquete, estaba un poco dura o eso me parecía ummm, me hubiera clavado de rodillas dispuesto a mamársela de nuevo pero no era para nada el sitio aunque solo una chupadita habría dado un morbo tremendo, quité mi mano rápido antes de que nos pudiera pillar alguien, a ninguno de los dos nos interesaba que nos pillaran en esta historia, me dijo que al siguiente día que descansáramos podía pasarme por la mañana por su casa que su pareja estaba trabajando hasta la hora de comer, que me invitaba a desayunar y así hablábamos tranquilos, así que quedamos en eso, otra vez el cabronazo dejándome más caliente que nada.

 

Por la tarde en casa me mandó un mensaje, que lo avisara antes de salir de casa para la suya, que justo descansábamos el día siguiente, puedo llegar a su casa en unos 5 minutos y quería que le dijera para confirmar que estaba solo, así que al otro día eso hice. Le mandé un mensaje de que en 5 minutos estaba allí y la respuesta fue un ok. No sabía muy bien que iba a encontrarme, quizás era lo que me temía, solo quiso una mamada, o quizás un par de ellas y ya.

 

Llegué, pegué al portero, estaba entre caliente y triste pensando en que me iba a decir que no volvería a pasar nada o que se la mamaría y luego me diría que no se podía repetir que vaya que nos pillaran, o que me pusiera de pegas su relación; subí a su casa, pegué a la puerta, la abre asomando la cabeza y abre despacio, entro y cuando va cerrando la puerta veo que está desnudo tras la puerta y con la polla bien tiesa. Cierra y se pone mirando hacia mi y sonriendo me dice:

 

Fran - Aquí tengo tu desayuno listo – mientras con las manos señala su polla hinchada.

 

Para nada me esperaba esto, no tan así de sopetón, me quedo quieto, mirándole, mis ojos recorren toda su anatomía pero es su polla la que se lleva casi por completo mi atención, esa deliciosa polla fruto de mis obsesiones, al ver que no hago nada, que no respondo, que lo miro embobado pero no reacciono se me acerca, desabrocha mi chaqueta, me la quita y la tira al suelo y agarrándome de los hombros me suelta:

 

Fran – Vamos putita que no tengo toda la mañana, cómeme bien la polla que mira como me tienes perra.

 

El cabrón empieza fuerte, y me encanta que consiga dominarme de esa forma. No puedo evitar volver a sentirme su sumisa, a transformarme nuevamente en su puta en el momento en que empieza a ordenarme y tratarme como tal, y lo veo tan seguro de sí mismo y tan... duro; aún con ciertos límites estoy casi a su completa merced y me arrodillo ante él sin dejar de mirar ese delicioso cipote que apunta a mi cara, ¿Cómo puede gustarme tanto ese trozo de carne caliente?, quiero sentirlo dentro de mí y hoy quizás sea el día en que me folle, o al menos todo apunta a que así será y que hoy es el día que me dará lo mío.

 

Empiezo a tener idea de cómo le gusta que lo haga, mis manos acarician sus piernas y sin su ayuda empiezo a dar lametones por todo el tronco, empujando con la lengua para pegarla a su cuerpo y una vez que está acorralada entre su cuerpo y mi lengua tomar el capullo y meterlo en mi boca para chuparlo como si fuera un rico chupachups, beso, lamo, succiono ese rico glande intentando cada vez abarcar más, pero como ya dije, mi boca no es muy grande y me cuesta tragarme la mitad, aún así le pongo ganas, busco sus ojos cuando me encuentro succionando la punta, jugando con mi lengua mientras mis labios aún la tienen presa, y me encanta la expresión de su cara, la furia con la que me mira.

 

De nuevo sus caderas comienzan a moverse lentamente, supongo que he conseguido excitarlo más y no quiere que la saque de mi boca, y eso me excita sobremanera, quiero que lo haga, y por si acaso la saco de mi boca el momento justo para decírselo.

 

Yo: Fóllame la boca por favor.

 

Fran: No es lo único que te voy a follar hoy puta – me dice mientras me agarra la cabeza y empieza a marcar un ritmo constante de mete y saca.

