Cuando fuímos novios, no pude hacerle el amor, 25 años después, Roxana me enseñó lo que era el sexo de la manera más hermosa, con amor, con violencia y con infidelidad.
Increíblemente mi sobrina me entrega su virginidad, después de una sucesión de casualidades.
La maldad de Clarisa,hizo que su vecino desatara sobre ella sus más bajos instintos.
Las piernas de Sandrita no tenían vida, pero en su sexo vivía todo su cuerpo.
Laurita nunca imaginó que esa noche recibiría una dosis de sexo salvaje.