Léelo, imagínalo, hazlo, disfrutalo... Sólo recomendado para personas morbosas, con tiempo para relajarse, que dejen volar su imaginación y que estén preparadas para disfrutar con este relato. ¿Te atreves?
La voz de Daniela en la radio siempre me cautivó, su frescura al hablar, su autenticidad... y sobre todo, esa sensualidad y morbo que desprende. Ella excitaba a los oyentes, pero nadie se dedicaba a excitarle a ella. Hasta que llegué yo...
Era su noche, ella tomó las riendas... al menos hasta que se le fue de las manos. Intuía su lado fetiche, sus tonteos con el BDSM. Estaba oscuro, al fondo, una chica provocándome mientras Marieta disfrutaba viendo esa imagen...
Le excitaba ser el objeto de mi deseo, y a mí desearle. Le gustaba vestir sexy, que le mirase, ponerme caliente... Para ella era un juego. Para mí, una obsesión. Le seguí, se me fue de las manos... Si juegas con fuego, te quemas.
Le seguí, con ese modelito tan sexy, me estaba poniendo a 100. Con cierta timidez, parecía querer provocarme y lo consiguió. Acorralada, me dí cuenta de lo que realmente estaba buscando...
¡El director manda, y aquí se hace lo que yo diga! Incitado y excitado por la chica que estaba delante de mi objetivo acabé metiéndome de lleno en el papel y en la protagonista.
Al grito de ¡Acción!, mis amigos comenzaron a besarse, a comerse, mientras yo lo grababa todo. Con una mano agarraba firmemente la cámara y con la otra sentía mi excitación crecer hasta que
¿Queréis que os grabe follando? Finalmente, accedí a sus peticiones, pero ellos tuvieron que acceder a las mías. Me metí en la piel de director, de hecho, me metí hasta el fondo
Entraron a mi cuarto sin avisar, quizá me estaban buscando, toda la semana pensando en ellas. Al final, me dieron tanto placer... Algo nuevo para mí, increíble. Todavía hoy pienso en ello.
Te llamo por teléfono, para que vengas aquí conmigo. Pensando en ti, recuerdo cómo lo haces, sé que te gusta mi sabor, estoy a punto para ti, vamos, termíname
Viólame, fuérzame, te escuché decir un día. Quizá ya no te acuerdes pero yo no lo olvido.
En el coche, con el calor del verano, de vuelta a casa, mi novia en bikini al lado mío me convenció de que lo importante no es llegar, sino disfrutar del viaje...
Cuando uno tiene un calentón, hay que aprovecharlo... Y más cuando es el calentón del verano... Mi novia cachonda como una perra, se volvió gata a mi antojo. El lado felino apareció para dejarnos llevar por el instinto animal...
Estaba tomando el sol en la playa mientras veía cómo esas mulatas lucían palmito. ¡Eso sí que era el paraíso! Todos esos cuerpos tostados eran de ensueño, pero había uno en especial que llamó mi atención. A menos de dos metros de mí había una toalla en la que se intuía la silueta de un cuerpo pequeño, pero magníficamente formado. Curvas sinuosas, montañitas de arena erigidas sin querer... (Interracial, voyeurismo)
Cuando entré a mi apartamento, me encontré a mi asistenta preparando la cena, vestida exclusivamente con una de mis camisas y unos zapatos de tacón. No me lo creía, ¡mi asistenta! La verdad es que estaba muy buena...