 

Noto que cada vez va más profundo, más rápido, me agarra bien la cabeza, jadea mientras no para de decirme cosas, casi la noto en mi garganta y en ese momento le empujo un poco para explicarle que me encanta su polla pero no me gusta nada sentir arcadas, ni siquiera me excita ver eso en una porno, mientras se lo digo no paro entre palabras de darle lamiditas al glande mientras lo masturbo. Me ordena que lo siga e intento ponerme en pie pero cuando voy a hacer el amago de levantarme con las manos vuelve a ponerme de rodillas, me dice que lo siga de rodillas sin que deje de chupársela, que vamos lentitos que hay tiempo, asi que desde la entrada de la casa me va llevando de rodillas lentamente mientras lameteo su polla hasta su habitación, me va diciendo en el camino que quiere que esté cómodo la primera vez que me folle, que me lo hará suave hasta que le pida más, que si me hace daño que se lo diga; me está tratando como un virgencito, lo que me hace gracia porque aunque en parte lo soy quizás se cree que va a desvirgarme cuando ya me he metido cosas un poco más grandes aunque no fueran pollas de verdad. Cuando llegamos a la habitación y su cuerpo llega cerca de los pies de la cama le doy un pequeño empujón que hace que se siente, abro sus piernas, me acoplo en medio, agarro su polla pegándola a mi cara, besándola e intentando no apartar el roce de mis labios con su tronco le explico que nunca he follado con un hombre pero que si tengo vibradores, que aún así quiero sentirlo primero lentamente pero luego quiero que me dé una follada que nunca olvide, que me demuestre todas esas historias que me contaba de su manera de follar y que esperaba que no solo fueran cuentos.

 

Parece que al decirle eso se pica, y levantándose con un “te vas a enterar” me pone en pie y empieza a desnudarme primero de cintura para arriba; aunque estoy calentísimo me averguenza muchísimo desnudarme delante de él, le pido si podemos cerrar un poco la persiana que me dá mucho corte pero no me hace caso en absoluto, empieza a desabrocharme el pantalón, instintivamente con la vergüenza voy agarrándole las manos, viendo que no se lo pongo fácil me agarra y me tira a la cama y empieza a tirar del pantalón, guerreando un poco consigue quitármelo a tirones pero viendo que tengo agarrado el boxer con las manos como queriendo taparme el coño mientras aprieto las piernas.

 

Fran: Estás siendo una putita mala.

 

Yo: Lo siento no puedo.

 

Se pone de rodillas en la cama a un lado mio y comienza a gatear hasta quedar cerca de mi cara y empieza a pajearse lentito, de nuevo ese cipote me hipnotiza.

 

Fran: ¿La quieres?

 

Yo: Si que la quiero.

 

Fran: Abre la boquita.

 

Obedezco sin rechistar, pone la cabecita en mis labios y empiezo a darle chupetones.

 

Fran: Mete tu mano, tócate y dime si está mojadito.

 

Yo: Sí que lo está, empapado – le digo mientras mis dedos acarician mi raja bajo la tela del boxer.

 

Fran: Mete tus dedos hasta el fondo un par de veces y enseñámelos.

 

Meto dos de mis dedos un par de veces mientras mi lengua juguetea con su capullo, saco mi mano y la levanto, me la acerca a su cara para ver como me tiene, con mi mano agarrada mientras mueve sus caderas follándome la boca nuevamente me chupa los dedos mientras lo oigo gemir y con mi otra mano me aprieto el coño desde fuera del boxer, miro su cara, lo veo que me está observando como se mueve mi mano bajo la tela, sin soltarme la mano derecha con su mano izquierda apoyando las yemas de mis dedos en sus labios me dice que le agarre la polla, con lo que tengo que usar mi mano izquierda para pajearlo torpemente mientras su glande sigue entre mis labios y sus caderas con un ligero mete y saca; me vuelve a ordenar que cierre los ojos y me concentre en sentir su polla y lo hago, me voy relajando y calentándome muchísimo hasta que siento su mano sobre mi boxer acariciando mi coño; doy un pequeño respingo y abro los ojos mientras intento cerrar las piernas.

 

Fran: Quieta putita, sabes que este coño va a ser mio. Mira como lo tienes el boxer está mojado, si que te pone caliente mi polla, te gusta ¿verdad?, - le respondo con un gemido de afirmación mientras sigo chupando -. ¿Vas a darme este coñito?

 

Vuelvo a gemir afirmativamente mientras uno de sus dedos empieza a remeterse por uno de los lados de la ingle y comienza a acariciar mi raja en toda su longitud, en unos instantes veo como aparta su mano de mi coño y su polla de mi boca, con los dedos llenos de mis flujos empieza a esparcirlos por su glande y vuelve a meterme la polla en la boca.

