Madrugada increible con mi negro mágico, con el que inicio el año de la locura.
Le bajé los pantalones y sin advertencia, me metí su precioso trozo en la boca y empecé a chuparlo como poseída, no con la delicadeza que acostumbro, sino de inmediato. Mariano jadeaba mientras yo disfrutaba la textura de aquella gloriosa verga
El atleta que deseaba cogerme desde hace ocho años, por fin está entre mis brazos y me hace saber que la espera no fue en vano, que el sueño no era exagerado...
A mis 36, descubro el tigre que había en mi tímido becario y enloquezco por su verga y por sus besos.
Catálogo razonado de los amantes de eta locura que ahora vivo. vergas gordas, vergas venosas, vergas a mi servicio, vergas para mi placer. vergas pegadas a cuerpos y a mentes.
A cuatro patas, viéndome al espejo, violenta y delicioamente penetrada dsde atrás por un hermoso joven de 23 años, recuerdo y comparo a dos niños tan iguales, tan distintos.
Amante y marido, doss formas de hacer el amor, dos cuerpos, dos vergas que se alternan y una conciencia que no decide, una mujer que enloquece
Sigo contando mi historia. esta vez les platico que cuando me divorcié, fui rodando de verga en verga -incluso probé un clítoris- y vaya que aprendí cosas, muchas cosas, y disfruté como loca ese año.
Olvidada por mi primer marido, desesperada, busco vergas de qué agarrarme, encontrando a un exquisito jovencito que me encamina hacia el divorcio.
En estos días de éxtasis sexual, mientras beso a mi futuro amante y eespero la llamada de otro, rememoro la primera vez que me entregué, empapada y feliz, a un hombre
Después de una vida de disimulo, me vuelvo loca y me entrego a cualquiera, con gratísimos resultados que aquí iré contando, en forma de diario.