Tenía miedo y tenía dudas, pero mis deseos lo superaban. Mis ganas de seguir experimentando fueron mucho más grandes que las barreras psicológicas. Cuando se dan las las circunstancias adecuadas hay que tomar decisiones, y las ocasiones que presentan se toman o se pierden.
Un día que parece hecho para la reflexión resulta ser una experiencia más y un avance en el conocimiento de la pareja. Avanzamos en expresar nuestros deseos y transmitir lo que llevamos dentro. El deseo aumenta.
Descubro en Arantxa a nuestra mentora. Una guía en nuestra liberación personal. Avanzamos en nuestra aventura ahora juntos.
En mi primer día ya me había exhibido y todo salía mejor que como lo había previsto. Cuando llegó la noche la aventura cambió. La situación se escapa de control y el morbo aumenta.
Empiezan las vacaciones. Y mi deseo por experimentar aumenta. Mis pensamientos vuelan libres y me dejo llevar.
La cosa es que desde que empezamos a tramar las vacaciones en solitario empecé a fantasear. Cada día iba al ordenador con la excusa de sacar información sobre las zonas a visitar y en realidad lo que buscaba eran aquellas fotos de mujeres desnudas en la playa, o tapadas solamente con un tanga. Cada día que pasaba el morbo en mí aumentaba.