 

Fran: Está rico, ¿eh? Quiero comerme yo este coño también – en ese momento echo la cabeza atrás dejando su polla a un lado.

 

Yo: Nunca he dejado que me lo coman, me da mucha vergüenza que me vean.

 

Fran: ¿Nunca?

 

Se aparta de mi, de nuevo instintivamente mis manos van a ponerse sobre mi coño agarrando el boxer, Fran agarra mis piernas abriéndolas sin mucha dificultad la verdad, y se coloca entre ellas, con sus manos agarra las mias, apartándolas forzándome un poco y veo como saca la lengua y me da algunos lametones por encima del boxer sobre la raja y el clítoris, es solo así y empiezo a quedarme sin fuerzas, él lo nota, intenta soltarme un par de veces pero mis manos van hacia mi coño sin oponer apenas resistencia. En una de las ocasiones solo acerco una mano poniéndola sobre el boxer pero él sigue lamiendo mis dedos, es insistente y yo estoy demasiado caliente, y aunque la vergüenza es grande van pudiendo más y más mis ganas de sentir su contacto en mi coño. Lo va notando, lo miro y busca mi mirada; me sonrie cuando nota que mis dedos se van abriendo a la par que mis piernas, no deja de chupar, que rica lengua dios.

 

Fran: ¿Quieres echar un poco la tela a un lado y ver lo que te puedo hacer sentir si me dejas?

 

No le digo nada, casi no puedo pensar con claridad, mi cuerpo solo quiere placer, todo mi cuerpo me ordena que le de lo que necesita para tener un orgasmo, asi que poco a poco remetiendo un dedito voy echando la tela del boxer a un lado mientras su lengua no para de chupar y chupar hasta que llega el momento en el que la tela no dá más de sí y estoy abierto de par en par con Fran entre mis piernas, mirando mi coño, veo una ligera sonrisa en sus labios y se acerca lentamente, saca su lengua y sin dejar de mirarme la siento desde la entrada del coño, abriendo mis labios hasta que golpea bajo el clítoris en el momento que deja de mirarme para cerrar los ojos y sus labios lo apresan y tiran de él un poquito, coloca una de sus manos sobre mi monte de venus haciendo presión y a la vez tirando un poquito de la piel dejando al descubierto todo el capullito hinchado de mi clítoris, es grande, como una pollita pequeña, el oirlo gemir mientras me lo chupa me pone malísimo, y aunque a estas alturas sigo sintiendo vergüenza de que me vea así, también estoy cachondísimo solo por la situación, el estar ahí con las piernas completamente abiertas abriendo mi coño para él, que esté ahí, tumbado entre mis piernas tocando, lamendo y disfrutando de mi clítoris de mayores proporciones, resulta completamente maravilloso. Ya me tiene a su merced y lo sabe, casi de un tirón me quita los boxer y estoy completamente desnudo frente a él, por primera vez completamente desnudo frente a alguien y disfrutando como nunca.

 

Sus labios se aferran a mi clítoris, siento como succiona mientras mueve su cabeza, siento sus dedos hurgando la entrada de mi coño, mete un dedo en mi interior mientras juguetea con su lengua en mi raja como si fuera un perrito sediento, levanta la cabeza y me mira mientras mete su dedo anular y corazón en su boca y saborea, alzo la cabeza para mirar como sus dedos se pierden en mi interior, mete ambos y empieza un mete saca exquisito, cada vez más rápido escuchando el chapoteo que hacen al tenerlo tan mojado.

Fran: Que mojadito está mmmm.

Yo: Contigo está mojado todo el día – digo entre jadeos.

Fran: Más que se va a mojar, no voy a parar hasta que te corras en mi boca puta.

Yo: Joder estoy deseando correrme.

