Él tenía setenta y un años, ella, cincuenta y cinco... Se conocieron de pura casualidad... Y se enamoraron...
Él tenía setenta y un años, ella cincuenta y cinco... Se conocieron de pura casualidad... Y se enamoraron
Alfonso no aguantó más la sosísima vida sexual que le envolvía y decidió pornerle remedio. Sabía que romina era una caja de sorpresas infravalorada y se decidió a demostrarle su valía, aunque tuviera que ser por las malas.
- Voy a correrme. - dijo de pronto con una voz profunda y ronca entre gruñidos. - Hazlo, hazlo. Llevó su mano a mi clítoris y lo movió en círculos.
- ¿Cuánto has metido? - le pregunté, sintiendo todo mi ano inundado. - Sólo la punta....
Con mi lengua saboreé todo su pene. Desde el escroto, hasta la punta....
- Vas a ser mío. - murmuré. Pareció no tomarse bien que yo quisiera ser su dueña, porque sacó su pene, me giró, y empezó a tomarme a cuatro....
Se quitó los pantalones y el tanga. Sus fluidos vaginales caían por sus piernas. Sí que estaba excitada, sí.
Comencé a succionar su sangre besándole la herida con mis labios. Me puse a un lado, penetrándola aún. Con mi mano izquierda arañé su torso, y con mi derecha su espalda.
- Fóllame..., fóllame... - me dijo. Incrementé la velocidad hasta casi correrme en ella, pero me contuve. La saqué y eyaculé en su rostro. Algo de semen entró por su boca. Pareció como si lo guardara, y entonces me volvió a posar en el suelo y a menear su vagina sobre mi boca.
Y de nuevo, como siempre, volví a quererte, a acostumbrarme, a odiarte y a perderte.
Capítulo 3º
Capítulo 2
D. Alfonso el Bueno es rey de un país de ensueño, tierra de sol y luz, flores y frutas, música y bailes...de la Alegría... Pero D. Alfonso está triste, pues acaba de perder a su amada esposa, muerta a los seis meses de casarse... Pero el reino necesita un heredero y, por triste que esté, por más que añore a su difunta esposa y menos ganas tenga de sustituirla, su obligación es volver a casarse
Y llegamos al final del relato... Un final feliz, de cuento de hadas, qué narices, que son los que a mí me gustan... Y para algo soy el autor, que conste... Final de "Se casaron, fueron felices y comieron perdices"... Hasta otra, amigos...
Reencontrarnos Adela y yo, supuso que aquél amor que nos tuvimos, reverdeciera con fuerza incontenible
Cuando la conocí, yo tenía novia formal. Nos enamoramos a "prima vista", pero mi conciencia de hombre íntegro, leal a la palabra dada a mi novia, hizo que la dejara al mes y pico, casándome con mi novia de siempre... Veinticuatro años después, ya viudo, casualmente nos reencontramos
Aquel día estaba solo en la playa cuando la vi pasar a lo lejos. No fue la única vez que me la encontré, pero s´si fue la primera.
Esta es la historia de un encuentro en mi trayecto diario al trabajo, que resulto algo inolvidable.
Marian es una chica perdida antes los encantos de Leon y el un gustoso por volverla su peor pesadilla, atrapados en ese juego no les importaría ganar o perder con tal de no mantener la chispa que los envolvió desde el principio
Breve escena en una cama
¿Quien alguna vez no soño con tener un profesor de gimnasia de infarto?
Esta es una historia real, algo que me pasó hace algunos años. Fue algo mágico, fuera de lo común. Sensaciones vividas y sentidas aquella vez... y nunca más.
Sin nombres, ni palabras y a plena luz del día, lo único que necesitabas para tenerme era un no. Dos desconocidos se encuentran en una cafetería, se miran y se reconocen, la zona más profunda y primaria dentro de ellos se inflama, ¿quién dará el primer paso? SIN DIÁLOGOS.