Esta historia contiene sexo con menores de edad, duchas doradas, escatología y otras perversiones; si alguno de estos temas no son de su agrado, favor de no leerlo...
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Em mi primer trabajo paso una inolvidable noche fetichista con la mas deseada del trabajo, ademas ante mi sorpresa se añade un tercera persona.
Era un sábado cualquiera en nuestro departamento, estábamos allí mis dos amigas, Claudia y Judith, ambas muy atractivas y Yo Carlos.
Esta historia contiene sexo con menores de edad, duchas doradas, escatología y otras perversiones; si alguno de estos temas no son de su agrado, favor de no leerlo...
Esta vez se me fue de las manos y terminé siendo dominado por los pies de unas jovencitas muy perversas que se divirtieron como nunca con su nuevo esclavo...
Sin imaginarlo, un niño de 14 acaba limpiando la caca de su prima (18) con la lengua. (coprofilia).
Parte 3, una fantasía...
Natalia una mujer de 32 años poseedora de un cuerpo escultural y unos pies de tentación...
Una de mis salidas con mi amiga carla, en la cual siempre cumple todos mis pedidos, sean cual sean.
Mi grata experiencia con los bellos pies de una preciosa señora, abordo de un autobús. Sus pies me cautivaron.
Mi segunda experiencia sexual en el curro como segurata, con mi jefa, sus botas y alguna sorpresa mas.
Con mi mejor amiga disfrutando de una sesion de morbo y sexo quien me lo iba a decir...
Continuacion de mi relato anterior.
Una torcedura de tobillo, una simple casualidad me hizo darme cuenta del gran erotismo de los pies femeninos.
Esta mujer sabía sentir placer pero me traía confundido.
El protagonista consigue vencer la resistencia de la novia de su mejor amigo para introducirla en le mundo fetichista.
Fin de mi historia con una embarazada.
El placer de la ropa hermosa y la propuesta de mi Señora, me hacen entregarle a mi mujer como esclava.
Una chica que jamàs podria imaginar que pudiese tener relaciones conmigo... Algo de fetichismo y chica joven.
A los 12 años, participé en un intercambio veraniego, donde acogí a un niño saharaui de mi edad. Su gratitud no se pagaba con dinero...
Mis jornadas en el gimnasio cambiaron desde que empezo a acompañarme Eugenia.
Mi primera experiencia con una embarazada en el campo.