Sus labios vuelven a rodear mi clítoris y succionarme con fuerza, mi cabeza cae hacia atrás, mi cuerpo se retuerce de placer, es indescriptible como lo estoy sintiendo, mis gemidos son cada vez más pronunciados, mis caderas se mueven solas como si quisiera follarle también la boca, con lo caliente que estoy en un par de minutos siento que voy a correrme, lo aviso para que no pare, que estoy a punto, que siga el ritmo ese, sabe bien como hacerlo, no despega sus labios de mi aunque mis caderas no paran de contonearse, mi cuerpo se tensa, ya viene, ya explota, mis caderas se alzan mientras me tenso fuerte, mientras estoy en el punto álgido del orgasmo, mientras sus labios me chupan y sus dedos me follan sin descanso, me corro, me estoy corriendo en su boca, sobre sus dedos, sobre su lengua la cual siento en toda mi raja, es fantástico, mi cuerpo tiembla con los latigazos del tremendo orgasmo, hasta que se va suavizando y tengo que ir apartándolo poco a poco de entre mis piernas con mis manos para que vaya aflojando las lamidas, le digo que vaya más despacio mientras sigo retorciéndome lentamente, sus dedos han dejado de moverse en mi interior pero los mantiene dentro; deja de chuparme y se queda de rodillas entre mis piernas, con la polla apuntando al techo.

Yo: Mmmmm dios que bueno.

 

Fran: Creo que no hace falta que te pregunte si te ha gustado.

 

Yo: Joder me ha encantado mmmm, de lo que me he estado perdiendo todo este tiempo, tenía que haberte dado mi coño antes.

 

Fran: Aún tienes que probar algunas cositas más que seguro te van a gustar mucho.

 

Me dice mientras se acopla entre mis piernas y agarrando su polla bien dura me la restriega por mi coño empapado, haciendo fuerzas para abrir mis labios con su cabeza, golpear mi clítoris y frotarla más fuerte.

 

Fran: ¿Me pongo condón por si...?

 

Yo: Ya sabes que estoy operado, no puedes preñarme, asi que puedes llenarme con tu leche siempre que quieras.

 

Fran: ¿La quieres?

 

Yo: Si quiero tu leche y tu polla dentro de mi, aunque me gusta sentirla así también mmmmmmm, es muy excitante sentirla así, eres un cabrón que sabe como calentarme y llevo mucho esperando a que me folles.

 

Fran: Pídemela como me gusta perra.

 

Yo: ¡Clávame la polla por favor! - le digo mientras alzo mi cadera en el momento que noto su glande cerca de mi cueva.

 

Fran: ¿Que te clave la polla donde que no entiendo? - me dice mientras hace un poco de fuerza y mete solo parte del glande y vuelve a frotarla por fuera mientras sonrie maliciosamente.

 

Yo: ¡Clávame la polla en mi coño de puta! - le digo entre dientes volviendo a levantar la cadera para ver si consigo que me la meta, ¡me tiene desesperado!.

 

No tardo en sentir como se va hundiendo en mi interior mientras observo cómo lo hace, quiero verla como se hunde dentro de mi, estoy seguro de que hubiera querido metérmela hasta el fondo de un golpe pero se contuvo por dejarme disfrutar de la primera vez sintiéndola como entraba centímetro a centímetro, y vaya como entraba, con lo mojado que me tenía lo hacía sin dificultad ninguna. Cuando su polla desapareció en mi interior se quedó unos segundos así, mirándome y yo mirando como mi coño hambriento se la había tragado por completo, por fin lo tenía dentro, no me lo podía creer. Me miraba con cara de estar esperando a que le dijera algo, seguía tratándome como un virgencito sabiendo lo que le dije.

 

Yo: MMMMM Te tengo dentro de mi, ¿ahora quieres follarme fuerte? - le digo mientras mis manos acarician sus brazos que están a cada lado de mi cuerpo, notando su fuerza, llegando a sus hombros hasta deslizarme por su pecho.

 

Fran: Quiero romperte el coño.

 

Yo: ¡Rómpemelo!

 

Empieza a moverse, a bombearme, cada vez más rápido, más profundo, su polla casi sale de mi para volver a clavarse hasta el fondo, fuerte, cada vez más fuerte, su cuerpo choca contra el mío escuchándose cada golpe de cadera, el chapoteo de mis flujos, cada estocada hace que se me escape un gemido, parece que le gusta escucharme, y a mí que me escuche, que sepa el placer que me hace sentir, que sepa que soy su puta y que haré casi todo lo que desee. Acerca su cara a mi oído, sin parar de penetrarme y entre jadeos me dice:

 

Fran: ¿Te gusta mi puta?

 

Yo: ¡Me encanta! ¡Follame sin piedad!

 

Fran: ¡Dime quién es mi puta!

 

Yo: ¡Yo soy tu puta! ¡Soy tu puta! ¡Dame polla! ¡Folla a tu perra!

 

Fran: ¡Te vas a enterar perra!

 

De repente me la saca, me ordena ponerme a 4 patas como la perra que soy y sin más me la vuelve a clavar hasta el fondo, no me la espero tan profunda de repente y en esa posición hace que se me escape un pequeño grito, joder, que cosa más rica, intento masturbarme pero me folla como un salvaje y no consigo mantenerme apoyado con una mano, en una de las embestidas me tira en la cama, mi cara queda pegada a mi brazo extendido en la cama, mi mano bajo mi clítoris e intento poner el culo lo más en pompa que puedo, intentando masturbarme como puedo, sus manos agarran mis caderas bombeándome fuerte, vuelve a decirme lo puta que soy mientras de repente sus embestidas se van haciendo más suaves, mientras siento como masajea mi culo, como con uno de sus dedos tantea mi agujero, supongo que esperando una respuesta negativa o algo.

 

Fran: ¿Te has metido algo por el culo también?

 

Yo: Alguna vez, algún juguete más fino, tu polla es demasiado grande, quiero que me lo folles también pero otro día, hoy te quiero solo en mi coño por favor – le digo mientras me muevo adelante y atrás buscando mayor profundidad de su polla.

 

Fran: Hoy lo tendré en cuenta - me dice mientras siento entrar uno de sus dedos un poco en mi culo, con la otra mano agarra mi barbilla y acerca mi oido a su boca - pero que sepas que eres mi puta y acabarás haciendo lo que yo quiera, ¿Entendido?

 

Yo: Si ahhh, ¡gracias!

 

Fran: Si da las gracias de que hoy sea bueno porque en verdad es tu primera vez, después como me desobedezcas te quedarás sin polla como castigo.

 

Yo: Entendido, no quiero que me castigues sin tu polla, mmmm, seré una putita obediente ahhh.

 

Empieza a embestirme otra vez fuerte, me empuja la cabeza dejándome otra vez en posición de perra con el culo en pompa, pero no saca su dedo de mi culo, en vez de eso siento como se va moviendo también un poco, y yo vuelvo a masturbarme, aunque en esa postura nunca me he corrido, me cuesta, pero me está encantando sentirlo de esa manera, esa furia, esa dominación, y ese dedo en mi culo a modo de hacerme sentir que es él el que manda; aunque hay una parte de mi que le gustaría que me forzase un poco, que me folle el culo es algo que desearía probar, sentirlo en todos mis agujeros, con delicadeza y acabar follándome como una bestia en celo, pero la primera vez estoy disfrutando así y me gustaría seguir masturbándome y correrme con su polla clavándose dentro de mi.

 

Yo: Ponte en la cama y déjame cabalgarte la polla mmmm – le digo para que descanse un poco y porque quiero sentirlo también así.

 

Fran: ¡Tú vas a hacer lo que yo te diga puta!

 

Y diciendo eso me da una torta en el culo, me empuja hacia el lado, me coloca de nuevo boca arriba en la cama, sus manos presionan mis rodillas abriendo mis piernas de par en par, me agarra por la cara interior de los muslos haciendo presión, se mueve buscando de nuevo hacer diana y clavármela, nada más sentir su glande en mi entrada deja caer todo el peso de su pelvis entre mis piernas y me la clava profundamente, no me da tregua, me folla rápido, brutal, me hace ver el cielo, el cabronazo sabe bien como follar y como hacer que quiera más y más. Luego sin bajar el ritmo se queda de rodillas entre mis piernas, chupa algunos de sus dedos y los lleva hacia mi clítoris intentando masturbarme.

 

Yo: Ésta es la mejor postura en la que puedo correrme masturbándome yo mismo – digo entre gemidos.

 

Fran: Quiero que te corras.

 

Yo: Yo también quiero correrme mientras siento tu polla dentro de mi fuerte mmm.

 

Fran: Mastúrbate, quiero verte.

 

Como siempre obedezco, lamo mis dedos instintivamente aunque tengo el coño completamente empapado y rápidamente voy directo a mi clítoris y empiezo a masturbarme tan rápido como él me está follando, no paramos de decirnos cosas, por sus historias sabía más o menos como era en la cama, creo que esa era una de las cosas por las que tenía tantas ganas de que fuera él quien me follara, porque sino mentía (y veo que no lo hizo) le gustaba el sexo duro, mandar y no era un mudito sosaina follando, y encima follaba, no como muchos que se quedan tumbados en la cama y es la otra persona las que tienen que hacerles todo. Estaba siendo una primera follada espectacular, creo que nadie podría estar follándome mejor que él. La visión de su cuerpo desnudo entre mis piernas, su cara de excitación mientras me observaba masturbándome o mirándome a la cara, supongo que también mirando mi cara de puro gozo por todo esto; no iba a tardar mucho en correrme, y por lo que él me dijo si seguía así tampoco tardaría mucho, me masturbo frenéticamente, se oye perfectamente mientras su polla entra y sale de mi, el golpeteo de sus huevos contra mi; de nuevo siento como empieza a llegar la sensación de estar a punto de correrme, y de nuevo lo aviso para que mantenga el ritmo, mis paredes vaginales se contraen fuertemente mientras mi pelvis se alza, él me agarra fuerte de las caderas y sigue follándome incluso más fuerte y rápido durante un momento, hasta que toda su polla desaparece una y otra vez en mi interior, mi cabeza se retuerce hacia atrás mientras mis ojos casi se cierran o se quedan medio en blancos, me corro, empiezo a temblar de cintura hacia abajo sin dejar aún de masturbarme y él de follarme, mi torso también se mueve de forma incontrolable encogiendo mis hombros mientras mi cabeza se mueve adelante y atrás, mis gemidos son fuertes, el placer es súper intenso, mi orgasmo se intensifica mucho mientras él me folla, cuando los latigazos del orgasmo se van pausando instintivamente mi mano libre busca su pecho para empujarlo un poco y poder comunicarle que vaya un poco más despacio a la par que se suavizan las caricias sobre mi clítoris; me folla un poco más suave durante unos instantes, pero dura poco, el cabrón empieza a follarme duro nuevamente.

 

Fran: Ya te has corrido y ahora el que se va a correr soy yo.

 

Vuelve a arrancar gemidos de mi garganta, después de un orgasmo tengo el coño súper sensible y él no me da descanso, y aún así me vuelve loco de excitación sentirlo con esas ganas de follarme, de romperme en dos.

 

Fran: ¡Estoy a punto!

 

Yo: ¡Si, dame tu leche! ¡Córrete dentro! ¡o córrete sobre mi clítoris y espárceme tu leche con la polla! ¡Dame lechita! - le digo mientras abro las piernas todo lo que puedo y con las manos tiro de mis labios vaginales abriendo totalmente mi coño para él.

 

Su cuerpo se tensa y lo próximo que oigo son sus gemidos mientras se vacía en mi interior, unas cuantas embestidas más y durante un momento quedarse quieto dentro de mi mientras recupera el aliento.

 

Fran: ¡Joder que polvo!

 

Yo: ¿Te ha gustado?

 

Fran: ¿Tú que crees? - me dice metiendo un par de dedos en mi coño, enseñándome un poco de leche mezclada con mis fluidos y esparciéndola sobre mi clítoris hinchado.

 

Yo: Creo que podría volverme adicto a esto.

 

Fran: Bueno, ya repetiremos cuando se pueda, ya iremos viendo, ahora deberíamos ir a la ducha, aún tengo dos horas de calma pero no vamos a dejarlo todo para última hora, te enciendo el termo y te metes primero si quieres – me dice entre jadeos recuperando el aire.

 

Acepto, quisiera seguir follando, seguía muy caliente pero bueno, como dice ya habría más oportunidades para repetir y había que tener cuidado para poder seguir haciéndolo. Mientras me meto en la ducha él se pone a cambiar las sábanas de la cama y a poner la lavadora, todo ello completamente en pelotas, salgo de la ducha y mientras me seco con una toalla se mete él, me pongo los boxer y me siento en la taza del WC mirando tras la mampara transparente como se enjabona, y sobre todo el momento en el que frota su polla.

 

Yo: ¿No quieres ayuda? - le digo sonriendo sin apartar mi mirada de su polla mientras mi lengua recorre mis labios casi sin pensarlo.

 

Fran: No me tientes que nunca digo no a una mamada jaja – y sigue frotándose, metiendo la cabeza bajo el chorro de la ducha.

 

Me pongo en pie pensando que aún faltan dos horas más o menos para que venga su pareja del trabajo, estoy tan excesivamente caliente que vuelvo a bajarme los boxer, abro la mampara despacio, se da la vuelta quedando los dos cara a cara.

 

Fran: ¿Vas a frotarme el jabón? Jaja

 

Yo: Quie-ro tu po-lla – mientras lo voy diciendo me voy arrodillando hasta quedar su polla a la altura de mi cara, mis manos lo agarran tomando parte de sus cachetes y mis labios se acercan a su polla flácida dándole pequeñas chupaditas al tronco desde la base hacia la punta, metiéndola en mi boca.

 

Fran: Joder si que estás necesitado de polla.

 

Veo como cierra los ojos echando su cabeza hacia atrás cayendo el agua sobre ella mientras sus manos se apoyan en mi cabeza, quiero volver a sentir sus caderas moviéndose sin poder controlarlo, que necesite follarme y ya me voy animando a mamársela más rápido, quiero que se corra lo más rápido posible e intento tragármela todo lo que puedo, succionarla mientras mi lengua la va rodeando, pajearlo mientras me como sus huevos mojados; luego suelto su polla y comienzo yo a masturbarme, a meterme los dedos hasta el fondo y sacarlos para seguir masturbando mi clítoris sin sacarme su polla de la boca solo para decirle:

 

Yo: ¿Quieres correrte sobre mi lengua? - no dejo de dar lametones a la punta.

 

Fran: ¿Qué crees? Me correría en tu boca si me dejaras.

 

Yo: No voy a tragarme tu leche, al menos no por ahora, pero ahora mismo me apetece que tu semen caiga por mi lengua a la vez que el agua, ¿quieres mi lengüita? - le digo mientras lo pajeo rapidito a la vez que hago presión de su glande con mi lengua.

 

Fran: Lo quiero todo.

 

Vuelve a apartarme las manos y sigue follándome la boca, ordenándome que no me atreva a apartarme, y aunque en algún momento la siento más profunda de lo que me gusta aguanto sus embestidas, esperando que me avise, no tarda demasiado, aunque siento un poco molesta la mandíbula, no la tengo acostumbrada a tanta mamada (lo hará pronto a este paso), me avisa de que le queda poco, me aparta, se agarra la polla y comienza a masturbarse bien rápido mientras con la otra mano me tira del pelo echando mi cabeza hacia atrás, abro la boca, saco lo más que puedo la lengua esperando su corrida, intento acercarme lo más que puedo para que mi lengua mantenga contacto con su cipote hasta que lo vuelvo a notar tensado, al decirme que se corre siento que el cabrón me tira más del pelo inclinando mi cabeza y cuerpo un poco más atrás, donde no me cae apenas el agua y empieza a tirarme sus chorros de leche sin despegarme la polla de la lengua, siento algun chorro dentro en la boca, intento mantenerla abierta, y no me apetece tragármelo, y tal como se va calmando vuelvo a erguirme buscando el agua que me caiga encima y vaya derramando su leche, me enjuago un poco la boca, doy unos besitos a su polla aún durita a la vez que:

 

Yo: Mmmm que rica, yo también quiero correrme contigo.

 

Fran: Parece que este coño no se cansa, ¿no? - dice mientras ya en pie me pega contra los azulejos y siento las yemas de sus dedos desde mi clítoris hasta el fondo de mi coño.

 

Yo: De correrse nunca – intento abrir mis piernas apoyando una de ellas en una especie de banquito plegable – será porque suelo masturbarme en la ducha con el chorro del agua y hoy tenía otra manguera más a mano……. o a boca.

 

Fran: Veo que a este coño le va la caña entonces.

 

Yo: No lo sabes tú bien, ni yo tampoco lo sé del todo bien – me abrazo a él y mis caderas comienzan a moverse mientras me follan sus dedos – me encantaría masturbarme con el chorro de la ducha mientras me clavas la polla hasta el fondo y correrme mientras me follas duro; pero ahora mismo me conformaría con tu boca en mi coño.

 

Fran: Te lo has ganado putita.

 

Ahí me saca los dedos, se agacha, sus manos en mis muslos y no se anda con rodeos, me da una intensa lamida en toda la raja, se aparta para abrir mis labios con sus dedos y empezar a lamer, y lamer, y lamer… de vez en cuando siento su lengua en mi interior, le suplico que me meta los dedos mientras me chupa, el cabronazo sabe comer coños y cuando estoy tan caliente tengo mucha facilidad para correrme si me coge el punto, entre que empieza a succionar fuerte, que su lengua no para de moverse serpenteando por todo mi coño, que sus dedos no paran de entrar y salir de mi interior, mis piernas comienzan a temblar cuando me estoy corriendo, el cabrón se pega como una lapa a mi clítoris y no sé cómo no se me han ido las fuerzas con las piernas temblando y no me he acabado cayendo al suelo de la ducha, vaya intenso orgasmo.

 

Se pone de pie y cuando me recompongo y abro los ojos y lo miro tiene de nuevo la polla en la mano dura y me pregunta:

 

Fran: ¿Y ahora qué hago con esto?

 

Yo: ¿Qué hora es?

 

Fran: Falta una hora para que llegue, pizca más.

 

Me doy la vuelta mirando hacia la pared, me inclino y apoyo con las dos manos sobre los azulejos, pongo el culito bien en pompa, abro mis piernas tanto como me da la ducha para hacerlo.

 

Yo: ¡Fóllame, reviéntame el coño ya!

 

Ni dos segundos y tengo su cipote dentro y me está follando como sino hubiera un mañana, me masturbo tan rápido como puedo, su polla es absolutamente maravillosa, que brío tiene el cabrón, si llego a saber que esto iba a ser el pago le hubiera mamado la polla muchísimo antes la primera vez, joder, si es que no quería que me sacara ese cipote rico nunca jamás. El tiempo apremiaba, creo que los dos nos excitamos más pensando en que aún tenía que correrse y teníamos que salir ambos mojados de la ducha, vestirnos e irme o si acaso irnos ambos, o no sé lo que él tenía pensando decirle a la pareja, si tenía o no que hacer la comida, no sé si lo pensaba o lo único que estaba pensando es en partirme el coño en dos por la forma tan dura en la que me la estaba clavando, pero ¡me encantaba!.

 

Me volvío a poner en la misma posición en la que me había comido el coño, con la pierna alzada en el banquito (suerte que el suelo era antideslizante sino puf), solo que con su mano bajo mi rodilla me levantó la pierna aún más quedándome el coño bien abierto, agarré su polla, me la enfilé y de un golpe seco la sentí hasta en las entrañas, me volví a abrazar a él y a decirle guarradas y gemirle al oido, que se veía que a ambos nos calentaban, intentando que explotara en mi interior. Había leido que con cada corrida un hombre tardaba más en correrse en la próxima si eran seguidas y claro, me preocupaba que tardara más de la cuenta y nos encontrara así su pareja, así que intentaba calentarlo lo más posible para que se vaciara en mi interior. No sé cuánto tardó pero no fue mucho, aunque me masturbé como pude no pude llegar al orgasmo pero él volvió a llenarme con su leche, mi coño se bebió hasta la última gotita; cuando salió de mí me aseé como pude rápido, me metí los dedos pensando que así sacaría los restos de su leche para luego no ir manchando el boxer (que ya estaban bastante mojados entre mis fluidos y sus lengüetazos), me sequé lo más rápido que pude, me vestí, él seguía desnudo, no sé si para ponerme malo hasta el final, aún íbamos bien de tiempo pero si tenía que preparar algo antes de venir la pareja no quería seguir ahí tentándolo a más y tentándome a mi, y antes de salir del baño.

 

Yo: Me voy yendo ya que al final la liamos. Luego cuando tengas un rato llámame y hablamos que yo no sé cuándo andas tu libre, ¿ok?. Pues nos vemos en otro momento – le digo, me agacho, mirando su polla le digo – y a ti espero verte y tenerte dentro de mi de nuevo muy pronto – la agarro ahora flácida, me la meto completamente en la boca y mientras la succiono lentamente voy echando la cabeza hacia atrás dejándola ir de mi boca y me pongo en pie.

 

Fran: De verdad qué puta eres – me dice sonriendo.

 

Yo: Seré todo lo puta que quieras que sea mientras me des la polla que necesito – digo guiñándole un ojo.

 

Y así entre pullitas me voy yendo, en el momento de acercarme a la puerta de la calle y ponerme el abrigo ya no digo nada más, y vuelvo a ser el chico trans hetero de siempre……. solo que más puta en mi interior, pensando en cómo y cuándo será la próxima vez que disfrute de su deliciosa polla.